fuerte voluntad
_ Narra Tomohisa _
Me encontraba con mis hijos cerca del lago haciéndole ver una Mantis Religiosa cuando escucho un grito desesperado que provenía del puente. Gire mi visual rápidamente, y noté sospechosamente a Sergei casi en la baja del puente con la mirada hacia el final del mismo, curioso por lo que veía, gire mi visual al pie del puente y note a un joven moverse desesperado con alguien que acudía en el suelo.
Me moví un poco para observar qué os pasaba... cuando los vi, sin pensarlo dos veces corrí a ellos desesperado. Al llegar noto como Teito se iba en lágrimas zangoloteando un poco a Dawson. En esos movimientos pude notar sangre brotando de la cabeza del mismo, rápidamente me arrodille a su lado para buscar la herida mientras trataba de calmar a Teito quien no dejaba de moverlo.
En voz baja se echaba la culpa, preguntándose cada dos por tres, de "¿Qué es lo que había hecho?" le hablaba, le decía que se os tranquilice, pero no escuchaba, estaba ido en lágrimas. Al momento apareció Celina y lo agarró por debajo de sus hombros para separarlo de Dawson pero este se resistía, en peleas y peleas Celina me dice que lo lleve urgente a Dawson al hospital, a lo cual solo asentí, pero antes de poder levantarlo ya descubriendo su herida, inesperadamente Sergei me detiene.
− ¿Qué crees que estás por hacer?− me dijo en un tono raseo.
− ¿Qué más? voy a llevarlo al hospital...−
−no permitiré eso... tienes prohibido estar con esta cosa− dijo mientras me tomaba fuertemente del brazo jalando hacia él.
−¡¡Me importa una mierda la prohibición!! – grité enfadado mientras lo empujé− Ahora no es momento para contemplar mi puta restricción a él, ¡¡EN ESTOS PUTOS MOMENTO NECESITA AYUDA SERGEI!!−
−No... que lo ayude otro, tú te vienes conmigo− me agarra fuerte la muñeca.
−¡¡¡NO!!!!− me separo de su agarre rápidamente− ¡¡¡tú no tienes derecho a decir esto, ni menos dirigirme la palabra!!! O ¡¡¡Acaso ya olvidaste que tienes prohibido acercarte a mi o al resto de "MI" familia!!! – le empujo− Así que si no tienes intenciones de salvar al único amigo que tuviste en tu vida, entonces lárgate de aquí, porque yo no pienso abandonarlo aunque estos malditos grilletes comiencen a sonar.−
Sin decir más le di la espalda, encamine donde estaba Dawson e intentó levantarlo, pero su peso me vence y caigo arrodillado.
− ¡Señor Tomohisa! – escuche gritar Teito mientras se escapaba de los brazos de Celina.
−Estoy bien, estoy bien...−
Dije mientras ponía con cuidado a Dawson en el celo, pero a pesar de que lo decía tan abiertamente de que estaba en condiciones, en realidad estaba peor que antes, mis dolores articulares estaban volviendo de nuevo, técnicamente mis piernas no responden como se debía. Pero como sea, Dawson necesitaba más atención que mis propios pesares.
−Hay que llevarlo de inmediato al Hospital− dije mientras hacía un poco de presión en su herida para que dejara de sangrar− así que para no perder mucho tiempo, hay que traer uno de nuestros vehículos−
−La Bondi y tu coche están estacionados lejos de aquí, no llegaríamos a tiempo− resaltó Celina.
−el Ferrari de papá está estacionado al principio del parque, ¡voy a traerlo!− dijo Teito.
−No, ¡yo lo traeré! Tú tienes prohibido tocar el coche de tu padre. Además... estas herido, no voy a arriesgarme de que tengas otro accidente−
−no, tu quédate con papá y el señor Tomohisa, yo traeré el coche, prometo conducir con cuidado–
Sin dar tiempo a que Celina responda, Teito se marchó corriendo, ella pegando un fuerte suspiro dijo entre aliento que era muy impetuoso a lo cual resalté diciendo que eso se debe por Dawson ya que este era igual. Celina me miró y luego sonrió diciendo que desgraciadamente tenía razón.
