-Yo también te amo dijo ella, no te imaginas cuanto.
Se acercó a mí buscando mi boca, me besó lentamente como queriendo que el momento durara para siempre.
Nos quedamos casi toda la tarde en ese lugar, Camila había llevado mi cámara y yo ni me había dado cuenta.
Estuvimos tomando fotos y platicando de temas diversos, cuando estaba empezando a oscurecer decidimos regresar al apartamento para ver alguna película o seguir platicando, aunque al final no hicimos nada de eso.
Camila
Cuando Lauren me dijo que me amaba me sentí la mujer más dichosa del mundo, porque la mujer que yo amaba sentía lo mismo por mí, que más podía pedirle a la vida que eso.
Nos fuimos tomadas de las manos hasta el apartamento, pero al momento en que cerré la puerta Lauren me acorraló contra la pared y empezó a besarme el cuello lentamente, me mordía y succionaba a la vez, luego volvía a besar lentamente, me estaba torturando, la tome del cuello para acercarme a su boca y besarnos.
No sé en qué momento ya estaba sin ropa y Lauren besaba mis pechos y la misma vez los mordía causando una sensación placentera para mí, empezó a bajar por mi abdomen, en un movimiento involuntario separe mis piernas para darle paso a que hiciera lo que quisiera allá abajo, ella entendió mi movimiento y empezó a dejar besos húmedos por mis muslos hasta llegar a la parte donde yo quería que llegara, empezó a besar y succionar mi clitoris, yo ya no aguantaba más, me estaba volviendo loca con cada roce de su lengua, hasta que ella decidió introducir sus dedos en mí y empezó a penetrarme lentamente pero cada vez aumentaba la velocidad y la fuerza de sus movimientos solo bastaron tres embestidas más para que yo llegara al climax del placer producido por mi chica ojos verdes.
Mis piernas estaban débiles y no podía mantenerme más en pie, Lauren se paró frente a mí y me acerco a su cuerpo con un abrazo, beso mi frente y me vio a los ojos.
-Te amo Camila
-Yo te amo más dije
G.V