Yo y mi mente despistada. Estaba totalmente segura de que el miércoles era fiesta y que la celebración sería el martes por la noche, incluso llamé a Scott para preguntarle la hora a la que habíamos quedado por que no me acordaba. Y no me extraña, porque no habíamos quedado, no os imagináis la desilusión que me llevé. Después de eso y lo del twitt de Louis estaba un poco alterada, pero llevaba un tiempo sin dormir bien, por lo que en media hora caí profundamente dormida.
(...)
Hoy era el día. Hoy iba a beber más que nunca, iba a pillarme la borrachera más grande de la historia, porque hoy era el día en el que anunciaba al mundo que estaba trabajando para One Direction. Estaba dándome los últimos toques antes de irme a clase, me miré por última vez en el espejo antes de salir. Llevaba, unos skinny jeans en color menta, un jersey entre beige y blanco con una flor grande de color morado pastel en medio. El jersey era un poco corto por lo que se podía ver mi ombligo. También llevaba unas converse blancas, mochila negra con pequeñas cruces en blanco, pendientes negros, pulseras color menta y plateadas, y un moño desecho. Cojí todo y salí en dirección a la casa de Scott. Tardó un poco en salir, como de costumbre, pero por fín apareció.
- Buenos días pequeña! ¿Estas nerviosa?- Me miraba divertido porque sabía lo ilusionada que estaba. La noche anterior estuvimos 2 horas hablando por teléfono, bueno, básicamente yo hablaba de como fue conocer a los chicos y el reía y escuchaba.
- Buenos días a tí también! Y sí, estoy demasiado nerviosa, no sé si decirlo hoy a la hora de comer o por la noche en la fiesta...
- Yo creo que a la hora de comer deberías anunciar lo de la fiesta, que todos sepan que tienen que ir al Zero hacia las 12 de la noche, y que tienes que contar algo muy importante.
- Humm... es una buena idea...!!
Seguimos así hasta que llegamos al instituto, pero en la entrada había más paparazzis de lo normal, y algún que otro reportero. Miré un poco asustada a Scott, a lo que este tomó mi mano dándome ánimos. Cuando salimos todos se abalanzaron sobre mí, haciéndome mil preguntas sobre por qué el otro día estaba en las oficinas en las que One Direction trabaja, o de qué los conocía o con quien estaba saliendo... Menos mal que Scott estaba ahí y que Paul le enseño algo de su trabajo, que si nó estaba segura de que no iba a sobrevivir a eso.
A empujones conseguimos entrar al instituto y todos me miraban con cara rara, extrañados. A lo lejos ví que Bethany venía corriendo hacia nosotros, preocupada.
- _____! ¿Estas bien? ¿Que es toda esa locura? ¿Que has hecho esta vez?
- ¿Por qué se supone que debo de haber hecho algo malo?- Contesté algo enfadada.
- ¿Te acuerdas de la última vez que se montó algo así? Fue porque por la noche te pillaron comprando MDMA (una droga) y a la mañana siguiente pastillas antibaby!- Dijo haciendo un poco de madre. Vale ahí me había pillado, pero no era mi culpa, fue Scott qué se olvidó de comprar condones! Cuando Bethany sacó el tema pude notar como Scott se ponía rojo, todabía no se había perdonado. Reí un poco antes de contestar.
- Si lo sé Beth, pero esta vez no he hecho nada malo, es más, te vá a encantar la noticia!
- ¿A sí? ¿Y cual es?- Preguntó como su tuviera 5 años.
- Aaa... Te lo diré esta noche, en el Zero.
- Uii, pues sí que tiene que ser importante! Anda _____, dame una pista...- Dijo haciendo un pequeño puchero.
- No! No te lo puedo decir, o estropearé la sorpresa...
- Venga anda, solo un poco...
El día fue interminable, si con Bethany no tenía suficiente, cuando a la hora de comer se lo dije a todos mis amigos estaba que me moría. Acabé con dolor de cabeza y escondida en el baño con Scott, ya que se dieron cuenta de que el también sabía el secreto y no dejaron de torturarle.
- ¿Como saldremos de aquí?- Pregunté.
- Solo queda la última hora, así que cuando el timbre suene para que todos entren a clase, saldremos e iremos a casa. Así matamos dos pájaros de un tiro.
- ¿Por?
