10 Razones para NO Enamorarse...

Af CamilaSteel

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Ana tiene 16 años y se niega rotundamente a enamorarse. Sin embargo, su mejor amiga, Lucía, le apuesta que no... Mere

NOTA DE AUTOR
Razón N°1: Chicos -Parte1-
Razón N°1: Chicos -Parte2-
Razón N°2: Celos -Parte1-
Razón N°2: Celos -Parte2-
Razón N°3: Sentimientos estúpidos -Parte1-
Razón N°3: Sentimientos estúpidos -Parte2-
Razón N°4: Debilidad -Parte1-
Razón N°4: Debilidad -Parte2-
Razón N°5: Estupideces del amor -Parte1-
Razón N°6: Confianza -Parte1-
Razón N°6: Confianza -Parte2-
Razón N°7: Disculpas rápidas -Parte1-
Razón N°7: Disculpas rápidas -Parte2-
Razón N°8: Libertad -Parte1-
Razón N°8 Libertad -Parte2-
Razón N°9: Necesidad -Parte1-
Razón N°9: Necesidad -Parte2-
Razón N°10: El amor -Parte1-
Razón N°10: El amor -Parte2-
NUEVA VERSIÓN
REDES

Razón N°5: Estupideces del amor -Parte2-

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Af CamilaSteel

Razón N°5: Estupideces del amor.

    Parte 2. Descubrimientos y secretos.

-¡Oh por dios! ¡Oh por dios!-Lucía arrojo el bol de palomitas al suelo y comenzó a hacer extraños movimientos con sus manos.-¡TÚ, ANABETH BLAKE, ACABAS DE ADMITIRLE A UN CHICO QUE TE ESTAS ENAMORANDO DE ÉL!-rodé mis ojos.

Aquí estábamos, después de lo sucedido con Luke me pase todo el resto del día con una sonrisa estúpida en la cara y en algunos momentos, aunque no quiera aceptarlo, daba saltitos y soltaba grititos al mismo tiempo. Hasta que tuve la grandísima idea de llamar a Lucía, a quién creí una experta en temas de "amor", pero...No. Resultó todo lo contrario, veasé el resultado aquí.

-Ya, ya.-dije.-No grites.-tapó su boca, recordando que mi madre y mi hermano dormían en la habitación de la otra punta y volvió a posar sus ojos verdes en mi.

-No puedo creerlo.-la miré intrigada.-Estas perdiendo la apuesta.-La apuesta...lo había olvidado.

-No.-exclamé.-La apuesta era hasta que "cayera rendida a los pies del amor", digamos que...que...yo estoy de rodillas al amor.-una sonrisa perversa surco su rostro.-¡Anda!-le tiré un cojín.-¡Deja de malpensar todo, mierda!-me ruboricé y me senté mientras Lucía se carcajeaba, quitándome alguna risa a mi también.

-Bien, niña inocente.-levantó sus cejas cómicamente y saco de su bolso un cuadernillo.-Dejemos el tema que te avergüenza de lado, ¿okey? Otro día hablaremos de esto.-sonreí honestamente.

Si tan solo pudiera decirle...Solté un suspiro y la incite a seguir.

-Hoy me ha llegado un e-mail de la escuela, donde especificaban las fechas del viaje y las actividades, blablabla.-asentí.-Resulta, que el campamento es en dos días.-fruncí el ceño.-Yep, y las Intocables no tienen ni una puta idea.-asentí nuevamente.

-¿Si? Pues, la culpa la tiene una idiota que ocupo el fin de semana yendo de fiesta en fiesta.-alzo sus manos como diciendo "yo no fui"

-Bien.-sonreímos perversamente.-Muéstrame lo que tenemos.-Me puse de pie acercándome al gran armario frente a mi, y tratando de llegar al fondo, tome la gran bolsa donde estaba todo.

Salí del tumulto de cosas y la vacié frente a los ojos verdes de mi acompañante.

-Increíble.-murmuró con sus ojos brillando de emoción.

-Esta semana vuelven los chicos, ¿cierto?-asintió sin quitar los ojos de la mercancía.

-Así es, vuelven de sus tan estúpidos partidos de basquet, solo por tener dinero pueden faltar tantas semanas.-me miro pensativa.-Ahora que lo dices...¿No son ellos adictos a estos?-movió uno de los cigarrillos explosivos en su dedo.

La maldad se apoderó de mi.

