Help n.h(editando)

By crazymoofo_h

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"Bueno, mira. Cada vez que intento acercarme a ella, solo se oculta, ella esta ahí todo el tiempo iluminándom... More

•introduccion•
capitulo 1
Capitulo 3
Capitulo 4
capítulo 5
Capítulo 6
capítulo 7
Capítulo 8
capItulo 9
capítulo 10
caítulo 11
capítulo 12
capítulo 13
Capítulo 14
capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo final
Epílogo 1/3
Epílogo 2/3
Epílogo 3/3
Agradecimiento
Help cumple un año
Regalo
Decidido:
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2/4
3/4
Aviso importante
Otro aviso

Capítulo 2

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By crazymoofo_h

                 

Narra Lisa:

No podría soportar a Drake ni un segundo más, no habíamos ni salido del edificio y ya me tenía más que harta, este chico era demasiado simpático a mi gusto, me caía bien es decir, no ha cerrado la boca en todo el camino por el ascensor hasta la puerta del edificio y para peor cada cosa que dice lo hace divertido porque aunque no sea divertido él se ríe y hace que sea gracioso, pero no podía olvidarme de que era mi psicólogo, no logrará nada nuevo que los anteriores no pudieron. No le mostraré ninguna de mis lastimaduras, pues eso sería enseñarle mis sentimientos, no le explicaré por qué, no le contaré nada, nunca haría tal cosa. Con la persona que más hablaba en un pasado era mi hermano Nathan pero ya lleva un tiempo desde que su novia quedó loquita y murió por lo tanto, después de eso Nath no es más que un busca pelea con su grupo de idiotas.

-Las damas primero- dijo Drake abriendo la puerta de su coche para que yo pueda entrar, sin decir nada y rodando mis ojos subí al auto, ya quería que esto termine, quería desaparecer y con él era imposible, porque no me evitaba, todo lo contrario me busca y eso me desespera ya que no estoy de humor.

-ya Dr. Jones dígame cuánto le pagó mi abuela. Le pagaré el doble si me deja en aquella parada de bus- señalé una esquina y él la miró apoyando su mano derecha en el volante, se rió en sus adentros ya que simplemente lanzó una pequeña sonrisita.

-No me pagan mucho, pero no aceptaré tu oferta, me parece divertido pasar rato contigo.

-¿Por qué?

-Pues es divertido como te enojas cada vez que te digo la verdad- decía sin interés, buscando las llaves en sus bolsillos.

-¡Mentira!- exclamé y me crucé de brazos ofendida. Él me miro y se limitó a reír.

Cuando el auto comenzó a andar no dije nada, Drake me miraba de vez en cuando pensando que la molestia se me fue pero en realidad, se dio cuenta de que verdad estaba enojada.

-¿Te gusta la música?- preguntó, no dije nada solo asentí- ¿Qué clase de música?

-No te importa- dije muy fría pues, yo no era como todas esas chicas que se suben a los autos y abren las ventanas para sacar su brazo, esas que sueltan su cabello para que haya rico aroma, esas que cantan mientras el chico conduce.

-Si me importa, ¿qué te piensas que si tú me dices que no me importa ahora me dejará de importar? ¿Qué clase de capricho es ese?- Subió un poco el tono, diciendo todo tan rápido con su dulce voz gastada. Me irritaba, él sabe de mi, como tratarme, me molesta mucho.

-Ya déjame en paz...- pedí en un susurro,

-sabes Lisa- dijo frenando el auto y girando para mí. Me detuve a observar bien las facciones de su rostro, tan liso con unos pequeños lunares en su mejilla, su cabello rubio despeinado, sus labios secos y quebrados a causa del frío del pasado invierno y sus ojos completamente penetrantes- Creí que tu caso era solo un capricho adolescente de esos que son niñas caprichosas que nunca obtuvieron lo que sus papis les dio y por eso dicen odiar al mundo, veo que no lo es, se cómo te sientes, no eres la única que se odia a si misma aquí. No entiendo ¿por qué no quieres superarte?- nunca pensé en eso ¿a qué se refería con que no era la única? No contesté nada, solo miré mis manos, las cuales tenían uno que otro rayón que me hice cortando mis muñecas- dime algo- dijo en un tono desesperado.
Al ver que yo no contestaba, se bajo del auto. Por fin lo saqué de quicio, ya se cansó. Pero en eso mi puerta se abre y Drake me toma del brazo obligándome a bajarme.

