Son las once de la mañana y al despertar me doy cuenta de que estoy acostumbrada a abrir los ojos y ver su bello rostro o su espalda y ahora mismo no está.
Que decepción, me encantaría darle un beso de buenos días y decir lo mucho que lo amo.
Alcanzo mi teléfono que está sobre la mesilla de noche y lo desbloqueo con todas las ganas de contarle como me siento.
Hails:
¿Y si te digo que hoy te extraño más que nunca y no estas cerca para besarte y decirte cuanto te amo?
Bloqueo el teléfono imaginando que aún está dormido y salgo de la cama para comenzar el día.
Cuando salgo del baño el teléfono suena indicando que un nuevo mensaje a llegado y el sonido se repite unas cuatro veces.
Me lanzo en la cama con la toalla blanca en el cuerpo y el teléfono en la mano.
Justin a respondido pero Kendall es quien a mandado todos los mensajes.
Bae:
¿Y si te digo que tengo ganas te subirme al jet e ir a verte ahora mismo?
Hails:
Por favor 😔
Kendall:
¡Fiesta está noche!
Kendall:
Ahora te mando la dirección.
Kendall:
Más te vale decir que si.
Kendall:
A las seis te quiero ahí.
UBICACIÓN.
~
Bae:
Llego esta noche a eso de las doce, Kendall me a dicho que saldrán, espero verte en casa cuando llegue.
Hails:
No tengo muchas ganas de salir pero ya sabes como es Kendall, estaré aquí cuando llegues. Ten un buen día, te amo.
Bae:
Te amo más.
Llamo a Camila para estar al tanto de los planes de hoy, tengo reunión en la agencia a las dos y el resto del día libre.
-¿Hails?- la voz de Robert resuena en el pasillo.
-Estoy en el estudio- respondo en alto para que pueda escucharme.
Entra enfundado en ropa deportiva y sudando a más no poder.
-Pensé que no estabas en casa.
-Estoy a punto de salir- respondo.
-¿Dónde vas?
-A la agencia.
Musita un simple 'oh' y se que quiere pedirme algo pero no sabe como hacerlo.
Vamos a ayudarlo.
-¿Qué quieres?
Me sonríe avergonzado.
-Te conozco demasiado bien.
-Eso veo- responde acariciando su brazo derecho.
-Habla, tengo sólo cinco minutos- murmuro mirando la hora en mi reloj.
-Quiero hacer una fiesta en casa- dice y lo miro estupefacta.
-¿Por qué?- pregunto- ¿qué celebramos?
-¿Hay que celebrar algo para hacer una fiesta?
-Si.
-El cumpleaños de Telana- miente.
-Telana cumple años en Agosto.
Es mi amiga, Dallas.
Me mira buscando otra forma de convencerme.
-¿Cuándo?- le doy la oportunidad.
-Esta noche.
¿Qué? No, eso si que no.
-Ni hablar- suelto rápidamente- Justin llega esta noche y no quiero recibirlo con una fiesta de locos.
-No será mucha gente.
Me rio irónicamente.
-Te conozco, así que no.
-Si no fuera por él...
No lo dejo terminar.
-Ni se te ocurra decir eso, si quieres alquila otra casa y ponla a mi cuenta pero aquí no- doy mi última palabra y salgo de la habitación.
-¡Gracias!- reclama a mis espaldas con su voz de niño resentido.
Enfadate todo lo que quieras.
Doy un portazo al salir para que sepa que él no es el único enfadado y subo a mi coche para empezar el día de mal humor gracias a mi mejor amigo.
♡
Hails:
Voy llegando.
Respondo al mensaje exasperado de Kendall en un semáforo.
Son las seis y media y aún no estoy con Kendall.
No he sabido nada de Justin en todo el día, llame a Mike en uno de los ataques de desesperación y me dijo que todo estaba bien así que eso me dejo un poco más tranquila, sólo quiero que llegue la noche para verlo.
Cuando estoy exactamente donde el GPS me indica llamo a Kendall.
-Sal a por mi, estoy fuera- digo al escuchar su voz y la música de fondo.
-Estaciona detrás, busca mi auto y al lado hay una plaza libre, estoy saliendo- responde.
Hago lo que me dice intentando encontrar su auto a la adivina porque no se que auto a traído hoy, la encuentro a ella primero junto a su Mercedes blanco.
-Si me hubieras dicho que coche tenías hoy era más fácil- respondo al ver su rostro molesto.
