~NARRA TAE HYUNG~
—Sigue Se Yeon. Ríete más... —susurré apretando dientes mientras que les estaba viendo.
Es la hora del almuerzo y todos estamos en la cafetería del edificio principal de Stratford.
Estaba mirandola porque estaba sentada con Jong In y otros tres ingenieros. No hacen nada más que reírse mientras comen.
¿Y yo? Sentado solo comiendo sopa de pollo agrio. ¡Espera! ¡¿Por qué esto parece estar caducado?! ¡¿Cuántas veces han recalentado esto?! ¡¿Por qué siempre me dan comida caducada?! ¡Aish!
—Sinceramente Se Yeon, ¿podemos salir en una cita? —dijo el chico que parecía un besugo.
—Nope, ya está saliendo con alguien —contestó Jong In, y el chico besugo hizo una mueca.
—No me digas que eres tú —dijo el chico besugo. Jong In sonrió de lado.
—Lo intenté, pero no. No soy yo.
—¿Eh? ¿Entonces quién? Si ustedes dos siempre estáis juntos —dijo el chico besugo, y Jong In contestó casual.
—¿No me digan que no os habéis dado cuenta? Es Tae Hyung, mi medio hermano —dijo y automáticamente miraron hacia mi dirección.
Me atraganté de repente por eso tome agua enseguida.
Vi como los tres sonrieron de lado y luego se inclinaron hacia Se Yeon.
—¿En serio? ¿Ese chico? Ese tipo no te merece. Ni siquiera puede acompañarte en la comida —dio uno de ellos y apreté el puño.
Acabé de comer y salí rápidamente de la cafetería.
Fui directo al servicio para calmarme.
¡Tsk! ¡Malditos bastardos! ¡Si supieran por lo que estoy pasando! ¡Quiero pegarles una paliza a todos!
¡Quiero demostrarles a todos que Se Yeon es mía pero no puedo!
Ya me relajé y me dirigí al ascensor. Entré y no puedo creer el destino. Se Yeon estaba dentro.
Ella estaba apunto de pulsar el botón de su planta cuando me puse en medio. Se movió a la izquierda y también me moví.
Sé que está apunto de enojarse.
—¡Eres idiota! ¡Solo pulsa la octava planta joder! —gritó y no me moví.
Me quedé serio aunque sé que ella esta molesta. Cerré los ojos para sentir su presencia.
Necesito su presencia. Aunque sea estamos solos en el ascensor.
Nos quedamos unos minutos más dentro del ascensor cuando ella de repente habló.
—Déjame salir. Ya estoy mareada de subir y bajar. Estoy sofocada. Por favor —dijo, por eso pulsé la octava planta.
Ya estamos en la cuarta planta y la miré de frente. La miré directo a los ojos intentando controlar mis emociones.
—Se Yeon, no actúes así con los hombres, ya tienes hijos. Actua más como una madre —dije y ella me miró incrédula.
Sonrió de lado y pasó de mi.
—No me des lecciones si no sabes lo que dices —dijo mientras que la puerta del accensor se cerraba. Lo paró y añadió algo más.
—Oh y por cierto, voy a volver a casa temprano así que no pases por ahí. Ya te lo estoy diciendo para que no encontrarnos. ¿Me estás evitando verdad? —dijo y la puerta se cerró por completo.
—¡Mierda! —maldijé después.
¡¿Qué es lo que está pasando?! No puedo creer que me estoy lastimando yo mismo con lo que estoy haciendo. ¡Joder! ¡Me siento como un perdedor! Mientras que Se Yeon se va alejando siento que estoy perdiendo más y más.
Terminé todos los trabajos para poder irme ya a casa. Solo que no puedo concentrarme porque Se Yeon y yo estamos en el mismo edificio. Así que esto es el castigo por lo que he hecho. Soy tan inútil.
Estaba apunto de irme a casa cuando mi móvil sonó. Lo miré y era un teléfono fijo.
Contesté y una voz familiar me saludó.
—(¡Appa! ¡Ven a casa porfaaaaaa!) —dijo Tae Won desde la otra línea por lo que sonreí.
Al menos se me tristeza desaparece cuando escucho la voz de mi hijo.
Iba a decirle que sí, pero me acordé de lo que dijo Se Yeon que no fuera.
—(¿Appa?) —preguntó Tae Won porque me quede en silencio.
—Mm... hijo... no puedo. Tengo trabajo que hacer —dije como excusa y él se quedó en silencio desde la otra línea.
