- ¿Qué planes tienes para hoy?
- Zayn, te he dicho un millón de veces que golpees en la puerta antes de entrar.
- ¿Por qué? ¿Podrías estar desnudo en tu oficina en pleno medio día? Eso sería un poco raro, Harry.
- No, pero podría estar ocupado, en medio de una llamada importante, por ejemplo.
- Pero no lo estás, que suerte.
Harry rueda los ojos negando ante la actitud de su mejor amigo y compañero de trabajo.
- ¿Qué quieres? Dilo rápido y vete.
- Tan encantador como siempre.
- Tengo mucho trabajo, Malik, y seguramente tú también.
- Estoy en mis diez minutos de receso.
- Tú no tienes eso.
- Por supuesto que sí.
- Eres el vicepresidente de la empresa, ¿Puedes ponerte a trabajar?
Zayn ignora la actitud malhumorada de Harry, ya que ciertamente está acostumbrado a ella, y a pesar de ello han sido mejores amigos desde hace ya muchos años, cuando ambos se conocieron en la universidad.
- ¿Qué planes tienes para hoy, Hazza?- Pregunta de nuevo Zayn acercándose al escritorio para sentarse en la silla frente a este.
- Trabajar.
- Suena tremendamente entretenido, pero ¿Qué harás luego de ello?, cuando llegue la hora de irnos, ¿Tienes planes?
- ¿Vas a invitarme a salir? Lo siento, Zayn, tengo novio, y tú también por cierto, eso rompe las leyes de mi moral.
- Wow, ¿Eso fue algo parecido a un chiste? Esto es un milagro.
- Fue ironía, Zayn.
- Como sea, aparentemente estás libre, tengo una invitación para ti, pero nada romántico, por supuesto, a mí no me gustan los ogros.
- Que gracioso.
- ¿Puedes dejar de ver esa estúpida pantalla del computador y ponerme atención?
- ¿Has escuchado que el tiempo es dinero?- Dice Harry sin abandonar la vista de la pantalla del computador, mientras teclea sin descanso.
- Un minuto para tu mejor amigo, ¿Cuánto cuesta eso? Te lo pago ¿Diez dólares? ¿Cien? ¿Mil?
Harry vuelve a rodar los ojos pero aleja la vista de la pantalla y detiene los movimientos de sus manos para posar su completa atención en Zayn, quien sonríe feliz por ello.
- Un minuto y el tiempo corre.
Zayn pone sobre el escritorio frente a él un folleto, Harry lo toma entre sus manos, la invitación para un evento en donde habría juegos de casino, comida y bebidas gratis, música, subastas y sorpresas secretas.
- ¿Un casino? Sabes que no voy a esos sitios, no caigo tan bajo.
- Lo sé, Styles, no es un casino, hay juegos de casino pero no tienes que jugar si no quieres hacerlo, pero amas las subastas y comprar cosas estúpidas en ellas.
- No son cosas estúpidas.
- Compraste una estatua sin forma por casi medio millón de dólares, es bastante estúpido.
- Nunca lo entenderías, tú gastas la misma cantidad en licor y cigarrillos.
- Que grosero, Hazz, ¿Irás? Necesitas despejarte un poco, no todo en la vida es trabajar.
- Estoy agotado, Zayn, quiero llegar a mi casa y dormir.
- Pero es lo único que haces, trabajar todo el día para luego llegar a tu casa a dormir, rompe la rutina por un día.
- Otro día, hoy estoy muy cansado.
- Por favor, iremos solo un ratito, ¿Qué tal que haya otra estatua sin forma en la subasta? No puedes dejar que otro te la gane.
- No vas a dejar de insistir y molestar hasta que acceda a ir, ¿No es así?
- En efecto.
- Si te digo que sí iré, ¿Me dejarás trabajar?
- No te molestaré más.
- Bien, entonces iré, pero por media hora o menos, no me quedaré hasta la madrugada.
- Perfecto, no te vas a arrepentir.
--
El lugar era muy amplio, estaba lleno de personas claramente adineradas, eso siendo evidente por sus ropas costosas, accesorios de lujo y actitudes de superioridad. En efecto había juegos de casino y camareros iban de un lado a otro con bandejas en sus manos llenas de pasabocas y bebidas. Zayn a su lado no desaprovecha la oportunidad para tomar uno de los vasos de whisky.
- ¿No van a tomar nada?
- Hay que trabajar mañana- Dice Liam.
-Tú no bebes nunca, Liam.
- Lo decía por ti, Zee.
- ¿Y tú, Harry? ¿Cuál es tu excusa? Tienes una botella de whisky en tu oficina, ¿Es decoración?
- Es para los negocios.
- Embriagar a los clientes para venderles, un buen truco, lo tendré en cuenta.