-Llegas cuarenta minutos tarde- reclama.
-No creo que se acabe el mundo por eso- bufo lanzando la puerta de mi coche.
-¡Hey!- se sorprende mi amiga- dime que no es el efecto de no tener a Bieber a tu lado.
En su gran parte si, amiga mía.
-Todo es culpa de Robert- respondo.
-¿Qué a pasado?
Le cuento la pequeña historia mientras caminamos hacia el lugar de donde proviene la música.
-¿Y que va hacer al final?- me pregunta tras sonreirle al guardia de la entrada que nos deja pasar rapidamente.
-No lo se- admito- no he hablado con él en todo el día. Yo estaba en la agencia.
-¿Y el vestido?- pregunta al mirarme de arriba abajo.
-Salí con vestido- respondo rodando los ojos.
No soy la clase de mujer que usa un vestido siempre, a eso se debe su sorpresa.
Entramos donde la música es más escandalosa y ya no podemos hablar, veo a lo lejos a los amigos de Kendall que sonríen al vernos y la fiesta comienza...
NARRA JUSTIN.
-¿Ya hemos terminado?- le pregunto a Alisson tras salir de la última radio.
Estoy completamente agotado, sólo quiero subirme al avión y estar cuanto antes en casa junto a Hailey.
-Sólo iremos al hotel a por las cosas y listo- responde y yo suspiro.
-¿Pueden ir ustedes solos?
-Te va a dar lo mismo, tendrás que esperar hasta que lleguemos para despegar- responde Kristina.
-Pero puedo dormir hasta que ustedes lleguen- agrego molesto de que no me dejen hacer lo que quiero.
-Ok- se resigna Alisson sabiendo que no daré mi brazo a torcer.
Me subo al auto solamente acompañado de Mike y Nick, apoyo mi cabeza sobre el frío cristal y coloco mis audífonos para escapar de los gritos de fuera.
Escondido en mi propio mundo.
Miro la hora, las nueve, si todo sale bien a las once llegaré a casa.
Una vez puesto un pie en el avión voy directo a la pequeña cama que tiene y entro en un profundo sueño del que no me despierta nisiquiera el sonido del despegue.
Me despierto una hora y media después, cuando mi iPhone suena sin parar en mi bolsillo.
-¿Qué diablos pasa?- pregunto molesto.
-¿Ya has llegado?- la voz de Scooter penetra mis tímpanos.
-No- bufo- no se ni donde estamos.
-¿Y Mike? Lo he llamado diez veces y no responde.
-Quizás está durmiendo como yo hace un rato- respondo.
Scooter no dice nada sólo cuelga la llamada.
Hoy no está de humor y yo tampoco.
Me levanto y voy al baño a lavarme la cara para aterrizar fresco.
Mirándome al espejo recuerdo que no he hablado con Hailey en todo el día y eso está mal. Mike me dijo que lo llamo para ver si todo iba bien en mitad de una entrevista.
Me lanzo a la pequeña cama de nuevo para agarrar mi teléfono e ir a ver que pasa fuera.
Al salir encuentro a todos dormidos, menos a Nick que tiene la Mac encendida sobre sus piernas.
Me saluda con un movimiento de cabeza y yo respondo con un sonrisa, me siento frente a él y desbloqueo mi iPhone para mandarle un mensaje a Hailey.
Tengo una notificación de la nube.
¿Nuevas fotos?
Entro esperando encontrar fotos de Hailey con Kendall pero lo que encuentro en realidad me desmorona por completo...
Lanzó el teléfono sobre la mesa sobresaltando a todos pero me da realmente igual, me levanto, agarro una botella de tequila del aparador y regreso a la pequeña habitación del avión.
NARRA HAILEY.
-¡Kendall!- grito por encima de la música riendo por la broma que Bruno acaba de hacer.
Ella me mira con una sonrisa.
-Me tengo que ir- su respuesta automática es abrir mucho los ojos.
-Ni hablar- responde Oscar.
-Justin llega hoy y tengo que estar en casa- digo recogiendo mi bolso.
Kendall rueda los ojos.
-Voy contigo- dice sin querer quedarse sola.
Sonrio feliz de no tener que ir sola, aún que no he bebido ni una gota de alcohol es muy tarde para ir sola y hoy John no viene conmigo.
Nos despedimos de los chicos y salimos directo a mi coche con toda una manada de fotógrafos detrás.
Kendall sube muerta de risa y esa es la señal de que está un poco pasada de copas.