- Tengo biología a última hora.- Los dos reímos pero pronto nos callamos ya que había más gente en el baño. En unos 5 minutos sonó el timbre, esperamos 3 minutos más y salimos de nuestro escondite para pasear por los desérticos pasillos y entrar en mi coche.
Conducimos directos a mi casa, ya que en la de Scott estaría su madre y ya de paso elegiríamos mi ropa para la noche. Aparqué el coche, después de esquivar unos cuantos fotógrafos en la verja de mi casa. Entramos en casa y nos dirigímos directos a la cocina.
- Come lo que quieras!- Le dije a Scott que ya tenía la cabeza metida en el frigorífico, mientras que yo me preparaba un té.
- ¿Solo comerás eso?- Me preguntó Scott masticando un enorme trozo pizza que sobró la noche anterior. Yo reí ya que tenía media pizza fuera de la boca.
- No, pero si bebo esto antes, luego no tengo tanta hambre y no como tanto.- Sí, lo sé, estaba bastante metida en eso de la vida sana, el deporte...
- Humm... mientras que comas algo!
- Tranquilo papá, que sí que voy a comer.- Dije mientras sacaba pollo de la nevera. Lo cociné mientras hablaba con Scott de las cosas que necesitaríamos a la noche mientras escuchábamos la radio de fondo. De pronto la nueva canción de los chicos, Best Song Ever, empezó a sonar y yo empecé a cantarla a pleno pulmón y saltando por toda la cocina. Al acabar la canción, el locutor de la radio comenzó a hablar, "Como nó, nuestros chicos no podían faltar el día de hoy! Y hablando de estos... la red ha enloquecido con la que podía ser su nueva estilista ____ Ryan, hija del famoso empresario Jonh Ryan y la diseñadora Anne Smith. Ella aún no ha hecho ninguna declaración, ni tampoco han dicho nada los chicos, pero conociéndola, si este rumor es cierto, seguro que tendremos fotos de ella esta noche festejándolo! Bueno pues habrá que esperar hasta mañana... y seguiremos con otra canción..."
- Pues sí que me conocen sí!- Los dos empezamos a reír mientras nos dirigíamos a mi habitación.- Vale Scott, siéntate en la cama, me voy probando vestidos y tu me das tu opinión de tío!
- Si tranquila, ya se como funciona esto.- Entre en mi vestidor. Era verdad, siempre que había una fiesta (que solía ser todos lo sábados) lo tenía un buen rato decidiendo el vestido que me pondría. Pero no se podía cejar, siempre se lo agradecía bien ;) ya me entendéis...
Me prové un millón de vestidos, y Scott simplemente asentía en todos utilizando la misma frase en todas "Si, te ves bien así!". Ni siquiera intentaba disimular! Rebusqué un poco más hondo en el vestidor y encontré en vestido perfecto. Era blanco, ajustado al cuerpo y con mangas, pero tenía toda la parte trasera a la vista, y cadenas doradas cruzaban mi desnuda espalda. Salí con esa y Scott simplemente enmudeció.
- Perfecto, tenémos vestido!- Dije riéndome mientras me lo quitaba y me dirigía desnuda a la ducha. La verdad es que no me importaba mucho que Scott me viese, me había visto muchas veces desnuda, pero es que estaba un poco nerviosa y estresada, por lo que un poco de sexo en la ducha no me vendría nada mal.
Y como predije, no me defraudó. Scott era increíblemente bueno haciendo el amor, y si además le añades el incentivo del vestido y el paseito desnuda... Acabas necesitando dos cafés cargados para aguantar la noche. Me sequé el pelo mientras bebía mi café y Scott se íba a su casa a vestirse. Me dirigí a mi cama y me puse el vestido cuando mi móvil empezó a sonar, era Beth.
- Hola querida! ¿Que tal?-Pregunté.
- Todo genial amor! Pero tengo un pequeño problema... no sé que ponerme!
- Bale no pasa nada, ven a mi casa, te prestaré algún vestido mio!
- No sabes como te adoro en este momento ____! Estoy ahí en 10 minutos! Te quiero!
- Vale loca! Yo también te quiero.- Cuando fuí a dejar el móvil en mi cama el timbre sonó. No, Beth no puede ser tan rápida! Vale que le encanta fisgonear en mi vestidor, pero para tanto... Cuando por fín bajé me encontré con un sonriente Scott, ya vestido para la fiesta.
- Ah Scott, eres tú!- Dije dándole un abrazo, como si nuestra sesión de sexo en la ducha nunca hubiese existido.