Sin hacer mucho alarde le dije que me ayudara a levantarlo y llevarlo más cerca de la calle, para así cuando apena llegue Teito con el coche lo pudiera llevar rápidamente, ella asintió y se puso del otro lado cargandolo en sus hombros, mientras que yo de igual manera con mis piernas un poco temblando, ordenamos a Franchello y a Mizono que cuidara a los niños hasta que regresara Celina, cosa que ellos asintieron la cabeza y nosotros estábamos por tomar rumbo cuando sentimos que Dawson comenzaba a despertar.
Rápidamente lo sentamos en uno de los escalones del puente y esté medio dormido comenzó a preguntar qué es lo que había pasado, a lo cual Celina dijo que no hablara y que no se moviera. Rápidamente busco la herida de su cabeza notando que esta dejo de sangrar, a pesar de que la herida era un poco grande, su sangre se había coagulado perfectamente en toda la herida.
–Esto es algo bueno− Dijo Celina secando el resto de la sangre que estaba pegada en su rostro con un pañuelo− Teito ya viene con tu coche, vamos a llevarte al hospital−
− ¿Teito? ¿Quién es Teito?− pregunto mientras llevaba su mano a la cabeza– ¿Por qué tengo sangre en mi cabello?−
−Tuviste un accidente... así que apena llegue Teito te llevare al hospital− dije mirándole preocupado, por alguna razón algo no andaba bien en él.
−To-¿Tomohisa? ...− me mira confundido y luego hace una queja de dolor.
Tenía un mal presentimiento, sus ojos al verme y mencionar mi nombre no era el mismo que hace momentos, sino que era confundida, como si no me conociera, si era cierto lo que estaba pasando... esto sería un problema. Luego de unos minutos Celina comienza a preocuparse por el regreso de su sobrino ya que estaba demorado, si el coche estaba tan cerca no debía tardar tanto pero su preocupación se desvaneció cuando lo oímos gritar.
−¡¡¡Ya estoy de vuelta!!!− Grito agitado− Lo siento por la demora, tuve que dar la vuelta al parque, nunca me di cuenta que padre estaciono en contra mano... y además...−
−¡¡¡NUESTRA CONVERSACIÓN NO HA TERMINADO JOVENCITO!!!− retumbó los gritos de una mujer Azabache quien se acercaba con ímpetu.− tú no puedes ignorarme, tú no puedes traicionarme− Dijo mientras lo agarraba de su muñeca y lo jalaba de golpe a ella. −¡¡¡SOY TU MADRE!!! –
−¡¡¡TÚ YA NO ERES MI MADRE!!! – la empuja− me lo dejaste bien en claro anoche, así que déjame en paz de una maldita vez−
−¡¡A MÍ NO ME LEVANTES LA VOZ!! – le pega una flor de cachetada haciéndole tirar sus anteojos.
−¡¡¡AHORA QUE MIERDA TE PASA CON EL CHICO!!! – grito Celina, corriendo a él para defenderlo.
− ¡¿QUÉ ES LO QUE ME PASA?! − grito− ¡¿POR QUÉ NO LE PREGUNTAS A ESE HIJO DE PUTA?! – apunta a Dawson− ¡Ese maldito cambio a mi bebé, por su culpa Teito ya no me quiere, ese maldito marica alejo a mi hijo de mis brazos!−
− ¿Qué? −
−¡¡NO METAS A PAPÁ EN ESTO!!− grito Teito.