-Suéltame imbécil- le dije furiosa intentando de soltarme- Gritaré muy fuerte- iba diciendo mientras me llevaba por la vereda- ¡Auxilio!- grité mientras él hacía fuerza- ¡Ayuda me quiere secuestrar!- El no me dijo nada, solo me llevo por un camino que comenzaba en pasto con unos viejos árboles y al final había un viejo muelle abandonado. Estaba por caer la noche, al menos no me perdería de mi único amigo, el atardecer. ¿A qué me traía aquí? Por el muelle él seguía caminando, no paraba, pero cuando estábamos a punto de llegar al final él se sentó dejando sus pies sobre el agua y me obligó a sentarme a mí. No dijo nada solo miraba el horizonte, luego yo hice lo mismo, pues... no me lo perdería.

-¿por qué me trajiste aquí?- no me contesto nada, solo se quedó mirando el naranja del cielo que se asomaba, de verdad se había enojado.- Drake...- dije llamándolo. Él solo me miro, pero no dijo nada. Su mirada era diferente a la de esta tarde, ahora solo se veía preocupación, no se veía un rostro cansado con ojeras ni una expresión que buscaba mostrarse mayor, ahora solo se veía la expresión de un niño pequeño asustado.

-Cuando estoy mal...- comezón a decir- ya sabes, soy un humano, tengo problemas y el hecho de no poder ayudar a mis pacientes, me duele. Bueno cuando me siento así, vengo aquí y me siento bien...- no entendí que quiso decir.

-No entiendo...- dije sin rodeos.

-Lisa- dijo mirándome con ojos de dolor.- todos los días entran a mi oficina personas que dicen odiar su vida... Lo hago todo por esas personas y pocos cambian, es muy difícil... Muchos han dejado de venir porque se sentían mal conmigo pero solo huían de mi porque yo lograba saber que era lo que les pasaba pero... ¿Sabes por qué escogí este empleo?- preguntó y negué esperando su respuesta. Miró al horizonte pero yo me quedé mirando su perfil, la forma en la que sus labios se separaban para hablar con dificultad- Me dijeron que es difícil tratar con adolescentes porque la gran parte de ellos solo intentan hacerte su enemigo porque- me miró- así somos ¿no? Creemos que nadie nos entiende y por eso pensamos que no hay más que sentarse a esperar pero nada pasa, porque si no lo intentas, nada pasará- dijo-Todos los días amanezco con la intención de mostrarles a esas personas una manera diferente de ver el mundo cuando ni yo sé como verlo... Nadie quiere mostrarme, nadie nunca me ayuda, las chicas solo quieren sexo conmigo, nada es fácil, si tu quieres podrías tener esas cosas que yo quiero pero no- dijo mirando el horizonte- solo te limitas a odiarte como si el mundo fuese un pedazo de basura en una plaza...

-Por eso solo me limito a ignorar a los demás- afirmé y me miró- El mundo es un pedazo de basura Drake, quieras o no, lo es...-afirmé y negó.

-no es así...- dijo- ya no importa... ¿sabes?- me miró arrugando su rostro- Eres especial.

-¿Qué?- pregunté sin siquiera dejarlo terminar de hablar.

-Lo eres...- afirmó- No porque yo lo diga...- se rió- simplemente porque lo eres- No contesté nada, , pues no quería hablar más con él, ya sabía demasiado así que me senté a esperar. Nos quedamos unos minutos allí en silencio y mientras yo consideraba preguntarle a Drake por qué decía esas cosas, pude notar que el cielo se lleno de nubes, unas nubes que están desde la mañana pero que solo eran amenazantes.
Y finalmente lo único que falta para completar la situación, lluvia, solo eso, pero yo amo la lluvia es algo que adoro. Cada vez que llueve yo solo me paro debajo de ella y dejo que me empape por completo. Al sentir la primera gota, me quede allí sentada

-ven está lloviendo... te enfermarás- dijo él levantándose y colocándose su capucha. Pero yo solo me quedé ahí sentada- Lisa...- me llamó otra vez, yo solo estaba allí ignorándolo. No me perdería esa sensación por nada del mundo- ¿Lo haces apropósito? ¿Quieres provocarme?- dijo, si quería hacerlo, quería que me deje allí.