- Claro, ¿quien si nó?
- Es que Beth vá a venir ahora, no sabe que ponerse y le voy a prestar algo.
- Oh, perfecto!- Subimos a mi cuarto y empecé a peinarme, Hice algunos rizos dándome un poco de volumen y dejandolo suelto, un poco loco. Empecé con el maquillaje cuando Beth llegó y desapareció en mi vestidor, así que seguí con lo mio mientras que Scott tocaba la guitarra y cantaba algo. Me puse la base, y maquillé mis ojos con negro, un poco exagerados, y los labios los dejé naturales, solo con un poco de gloss. Me puse unos pendientes dorados y tacones negros con detalles también dorados. (En los comentarios habrá links en las que aparece toda la ropa, merece la pena) Cuando ya iba cogiendo mi bolso Beth apareció totalmente preparada de detrás de la puerta del baño. Llevaba, un mono negro, corto y ajustado con la parte de arriba de encaje, tacones rojos con suela dorada, pendientes también dorados, las uñas y los labios de rojo, y el pelo ondulado. Hoy sería una buena noche.
Bajamos y nos dirigimos en mi coche a Zero. Ya había mucha gente dentro y también en la cola, pero lo que más me sorprendió fue la de fotógrafos que había. Nada más salir, empezaron ha hacernos fotos, y como no, lo aprovechamos para entrar sin pegar ni esperar. Nos hicimos unas cuantas fotos, y el portero nos dejó pasar, hasta nos llevó a una zona V.I.P.!
Empezamos a beber y poco a poco todos mis amigos llegaron. Después de un largo tiempo bebiendo, hice lo típico de golpear suavemente una copa de cristal para llamar la atención. Después de unos minutos intentando que se callaran me dí cuenta de que con la mísica no me oían, ya lo sé, tendría que haberme dado cuenta antes, pero en ese momento me pareció bonito lo de la copa y me hacía mucha ilusión! Al final opté por la única opción que me quedaba, mi preferida, gritar.
- HABER!!!- Como nó, todos se quedaron mirándome, los más borrachos con cara de intriga y los demás riéndose.- No sé si os acordáis, pero estamos aquí por que os tengo que contar una cosa.
- A sí es verdad!
- Sí, sí ya me acuerdo!
- ¿Que ha dicho?
Simplemente no tenían solución, así que sin más dilación, empecé a hablar.
- Bueno lo primero, está prohibido hablar hasta que yo acabe.- Tenía que gritar para que todos me escuchasen pero los que más lejos estaban de mí eran los que más borrachos estaban, por lo que no oirían ni con un sonotone, por lo que seguí hablando.
- Todos sabéis como me gustan los chicos de One Direction, y todos sabéis como me gusta la moda.- Hice una pausa mientras que todos (los medianamente sóbrios que quedaban, que eran más bien pocos) asentían.- Bueno pues _____, osea sé, yo, he conseguido un trabajo como estilista personal de One Direction!
Nada más acabar la frase, mil gritos lo siguieron. Todos se abalanzaron sobre mí haciéndome demasiadas preguntas. Después de un buen rato acabé de contarlo todo, así que me levanté a por una copa, ya que necesitaba caminar un poco para asegurarme de que aún podía beber esa copa sin que vomitase. Salí de nuestro sitio V.I.P. y me dirigí hacia la pista de baile, pasando por otros sitios también reservados. Noté como me miraban pero simplemente los ignoré. Llegué a la barra y me fijé en el camarero. Siempre que veníamos al Zero yo venía ha este lado de la barra porque estaba locamente enamorada del camarero.
- Hola preciosa, ¿que te sirvo?- Me preguntó el camarero con una sonrisa blanca y perfecta. Justo cuando iba a contestarle una voz masculina me cortó.
- Un malibú piña.
Esa voz, esa voz de la que me enamore, esa voz que me paraliza pero que al mismo tiempo hace que todo en mi interior baya mil veces más de prisa, esa voz que hace que todo mi cuerpo empiece a temblar. Me dí la vuelta solo para darme cuenta de mi gran error, porque ahí me encontré con esos ojos que adoraba. Los que me hacían soñar, los que me hacían llorar, los que me lo transmitían todo, en los que me perdía sin querer que nadie me encontrase.
Esos ojos que me enamoraron, esa sonrisa de la que estoy enamorada, esa persona que siempre amaré.