Me removí incomodo en mi silla mientras veía de reojo como la chica se movía de un lugar a otro, al parecer sin reconocerme.
Voltee mi vista para fijarme en Seungkwan y darme cuenta que estaba muy decaído, eso me había sorprendido bastante.
-Estoy engañando a Vernon –Dijo sin alejar su mirada de la mesa.
No reaccioné de inmediato, de hecho me costó bastante asimilar lo que estaba diciendo.
-¿Qué dices? –Pregunté, quizás había escuchado mal.
-Estoy engañando a Vernon –Esta vez me miro a los ojos.
-¿Desde cuándo? –Pregunté siguiéndole el juego, se supone que yo no tenía que saber nada.
-Desde mucho antes que se fuera –Dijo jugando con la punta del mantel de color crema.
-¿Y ahora es cuando te vienes a sentir mal? –Pregunté siendo un poco grosero con él.
-Es que... El chico con el que estoy saliendo ahora me está engañando –Dijo volviendo a poner su mirada fija en la mesa.
-¿¡Jeonghan te está engañando!? –Pregunté sorprendido.
El pelirrojo se quedó mirando un momento el mantel y luego levantó la cabeza para mirarme con el ceño fruncido.
-¿Cómo sabes que se llama Jeonghan?
Mierda.
-Yo... -Mi frase se quedó suspendida en el aire; no sabía que es lo que tenía que decir.
-¿Tú lo sabías? –Preguntó apoyándose en la mesa, mirándome serio.
-Yo... -De nuevo me quedé callado, mirándolo, sintiéndome mal.
-¿Y no me dijiste nada? –Preguntó con tristeza, como si fuera a llorar.
-Pensé que lo tenía que resolver tu solo... yo... -Me quedé callado, realmente no sabía que decirle.
-¿Vernon lo sabe? –Preguntó haciendo fruncir su rostro, indicio de que iba a empezar a llorar.
-Yo... Creo que por eso se fue –Murmuré mirando la mesa.
Levanté la cabeza para ver como Seungkwan dejaba caer lentamente la cabeza contra la mesa y me sorprendí bastante cuando escuché un sollozo que cada vez se hacía más sonoro.
-Si ibas a llorar no deberíamos haber venido aquí –Dije recostándome en la silla, sintiéndome extrañamente molesto con él.
Vi como el pelirrojo levantaba la cabeza con los labios apretados, se pasó con fuerza las manos por los pómulos para sacarse las lágrimas que habían caído.
-¿Qué debería hacer? –Preguntó al segundo en que la chica con el cabello negro se acercó a nosotros para dejar nuestro pedido. No le presté atención y esperé a que se fuera para poder seguir con la conversación.
-¿Qué es lo que pasó exactamente con Jeonghan? –Pregunté tomando la taza de café entre mis manos.
-Se besó con otro chico –Dijo jugando con la pequeña cuchara que le había entregado.
-¿Con otro chico? –Pregunté frunciendo el entrecejo- ¿Cómo era?
-Un estúpido chico no muy alto, con cara de perro y con el pelo negro, muy negro –Dijo sin mirarme mientras hacía gestos con las manos.
-Negro... -Murmuré para mí mismo- Negro y perro... ¿Será qué...?
-¿Qué mierdas hablas? –Preguntó Seungkwan haciendo que saltara levemente en la silla y volviera a la realidad.
-Nada, es solo que...
-Todo es mi culpa –Dijo cubriéndose la cara con las manos- Si tan solo no hubiera pensado en cosas estúpidas...
-¿Qué cosas estúpidas? –Preguntó poniéndole sumo interés.
-Todo lo que empecé con Jeonghan fue por culpa de Hansol –Dijo bebiendo un poco de su café.
-¿Qué quieres decir? –Pregunté un poco sorprendido- ¿Qué fue lo que sucedió?
-Un día encontré a Hansol con una chica, estaban abrazados pero no me preocupé mucho –Dijo mirando un punto fijo por detrás de mí- Pero luego los vi otras veces, muchas veces, y cada vez estaban más juntos y cariñosos.
-¿Crees que Vernon te engaña... con una chica? –Pregunté sumamente asombrado.
-Es por eso que empecé a salir con Jeonghan, quería causarle un poco de celos a Vernon...
-¿Jeonghan sabe lo que lo estás utilizando? –Seungkwan bajo con tristeza su mirada al suelo y luego negó con la cabeza.