-déjame aquí...- dije riéndome.

-Dame una razón para hacerlo- habló desafiante y me quedé sin palabras, así que hice lo primero que se me ocurrió.

-Sabes Drake, yo soy como la lluvia...- dije queriendo sonar como una loca.

-¿A si? ¿Por qué?- contestó con una gota de sorna así como quien le contesta a un niño pequeño. Eran una de esas lluvias de verano, no me enfermaré. Él estaba parado con su capucha puesta y sus manos en sus bolsillos.

-pues muchos hablan de mi, hablan de mis desastres, hablan de lo malo que causo y cada vez que salgo al mundo, todos se ocultan y me dejan bailar por ahí sola.

-¿es por eso que haces lo que haces?- dijo. Mierda yo solo quería que me vea como una loca.- ¿es por qué cada vez que sales al mundo todos te ignoran y por eso causas esas cosas?- pregunté y me di la vuelta algo frustrada pero a decir verdad, tiene razón. No dijo nada, simplemente caminó hacia mi con las manos en los bolsillos y se paró frente a mi- Ya, volvamos...- suspiré.

-¿por qué Drake?- pregunté mientras comenzábamos a caminar pero me detuve- ¿por qué debemos ocultarnos de la lluvia?- me miró. Incluso debajo de la lluvia puedo ver sus claros ojos celestes penetrantes.

-Pues porque te enfermarás...- dijo como así.

-Eres un hipócrita, igual que todos- dije soltándome de su agarré ya que me había tomado del brazo para irnos.

-¿Qué quieres decir?- preguntó ya cansado.

-La gente se oculta de la lluvia porque la consecuencia es un resfriado pero  ¿por qué en el verano se pasa horas debajo del sol sabiendo que después dolerá la quemadura, sabiendo que le dolerá la cabeza o que incluso puede matarlo de cáncer de piel?- se quedó callado, no dijo nada, solo me miró y sonrió. Esta vez, su sonrisa era diferente; ni arrogante ni superior sino que algo así como de admiración.

Lo mire pues por un lado teníamos razón los dos

-Mira, la lluvia no solo causa desastres... Gran parte del agua que tomamos, es de esa lluvia y... Cariño... El agua es lo que nos mantiene vivos...- dijo contestando a lo primero- Pero tienes razón Lisa, el mundo está lleno de hipócritas. Y luego de eso, se quitó la campera y me la colocó en mis hombros, nunca nadie me había ofrecido su campera y eso que dijo de verdad me dejo pensando- Una lluvia no te matará de cáncer ni te dará un dolor de cabeza pero una lluvia puede ahogarte, y sabes a lo que me refiero...-dijo tendiéndome la mano. Ya en el auto, Drake no dijo nada, solo encendió la radio y comenzó una  bonita canción algo tranquila.

-¿A dónde vamos?- pregunté, él me miro fugazmente.

-A mi casa.- dijo indiferente ¿qué?

-no quiero ir a tu casa...- hablé casi que gritando

-Lisa- suspiró- Deja de ser tan negativa prueba cosas nuevas, solo quiero mostrarte una cosa....- me dio miedo ¿me lastimará?- pero dime  ¿tienes novio?- preguntó curioso. ¿Qué le digo? no le mentiré de seguro él ya lo sabe.

Claro que si Drake- me miró algo tenso pero luego volvió la mirada al frente- voy al psicólogo porque tengo problemas para integrarme en la sociedad pero tengo novio...- dije sarcástica. Asintió con una media sonrisa.

-¿No te gusta ningún chico?-  volvió a preguntar.

-No.- aseguré.