-¿No es April miedosa a estos?-le arroje lo que sería el plato plato principal de la noche.

-A preparar las maletas querida amiga mía, porque necesitaremos pantis nuevas después de reírnos tanto.-solté una carcajada y tomé el lápiz junto con el cuaderno.

-Empieza a hablar, Lucía.-

El día había acabado, Lucía se quedaría a dormir en casa y mañana comenzaríamos un nuevo día de escuela.

No sabía como actuar respecto a Luke, ¿qué eramos? ¿Amigos? No lo sabía, y tampoco quería hacerlo.

Me gustaban las cosas así, en cierto punto, normales.

Algo me estaba inquietando, y era un miedo que crecía más y más.

Y era que...hacia menos de unas horas que no insultaba a Luke, a Logan, a Lucía, a April, o siquiera a...mi misma.

Quiero decir, ¿no soy yo Anabeth Blake, la que insulta a todo el mundo?

No quiero caer de nuevo, por eso voy a mantener mi espacio con Luciano, si, eso haré.

Vamos a ser amigos, nada de relaciones que afecte a alguno.

Solo amigos.

Perfecto.

Bien, una parte de mi no esta de acuerdo con esa idea.

Realmente me esta afectando no tener a mi otra yo insultándome.

Siento como si hablase sola...

<Estas hablando sola, imbécil>

Oh, allí estas.

Te he extrañado.

Bien, enserio me siento como una loca psicópata.

Debería dejar de hablar conmigo misma.

Yo creo que esto es cosa del maldito Luke Whine.

Él y su bello rostro.

Malditos efectos del amor, ¡los odio!

3:32 am, y estaba despierta, pensando. Si, Anabeth Blake piensa.

Pero en puras estupideces.

Mientras Lucía ronca a su lado, como un maldito león.

Y ahora hablo en 3ra persona, vaya que necesito un buen psicólogo.

Intentaré dormir, quizá me despierte normal como siempre...bueno en mi tipo de 'Normalidad'

Han pasado 54 minutos exactos, y sigo despierta.

Y yo estando despierta tanto tiempo es malo, porque al otro día estoy realmente hipéractiva.

Mi celular vibró y alumbro la oscura habitación proporcionándome la imagen de lucía durmiendo con la boca abierta y un hilo de baba colgando de ella.

Negué mientras sonreía, mi loca, y lunática Lucía.

Tenía un mensaje nuevo.

<Capullo,

   a las 4:26 am>

"Dime que tú tampoco puedes dormir."

Una sonrisa surco mi rostro, y tecleé rápidamente una respuesta.

<Ana,

   a las 4:27 am>

"No, no puedo."

<Capullo,

   a las 4:28 am>

"Sal de mi cabeza, Anabeth."

Me sonroje, y mordí mi labio inferior.

Maldito seas, Luke Whine.

<Ana,

   a las 4:29 am>

"¿Estan tus padres?"

Faltaban horas para ir al colegio, y era definitivo que no podría conciliar el sueño.

<Capullo,

   a las 4:31 am>

"¿Anabeth quiere hacer cosas sucias? e.e"

Él y sus maneras de ver las cosas.

<Ana,

   a las 4:32 am>

"No, genio. Solo curiosidad. Te has preparado para el campamento???"

<Capullo,

   a las 4:33 am>

"Nee, habrá tiempo mañana a ultima hora."

Más sonrisas.

<Ana,

   a las 4:34 am>

"Logan ha estado en tu campo de visión?"

Realmente me había quedado intrigada con lo sucedido.

Quiero decir, entiendo que Logan quiera arreglar todo, pero...¿ponerse así por Luke?

Sus palabras exactas, retumbaron en mi mente desde que salí de su casa :-Él no te conviene...-

¿Por qué Luciano no me conviene? ¿Qué no ha demostrado ser la persona más tierna y considerada?

<Demasiado perfecto para ser real>

Y ahí estaba de nuevo, mi yo interior que no paraba de decir lo perfecto y lo enamorada que estaba de Luke, ahora viene y dice que es demasiado.

<¿Sabes, siquiera, algo sobre su vida?>

Indague en mi memoria, en busca de algo salido de su boca.

Él tiene 17, repitió un año, pero es inteligente, su familia no le da mucha atención, Logan es su primo, viene de otro país, tiene dos hermanos...¿Qué más? Pensé, y pensé. Pero no encontré nada más.