- A veces eres insoportable, ¿Sabías?
- Y tú necesitas uno de estos- Dice Zayn mientras toma otro vaso de una bandeja en manos de un camarero que va pasando, lo extiende hacia Harry y el rizado no tiene más opción que recibirlo, de todas maneras un poco de whisky nunca está de más.
- ¿Quieres jugar una partida de póquer, Li?
- Siempre me ganas, por eso siempre quieres jugar eso.
- Apostaremos quién será el activo hoy.
- Ugh...- Harry hace una mueca por las palabras de Zayn- No quería saber eso.
Zayn suelta una risa mientras toma la mano de Liam para dirigirse hacia la mesa de póquer.
- ¡¿Quieres jugar, Hazza?! Si tú ganas te regalaré una estatua sin forma.
Harry no tiene nada mejor para hacer y no le agradaba la idea de quedarse solo en medio de todas esas personas desconocidas y petulantes, así que accede a la invitación de Zayn, sentándose en una de las sillas alrededor de la mesa.
- ¿Y dónde está mi querido amigo Adair?- Pregunta Zayn con tono de ironía al referirse al mencionar aquel nombre.
- En su casa, supongo.
- El amor brota por cada poro de tu piel, mi querido Hazz.
- Soy su novio, no su niñero.
- El amor, el amor.
- Que pesado eres.
El juego de póquer no tardó mucho, siendo Harry el ganador de dicha partida.
- Bueno, tendrás que elegir lo que quieras de la subasta que va a comenzar.
- No es necesario, Malik, ganarte es siempre muy satisfactorio, con eso me conformo.
- Vamos a nuestros lugares o nos robarán las sillas.
Los tres se dirigen hacia la zona en la que se celebraría la subasta, se sientan en una silla cada uno y Harry solo se dedica a responder los mensajes que Adair le había dejado mientras Zayn y Liam están en su cursi nube amorosa.
Cuando la subasta da inicio, Harry guarda su celular para poner atención, hay relojes, artículos de colección, estatuas sin forma como Zayn las llama y pinturas abstractas a las que el pelinegro a su lado les hallaba formas tontas como un rinoceronte bebiendo de un vaso de starbucks o un pato peleando con un gato, su mejor amigo es idiota pero lo adora.
- De acuerdo, ha llegado la última parte de esta subasta- Habla el hombre tras el micrófono- ¿Están listos para ello? Muchos de ustedes ya saben qué es lo que viene y seguro lo esperan con ansías.
- ¿Qué irá a subastar? ¿Una paloma de color violeta?
- Zayn, ¿De dónde sacas tanta tontería para decir?
- ¿Y tú de dónde sacas tanto mal humor? Te van a salir arrugas.
- Por favor, denle la bienvenida a nuestros queridos gatitos.
- ¿Gatos?- Pregunta Harry confundido.
No son gatos lo que salen tras las cortinas de color azul, son tres chicos y una chica, todos con orejas de gato y una cola peluda y larga tras ellos.
- ¿Subastan personas? Eso no es legal, Zayn.
- No son personas, Harry, son híbridos.
- ¿Híbridos? ¿Y qué es eso exactamente? Porque lucen como personas, solo que con orejas y colas falsas.
- No son falsas, son reales, los híbridos son una mezcla de humano y felino.
- Eso ni siquiera existe.
- Existen hace varios años ya, si salieras de tu oficina un poco quizás lo sabrías. Hubo un científico experimentando y esto fue lo que logró.
- Espero que ese científico esté en la cárcel.
- Está muerto, en realidad, se suicidó.
- No me da ni un poco de lástima.
Harry posa su atención en los chicos, o bueno, híbridos, frente a él, lucen asustados, definitivamente están asustados, quizás drogados, todos con sus miradas en el suelo y orejas agachadas sobre su cabeza.
- Zayn, esto es muy cruel, no creo poder estar acá.
- Vamos, Hazza, los subastarán y nos iremos a casa, nos olvidaremos de ello.
- Primero las damas, ¿No es así? Cadence, da un paso al frente y permite que nuestros invitados vean esos bonitos ojos que tienes.
Dócilmente la joven pelinegra da un paso al frente, su cabello lacio llega hasta sus clavículas y su piel es blanca, ojos verdes y labios con maquillaje rojo. Lleva puesto un vestido de color lila lleno de flores y zapatillas blancas.
- Comencemos la subasta, ¿Cien mil dólares?
Hay tres personas peleando por Cadence, dos hombres y una mujer, y Harry ni siquiera puede pensar en qué podrían querer las personas pagando por alguien como aquella inocente chica.
El precio cierra en quinientos mil dólares.
- Niall, sigues tú.