− ¿Qué no lo meta? ese maldito hijo de puta....−
−¡¡¡¡YA!!!!− Grito Dawson casi dañándome los tímpanos, mientras se encaminaba por ella− ¡¡No sé qué mierda está pasando aquí, pero no toleraré que le grites a este muchacho de esa manera!! −
−que no sabes que mierda está pasando− se ríe incoherente− ¡¡no te hagas el pelotudo!! Tu maldito Gay de mierda...−
Sin decir nada más esta mujer le pego una flor de cachetada haciendo que este quedara mirando hacia un lado, al momento sin decir nada Dawson sacó un arma de su saco y le apuntó en la cabeza.
Confundido al ver esa arma, ya que recordando lo que había pasado en la mañana, este lo había tirado y Naoki lo había recogido, pero sin sacar muchas conclusiones, me preocupé a querer gritar que no disparara pero rápidamente fui interrumpido por dos voces en coros que resaltaron al mismo tiempo. Una de esas voces era de Teito quien se puso delante de esa mujer y el otro inesperadamente era de otro chico quien también se había puesto al frente de ella.
Pasmado, paralizado y confundido, no podría creer lo que mis ojos estaba viendo, claramente había dos Teitos.
−No puede ser verdad... ¿Yuko?− dijo Celina pasmada y este le mira con ojos brillosos.
−¡¡tía por favor detenlo no quiero quedarme sin madre!! – dijo este lagrimeando.
Celina no le contesto solo se quedó mirando paralizada, por alguna razón no se movía, pero en si alguien tenía que hacer algo a lo cual moviéndome apenas, le agarre el brazo a Dawson donde acudía su arma.
−Dawson por favor no cometas de nuevo esta locura... suficiente fue presenciar ese incidente con Teito, no quiero ver este acto de nuevo...−
Dawson me miro confundido al parecer no tenía idea de lo que estaba hablando y eso más me preocupaba...
− ¿Tomo...?− de repente se le resbala el arma de sus mano y se agarra la cabeza haciendo de nuevo un quejido de dolor.
−Vamos al hospital, ya perdimos mucho tiempo− dije tomando su brazo fuertemente− Teito vámonos al coche, tu conducirás...−
−Si...−
−¡¡NO!!− Gritó de nuevo la mujer− ¡¡MI HIJO NO SE IRÁ CON NINGUNO DE USTEDES MANGAS DE ANORMALES!! – continuó decir mientras alzaba el arma y nos apuntaba.
Claramente al ver ese acto me puse pálido y mi corazón comenzó a latir rápidamente, mire a Dawson que a pesar de tener un rostro confuso este aclamo decir...
−si tienes tantos huevos... dispara y mátame de una vez. Pero recuerda que si lo haces, me tendrás presente en tus sueños, noches tras noche, hasta que te mueras. –
−¡¡Eso lo veremos!!–
Sin razonamiento y mirada asesina, esta llegó presionar el gatillo donde apena escuchar la implosión llegue solo empujar a Dawson con todas la poca fuerza que tenía en mis brazos para luego pegar un grito de dolor al caer al suelo.
−¡¡¡TOMOHISA!!! – Gritaron todos al mismo tiempo.
A pesar de que el ardor de la bala incrustada en mi brazo me hacía padecer lágrimas, no era exactamente el impacto que me había hecho decaer de esta forma, sino que al instante que la bala atravesó mi piel sentí una punzada Fuerte en mi Corazón haciéndome padecer un fuerte ardor que quema.
Mientras intentaba resistirme al dolor, Escuché como Teito le gritaba a esa mujer desconcertado, mientras está sin resentimiento le contra atacaba de igual tono, mientras esos gritos resaltan por esos lados, la voz de mi hermano resaltado, le gritaba a Dawson mientras sentía sus agarres en mi ser. Ya mareado y con fuerte dolor de cabeza... termine desmayado...
_ Narra Teito _
Al ver cómo el señor Tomohisa caía al suelo y mi madre riendo con el arma apuntando a su dirección, me terminó de desquiciar, a lo cual rápidamente le grite y empuje, obvio que mamá no se quedó atrás y me volvió a pegar con fuerza haciéndome caer al suelo, sin perder tiempo me levanté y me volví a defender a gritos tirando toda la maldita verdad de su asquerosa personalidad mientras intentaba quitarle el arma.
