"Sí, si quiero ser tu novia" (Dieciséis años)
Me levanté enseguida con la ayuda de Brian y la de mi hermano, John me tomo por las manos y yo emocionada me lance a sus brazos para felicitarlo ¡Por fin después de tantos años él iba a poder ser feliz a lado de Lauren! ¡La chica que siempre había soñado! No lo podía creer, y no solo yo compartía la felicidad de John.
—¡Qué bueno, John! —lo abrazaba fuertemente, casi apretando su cuerpo contra el mío por pura felicidad—. Me alegro tanto por ti.
—Gracias, Jehn —mi hermano casi estaba saltando de felicidad—. ¡Lauren me ha dicho que me quiere, me dijo que me ama desde hace tiempo!
—Eso es una gran noticia —Brian mostró su dentadura, dándole una palmada en la espalda a John—. Hermano, en serio me alegro
—Pero ¿En dónde está Lauren? Debemos felicitarla al igual —jale a John de la mano, los tres caminamos hasta donde estaba Lauren para felicitarla también
Ella al vernos llegar con John se puso nerviosa y sus mejillas cambiaron de color, seguramente estaba emocionada como mi hermano.
—Ya les he dicho a mis hermanos que por fin somos novios —John se atrevió a abrazarla— ¿Te molesta?
—No, para nada —Lauren tenía esa manía de acariciarse la muñeca cuando estaba nerviosa—. De hecho lo prefiero.
—Los felicito, Lauren, has feliz a mi hermano —le pedí al tomar su mano—. Se lo merece.
—Hablan como si nos fuésemos a casar —comentó John, mirando de reojo a su ya entonces novia
—No estaría mal, si ustedes están juntos, tal vez se casen en poco tiempo —les dijo Brian, codeando a John
—Eso depende de lo bien que se porte John
—Oh no, yo sí que soy fiel. Si no me crees, pregúntale a Jehn
—Oh sí, es tan fiel que no anduvo con nadie en el tiempo que anduvo detrás de ti —añadí con ironía
—Bueno, yo por mi parte deseo que sean eternamente felices —Brian los abrazo a cada uno y después de volvió a donde estaba yo—. Que daría por poder ser novio de la chica que quiero.
—Ay, Bri —Lauren corrió a su lado y le pellizco la mejilla—. Ya verás que la chica indicada para ti vendrá muy pronto.
—Eso también espero yo —comenzó a molestarlo John, todos excepto Brian reímos
—Pues llamen a Freddie y vamos a casa. Ya es tarde y Lauren no puede seguir fuera, y tampoco nosotros —dijo Brian al comenzar a levantar las cosas, él siempre actuaba como el hermano mayor
El camino a casa fue realmente corto. Antes de dejar a Lauren en la suya, John y Freddie habían decidido perder su tiempo y el nuestro, dentro del auto cuando ambos empezaron a pelear por Lauren. Era evidente que Freddie estaba celoso y también que John le había estado provocando besándola frente a él ¡Lo peor de todo fue que Freddie en lugar de ignorar las malas intensiones de mi hermano, le había provocado también con comentarios acerca de la amistad que tenían ya Lauren y él! Brian y yo tuvimos que interferir antes de que ambos empezaran a golpearse ¡Pobre Phil, seguro no habría podido solo!
—Y dime, John —le hablo mi padre, todos estábamos sobre la mesa cenando sopa de calabaza inglesa— ¿Qué tal con tus preparativos para Lauren?
—Fue un excitó, papá —John sonrió de par en par—. ¡Lauren por fin acepto ser mi novia
—Ahora es Lauren Deacon —me burle por la reacción casi infartada de mi mamá, escuchar a su bebé decir que ya era todo un hombre y con novia no le hizo ningún bien
—A mí no me parece del todo que tengas novia, bebé —mamá no pudo ocultar sus celos tampoco
—Mamá, es que ya no soy un bebé —John cerró los ojos molesto
—Mis dos hijos empiezan a tener novia ya —papá no dejo la conversación—. Creo que debo comenzar a preocuparme por mi cartera.