Ay. Conozco a este niño. Esta en silencio porque está empezando a enojarse.
—Hijo, mañana iré temprano. Te lo prometo —expliqué pero seguía callado.
—¿Hijo?
—(No importa. Mañana entonces.) —contestó frío y sentí como si me estuvieran aplastando el corazón.
¡Esto ya no está bien! ¡No puedo vivir con esto! No pude resistir así que al final cedí.
—Vale hijo... Estaré ahí en diez minutos —dije y él gritó feliz.
—(¡Siiiii! ¡Te quiero appa!) —gritó y sonreí.
Eso lo prueba, sin duda es mi hijo. El muy fuerte conmigo. Rapidamente recogí para irme.
No tardé mucho y llegué a la casa de Se Yeon y el niño me recibió enseguida.
—¡Appa! —dijo corriendo y me abrazo. Me dio un beso en la mejilla y yo le di un beso en la frente.
—¡Vamos! ¡Omma acaba de hacer la comida! —dijo tirando de mi hacia dentro.
Entré y vi a Se Yeon poniendo la comida en la mesa. Ella no me hizo caso y lo admito... me entristecí.
¡Espera! ¡¿Por qué me entristezo?! ¿Esto es lo que quiero no?
Fui a por Yun y lo cogí en brazos. Le sente en su silla y le coloqué el babero.
Me senté y miré hacia la comida que Se Yeon me ha puesto.
¿Pero qué? ¡¿Espinacas?! ¡¿Por qué espinacas?! ¡¿Parezco amargado?!
Bueno, empecé a comer... digo tragar.
Solo tragaba porque la espinaca estaba amarga. ¡Pue! ¡Qué amargo!
De repente Tae Won me tocó.
—Appa hay día de familia el fin de semana. ¡El sábado, ven conmigo porfavor! —dijo y casi echo toda la espinaca.
—¿Día de familia?
—¡Sí! ¡Tú, yo, mi hermanito y omma!
—Emm...
—¡Appa por favor! ¡Es mi primera vez! ¡Quiero mostrarles a mis compañeros!
—Pero hijo... mm... eso es sábado y yo no puedo...
—¡Por favor!
—Hijo, de verdad que no-
—¡Pero omma dijo que ella vendrá! ¡Omma viene y tú siempre trabajas! ¡Te odio! —dijo y se fue.
Me quedé impactado y por eso volteé hacia Se Yeon para que me respaldara.
Ella estaba como si no hubiera visto nada. Estaba ocupada dándole de comer al bebé. Estaba haciendo caras raras para llamar la atención de Yun.
No lo pensé dos veces y subí a la habitación de Tae Won. Lo abrí y él estaba escondido debajo de la sabana.
—Hijo... hablemos —dije sentándome en su cama pero se tapó aún más.
—Hijo... es que tu omma y yo... mm...
—¿Os habéis peleado otra vez? —preguntó levantándose y me masajeé la nuca.
—No es así... e-es que-
—Déjelo —dijo y fruncí el ceño.
—¿Qué hijo?
—Que déjalo. Si no puedes es que no puedes. Estoy cansado. Supongo que tengo que decirles a mis compañeros que mentí que tengo papá —dijo y me dolió el corazón.
Sé cómo se siente. Vengo de una familia rota. Me detesto mucho. Prometí que si tuviera un hijo, no voy a dejar que él o ella viviera lo que yo viví.
Solte un suspiro y le agarré en la cabeza.
Él lo quito y se tumbó. Le miré y no podía soportarlo.
Mi conciencia no puede. Tengo que estar ahí por él. Bien, ya lo he decidido. Ya evitaré a Se Yeon en otro momento tengo que estar con mi hijo.
—Tae Won, adivina qué —dije sacando mi móvil.
—Mira, appa ya ha cancelado su horario este sábado. Al final puedo ir —dije y miró mi móvil.
Él lo vio en blanco y por eso se puso a saltar en la cama.
—¡Sí! ¡Eres el mejor appa! —gritó y sonreí.
Me despedí de él después y me fui a casa.
~NARRA SE YEON~
—¿Qué hijo? ¡¿Va a venir?! —sacudí emocionada a Tae Won y me paró.
—¡Claro omma! Appa no puede resistirse de mi —contestó y sonreí.
¡Bien! Mi plan está funcionando.
Sí. Todo es planeado, el poner celoso a Tae y usar a mi hijo. Bueno, creo que no está mal porque total Tae Won es el cerebro.