Luego de unos forcejeos, madre llega a pegarme por segunda vez y agarrar mi cabello tirando hacia atrás mientras me apuntaba con el arma en mi cabeza.
Mis lágrimas cayeron y los gritos del resto retumbaban en mis oídos el nombre del señor Akiyama, no sabía bien qué estaba pasando pero la voz de ese señor resaltaba diciendo cosas crueles a papá. A pesar de que mi madre me jalaba el pelo hacia atrás pude ver borrosamente que el señor Tomohisa estaba tirado en el suelo, en los brazos de ese hombre, no se movía y sangraba mucho de su brazo, pensando lo peor, mire a mi madre con lágrimas esperando que solo disparara, pero antes de que ella presionará el gatillo, mi madrina le pega una piña tirándola al suelo casi dejándola inconsciente.
Mi madrina al pegarle de tal manera, madre me soltó de golpe haciendo que cayera de espalda cerca de los pies de padre. Estando en el suelo mientras agarraba mi cabeza ya que me comenzaba a doler, veo como padre alzó al señor Tomohisa y encaminó a su coche que a unos 20 metros se encontraba estacionado.
Tratando de recuperar la cordura y ponerme de pie para ir tras ellos, solo termine en ver como padre adentro al señor Tomohisa en el asiento trasero con cuidado para luego el adentrarse al volante e irse rápidamente. Frustrado al no poder seguirle por mi dolor de cabeza y mareo, termine cayendo de traste y agarrar mi cabeza mientras mis lágrimas caían.
− ¡¿Hijo estas bien?!− resalto mi madrina mientras tocaba mi rostro.
−No− dije quebrado en lágrimas−no lo estoy mamá− le abrace−El señor Tomohisa...Papá... todo es mi culpa−
− ¿Qué estás diciendo mi niño?− me acaricia la cabeza−nada de esto es tu culpa.−
−si lo es... si no hubiera resbalado al bajar no hubiera golpeado a papá y su no me hubiera topado con mamá, ella no le hubiera disparado y...−
−ya... tranquilo...− me abraza fuerte... debemos llevarte al hospital para que te revisen también... esa caída también te causo daño y más los golpes de Yamato... pero... no puedo dejar los niños y menos a mi hermana en esa condición...−
−Yo puedo llevarlo− resaltó este señor azabache. −después de todo también debo partir al mismo por la condición de mi hermano –
− ¿usted haría eso después de lo que pasó?−
−quisiera decir que no, pero es inevitable olvidar los hechos, pero viendo el cariño que Tomohisa le tiene a ese niño y como él se preocupaba por su bienestar sería un descaro de mi parte no ayudarlo.−
− ¿Por qué ofrece ayudarme a mí y no a mi padre cuando estaba inconsciente?− resalte secando mis lágrimas.
−Tengo mis razones al no querer ayudarle, Pero a pesar de que eres pariente de esa cosa, tú no tienes nada que ver con mi enojo a él, a lo cual negarte mi ayuda sería estúpido y más... sabiendo que eres hijo de la mujer que cuida de mis sobrinos− Noto que mira a la dirección de los gemelos, yo también giro la mirada a ellos notando que ambos abrazaron a Franquillo con sus lágrimas resbalando en silencio.
−mis hermanitos...− dije mientras caía arrodillado de golpe sintiendo un gran precio en mi nuca como si me lo estuvieran tironeados.
−¡¡hijo!!− gritó mi marina.
