Mi teléfono suena en algún lugar pero estoy demasiado perezosa como para levantarme a contestar, agarro una almohada y la coloco encima de mi cabeza. El sonido no se detiene, es demasiado estresante.
Ahogo un grito y me desprendo de las sábanas de una patada.
¿Dónde está Justin?
Sigo el sonido del apartado del diablo y lo veo vibrar en la mesa de la televisión.
¿Como llego hasta allí?
Me levanto bostezando y camino hasta el, la foto de Justin con su bella sonrisa se ilumina en la pantalla.
-¿Hola?- respondo confusa.
-Estaba esperando a que te levantaras sola pero al parecer era algo que nunca iba a pasar- su voz es demasiado baja.
-¿Dónde estas?- pregunto.
-En algún lugar pero ese no es el caso ahora.
¿Qué? ¿Se a ido?
-¿Quieres jugar?- su voz de niño me alegra el alma.
-¿De que clase de juego estamos hablando?- intento seducirlo con mi voz pero fracaso en el intento.
Rie al otro lado del teléfono.
-No vayas por ese camino o arruinaras esto- dice conteniendose.
-Me estas asustando...
-No tienes porque.
-Entonces habla rápido- salgo de la habitación en silencio para intentar buscarlo.
-Ni se te ocurra salir de la habitación- amenaza cuando pongo un pie fuera.
Miro hacía todos lados.
-¿Me estas mirando?
-Tal vez.
Retrocedo hasta volver a la cama donde me siento.
-Te escucho.
-Sólo quedan tres días para Navidad y como me iré mañana vamos a simular que hoy es nuestro 25 de diciembre, ¿ok?
Es como un niño, lo amo.
-Ok- acepto demasiado feliz.
-Ahora mismo tienes que ir a la habitación de visitas- escucho atentamente y estoy a punto de salir corriendo- tranquila- dice- déjame terminar.
Al parecer si me está mirando pero, ¿por dónde?
-Como seguía diciendo... en la habitación de visitas vas a encontrar algo y ese algo te indicará a donde debes ir después, así hasta que llegues a mi.
Esos datos me llevan a un tiempo pasado.
-¿Una búsqueda del tesoro?
-Llámalo como quieras.
-Si el tesoro eres tu no tardaré mucho...
-Eso espero, mi amor.
Lo siguiente que escucho es el pitido de que la llamada a terminado y me faltan pies para salir corriendo hasta la habitación de invitados.
Al entrar lo que veo sobre la cama me deja helada.
Encuentro un sobre entre tanto maquillaje y lo abro temblorosa y emocionada.
"Se que te he dicho muchas veces que odio verte con estas cosas sobre el rostro porque tu eres hermosa pero también se que te encanta y lo único que quiero es hacerte feliz.
Piensa en la última vez que fuiste mía y llegarás a la próxima parada..."
Busco en mi cabeza y no necesito mucho tiempo, corro hasta el vestidor y me sorprendo al ver lo que esconde el lugar.
Rio como una loca desquiciada buscando otra nota entre tantas bolsas.
"Me encanta verte enfundada en mi ropa cuando te levantas pero mentiría si dijiera que no te ves bien en un vestido de diseñador. Al fin y al cabo eres una de las mejores modelos que he visto y esto es lo que debes usar siempre.
Te espera algo en la habitación de Robert"
Me gustaría sentarme y mirar que hay dentro de las bolsas pero ya tendré tiempo para eso, ahora mismo sólo quiero llegar a sus brazos.
Al entrar a la habitación de Robert el esta sentado frente a su ordenador, sonríe sabiendo lo que sucede y señala el sillón de la esquina, donde veo un gran oso y una caja llena de rosas blancas.
-Pensé que era más maduro- se burla Robert mirando mi rostro de amor.
-Seguramente mañana le haces lo mismo a Telana así que callate- respondo y camino hasta mi tercer regalo.
En mitad de todas las rosas hay una caja negra, la cual abro y deja ver un precioso collar ancho pegado a una bandana y detrás de eso otra nota.
"Algún día pondré de moda estas cosas y quiero que tu te veas preciosa conmigo.
Ignora lo del peluche, lo elegio Maejor y se que no son tu mayor fascinación pero ya que.