Sí. Él fue quien ha sugerido llevar a Tae en el día de familia. Que mente malvado que tiene.
Dormí temprano aquella noche y el siguiente para estar bien el sábado. No debo estar demacrada.
~
Llegó el sábado y Tae Won estaba muy emocionado.
—¿Sabes qué, omma? Dicen que el Gran Premio en el bingo es un frigorífico —dijo y hice rodar los disimuladamente.
Frigorífico mi trasero. ¿Para qué quiero un frigorífico?
Son Ha ajumma llegó y cargó a Yun.
—Siento la molestia ajumma. Prometo que no vamos a tardar mucho.
—Pero que dices Se Yeon. ¡Estoy emocionada al bingo! ¡Ese frigorífico será mía! —exclamó y me quedé con cara de póker.
Alguien pitó y Tae Won salió corriendo fuera.
Mientras tanto, yo fui a mirarme en el espejo. ¡Prepárate Tae! ¡Se te van a caer las babas!
Después Tae Won entró jalando a Tae y hice como que no me importaba.
Vi como miraba a mi vestido y disimuladamente sonreí. Hice como que estaba molesta.
—¡¿Qué idiota?! —dije.
—Mm... ¿no íbamos al día de familia? Usa algo cómodo, estoy seguro de que hay actividades físicas —dijo dejándome con la boca abierta.
¡¿Pero qué?! ¡Maldito idiota! ¡Acaba de insultarme a mí y mi vestido que hace la boca agua!
Subí enojada y me cambié. Simplemente elegí unos leggings y una camiseta.
—¿Qué? ¡¿Ya estoy bien?! —dije molesta al bajar y él frunció el ceño.
Hice rodar los ojos y cogí el bolso donde están los pañales y la leche de Yun. Vi por el rabillo del ojo que Tae estaba mirandome así que le miré.
Rapidamente apartó la mirada y salió fuera hacia el coche. Sonreí de lado. ¡El idiota estaba mirando mi culo!
Nos subimos al coche y él condujo hacia la escuela.
Llegamos después de media hora y Tae Won bajó emocionado.
—¡Tae Won! ¡No corras! —dijo Tae yendo detrás de él y me alegré en secreto.
Me gusta mucho cuando actúa muy paternal con Tae Won a pesar de que no es suyo.
Entramos y Tae Won nos presentó.
—¡Profesora! ¡Mi omma y appa con Son Ha ajumma y mi hermanito! —gritó, por lo que muchos nos saludaron.
Muchos nos dieron la mano. Incluso una profesora me dio un codazo y señaló a Tae.
—¡Qué bueno es tu marido! —chilló bajita por lo que forcé una sonrisa.
¡Y si te encierro dentro del frigorífico!
En todo caso, el evento empezó pero no participé. Duh. No voy a arriesgar mi pelo y mi maquillaje por unos malditos aparatos.
¿Imagínense? ¡¿Los premios son un ventilador, una arrocera y un tostador?! Dios. Si fuera un coche de lujo puede que participe.
Deambulé mis ojos hacia Tae y estaba ocupado tomándole fotos a Tae Won. Me estaba abanicando en una esquina cuando dos madres se me acercaron.
—¿Señora Kim no? —preguntaron maliciosas y saqué una sonrisa falsa.
—¿Sí? ¿Qué pasa? —pregunté.
—¿No quieres participar en los juegos? —preguntó una y agité la mano.
—No gracias —contesté y la otra me dio un golpe de broma. ¡¿Qué ha sido eso?! ¡¿Se siente cercana?!
—Bueno, la verdad es que no pareces atlética... eres muy delgada. Nadie creería que ya tienes dos hijos —dijo y le miré desde la cabeza a los pies con disimulo.
Quería decirle: "¿Y tu qué? ¿Tienes diez hijos? ¡Tienes unos celulitis furiosos!"
De todos modos, solo sonreí y miró mi mano.
—¿Novios o casados? —preguntó la otra.
—¿Perdón? —pregunté.
—El padre de tus hijos. ¿Sois novios o estáis casados? ¿No estáis casados verdad? No llevas ningún anillo. ¡Oh! ¡Sin ofender eh! —dijo. Sin ofender dice. ¡Pero para mí es malditamente ofensivo!
Iba a tirarla de los pelos y llevarla hacia el frigorífico cuando de repente alguien vino detrás de mí.
—Oye cariño, te dejaste esto en el baño antes —guiñó Tae cogiendo mi mano.