El no hablo más en todo el camino. Noté que ya había caído la noche y la lluvia había cesado. Empiezo a creer que Drake en el muelle tenía razón, porque comencé a sentir frío y de la nada comencé a estornudar reiteradamente. Lo que más me molestó fue que Drake sonrió satisfactoriamente, en realidad esto era lo más extremo que había vivido, mis días eran casi todos iguales, pero este día fue diferente...

Al ver que Drake estaba aparcando frente a un pequeño edificio de unos cinco pisos me limité a hablar:

-¿Por que vinimos a tu casa?

-Pues debemos continuar con la sesión- dijo como si fuese obvio pero con un poco de sarcasmo.

-¿que ya no terminó hace horas?

-te dije que termina cuando yo diga...- dijo, yo en cambió rodeé mis ojos.

Estábamos en el pasillo del edificio, era normal nada del otro mundo con unos pasillos con pisos de madera y paredes de color rojo, pues, es un pueblo costero de verano, los edificios que hay y las casas no son de mucho lujo a decir verdad ya que es el estilo del lugar.

Cuando Drake abrió su puerta permitiéndome el paso me adentré en la casa; al principio era un pequeño mono ambiente en el cual a la derecha de la puerta había una puerta hacia la cocina y hacia el otro lado un living que entremedio de la cocina y el living había un pasillo que daba a tres puertas.
En el sofá del living había un chico echado comiendo frituras y cambiando de canal a la televisión. Tenía un cabello castaño bien cortado y un rostro algo tierno.

-¿Hola?..- dijo mirando a Drake quien iba dejando las llaves en una mesa a un lado de la puerta.

-Rise...- Saludó Drake.- Esta es Lisa...

-Qué raro esto- decía Rise rascando su nuca mientras se sentaba en el sofá- casi nunca traes chicas...- dijo este chico algo así como nervioso- soy Rise ¿y tú?- se dirigió a mí con una sonrisa levantándose del sofá.

-Lisa- solo eso dije.

-Bien, ven- dijo Drake como quien quisiese quitarse un peso de encima,, tomándome del brazo, odio el contacto pero al parecer debo acostumbrarme al suyo, era molesto.
Me guió hacia una pequeña habitación, supongo que la suya ya que habían muchas fotos de él con muchas personas... La habitación era un desastre, nada propio de un psicólogo, pues tenía una cama contra una de las paredes y frente a ella, un escritorio lleno de papeles. En una esquina había una televisión con consolas de videojuegos, un equipo de música y estantes llenos de discos. Junto a su cama, había un armario donde de ahí tomo un par de prendas.

-toma, te quedarán.- dijo tendiéndome una remera con un pantalón de algodón.

-No me pondré tu ropa- aseguré.

-y tampoco te enfermaras, tu decides. A mi no me molestaría que no tengas ropa...- dijo divertido- y de seguro a Rise tampoco.

-De acuerdo...- dije tomando esa ropa- ¿Dónde hay un baño?

-al final del pasillo...- señaló en aquella dirección volviendo la mirada a su ropero. Era el momento perfecto, haré que me vea como un monstruo.
Ya había llegado al baño, dentro tranqué la puerta, cuando lo hacía en mi casa, lo hacía así.

Dentro del baño busqué algo con filo, era la casa de dos hombres de seguro algo encontraré y gracias al cielo, lo hice, encontré una afeitadora. Comencé a romperla haciendo un poco de fuerza para poder quitar el filo y así hacerlo. Misión cumplida, ya tenía el filo mi muñeca y solo me faltaba el valor, necesitaba sentir dolor....

Comencé presionando con el filo haciendo un pequeño tajo del que brotaba mucha sangre, luego lo expandí mas, sentir ese dolor era olvidarme del resto de las cosas, era solo ese dolor, generalmente no me dolía mucho pero por alguna extraña razón al tercer tajo me dolió mucho pues estaba bastante herida pero no por eso iba a dejar de hacerlo... Sentir la sangre correr por mi muñeca, fluir por mis venas y salir al mundo exterior... era...lo que un monstruo haría, y lo que yo hago.

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