Debía dejar mi orgullo a un lado y aceptar que no sabía nada de Luke.

<Capullo,

   a las 4:35 am>

"No te preocupes por eso."

<Ana,

   a las 4:35 am>

"¿por qué te mudaste?"

Y el mensaje tardó en llegar.

<Capullo,

   a las 4:39 am>

"Mi padre fue ascendido."

No era la respuesta que esperaba, y no entiendo porque tardo tanto.

<Ana,

   a las 4:40 am>

"No recuerdo si me has dicho de que país vinieron."

<Capullo,

   a las 4:42 am>

"Londres. Pero vivimos un tiempo en Estados Unidos, Minnesota,  en un pequeño pueblo."

Vaya, cuando conocí a Logan...no, no podía ser.

Cuando ascendieron a mi padre, y nos enviaron a ese pueblecillo, donde conocí a Logan jamás vi a Luke.

<Ana,

   a las 4:43 am>

"Como era el nombre? del pueblo."

Su respuesta tardo el triple que el anterior en llegar.

<Capullo,

   a las 4:56 am>

"Somerville."

Y mi corazón dejó de latir.

¿Él habrá estado ahí? ¿Y si...si alguna vez nos vimos? No, recordaría unos ojos como los suyos en cualquier lugar.

Locuras mías, si, seguro.

<Ana,

   a las 4:57 am>

"Oh. Yo estuve allí."

No hubieron más mensajes.

Y mi cabeza no paraba de buscar algo relacionado con Luke en el tiempo que estuve allí.

Maldita sea, moría de nervios y me molestaba el hecho de que Luciano no contestase el mensaje.

Seguro se durmió, si tiene que ser eso.

Bien, definitivamente no fue eso.

¿Quién eres Luciano Whine?

06:32 am. Estoy despierta, y vestida. Lista para ir al colegio, mientras Lucía termina de arreglarse.

Ha querido interrogarme en el transcurso de nuestra corta mañana, y no ha recibido más que miradas asesinas que, claro, con ella no funcionan.

Me he rendido y le he contando.

Una mirada desconfiada cruzó su rostro, y otra que conocía perfectamente lo hizo también.

'¿Qué tal una misión por parte de las Intocables?' fueron sus palabras exactas, y la razón que aumentó mis nervios.

Lucía tenia ideas realmente locas, muy, muy, muy, muuuuuuuuuuuuuuuuuy locas.

Y la de hoy, definitivamente, era una de ellas.

No estaba segura de hacerlo, no me sentía a gusto.

He hecho bromas que merecen mi vida pudriéndose en el infierno por toda la eternidad y dos más.

Pero jamás hicimos algo así.

-Vamos Ana, no es como si fueras a matarlo o algo así.-me dio un empujoncito mientras caminábamos por la acera.

-No, pero no sé, me inquieta.-me entrelazó en sus brazos y me dio un sonoro beso en la mejilla, mientras seguimos nuestro paso abrazadas.

-¿Sabes?-dijo.-Me he propuesto olvidar a Thomas.-una risa escapo de mis labios, y Lucía me fulminó con la mirada.-¡Enserio!-

-Ya, ya. Supongamos que te creo.-dije mirándola a los ojos.-¿Quién es entonces el afortunado ahora?-Sonrió, y fruncí el ceño.

Había visto pocas veces esa sonrisa.

-Se llama Max, el chico que conocí en la fiesta, y del que no me dejaste hablarte.-mi mente se puso en marcha, y lo recordé. No fue uno de mis mejores días.-Hemos estado viéndonos, y...-un color rojo se apodero de su rostro y no pude evitar reír.

-¡Vaya!¡Parece que esta vez enserio te has pirado por un chico!-Y lo decía enserio, estaba harta de verla sufrir.

Pero quizás él no era, digamos, 'bueno' para ella.

Todo nuestro trayecto fueron puras anécdotas de Lucía y su chico.

Me sentía feliz por ella.

Había pasado por mucho en su vida, a pesar de ser fuerte, sufrió.

Lucía tenía dinero, sus padres trabajaban en una empresa reconocida y ganaban mucho. Eso implicaba, pasarse horas y horas lejos de casa. El poco apoyo y compañía que tuvo ella a lo largo de su vida fue, nada más y menos que James, su niñera y un tiempo después, yo. Cuando comenzamos la secundaria, todas las arpías la querían a su lado, pero ella juro jamás dejarme. Se sentía a gusto conmigo, y decía que podía ser ella misma.