—¿Nos vas a dar más dinero, papá? —pregunto emocionado Brian, aunque él ya ni siquiera tenía novia
—¿Y yo? —hablé, todos me miraron— ¿Ya puedo comenzar a tener novio? —me atemorice por la reacción de mi padre, que de inmediato supe que no sería buena por su expresión fría y la de John y Brian
—Yo creo que todavía no está en la edad de tener novio, papá —le sugirió John ¿Quién le había pedido su opinión?
—Yo estoy de acuerdo con John, papá —Brian se atrevió a hablar ¡Tampoco habían pedido la suya!
—O sea ¿Ustedes si pueden tener novia, pero yo no puedo tener novio? —arroje mi cuchara al plato, esperando una respuesta justa
—Puedes tener novio, pero no quiero que descuides la escuela —caí con la boca abierta ¿En serió papá había dicho eso? ¿Ya podía tener novio?
—¿En serio? —todavía estaba en shock
—Sí
En aquel momento salté de emoción. Pensaba que jamás en su vida ellos aceptarían que su niñita creciera y empezara a salir con chicos. Sí, siempre supe que me había tocado un papá y un hermano celoso, pero que jamás ellos doblaran el brazo y me dejaran ser feliz.
Los meses siguieron su cuenta. Ya era octubre de 1967 y yo había empezado a tener una cercanía más en confianza con el hijo mayor de los Gibb, Barry. Tener a Barry tan cerca y también tan enamorado de mí era un privilegio ¡Porque todas las chicas del colegio morían por él! Barry era guapo y también todo un caballero, además sus hermanos me caían de maravilla.
Brian y Linda Agatha habían vuelto a finales de septiembre, lo recuerdo tan bien porque fue la primera vez que Brian empezó a llevarla a la casa e invitarla a las cenas ¡Cómo la detestaba! Era una tortura verla sentarse con mi familia y reírse con mi madre como estúpida, mamá la adoraba ¡Y era precisamente eso lo que más me molestaba! En fin. John y Lauren iban de maravilla, ella le había obsequiado a mi hermano un lindo oso de peluche por su tercer mes de noviazgo. Los tres meses en los que había visto más feliz a mi hermano en toda su vida.
Aquella tarde de Octubre me la pase en el jardín jugando con Staffy todo el tiempo. Estaba agotada por la caminata por toda la residencia paseando a Staffy en el parque y cuando regrese a casa, lo único que hice fue dejarme recostar en el jardín junto a Staffy, mi perro también estaba sofocado, ya que había decidido recostarse a mi costado bajo un árbol.
Tenía los ojos cerrados cuando de repente oí pisadas acercarse hasta donde estaba, cuando abrí los ojos vi a Barry caminar a mi encuentro ¿Barry? Él no me visitaba hasta los fines de semana ¿Qué le hacía estar ahí?
—Hola Jehn —él se detuvo bajando la cabeza y quitándose sus lentes de sol
—¿Barry? Hola —me reincorpore un poco avergonzada por la posición en la que me había hallado
—Ey ¿A que te tome por sorpresa? —sonrió ¡Cómo me encantaba verle sonreír!
—Sí, estoy nerviosa —mi risa lo confirmo
—¿Por qué? —él también se agacho hasta mí para sentarse a mi lado
—Me encuentras así, recostada como una indigente junto a su perro
—Sigues nerviosa. Siempre que me acerco a ti te pones de ese modo ¿Por qué? —me pregunto acercándose cada vez más a mí, yo no supe cómo reaccionar ante su acercamiento, por lo que sólo me quede inmóvil
—¿Se me nota mucho? —la voz me empezó a temblar— ¡Rayos!
—Oye, eso es lo que me gusta tanto de ti. Cuando me acerco a ti actúas de una manera tan inocente que me es casi imposible evitar enamorarme de ti. Me causas ternura Jehn, tu inocencia a veces me dobla y me hace parecer un tonto que lo único que espera es romper ese muro que todavía me impide hablarte de mis sentimientos sin que salgas huyendo de mí —me dijo Barry
Mi corazón empezó a palpitar a mil por hora. ¿Barry acababa de decir que estaba enamorado de mí? Tuve que ahogar el grito que quería salirse de mí. ¡Le gustaba al chico más lindo del colegio! Barry estaba enamorado de mí como yo lo estaba de él.
—¿Estás diciendo que...?
