Sentadas en el suelo del baño se juraron cariño eterno.
Sophie, se apoyaba contra la puerta para que su padre fuera no lograse abrirla. Elizabeth, se pintaba las uñas de los pies de dorado.
Se habían convertido en las mejores amigas, y de no ser de "especies" distintas habrían realizado el juramento parabatai cuanto antes.
— Voy a pedírselo a Max—comento con decisión, Lizz.
— Papá dice que él y tío Jace no son los primeros Lightwood-Herondale en convertirse en parabatai.
— También me lo contó mamá. La sangre llama a la sangre, algo une las nuestras.
— Me sentiré orgullosa de verte tomar una decisión tan valiente— Anunció Sophie, rodeando con sus brazos a su prima. Esta sabía que estaba orgullosa de ella, y también que le habría gustado ocupar el lugar de Max.
— Y yo me siento orgullosa cada vez que te veo controlar tus poderes. Tus avances me sorprenden.
— No te pongas cursi, Lizbeth. O tendré que hipnotizarte para que vuelvas a tu cinismo normal.
La pelinegra rodó los ojos, y busco en el baño alguna crema con la que embellecer sus manos aún más.
— ¿Qué es esto?— exclamó de pronto, y levantó frente a Sophie una cortina de cabello rubio y un camisón.
— No es mío.
Fuera del baño, Magnus se tensó pensando que estarían revisando las niñas.
— No mi peluca, por favor.
¿Magnus se anda disfrazando para un Nephilim que conocemos?
Ando cero imaginativa, disculpen. <3