El siguiente es un rubio de mejillas sonrojadas y su mirada azul llena de miedo.
- Dios, ¿Al menos son mayores de edad?
- No tengo idea- Responde Zayn.
- ¿Comenzamos con cien mil dólares?
Hay cuatro personas disputándose por aquel ojiazul asustadizo, Harry no sabe qué está pensando el rubio, pero puede imaginárselo.
- Cerramos con setecientos mil dólares a la una...
Lo siguiente que sucede no se lo esperan ni Harry y mucho menos Zayn, Liam levantando su cartel uniéndose a aquella guerra.
- Setecientos mil quinientos, ¿Alguien da más?
- Liam, ¿Qué mierda haces?- Le pregunta su novio.
Liam no le responde nada, solo continúa levantando su cartel una y otra vez sin detenerse hasta que termina siendo el ganador de la subasta del rubio por un millón de dólares.
- Tiene que ser una maldita broma.
El rubio baja de la tarima y camina hacia ellos, Harry casi puede sentir el calor de la sangre hirviendo de Zayn a su lado. Niall no dice nada, solo se queda de pie allí junto a Liam durante algunos segundos, pero al estar obstruyendo la vista de los demás, se sienta en el suelo a los pies del novio de su mejor amigo. Los oídos de Zayn estaban a nada de comenzar a botar humo.
- Lo voy a matar, te lo juro que lo voy a matar, Harry.
- Al menos ese niño va a estar a salvo con ustedes, no en manos de algún depravado.
- No se va a quedar en mi casa, eso te lo aseguro.
- No seas tan cruel, es tierno.
- Mis bolas son tiernas también.
Harry suelta una risa, divertido por el enojo de Zayn.
- Un jodido millón de dólares, te quedaste sin un día de sexo por cada dólar gastado en ese mocoso, ¿Oíste, Liam Payne?
- ¿Quieres tranquilizarte, por favor? Hablaremos en la casa.
- ¿En cuál casa? Porque con ese niño no vas a entrar a mi casa, te lo advierto.
Harry solo sonríe divertido por la discusión de la pareja a su lado mientras subastan al siguiente chico, cuyo ganador cierra la subasta por novecientos mil dólares.
- Y nuestro último gatito de la noche, lo mejor para lo último, por supuesto.
Todos los híbridos que habían subastado esa noche solo reflejaban inocencia, miedo y ternura. Pero ese último era la viva imagen de esas tres cosas. Un cabello castaño cuyo flequillo cae en su rostro tapando levemente sus ojos, piel bronceada y labios rosados, ojos azules que iban de aquí allá observando a las personas que podrían terminar siendo sus dueños en pocos minutos.
No tenía miedo.
El chico estaba aterrado.
- Hazza, ¿Quieres irte ya?
- Dame un minuto.
Zayn se cruza de brazos y con un puchero infantil vuelve a centrar su atención en la tarima.
- Ese niño está a nada de desmayarse- Comenta Zayn- ¿Por que está tan asustado?
- Estoy dudando seriamente de que todo lo que pasa en este lugar sea legal, y sospecho que esos híbridos son maltratados, o no estarían tan asustados.
- Comenzaremos la subasta con quinientos mil dólares, ¿Quién quiere llevarse a este angelito a casa?- La horrible voz de aquel hombre está logrando revolver su estómago- Muy bien- Dice cuando alguien levanta su cartel- ¿Alguien da más?
Los ojos azules del chico brillan por las lágrimas, sus manos tiemblan y eso no lo puede ocultar, puede ver una lágrima deslizarse por su mejilla siendo retirada por su mano temblorosa rápidamente.
Las personas comienzan a levantar sus carteles y Harry aprieta el palo de madera bajo sus dedos con mucha fuerza.
- Un millón, ciento cincuenta mil, ¿Alguien da más? Un millón ciento cincuenta mil a la una, un millón ciento cincuenta mil a las dos...
Harry levanta su cartel en un movimiento casi automático.
- Un millón doscientos mil, ¿Alguien da un millón quinientos mil por este bonito gatito? El señor del fondo da un millón quinientos mil, ¿Alguien daría dos millones por este bonito angelito?
- Harry no- Le advierte Zayn- Dos millones es demasiado.
- Está al borde un ataque de pánico, solo quiero ponerlo a salvo, Zayn.
- ¿Por dos millones? ¿Te volviste loco?
- ¿Nos quedamos con un millón quinientos mil?
Harry levanta su cartel y su mirada choca con la asustada mirada del híbrido, quien no puede sostenerla mucho tiempo y la regresa a sus manos.
- Dos millones, ¿Cerramos en dos millones a la una, cerramos en dos millones a las dos...?- El desagradable sujeto da un golpe a una base de madera con su martillo del mismo material- Vendido.