—Me gustas —me interrumpió, poniendo su mano sobre la mía y tomándola con toda la confianza que ya le estaba dando—, estoy enamorado de ti, Jehn.
No tuve oportunidad de responderle porque no sabía qué decirle, estaba emocionada.
Barry se levanto inmediatamente, después me ofreció su mano y yo la tome para poder levantarme con más facilidad. No quería que se diera cuenta de que las piernas me estaban temblando. Una vez que ambos estuvimos de pie bajo la copa de ese árbol, Barry me asió las manos y beso cada una de ellas, yo me estremecí.
—Jehn ¿quieres ser mi novia? —me pidió
—¡Sí, si quiero ser tu novia! —le respondí, no había nada que pensar, era lo que más había estado deseando
Él sonrió feliz conmigo. Barry me abrazo elevándome por los aires y cuando puse de nuevo los pies sobre el suelo, me rodeo la cintura suavemente para acercarme a él y me beso. Estaba besando a mi novio por primera vez, mi primer novio. Aquel beso estaba lleno de ternura, la manera en que Barry me estaba besando era delicada y casi con cuidado, como si algo le hiciera pensar que era mi primer beso. No supe lo que paso después, el beso fue largo y al mismo tiempo iba aumentando de intensidad, hasta que me vi recargada sobre el tronco del árbol con Barry presionándome sobre él y jugando con mi cintura de una manera muy provocativa que me estaba empezando a gustar hasta que...
—¡Jehn! —empuje a Barry lejos de mí para disimular un poco lo que estaba haciendo
Cuando respondí al origen de aquel llamado, me tope con un Brian May algo molesto por lo que acababa de presenciar. Linda Agatha estaba detrás de él burlándose de mí como siempre lo hacía.
—Mierda —susurré en voz baja, apenas Barry pudo oírme
—Hola Brian —Barry también estaba apenado por lo que mi "hermano" acababa de ver— ¿Cómo estás? —le ofreció su mano para saludarlo, Brian no la tomo
Me quede en silencio mordiéndome el labio inferior por los nervios. Brian en serio se veía mal. No podía describir lo que su rostro expresaba, pero obvio que estaba molesto por como nos había encontrado a Barry y a mí, Suponía que la razón de su disgusto era porque él si me veía como una hermana y aquello no le había gustado, tal vez sentía que Barry me había faltado a respeto en nuestra propia casa. No lo sé, nunca pude describir lo que su rostro expresaba.
—Brian —corrí la voz, esperando que nadie más estuviera cerca, eso refiriéndome a John
—Lo mejor será que yo me vaya —nos dijo Barry, yo ni siquiera voltee a mirarle—. Nos vemos, adiós Brian
De nuevo Brian no le respondió. Mierda. Barry se fue sin decirme nada más, no era el momento apropiado para despedirnos como lo hacían los novios.
—Hola Jehn, lamento interrumpir tu momento —me dijo Linda Agatha, fingiendo amabilidad—. Yo sólo le pedí a Brian que me trajera contigo para darte esto —miré a Brian, él estaba cabizbajo
—¿Qué es? —le pregunte tomando lo que me estaba ofreciendo, era un sobre color amarillo
—Es una invitación a mi fiesta de cumpleaños. Es más bien algo más innovador, ahí lo dice, es una fiesta de disfraces ¡Tienes que ir, en serio me gustaría verte conmigo aquel día! —su forma de sonreír tan hipocritamente me retorcía el estomago con nauseas, quería golpearla hasta matarla
—Claro que iré, agradezco que te hayas tomado la molestia de venir hasta aquí para invitarme —le dije de igual forma
—Oh, es un placer —me guiño el ojo—. Brian, te estaré esperando en la sala, nos vemos Jehn.
Seguramente ese día a Brian le habían matado los celos al verme besando a Barry Gibb de esa manera. ¿Cómo iba yo a saberlo? En ese entonces estaba todavía muy lejos de saber la verdad. Y recordando todas aquellas veces en las que Brian la había pasado muy mal al verme con Barry tantas veces y no poder decir nada, no poder reclamarme nada porque no debía hacerlo aunque lo deseara con toda su alma. No podía porque yo seguía siendo su hermana en aquellos días.