Capítulo siete: Encanto.
Jacob salió del aula dispuesto a irse a su casa de no ser porque cierta castaña se atravesaba justo al frente de él.
—Jacob—lo miró neutra—. Déjame pedirte disculpas, pero esto es por toda la clase. Así que perdónanos
Y después de decir esto se fue dejándolo completamente confundido.
Suspiró y se encamino a los casilleros en donde miró a sus amigos los cuales alistaban sus cosas, listos para irse.
—¿Les parece si regresamos juntos? —le preguntó a Logan y a Brent, un amigo de la clase.
Los chicos se miraron entre ellos y asintieron.
Salieron de la escuela y empezaron a caminar juntos por el lago que era la ruta para ir a la casa de Jacob.
—Todos nos hemos dado cuenta que estás pasando por hechos... extraños ¿No?
—Sí—volteo a verlo—. Tú... ¿Tú sabes por qué están ocurriendo? ¿Podrías decírmelo?
—Lo lamento... no puedo—agachó la cabeza—. Lo único que te puedo decir es que cosas terribles estarán pasando estos días...
—¿Qué tipo de cosas?
—Hoy... Channel pidió una reunión con toda la clase tres sin que estés tú. Solo queremos que estés preparado...
—No me dirás para que ¿Cierto? —Logan negó, Jacob suspiró—. No entiendo nada—Camino hasta el lago y se miró en el reflejo del agua—. ¿Puedo pedirte un favor? —Logan asintió—. Podrías darme una copia de la lista de la clase.
—¿Qué no tienes una? —Jacob negó—. Que extraño...
—Esto no puede ser así—susurró Brent, Logan lo miró confundido—. No voy a dejar que Channel nos imponga a todos sus ideas a la fuerza, no es justo para nosotros ni para Jacob. Jacob, si tú quieres, puedes preguntarme lo que quieras con gusto aclararé a todas tus dudas.
—¿¡Qué!? ¡Brent! ¿Estás seguro de lo que haces? —habló Logan alarmado, Brent asintió.
—Bien, entonces... ¿Alex existe?
—Alex...
Brent empezó a sudar mientras su cuerpo empezaba a temblar. Cayó al suelo mientras empezaba a convulsionar, jadear y salivar.
—¡Brent! ¡Brent! —gritó Logan desesperado yendo a auxiliar a su amigo.
Los ojos de Brent se desorbitaron mientras seguían convulsionando y sudando en el suelo.
Jacob miraba con horror la escena.
[...]
—¿Entendieron? Y ahora no olviden respetar las reglas de la clase.
Jacob entró al salón y se hizo un profundo silencio. Tenía unas ojeras muy grandes ya que había soñado con la muerte de Brent toda la noche, por eso había llegado tarde.
—¿Tienen alguna duda? —Dijo Thomas, Jacob iba a alzar la mano—. No, olvídenlo.
Jacob tocó el hombro de su compañero del frente.
—Hey, Shane ¿Hicieron algo?
Este solo optó por ignorarlo. Jacob arqueó una ceja confundido.
—Logan... ¿Qué pasó en la mañana?
Logan respiró profundo, se paró de su asiento y salió de la clase.
—¿Eh? ¿Qué está pasando?
Después de unas largas clases, el timbre sonó. Jacob sacó su celular y marcó el número de Bill. Inmediatamente respondió la operadora.
—El número que usted ha marcado está fuera de servicio.
Jacob colgó y giró sobre sus talones justo para encontrarse con Bill el cual subía tranquilamente las escaleras.
—¡Hey!
Bill lo miró unos segundos pero inmediatamente lo ignoro.
—Oye ¿Qué pas...?
—Lo siento...—susurró antes de irse.
Tocaba la última hora y Jacob regresó a su salón aún confundido por lo que estaba pasando. Se encontró con Paige y Will así que se acercó a ellos para hablarles.
—¡Will!
El peli azul volteo a mirar y sus manos empezaron a sudar.
—Ja...—Paige le dio un codazo antes de que pudiera continuar.
—Necesito que me acompañes a un lugar ¿Vamos?
—Si linda.
Y sin más salieron del salón dejando a Jacob solo. Un último intento, miró a Namie y a Channel que hablaban seriamente cerca del pizarrón.
—Chicas...—susurró.
Estás solo siguieron en lo suyo, ignorando al chico.
Como si no les importara.
Como si... no existiera.
—Con que a esto se referían...—dijo recordando las disculpas de Channel.
Jacob cansado de todo esto se acercó a su carpeta y empezó a sacar todas las cosas de ahí para meterlas en su mochila. Un extraño papel cayó de este desconcertando al chico. Lo agarró del suelo y leyó lo que decía en él.
Sus ojos se abrieron al ver el contenido.
[...]
El rubio bajo las escaleras explorando nuevamente aquella tienda de música. No había ido a la parte de abajo y todo le parecía muy interesante.
—Curioso como siempre—escuchó a alguien decir.
Una media sonrisa de formó en su rostro.
—No creo que seas la única que lo haya notado, Alex.