−estoy bien... solo− comienzo a mirar a todo lados− ¿Dónde está Yuko?−
−ella estaba cerca de tu madre que...–
−¡¡¡aaaaaaaaaa!!! –
Escuchamos el grito de Yuko y luego un fuerte golpe de agua chocar, rápidamente miramos al lago y notamos como Yuko se hundía en fondo del lago mientras las risas de mi madre resaltan en lo alto del puente. Sin pensarlo dos veces recordado que Yuko le tenía pavor al agua... corrí al lago y me tire al lugar de su caída, donde en unos pocos minutos logre sujetar con mis brazos y llevarla a la orilla.
Al estar a la superficie, Franchello con Mizono me ayudaron a volverla en si con los primeros auxilio ya que ella no respondía, hasta que Yuko reconcilió la conciencia escupiendo agua, escuche los gritos de mi madrina peleando con mi madre en lo alto del puente.
−Debemos irnos... antes de que algo más pase con esa mujer− dijo este hombre azabache.
−si pero ¿Qué hay de la señorita Celina y los niños?− preguntó Mizono.
−No te preocupes por mi madrina, ella lo tiene bajo control pero en si... los niños...− giró la mirada a ellos notando que todos estaban juntos tomados de la manos mirando a nuestra dirección con ojos brillosos.
−Yo me quedare con ellos− resaltó Franchello− Mizono tu acompaña a Teito y a su hermano al hospital con el Míster Akiyama, de paso... me tendrás en contacto de todo lo que pase, mientras tanto comunicare a los jefes lo sucedido.−
−está bien, te esté llamando, tu también comunícame si algo pasa−
−claro−
Ella asintió la cabeza y tomó a Yuko de su brazo derecho preguntando si podía caminar, mientras ella la levantaba del suelo, tome un poco de tiempo para encaminar a los gemelos y decirle que todo iría bien y que obedecieran a Franchello. Ello lagrimeando me abrazaron y por detrás el resto de los niños. Al momento me despedí prometiendo traer información sobre el señor Tomohisa, estando de nuevo con los chicos, nos despedimos de Franchello y los cuatros nos marchamos.
En el camino el señor dijo que tomáramos un taxi pero Mizono resaltó que tenía las llaves del coche del señor Tomohisa, a lo cual le dio las llaves y encaminamos donde estaba su paradero. Al llegar, el señor se sorprendió al ver el coche diciendo que era el auto de su padre, al momento se preguntó por qué el señor Tomohisa lo estaba usando. A lo cual Mizono terminó contándole lo que había pasado con el otro auto y porque él decidió sacar este tesoro llenos de recuerdos amargos.
El solo pegando un suspiro, nos ordenó subir al mismo para tomar rumbo, entonces él al volante y nosotros atrás. Arranco el coche y en camino pregunte a Yuko si estaba bien, a lo cual ella no me contesto, solo miraba sus manos mientras lágrimas en silencio caían por su rostro mezclados con las gotas de agua que resbalaban desde su cabello.
−Debes tener frío, ten ponte mi chaqueta−
Dijo Mizono mientras se sacaba el mismo y le ofrecía a mi Yuko, ella levantó la mirada y le agradeció en voz baja mientras lo agarraba, al momento le sugerí que se quitara la camisa y se pusiera la chaqueta para así no mojarla con la misma, cosa que ella en silencio me obedeció y se desprendió la camisa haciendo ver que alrededor de su torso estaba vendada con fuerza presionando sus pechos.
− ¿mamá te hizo eso?−
Pregunte preocupado, ella no me contesto y solo se terminó de poner la chaqueta. Sin decir nada más sabiendo que no me iba a contestar y más por mi dolor de cabeza, que no se desvanecía, terminamos llegando al Hospital donde inesperadamente todos notamos como el auto de papá estaba incrustado en unos de los pilares de la entrada del mismo.
Desesperado y con el corazón en la boca, termine de bajar del coche y correr a la mismo, notando que ninguno estaba dentro pero sí un poco de sangre en el asiento del conductor, pensando lo peor, solo me adentre a la recepción y pregunte por ellos exaltados, a lo cual... una pésima noticia me dejó paralizado con mis lágrimas a punto de caer por mis mejillas.