Forcejeo, pero no hay forma de soltarme de Lex ¡Maldición! Sigo llorando, sin embargo no se detiene, me hace chupones en el cuello. Cierro de nuevo los ojos, no sé qué hacer.
Siento que me suelta y los abro. Un hombre que me parece conocido, me lo ha quitado de encima. No solo eso, le ha bloqueado el movimiento y le ha puesto unas esposas ¡Wow! No, espera, ¿no es...?
―¿Artem? ―Me sorprendo.
¿Qué hace el guardaespaldas de Máximo aquí? Sí, tiene guardaespaldas, no lo sigue muy a menudo, pero a veces lo escolta.
―Hola, señorita Carina. ―Sonríe y levanta su teléfono―. Quiero reportar una denuncia. ―¿Eh? ¿Por qué hace eso? Luego corta y me mira―. Puede seguir su camino, yo me quedaré a esperar a la policía.
―¡Espera! ¿De dónde saliste? Digo ¿Cómo es que...
―El joven Máximo me avisó y vine enseguida, me ordenó que detuviera a este chico y que llamara a la policía. Se veía preocupado, no le diga que le conté, pero sentí que no debía quedarme callado ―explica.
―¡Espera! ¡¿Qué?! ―Observo para todos lados―. ¿Dónde está Máximo?
―Ha sido una casualidad, hoy vino a acompañar a la señorita Karen. ―¿Qué? ¿Quién es esa?―. Repito, no diga que le conté. ―Señala con una mano la tienda de ropa más cara del lugar y con la otra sigue sosteniendo a Lex.
Sonrío.
―No te preocupes, tu secreto está a salvo conmigo. ―Levanto la bolsa que se me había caído y voy directo hacia el gran negocio de lujo.
Entro, visualizo a Máximo sentado en un sillón, seguro esperando a esa tal Karen. Parece molesto y suspira. Me siento al lado, entonces se percata de mi presencia.
―¡¿Carina?! ―Se sorprende y se sonroja.
―¿Así que mandas a tu guardaespaldas a protegerme? ―Sonrío.
Él mueve su vista.
―¿Estás loca? Yo no hice eso. ―Vuelve a mirarme y frunce el ceño―. ¿Te dijo eso? Es mentira.
―Lo deduje.
―Pues dedujiste mal. ―Evita mi mirada otra vez y se queda observando mi bolsa―. ¿Fuiste a comprar?
―Ropa de bebé. ―Se la muestro.
―No me interesa ¿Para qué me lo dices?
―Tú preguntaste. ―Me río y él la mira de reojo.
―¿Sucede algo?
―Es...
―¡Maxiu! ―Una chica sale de un vestidor, acto seguido se tira encima de él ¡¿Esta es Karen?! Se sienta sobre él y Maxiu, como ella lo llamó, hace cara de desconformidad, pero no se la saca de encima―. ¿Y esta quién es?
Me mira con asco y pasa su brazo sobre el cuello de él, apoyando su mano en su hombro, mostrando al mundo que tiene una alianza en su dedo, marcando territorio ¡¿Me está desafiando con esa actitud?! Uh, no sabe con quién se metió.