Yo opinaba exactamente lo mismo, fui marginada hasta en jardín, pero siempre con el apoyo de ella.

Sé que a veces la juzgo, pero la quiero enserio. Mucho.

Si pudiese apostar mi vida a que estaremos juntas siempre, lo haría.

Que cursi fue eso.

Estaba apoyada en el casillero al lado del de Lucía, mientras ella buscaba no sé que cosa.

Miraba mi teléfono en busca de algún mensaje de Luciano, pero no había nada.

Mis ojeras habían sido enormes, pero con ayuda de mi fiel amiga y su fiel amor hacía el maquillaje, logré salir intacta.

-Blake, estas en mi casillero.-miré con una ceja alzada a Miss Universo, y a su perro faldero.

-¿Lista para el campamento, Barren?-ignoré mundialmente a la rubia frente a mi, dirigiéndome a su acompañante.

-Si te atreves, siquiera a toc...-Negué mientras la detenía.

-¿Quién dijo que yo iría a hacer algo?-Lucía cerró su casillero, y se apoyo en este como yo, desafiando con la mirada a la arpía mayor.

-Mira, niña. Que mi amiga te haya dejado tan horrible el rostro después de lo de ayer y que tu novio te haya tenido que colocar una bolsa en la cara mientras te trataba como la puta que eras, no es nuestro problema.-nos dispusimos a irnos, cuando una mano con una manicura horrenda se poso en mi brazo, clavando sus uñas postizas en mi.

-No te metas con nosotras, Blake.-sonreí mientras alzaba mi ceja derecha.

-¿Con quienes, Rebbeca?-ese era el nombre de Miss Universo.-¿Con un grupo de niñatas que no hace más que tratar de llamar la atención? Además.-me acerque a ella con paso firme.-Ustedes comenzaron la guerra, y yo, definitivamente, no la voy a terminar.-me di vuelta, con mi orgullo por las nubes y nos alejamos de ellas como las divas que eramos.

Cuando nos encontramos lejos de su campo de visión chocamos cinco y estallamos en risas.

-¿Qué hace tanta gracia, señoritas?-nuestras risas se detuvieron, y mis ojos azules se posaron en el bombón a mi lado.

-Hola, Luke.-dijo Lucía, con recelo.

<¡Disimula!>pensé.

-Ana, me voy a dejar esto, nos vemos.-me dio un guiño y se fue.

-Hola.-contesté, y me removí incómoda en mi sitio.

-Lamento no contestar los mensajes, me había dormido.-sonrió, y no pude evitar debilitarme por esa sonrisa rompe-corazones.

-No hay problema.-le quité importancia, y le sonreí como una tonta enamorada.

-¿Vamos?-me ofreció su brazo, y gustosa me acerque a él enganchándolo a mi.

Entre risas, caminamos por los pasillos, con nuestros brazos entrelazados.

Como dos tontos enamorados, excepto que yo no lo estaba.

La hora del almuerzo había llegado, y eso significa la misión con Lucía.

El manojo de nervios, el nudo en el estomago, y el sentimiento de culpa estaban presentes.

Extraño.

Esperaba a Lucía apoyada sobre una de las columnas ubicadas cerca de la cafetería, mientras revisaba mis mensajes.

Habían pasado 5 minutos, y la muy perra seguía sin llegar.

-Hola preciosa.-Una mano tapo mi boca, evitando que grite. La otra se engancho en mi cintura, y me tensé por completo.

Hasta que la risa de Lucía se hizo presente. Me di vuelta, y la golpeé.

-Me has dado un susto de muerte.-siguió carcajeándose un rato, y luego se volvió seria.

-El plan esta comenzando.-suspiré, y ambas salimos de allí.

-Estoy arrepintiéndome.-asintió, sin prestarme atención y siguió actuando como un ninja pasado de pared a pared.

Era algo...dramática cuando se lo proponía.

El plan era, robarle la llave de la oficina del director al conserje, entrar, abrir los registros de alumnos, y mientras yo leía acerca de mi graaaaaaan amigo Luciano Whine, Lucía vigilaría la puerta.

Era un muy mal plan. Lucía era muy torpe, y llamaría la atención.

Solté un suspiro, y me apoyé en la puerta de la dirección, mientras Lucía buscaba las llaves.

Comencé a rezar en silencio que no nos atrapen, y que no nos metamos en líos.

