—Tuvimos nueva información sobre el caso de Harry Styles esta tarde—dicen en el noticiero, mientras que todos en el comedor escolar se vuelven a ver juntos la única televisión en la pared—. Un espejo roto se encontró en la residencia Styles, mostrando horribles manchas de sangre en la placa base. ¿Cómo llegó la sangre allí? ¿Cómo se rompió el espejo? ahora estamos hablando con la detective jefe del caso, Jennifer Whitmore.
El presentador se gira hacia la Detective Whitmore, quien se encuentra en su oficina con las manos cruzadas.
—Así que, Detective Whitmore—dice—. ¿Puede decirme más sobre el espejo?
—Se trata de uno rectangular bastante viejo, muy anticuado—dice Whitmore—. La base, como usted ha dicho, tiene manchas de sangre. Por otra parte, el marco está ligeramente abollado, lo que sugiere que el Sr. Styles fue golpeado contra el espejo. Sin embargo, aún no estamos seguros.
—¿Se realizó una prueba de ADN en la sangre?
—Sí. Hemos determinado que las manchas de sangre son efectivamente de Harry Styles.
—¿Lo que significa que sí fue golpeado contra el marco?
—No lo sé—dice Whitmore—. Tenemos una gran cantidad de hipótesis que llevan a diferentes direcciones, pero nada muy concluyente.
—Gracias por su breve entrevista, detective.
—Estoy feliz de estar aquí—Whitmore sonríe a medias.
—La previsión del tiempo para la próxima semana se dará a conocer después de una pausa. ¿Podríamos estar en un abrasador invierno?
Toda la cafetería está en silencio durante unos momentos, mientras que los comerciales llevan a cabo la representación de un anciano feliz mostrando el mejor jabón para platos.
Poco a poco, la conversación comienza fluir de nuevo.
—No quiero saber algo concluyente—dice Ría, moviendo la cabeza—. No puedo creer esto.
—No puedo creer que alguien le hiciera esto—dice Jenna.
Ava se encuentra a mi lado en silencio, con la barbilla en la palma de su mano.
—Estaba fuera de la ciudad cuando todo esto sucedió—dice Ría—. Salí el día después de fin de clases a casa de mi padre y cuando regresé, alguien me dijo que se había suicidado,
—¿Qué se suicidó?—dice Jenna, arrugando la nariz en confusión—. Es una locura. ¿Por qué Harry se suicidaría?
—Está claro que no lo hizo—Ava dice de repente—. La muerte se especifica en la autopsia como homicidio.
—Nunca se sabe—dice Jenna.
—Sí se sabe—dice Ava—. ¿Acaso has oído el informe de la autopsia?
—Lo hice, pero... bueno.
—¿A pesar de lo que escuchaste?
—En realidad, nadie sabe—dice Ría—. Excepto por el asesino y Harry. Y estos podrían ser la misma persona.
—Esto es una mierda—encara Ava.
Ría y Jenna no dicen nada después.
(...)
—Mira—dice Whitmore, reclinándose en la silla detrás de su escritorio—. Lo pensé, y no me gusta decir esto, pero... creo que hemos cerrado otro caso en nuestra manos.
Se me cae el contenedor de lapiceros en estado de shock, agachándome rápidamente para recogerlo y ponerlo de nuevo sobre la mesa.
—¿Qué dices? Dieron a conocer el espejo en la información de hoy...
—Lo sé—dice—. Pero nada es concluso, ¿de acuerdo? Sólo tenemos una gran cantidad de piezas. La tienda de reparación, la sangre en el espejo, un incendio provocado. Pero todo lo que es útil en la investigación como el ADN o las huellas dactilares en el espejo o marco, etc., no hay nada. Lo siento, Jane. No sé qué más hacer después de esto.
—¿Qué pasa con Max? ¿No encuentras extraño lo que dijo y cómo actuó en el interrogatorio?
—No tenemos ninguna evidencia.
—Pues consígalas. ¿Qué clase de detective sería usted si dice que no tiene nada?
Whitmore me mira.
—¿Y tu piensas que eres mejor? Este caso no ha ido a ninguna parte durante semanas. Podemos tener pequeños trozos de pistas que seguir, pero sólo es un callejón sin salida. Me gusta hacer esto niña, pero en realidad es peligroso.
—¿Por qué no hablas con Clyde y Nora de nuevo? Quizá sepan algo más.