-Yo pensaba que Hansol se había marchado con la chica –Dijo haciendo que me sorprendiera un poco- Al principio me sentí muy mal pero luego pensé que todo era su culpa, así que me empecé a ver más veces con Jeonghan.
-Por puro despecho –Murmuré comprendiendo un poco a Seungkwan.
-Soy muy malo –Dijo poniendo sus manos en alto para cubrirse el rostro, volviendo a llorar.
-Seungkwan –Lo llamé y él se limpió las lágrimas con sus propias manos- ¿Por qué es lo que te sientes mal exactamente?
-Por Hansollie –murmuró- Hice algo sumamente infantil sin saber siquiera que era lo que él hacía con esa chica.
-¿Y con Jeonghan? –Pregunté con el ceño fruncido- ¿No te sientes mal por él?
-Claro que sí –Dijo volviendo a tomar de su café, yo aproveché para tomar del mío también- Pero me siento más mal por Hansol.
-¿Dejarías a Jeonghan por Hansol? –Pregunté cuestionando a mi amigo, el asintió con la cabeza.
-Una y mil veces –Dijo mirándome de manera decidida.
-¿Terminarás con Jeonghan? –Pregunté antes de tomar de mi café.
-¿Debería hacerlo? –Preguntó mirando el líquido de su taza.
-¿Acaso no quieres hacerlo?
-No sé cuándo va a ser el día en que Hansol vuelva y yo... No quiero estar solo –Dijo mirándome a los ojos.
-Seungkwan, yo creo que deberías terminar con él –Dije frunciendo mis cejas con preocupación.
-Es que no quiero hacerlo –Dijo y volvió a beber de su café, casi con enfado.
-¿Aún después de que se haya besado con otro chico? –Pregunté sorprendido.
-Es que... yo...
-Piensa bien las cosas Boo, eso te hará crecer –Dije levantándome de la mesa- Me iré ahora, dejaré pagadas mis cosas, habla conmigo cuando estés decidido.
No dejé que el pelirrojo me contestara y solo caminé hasta la caja para encontrarme un sumamente alto chico, pagué mis coas y salí por la gran puerta de cristal.
[...]
Caminé lentamente por entre las tiendas para dirigirme al gran edificio que estaba delante de mí. Entré por la gran puerta y luego me acerqué hasta el ascensor, me posicioné al lado de todos los hombres que estaban vestidos elegantemente.
En cuanto las puertas se abrieron yo inmediatamente entré, espera pacientemente a un costado del ascensor, casi siendo aplastados por todos los cuerpo que están ahí dentro.
EN cuanto las puertas volvieron a abrir salí con rapidez y caminé hasta el lugar que ya conocía. Me apoyé levemente en el alto escritorio de la recepcionista para poder llamar su atención.
-Vengo a ver a Seungcheol –Dije sonriéndole un poco, por simple cortesía.
-¿Quién eres? –Dijo pasando su mano por su pelo para moverlo y quitárselo del rostro.
-Yo...
-¿Qué haces aquí? –Dijo una voz animada detrás de mí, haciendo que me interrumpiera.
-Vengo a verte –Dije sonriendo y acercándome a él, le tironee un poco la corbata.
-¡No me desordenes! –Dijo volviendo a acomodársela; le sonreí ampliamente y luego lo abracé- ¡Hey! ¿Qué te pasa?
-Estoy muy feliz –Dije separándome de él.
-¿Soy el causante de tu felicidad?
No le contesté y solo tomé la mochila que tenía sobre mi hombro, rebusqué dentro de ella y saqué la mugrienta libreta negra.
-¿Por qué me la pasas? –Dijo en cuanto estiré mi mano hacia él.
-Tenemos un trato –Dije haciendo que el tomara confundido la libreta de mi mano.
-¿Eso significa que lo estoy haciendo bien? –Preguntó mientras le echaba una hojeada a las hojas- ¡Escribiste!
-Así es –Dije asintiendo con la cabeza.
Le sonreí a Seungcheol y luego me alejé de él para acercarme al ascensor y apretar el botón, en cuanto las puertas se abrieron y miré al carbón.
-No sé si era necesario que besaras a Jeonghan –Dije para luego ver como las mejillas de Seungcheol se sonrojaba y como las puertas se cerraban.
RE-BYE - AKMU