-Aquí esta.-di un respingo al oír la voz de Lucía, y volví a golpearla.-Bien, esta es la llave de los archivos, yo vigilaré. Si tienes que salir, gritaré '¡3312! ¡3312!'-solté una risa.

-¿Ahora actuamos en Monsters INC's?-rodó los ojos, y abrió la puerta.

-Si me metes en cualquier lío, te mataré.-volvió a rodar los ojos.

-Hasta la vista, baby.-negué con la cabeza y cerré la puerta detrás de mi.

Bien, era hora.

Me moví lentamente entre el escritorio del director y me sorprendió lo grande que era.

¿Donde estaban los archiveros?

Un cajón llamo mi atención e introducí la llave, encontrando lo que quería.

Bien, ahora solo debía encontrar a Luciano Whine entre quien sabe cuántos alumnos

-Uff.-seque mi frente por los nervios que todo me había ocasionado, y tomé asiento en la silla de mi querido director mientras buscaba por letras.

A, B, C, D, E, F, G, H, I, J, K...L.

No, no, no, no...

Él no es Luke, él tampoco...

¡Aquí esta!

Nombre, no.

Alergias, no.

Enfermedades, no.

Información...Blablablablabla.

Nada interesante.

Familia...

Todo estaba correcto. ¿Por qué ocultaba tanto?

Cerré su carpeta un tanto furiosa, había esperado encontrar algo.

Una foto cayo de ella, y al levantarla todo se detuvo.

Era vieja, se notaba, pero podía reconocer perfectamente a Luciano y a Logan, junto a una chica, una que conocía perfectamente.

April Barren.

-¡Señor director!-el gritó de Lucía me hizo derramar todo, y rápidamente lo junte metiéndolo en la carpeta, menos la foto, eso vendría conmigo si o si.-¡No, no!-oí las voces distorsionadas, y mis nervios crecían más.

<Piensa, piensa, piensa. No hay tiempo de salir, ¡Escóndete!> me decía mi yo interior, igual o más nerviosa que yo. Ubique un gran armario que quedaba del otro lado de la habitación y me metí dentro.

Agradecía a mi pequeño cuerpo por caber allí.

-¡3312! ¡3312! ¡RETIRADA!-la voz de mi no fiel amiga se fue haciendo cada vez menos audible.

Entreabrí un poco la puerta del armario, procurando que no me viese.

El director entro murmurando cosas, y se detuvo cuando vio su amada silla dada vuelta.

¡Genial! ¡Lo había olvidado!

<Tranquilízate> pensé <Esa es la clave>

Oh Dios, gracias por no hacerme claustrofobica.

El director tomo asiento, y comenzó a revisar unos papeles, mientras yo me debatía cuánto tiempo estaría aquí.

Frunció el ceño, y frustrado se levanto de su silla, caminando hacía donde estaba yo.

Rápidamente cerré el pequeño espacio que me permitía ver, y aposte conmigo misma cuanto tiempo durarían mis castigos.

Pero el director no llegó, ya que la puerta sonó antes, y luego de tres golpecitos que no pase desapercibida, el ruido de unos tacones resonando contra el suelo atrajeron a mi yo cotilla.

Volví a abrir lentamente el pequeño espacio que mi ojo izquierdo necesitaba para ver, y ahogue un grito de sorpresa al ver a la profesora de biología sentada, con las piernas cruzadas sobre el escritorio y frente al director.

Madre mía.

Díganme que no es lo que estoy pensando.

Tecleé un mensaje para Lucía, diciendo que iba a matarla en cuánto saliese de aquí.

Me preparé mentalmente para conseguir traumarme de por vida, cuándo comencé a oír las cosas sucias que se decían.

¿Qué el director no tenía como 50 y tantos? ¿A esa edad sigue funcionándole su amiguito?

¡Ella tiene como 30! ¡OH DIOS MIO!

Mis ojos no podían ver eso, era demasiado repugnante.

Comenzaron mis ganas de vomitar.

<Esta bien, debo tranquilizarme, y hacer oídos sordos.>

Busque en mis contactos a Lucía, y comencé a grabar un audio, donde al estar todo en completo silencio, se podían oír perfectamente los sonidos.

Después de 7 segundos de grabación se lo envié, con una invitación a su funeral, porque al salir de allí la mataría.

Mi celular vibró y leí el mensaje.