Whitmore sacude lentamente la cabeza.
Yo respiro con dificultad.
—Increíble. Es increíble.
—Además, no es mi decisión—dice ella, cruzando los brazos sobre su pecho—. No soy mi propio jefe. El Fiscal General tiene la última palabra.
Asiento con la cabeza.
—Bien. Muy bien—me levanto, tirando mi bolso sobre mi hombro. Whitmore me mira con el ceño fruncido, al dejar su oficina sin decir una palabra.
Cuando llego a casa, estoy sentada en mi cama, pensando. Si el caso se cierra, ¿qué pasará? ¿Cómo pueden cerrarlo? Por supuesto, hay pistas ahora, pero debe haber algo que falta. ¿Qué me he perdido?
Viene a mi mente la investigación sobre el TPP. ¿Quién lo tendrá? ¿Max? ¿Ava? ¿O tal vez Harry?
Cuando lo pienso, podría tener sentido. Es sospechoso, es bipolar e irritable, ha expuesto muchos síntomas, ¿y si era él?
No, no tiene sentido. Si él era el que tenía TPP, ¿por qué suicidarse? Si Max escribió esta nota, debió saber que lo tenía. Pero si mató a Harry, ¿por qué no tratar de ayudar a su mejor amigo?
No, no era Harry quien tenía TPP. Debe ser el asesino.
Empiezo a pensar que tal vez Whitmore tiene razón. Esto podría ser peligroso.
Tiene que haber algo que se me escapa.
La lluvia ha parado y tomo la oportunidad del cielo claro para subir a la azotea. Harry ya está allí, de pie y mirando a otro lado en dirección al claro.
Se puede decir claramente que es el claro, porque está carbonizado, ahora una parte triste del bosque. Es casi difícil de apreciarlo.
—Van a cerrar de nuevo el caso, ¿no es cierto?
Lo miro.
—¿Cómo lo sabes?
Se encoge de hombros.
—Solo adiviné.
—No entiendo—digo—. Siento que estamos tan cerca de encontrar al asesino, yo...
—No sirve de nada. La aplicación de la ley en esta ciudad es una porquería. Nada saldrá a la luz. Yo lo sé.
—¿Realmente piensas renunciar?
—No—. ¿Y tu?
—Trato de no pensar en ello.
Harry asiente, cruzando los brazos sobre su pecho.
—¿En qué piensas?—pregunto.
—En todo—dice, extendiendo la mano y pasando un brazo alrededor de mi cintura—. En todo y nada.
—Eres muy desconcertante para responder—digo.
Sonríe a medias.
—Ahora pienso en ti.
—Es una respuesta enigmática—digo, moviendo la cabeza y sonriendo. Los dos sonreímos por un momento antes de mirar el bosque, tratando de enfocar cualquier lugar que no sea el montón de dolorosas cenizas que ahora es el claro.
(...)
Ava y yo vamos a desayunar la mañana siguiente, sábado. No hablamos mucho al principio, las dos estamos cansadas.
—¿Cómo estás?—pregunto.
—Bueno, las pesadillas son menos gráficas—suspira.
—¿Las tienes todas las noches?
—Casi todas las noches. No entiendo por qué vienen ahora. El aborto involuntario sucedió hace unos meses—se encoge de hombros—. Creo que es un sentir a largo plazo por la culpa.
—¿Cómo son los sueños?
Ella frunce el ceño.
—Empiezan bien, yo con un niño en el prado recogiendo flores o en la playa u otra parte, es muy diferente cada vez, entonces de alguna manera el niño finalmente muere, hiere o es alejado de mí. Es horrible. No quiero dormir.
La camarera trae el agua. Ella nos toma nuestros pedidos, muy cansada también.
—Lo aprecio—dice Ava.
—¿Qué?
—Nuestra amistad, incluso si te he tratado como una mierda desde el principio.
Me encojo de hombros.
—Es difícil encontrar personas en quien confiar, te entiendo.
Suspira, inclinándose hacia adelante.
—¿Entonces puedo confiarte algo?
Me muevo.
—Sí. Por supuesto.
Ella mira hacia abajo.
—Los que saben, piensan que mi bebé fue de Harry—dice—. Pero no.
Respiro con dificultad.
—¿Qué?
—Estaba enojado conmigo por eso, ya que no era de él. Cometí un error estando borracha, una noche después de pelearnos semanas atrás...
—¿Quién es el verdadero padre, entonces?