-¿Estas bien?- le pregunto entre risas, contagiada por ella.
-Genial- responde- aún que con la duda de si Robert hizo la fiesta o no.
Es cierto, Robert.
Desbloqueo mi teléfono para llamarlo y me entristese no saber nada de Justin.
Supongo que ahora mismo está viajando, son las once y él dijo que llegaría a las doce.
-¿Lo vas a llamar?- pregunta.
Asiento.
-Primero llamaré a Justin.
El manos libres del coche suena en alto y la llamada llega automáticamente al buzón de voz.
Exactamente, esta viajando.
Llamo a Robert que responde entre música y gritos.
-Más te vale no estar en casa- suelto asustada.
-Para nada, pequeña- dice en su felicidad, con el mismo problema de Kendall ahora mismo- estoy en la casa que dijiste que alquile y ponga a tu cuenta.
Será cabron.
-Más te vale no llegar a casa en mitad de la noche haciendo ruido.
-Tranquila, tengo esta casa hasta las doce de mañana, si quieres vienes a limpiar conmigo.
-Vete a la mierda.
-Eso pensaba- responde y cuelga.
Se las va a ver conmigo mañana.
El viaje se trata de cantar a todo pulmón junto a Kendall.
Cuando llegamos a casa y entro veo el furgón de Justin en la entrada.
-¿Ya a llegado?- pregunto sorprendida estacionando el coche.
-Eso parece- confirma Kendall-y va a estar muy molesto de verte llegar a estas horas.
La miro mal, sabiendo que eso puede ser muy cierto y bajo del auto.
Entro a casa seguida de mi amiga y Mike esta en las escaleras hablando por teléfono.
-Pensé que nunca llegarías- dice al verme.
-¿Y Justin?- pregunto dejando el bolso sobre la mesa de entrada.
-Arriba- responde señalando con su dedo- por tu cara puedo ver que no tienes ni idea de nada pero deberías de saber que algo en él no está bien- murmura Mike bastante confundido.
Espera, ¿qué?
-¿De que hablas?
-Si lo supiera te lo diría- suelta dejándome peor.
Lo miro extrañamente y subo corriendo las escaleras, si no llevará esto tacones subiría de dos en dos. Kendall me sigue los talones.
Abro la puerta de mi habitación y todo está a oscuras, solamente la luz de la mesilla de noche está encendida.
Busco a Justin en toda la habitación y lo encuentro sentado en el sillón de la esquina, cerca de la puerta al balcón.
Tiene una botella de licor en la mano la cual deja en el suelo suavemente cuando nos ve entrar.
Maldición, ¿qué diablos ocurre?
¿Esta ebrio? ¿Por qué me mira de esa forma? ¿Qué hice mal?
Doy un rápido repaso a los recuerdos de hoy y no aparece nada que me responda esta escena.
-¿J-Justin?- balbuceo asustada de cualquier cosa.
La respiración de Kendall sigue detrás de mi.
Al menos no estoy sola en esto.
Levanta la cabeza clavando su dura mirada en mis ojos.
-¿Dónde estabas, Hailey?- suelta firmemente, helandome la sangre.
-F-fui a una f-fiesta con Kendall- vuelvo a balbucear.
-¿Una fiesta?- plantea de nuevo la pregunta y al final suelta un risa macabra.
¿Es eso lo que le molesta?
Rompo las raíces que han crecido en mis pies y camino lenta pero valientemente hacia él.
-No te acerques- escupe levantando la mano con la palma abierta.
El corazón se me detiene.
-¿Qué diablos ocurre?- pregunto dolida.
-¡Explicamelo tu!- grita, perdiendo toda la paciencia.
Se levanta del sillón y empuja mi cuerpo dejando su teléfono sobre mis manos, su aliento irradia puro alcohol.
Esta ebrio.
Kendall se acerca muy rápido y mira a Justin como sólo ella sabe pero él sólo tiene ojos para mi.
Agarro el teléfono antes de que caiga cuando gira y me da la espalda caminando hasta el balcón.
Me muero por decirle a Kendall que vaya con él pero no lo hago, solamente miro el teléfono.
Una foto que me hice junto a Oscar y Bruno hace algunas horas esta en el teléfono.
¿Qué diablos? ¿Sólo por esta maldita foto? Nisiquiera estamos haciendo nada malo.
-Justin- bufo molesta, al saber de que va todo esto.
Él y sus ataques de celos.