¿Y si corres a la habitación de Esther?
Si, Esther tiene su propia habitación en la casa.
-¿Qué dice la nota?- pregunta Robert- para darle la misma a Telana.
Le lanzo una rosa sonriendo y voy a la próxima parada.
Abro la puerta con mucho cuidado por si Esther está dormida.
Lo sabía, la pequeña duerme cómodamente en su cama pero de todas formas levanta las orejas al escucharme entrar.
-Hola, mi amor- saludo como si de un niño pequeño se tratara.
Mueve el rabo emocionada y corre hasta mi.
-Vamos a ver que a dejado tu padre por aquí- susurro cogiendola en brazos.
Enciendo la luz para buscar la próxima sorpresa y la encuentro en la alfombra al otro extremo de donde estoy.
Es una caja en forma de corazón.
¿Qué tendrá dentro?
-Vamos a averiguarlo- me respondo a mi misma.
Dejó a Esther en el piso aún que me sigue a donde voy y ambas nos sentamos sobre la suave alfombra de la habitación.
La tarjeta está sobre la tapa de la caja y es lo que abro primero.
"Tu endulzas mi vida cada día y se que yo no lo hago con la tuya tan a menudo, debes perdonarme eso así que quizás esto ayude a mi labor.
No tienes ni idea de cuanto te amo. Ya queda menos para tenerte entre mis brazos, ve a nuestra habitación"
Abro la caja para entender el mensaje.
Todo está lleno de chocolates y golosinas, mis favoritas en especial, tomo una barra de Kinder y salgo de la habitación después de dejar la caja encima de la mesa para que Esther no la destruya.
Cuando salí de nuestra habitación no había nada, eso quiere decir que a estado merodeando por aquí.
Al entrar a la habitación me doy cuenta que si, su perfume está en todo el lugar y para mi es el paraíso.
Sobre la cama hay una caja deChristian Louboutin y sobre la caja unos hermosos tacones negros.
Me enamoro al instante de verlos y me sorprendo al saber que fue Justin quien lo eligió.
Busco la siguiente pista que encuentro dentro de la bolsa.
"Tendrías que ver lo increíble que te ves sobre unos tacones.
Ojala pudieras verte a través de mis ojos, sólo de esa forma entenderias como me haces sentir.
Ven ya hacía mi, te espero donde siempre me encuentras cada mañana"
-Donde siempre me encuentras cada mañana- repito intentando adivinar- la sala de juegos.
Claro que si.
Me bajo de la cama y voy escaleras abajo.
Muero por abrazarlo y decirle lo mucho que lo amo.
-Te estarás preguntando, ¿dónde diablos esta la pizza?- su voz se escucha antes de que entre.
-La verdad es que si- respondo riendo.
Entro y lo veo sentado sobre la mesa de billar, y encima del sofá negro, justo a su derecha hay más de quince cajas de pizza.
-No se que abrazar primero- digo mirando las cajas.
Justin rie, mi sonido favorito en todo el mundo.
-Hay otra nota- me avisa señalando las cajas.
Camino lentamente hasta donde señala y agarro la nota.
"Espero que recuerdes que está no es la primera búsqueda del tesoro que hacemos y espero que tampoco sea la última.
Quiero y estoy dispuesto a intentarlo contigo toda la vida, porque has sido tu quien le a dado otro sentido a todo esto, sin ti no se que seria de mi ahora.
Podría acostumbrarme a comer pizza contigo todo los días de Navidad si así tu lo quieres.
Te amo"
Siento mis ojos llenarse de lágrimas.
-Te amo- ahora su voz es real.
Levanto la mirada y veo su hermoso rostro mirarme con ternura, no lo pienso más y me lanzo a sus brazos, esos brazos en los que me siento totalmente protegida y amada.
-¿Te a gustado?- pregunta después de un rato.
-Estas loco.
-No es una novedad.
Ambos reimos y lo abrazo más fuerte.
-No he tenido tiempo de ver cada regalo- le digo- pero gracias por todo, es tan perfecto.
-No tienes que agradecer nada, es algo que hago con todo el amor del mundo.
¿Cómo puede ser tan perfecto?
