Hoy tuve mi primera cita, sí, lo dije sin rodeos.
La verdad, para ser la primera vez que salgo con otro chico la pasé muy bien.
Fue algo muy normal; fuimos a cine y más tarde a comer algo.
Lamentablemente tú no estuviste aquí para aconsejarme.
Demoré dos horas intentando encontrar que ponerme, mientras que si tú hubieras estado aquí, no me hubiera tomado más de treinta minutos.
Sé que parece que en cada carta te reclamo por haberte ido, pero es algo inevitable.
Cuando era pequeña veía como todos los días las demás niñas de mi clase se despedían de sus madres.
No sabes las inmensas ganas de llorar que me entraban.
No sabes cuanto anhelaba que tú estuvieras aquí, que tú hicieras eso.
Pero la vida no da razones.
Las cosas vienen y se van de un momento a otro, así, sin censura.
A veces no conoces a las personas que debieron marcar tu vida, sin embargo, estas se adentraron en tu corazón sin siquiera verlas.
Te ama por siempre,
La hija que nunca te conoció.