<Lu,

   a las 10:46 am>

"q tan hot estan?"

<Ana,

   a las 10:47 am>

"Un 9 en la escala del 1 al 10 :ssssssssss *vomitaré*"

<Lu,

   a las 10:48 am>

"¡IRÉ A JODERLOS! >:DDDD"

Ay no...Controlé mis ganas de reír, y espié desde mi lugar como una sombra pasaba corriendo por las persianas bajas de la oficina.

-¡Director! ¡Director!-Lucía golpeó la puerta muchas veces, haciendo que la profesora terminara de culo en el suelo, y con un susto de puta madre.

El director abrió los ojos, y miró a todos lados...¿por alguna extraña razón?

Se acomodo su camisa, señalo debajo del escritorio y abrió la puerta, corriendo el rápidamente a tapar con sus piernas a su amiga.

Con una velocidad nivel dios, le escribí un mensaje a Lucía con cortas palabras diciendo quien estaba abajo.

-¿Qué ha pasado, señorita Bianchi?-ella pestañeo varias veces, y lo miro desconcertada.

-Me ha mandado la profesora de lengua, ha dicho que venga aquí urgente...pero, ahora que lo pienso, no me ha dicho porqué razón.-lo miró con sus ojitos de 'Soy rubia, lo siento'.

Creo que jamás podré mirar a los ojos a alguno de estos dos.

Miró su teléfono, y con ojos de gatito con botas, se paró.

-Oh, lo siento. De seguro interrumpo su trabajo, miles de disculpas.-él nego, levemente nervioso por tener a Lucía frente a él en un momento como aquel.-¿Un abrazo?-sonrió mostrando sus dientes.

Mi yo interior se carcajeaba de risa, mientras yo estaba roja tratando de aguantar.

Maldita Lucía, no podía estar más loca.

-N-no, no, pu-puedes irte, fuera.-

Otra sonrisa apareció en el rostro de mi amiga.

-Bueno, de todas formas, resulta que recordé la razón por la cual vine. La profesora de lengua me ha mandando, porque ha habido una explosión en el laboratorio.-Verla hablar tan seriamente, volvía la situación más graciosa.-Acompáñeme, por favor.-

Él se removió nervioso en su sitio mientras unas gotas de sudor caían por su rostro.

-Espera afuera, Lucía. Ya voy.-ella asintió saliendo por la puerta.

Un sonoro suspiro escapo de la boca del hombre que era mas 'respetado' en la escuela.

Ahora entiendo porqué.

Su acompañante, mi profesora de biología de 2do año, salio de debajo del escritorio, acomodo su camisa, su falsa, se peino y salio de allí como si nada.

Woah.

El director imito sus acciones, y con un gruñido se esfumo.

<Lu,

   a las 11:07 am>

"Tienes menos de 5!!"

Tomé la foto con mis manos y volví a analizarla.

Ella, definitivamente, era April.

Y eso solo significaba una cosa. Luke la conocía desde antes, y eso...no me gustaba para nada.

Con agilidad, abrí la carpeta y busqué el nombre de la arpía menor.

Me dirigí a la parte familiar, y allí estaba.

Jean Mathews.

'

Podría reconocer ese nombre en cualquier lugar.

Madre de Logan, y según lo que dice aquí, madrastra de April.

Mi estupefacción era increíble.

Logan Weyland y April Barren eran, al fin y al cabo, hermanastros. 

Pero ese no era el problema, el problema era que si Logan y April eran hermanastros, eso hacía a April y Luke ¿primos?

Ademas, la foto era vieja, él la conocía desde hace bastante tiempo.

Bien.

Aunque quería salir de aquí no podía, seguía pegada a esos papeles sin poder creerlo.

Había olvidado la casi aventura sexual de mi director y mi profesora, había olvidado los cinco minutos que tenía para irme, solo estaba la imagen de Luke y April.

¿Habrá pasado algo?

Ahora que lo pensaba, las cosas comenzaban a atarse.

El día de la fiesta, donde vi a Logan coquetear con una chica...era obvio que estaba en esa fiesta gracias a April, pero Luciano lo disimulo.

Cuando April se sentó con Luke el primer día...frunci el ceño, ejonada.

¿Qué tan grande era su relación?

Las preguntas no paraban de acecharme.

Pero se detuvieron cuando la puerta se abrió y un par de ojos azul verdoso se encontraron conmigo. 

Fortsæt med at læse

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