-Quisiera uno más- digo algo tímida.
-¿A si?- pregunta mirándome a los ojos.
-No es lo que estas pensando- respondo al ver su mirada pervertida.
Hace pucheros y yo suelto una carcajada.
-Dime que quieres- exige impaciente.
-Quiero que cantes para mi- respondo.
Se queda mirándome confuso.
-¿En un concierto?- pregunta feliz.
Niego rápidamente.
-Bueno, algo así... ¿quizás hoy en la reunión en casa de Tyga?- pregunto.
-Será todo un placer amor mío- responde dejando un tierno beso sobre mis labios.
Yo también tengo una sorpresa para él...
♡
-Me dio unos tacones absolutamente hermosos- le cuento a Kylie la sorpresa de hoy.
-Es muy tierno cuando quiere- confirma Kendall.
-¿Y tu que le vas a dar?- pregunta Robert con el vaso en la mano.
-Esta a punto de llegar- respondo.
-¿Aquí?- pregunta Kylie sorprendida.
Asiento mirando mi teléfono para estar al tanto, Camila aún no a escrito.
-¿Qué cosa?- la impaciencia de Robert me causa risa.
-Ya lo verás.
El teléfono vibra encima de la mesa.
Bae:
¿Lista?
El mensaje me confunde y lo busco por los alrededores, lo encuentro mirándome en el jardín con el teléfono en la mano.
Tyga le entrega un micrófono que enciende y sopla para ver si funciona.
-¿Podría todo el mundo pasar al jardín?- dice atraves del aparato pero sin dejar de mirarme.
Esta haciendo lo que le pedí esta mañana y ahora que lo pienso es bastante vergonozo, nunca me a gustado ser el centro de atención.
Todos nos levantamos y vamos hasta el jardín.
-Alguien muy especial me pidió esta mañana que cantará- comienza a hablar.
-¡Si no nos dices el nombre nunca lo vamos a adivinar!- grita Kylie riendo y mirandome.
Todos hacen lo mismo y yo no hago más que taparme el rostro.
-Bueno, esta canción no es mía pero tiene un gran significado.
Las notas musicales salen de los altavoces apoderándose del lugar y no es hasta que comienza a cantar que me doy cuenta de que se trata de "Run Away With Me" de Carly Rae Jepsen.
Su voz es increíble y su forma de cantar lo hace único, la pasión y dedicación que le pone no tiene descripción.
Cuando termina salgo corriendo a sus brazos.
-¿Feliz?
-Desde el primer momento que te conocí- respondo y él besa mi cabeza.
Antes de que nadie más diga nada mi teléfono suena, dandome la señal de que su regalo a llegado.
-Yo tambien tengo algo para ti- le digo tirando de su brazo para que salgamos.
-Ya a llegado- escucho la voz de Robert que hace que todos nos sigan.
Salimos a la noche fría, justo donde está el regalo.
-Feliz Navidad- susurro en su oído.
Ver su reacción es lo único que necesito para saber que le a gustado.
-¿Qué? ¿Es en serio?- pregunta abriendo la boca.
Es totalmente un niño.
Baja las gradas y se acerca al Ferrari azul matizado que está en mitad de la nada.
Hace algunos días lo encontré mirando ese mismo coche en su teléfono y no fue difícil conseguirlo gracias a algunos contactos de Kendall.
-Estas loca, Baldwin- Kendall me abraza mirando la escena.
Robert y Maejor se unen a Justin apreciando el coche.
-Debes de hacerme una foto, bro- le dice Justin a Maejor aún emocionado.
-Creo que te lo he dicho muchas veces pero... ¡Eres perfecta!- Justin corre hacia mi y me eleva en sus brazos.
-Me alegro de que te guste- respondo cuando vuelvo a tocar el piso.
-Es exactamente lo que quería.
-Lo se- admito enredando mis manos en sus brazos.
-No voy a soportar no tenerte estos días...
No me lo recuerdes...
♡♡♡♡
¡No puedo creer que ya sean 114 capítulos! Jajaja ¿En que momento escribí tanto?
Una vez más muchas gracias por apoyar esto y seguir conmigo en cas capítulo, no saben cuanto lo aprecio.
Las adoro♡