Hablemos nuevamente de los sonrojos.
La primera vez que se encontraron (tanto en el manga como en el anime) ambos se sonrojaron completamente.
Los vampiros pueden experimentar el dolor, y Mikaela, a pesar de tener una espada atravesada en el pecho, estaba sonrojado.
¿Sus sentimientos eran tan fuertes para ignorar el dolor? Porque rubor de vergüenza no podría ser, ni tampoco por furia.