-Mirame- vuelvo a pedirle aún sabiendo que no me va a hacer caso.
-Déjame sola con él- esta vez me dirijo a Kendall.
-¿Segura?- pregunta.
La miro con cara de "obvio".
Justin jamás me haría daño. No de forma física.
Lo piensa por unos segundos y luego abandona la habitación.
Yo dejo el teléfono sobre el sillón y me acerco a su cuerpo oscuro de frente al cristal de la puerta.
Toco sus hombros suavemente y su cuerpo se tensa bajo mis manos.
-No me toques- dice entre dientes.
Vamos a ver, tengo que tener dos cosas claras.
1.- en su mente piensa que lo he engañado.
2.- esta completamente ebrio.
Debo de actuar bien.
-No voy a tocarte si no quieres- accedo apartando las manos- pero quiero que me escuches.
No dice nada.
-Esta noche no paso nada, los chicos de la foto son amigos de Kendall y estoy segura de que tu los conoces porque no dejaban de hablar de ti, y ellos están al tanto de que tu y yo estamos juntos, nos hicimos esa foto con malicia... Si quisiera ocultarte algo no me hubiera tomado esa foto al saber que nuestras nubes están sincronizadas- trato de explicarle intentando llegar a la parte de su cerebro libre de alcohol.
Respira agitadamente y espero más de dos minutos hasta que por fin se da la vuelta.
-Te amo- susurro acariciando su rostro.
Esta vez no me rechaza.
-Has roto mi corazón- musita apoyando sus manos sobre mis hombros.
-No digas tonterías- pido feliz de que ya se comunique un poco más.
Nada de lo que diga bajo los efectos del alcohol son del todo cierto.
-Me engañaste y rompiste mi corazón- vuelve a repetir.
Su cuerpo cada vez pesa más y lo obligo a caminar junto a mi hasta la cama.
-No te engañé, jamás lo haría- le aseguro.
Abre los ojos y me mira por algunos segundos.
-Solamente- solloza- quería llegar a casa y abrazarte.
El corazón se me contrae, literalmente.
¿Esta llorando?
Lo abrazo sin importarme nada y lo acuno en mis brazos.
-Iba a estar aquí, me dijiste que llegarías a las doce y yo iba a llegar antes de eso para esperarte aquí pero jamás me avisaste que tu vuelo salía antes- me defiendo.
No dice nada, sólo hipea en mi cuello.
-E-estoy muy cansado, yo sólo quería verte y abrazarte- repite.
Mi pequeño bebé.
-Lo siento, mi amor- susurro llorando con él- de verdad lo siento.
¿Qué es lo que siento? Quizás nada pero lo digo para que se tranquilice.
Me duele tanto escucharlo de esa forma.
-Nunca me dejes, por favor- pide cada vez más inconciente.
-Jamás- susurro.
Lo acomodo en la cama y él se aferra a mi cuerpo aún despierto.
-Duerme, mi amor- le pido- descansa.
-Me rompiste el cora...- no termina de repetir su frase.
Sólo espero que mañana se olvide de eso.
-Jamás haría nada para hacerte daño, jamás- le aseguro abrazandolo.
Sólo hacen falta cinco minutos para que se duerma por completo.
Mañana se va a arrepentir de la borrachera pero se lo tiene merecido por celoso y exagerado.
Le saco la ropa con cuidado, dejándolo solamente en calzoncillos y bajo a hablar con Mike para que se quede tranquilo.
-Realmente te ama- comenta después de escuchar todo.
-Y yo a él- le aseguro.
-Me iré a dormir entonces- murmura.
-Hasta mañana, Mike- me despido.
Cuando estoy a punto de apagar todas las luces recuerdo a Kendall.
La busco por toda la casa hasta que la encuentro en la habitación de Robert completamente dormida.
Hoy a sido el día de embriagarse.
Entro a la habitacion y me acuesto al lado de Justin, su boca está un poco abierta y cada respiración impregna el aire de alcohol.
Lo abrazo por la espalda y apoyo mi mejilla en su costado.
Amo el aroma de su cuerpo.
Dejo suaves besos a lo largo de su columna.
-No... no me- comienza a hablar en sueños- no me dejes por favor, yo se que tu no eres como ella.
Esas palabras me confunden pero lo abrazo fuerte, trasmitiendole que jamás voy a ser como ella.
♡♡♡
Se acabó esta parte.
Capítulo largo, ¿qué les pareció?
Espero les guste.
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Las adoro♡