Ava tuerce la servilleta en sus dedos.
—No puedo decirte.
—¿Qué? ¿Por qué no?
Ella mira hacia otro lado.
—Ava—digo lentamente—. ¿Te amenazó?
Ella traga.
—Es una locura—dice, bajando la voz—. Dijo que ahora que Harry está fuera del camino, podemos ser felices. Pero no quiero serlo con él.
—¿Quién?—mi corazón late con fuerza en mi pecho.
Ella niega con la cabeza.
—No puedo decírtelo, no puedo.
—Tienes que ir a la policía—le digo—. Ava, no puedes dejar que un tipo te amenace.
—Él no ha dicho nada al respecto durante meses, pero... no quiero correr el riesgo.
—No dejes que nadie tenga ese poder sobre ti—digo, sacudiendo la cabeza—. Ava, esto es grave.
—Lo sé, lo sé. Por favor, no digas nada.
—No quiero, pero... si no vas a la policía con esto pronto, yo lo haré.
Ella asiente con la cabeza.
—Está bien, está bien—niega con la cabeza cuando la camarera nos trae la comida. Ella empuja el cabello de su rostro, con un suspiro.
—¿Esta persona que te está amenazando, dijo algo si revelas su identidad?—pregunto con cuidado.
—No, pero está loco, sería peligroso—dice—. Algo esta mal con él—presiona su dedo índice sobre su sien.
—¿En qué sentido?
—Piensa que el mundo está en su contra. Nunca deja ir de algo.
Es él. El padre del bebé de Ava, es quien tiene TPP.
Sólo necesito saber quién es, y todo podría darse a conocer.
(...)
Cuando entro a mi habitación esa noche, Harry está sentado en mi escritorio, con pluma en mano.
—¿Qué estás haciendo?—pregunto, poniendo mis pertenencias en mi cama
Me mira con el ceño fruncido.
—Tenemos que hablar de algo—guarda la hoja en que escribió.
—Está bien, ¿qué pasa?
Mueve su peso, mirándome.
—Pensé, y pienso... que todo tiene que terminar ahora—luce triste.
—¿Qué?
—No es adecuado para ti, y sé que hemos tenido esta conversación antes, pero lo digo en serio esta vez—dice—. Creo que tienes que parar. Esto no va a ninguna parte.
—Pero yo...
—Lo sé, me dirás que has encontrado algo nuevo, pero nada de esto tiene sentido. Y no creo que cruce pronto. Así que... me voy.
—Harry...
—Hazlo por mí, Jane. Por favor.
Me rindo, cansada de tener esta conversación. Quiero luchar por él, quiero que se quede hasta que pueda cruzar. Pero quiero hacerlo feliz también, y si él quiere irse ahora, no lo detendré.
—Está bien—le digo—. Si eso es lo que quieres, entonces está bien.
Él asiente con la cabeza lentamente.
Me trago el nudo que tengo en la garganta y cruzo los brazos sobre mi pecho.
—¿Puedo... por lo menos decir adiós?
—Claro—dice, extendiendo su mano hacia mí.
Ambos caminamos por el cementerio, con el sol escondiéndose en el horizonte y la luna comenzar a brillar en el cielo. Casi parece un arrullo de estrellas, pero no creo que haya una razón para sonreír cuando Harry se irá. Sin cruzar. No lo apruebo. No he encontrado a su asesino. Lo perdí.
Caminamos hacia la tumba de Harry, mirando a mis pies ocasionalmente. Las hojas crujen bajo mis zapatos y el aire frío manda cosquillas a mis dedos. El aire huele a lluvia y humedad, la luz tenue en el cementerio está envuelta en una bruma ligera.
De pronto, Harry se detiene, sosteniendo un brazo delante de mí para detenerme.
Miro hacia arriba y me congelo.
La sombra de una persona se encuentra frente a la tumba de Harry. No se gira, todavía está allí de pie, mirando la lápida.
—Sabía que estarías aquí—dice Harry.
La persona se vuelve, y todo se derrumba.
Esto no es lo que esperaba, no es quien yo sospeché ni por un segundo. No puedo creer quién está hablando con Harry, no es quien fue interrogado por Whitmore, no es el hijo de Whitmore, no es la ex novia de Harry.
No, no es ninguna de esas personas. Es la única persona de la cual me olvidé por completo.
Nate.
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*TOD@S EXPLOTAN*