—¿Qué haces aquí?
Jacob buscó en su mochila y le entregó a Alex la hoja que le habían dejado en su carpeta.
Esta la agarró y leyó lo que decía.
«Lo lamento, dile a Alex que te explique -Logan.»
Alex pasó a la siguiente hoja en dónde vio la lista del salón la cual tenía su nombre tachado con rojo.
—¿Oíste que Brent murió? —Alex miró sorprendida a Jacob—. Le dio un paro cardiaco. Sabía que tenía problemas en el corazón pero los doctores habían dicho que todo estaba controlado.
—Oh, entonces tercera muerte fue causada por una enfermedad...
—Hoy... en la escuela todos empezaron a tratarme de manera extraña, me ignoraban hacían como si yo no estuviera ahí, como si no existiera.
—Entonces... esas fueron las medidas nuevas que decidieron tomar.
Jacob suspiró
—Entonces... ¿Eso significa que ahora soy como tú?
Alex sonrió levemente y asintió. Jacob agacho la cabeza y soltó un pesado suspiro.
—¿Qué se siente no existir?
—No tan bien... pero aunque sea algo me alegra.
—¿El qué?
—A menos sé que ahora existes.
Alex no pudo evitar sonrojarse y formar una pequeña sonrisa en sus labios,
—Ven... hablemos en mi casa, un lugar más tranquilo.
Jacob sonrió y asintió. Siguió a Alex hasta un pequeño elevador que se encontraba detrás de una cortina de la tienda y subieron a la casa de esta.
Un pequeño pero cómodo lugar, parecía que solo vivían dos o tres personas ahí.
Alex le ofreció asiento a Jacob y se fue a traer dos bebidas para empezar la conversación, le ofreció una al chico y se sentó en el sofá de al lado.
—Y bien... ¿Cuán empezaras con las preguntas?
—Creí que odiabas que te interrogan.
—Lo odio, pero... podré hacer una excepción, solo por hoy.
Ambos se sonrieron levemente.
—De acuerdo... mi primera pregunta. Alex... ¿Si existes verdad?
Alex rio un poco.
—¿Creías que era un fantasma? —Jacob asintió con una sonrisa—. Bueno... supongo que era inevitable, después de todo nunca te dijeron nada. Y ahora por eso... actúan como si tú no existieras, para ahorrarse la explicación.
—Pero... ¿Por qué hacen esto? ¿Cuál es el fin?
—¿Recuerdas la historia de la Alexandra que te conté? —Jacob asintió—. Bueno... eso fue el comienzo de esto. Es por eso que la clase tres está tan cercana a la muerte, es por eso que cuando empieza, un estudiante o alguien de su familia empiezan a morir cada mes.
—Pero... ¿Cuándo ocurre esto?
—Ocurre cuando...el número de alumnados del salón aumenta en uno.
Jacob arqueó una ceja confundido.
—Entonces... ¿Quién es?
Alex negó.
—Nadie lo sabe, nadie nunca ha podido saber quién es el que sobra. Hace veinticinco años, los profesores se dieron cuenta que en la clase tres faltaba una carpeta, a pesar de que habían preparado todas para todos los estudiantes, lo peor de todo es que no podían revisar los registros ya que estos habían sido alterados inexplicablemente, también los recuerdos fueron alterados—Jacob la miró confundido—. Ese año hubo cinco alumnos y diez familiares muertos... esa calamidad ocurre en la clase tres desde entonces.
—A ver si entiendo, una estudiante llamada Alexandra murió hace veintiséis años, al año siguiente había un estudiante extra en el salón y todos empezaron a morir inexplicablemente cada mes... pero ¿Quién es el estudiante extra y por qué ocurre esto?
Alex negó.
—Tampoco se sabe, solo ocurre, es una calamidad como un terremoto o un tsunami. Además, el estudiante extra es... alguien muerto.
—¿Un fantasma o algo así?
—No creo que se le llame fantasma ya que tiene cuerpo físico y sus propias memorias. No hay manera de distinguirlo del resto de nosotros. Esa persona muerta tiene alma y recuerda todo lo que paso antes de morir y tampoco se dan cuenta de que están muertos.
—¿Quiénes son?
—Las personas conectadas a la clase que han muerto en los últimos años.
Alex suspiró con pesar.
—Esta es mi teoría, debido a que en el primer año los alumnos empezaron a actuar como si Alexandra estuviera viva esa fue la llave para que un portal entre los muertos y los vivos se abriera, quiero decir, que invita a los muertos a estar en la clase tres. En consecuencia los estudiantes toman medidas para que la calamidad no ocurra.
—¿Exorcismos tal vez?
—Tal vez, también intentaron cambiar el nombre de "Clase 3" a "Clase C" pero nada pasó.
—Entonces el problema en con los estudiantes.
Alex asintió.
—Hace diez años encontraron una manera de que los estudiantes dejen de morir. Ellos... actuaban como si uno de ellos no existiera así nadie sobraría en el salón, el número de alumnos del grado sería el correcto. Era como una especie de encanto.
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Daal♛