Todo fue tan rapido que no pude reaccionar. Extendió mi dedo y deslizó dos anillos brillantes.
Estaba sorprendida.
¡¿Acaba de darme anillos?! ¡Mierda! ¡Creo que quiero gritar! ¡Parezco un adolescente que ha recibido una carta en San Valentín!
—Oye vosotras dos. ¿Veis esto? Esto se la di cuando éramos novios... mm... y el otro en nuestra boda. ¿Qué? ¿Tenéis más intrigas? —dijo y las dos se echaron atrás y se fueron.
—Hmp. Es guapo pero vaya actitud. Metiendose en la conversación de mujeres —susurró la otra.
Él agitó la cabeza y seguió tomando fotos. Iba a decirle algo pero estaba ocupado.
Quería decirle gracias, pero preferí sonreír en secreto.
Miré hacia mi dedo y me mordí el labio. Son bonitos. Si un hombre me diera estos moriría de la emoción.
Miré de nuevo hacia Tae y estaba tomándole fotos a Tae Won mientras que estaba jugando para conseguir la tostadora. Diablos me importa.
Son Ha ajumma estaba ocupada en el bingo mientras estaba haciéndole la leche a Yun.
¿Y yo? Miraba mi dedo. Los anillos son bonitos. ¿Dónde los habrá sacado Tae? ¿Saben eso? Encajan en mi dedo perfectamente. Siento que están hechos para mí.
No sé cuántas horas llevo flotando. Volví a la realidad cuando Tae Won me tocó.
—¡Omma! ¡He conseguido el ventilador, la tostadora y el set de sartenes! —exclamó pero no me importa.
—¡Se Yeon! ¡Conseguí el Gran Premio! ¡Ya tengo frigorífico! —exclamó Son Ha ajumma.
—¿Umm ya nos vamos? —pregunté y nos fuimos al coche.
Tae Hyung condujo en silencio hasta llegar a casa.
Él no se bajó e iba arrancar ya pero le detuve.
—¡Tae! ¡Espera! ¡Los anillos!
—Son tuyas. Quédatelos —dijo y se fue.
¿Quédatelos? ¿Qué quiere decir? ¿Me los está dando? ¿Esto es una propuesta? Lo dijo con frialdad pero sentí que me los está dando.
Ya no lo sé, pero estoy enamorándome más de él. Creo que me voy a ahogar de la locura por él.
¡Bien! Ya no voy a dar más vueltas. Mañana aclararé todo con Tae Hyung. Le quiero, así que si el me quiere también entonces estoy dispuesta en construir una familia con él.
~
Llegó la mañana y puedo sentir mis ojeras. No pude dormir con los dos anillos en mi dedo.
—¡Buenos días anillos de diamante! —dije.
Hice mis deberes matutinos incluyendo lo de llevar a Tae Won a la escuela.
Después de eso, conduje hacia el edificio principal de Stratford para una reunión temprana sobre la expansión.
—Buenos días ingeniera —saludaron las personas hacia a mí al entrar en la sala de conferencia.
—Buenos días.
—Buenos días ingeniera —saludó Jong In cuando me senté.
—Buenos días arquitecto —respondí.
Miré alrededor y parece como si tuviera un gusano en el culo. Estaba inquieta porque vi a Tae Hyung a tres asientos lejos de mi.
Le sonreí pero el apartó la mirada. Iba a tirarle un bolígrafo pero la reunión empezó.
—Buenos días a todos —dijo el padre de Tae y Jong In, por eso todos se callaron.
—Vale, nuestra discusión se reducirá ya que Tae Hyung ha aceptado ser nuestro representante en nuestra expansión Edmonton--
—¡¿QUÉÉÉ?! —grité levantándome bruscamente y todos me miraron.
—P-Puede repetirlo... —dije como si algo estuviera obstruido en mi garganta. Estaba rezando para mí misma... por favor... dime que he escuchado mal.
—Tae Hyung se irá a Canadá y se hará cargo del sucursal Edmonton —dijo, por lo que sentí mi corazón detenerse.
Me debilité y Jong In me hizo sentar en la silla.
No puedo concentrarme. Estaba controlando mi emoción, sinceramente quería romperme a llorar... me siento traicionada... creía que había una oportunidad de que completemos una familia por los motivos que mostraba ayer.
Me siento tan decepcionada porque todo el valor que he acumulado para Tae Hyung se desperdiciaron.
También me siento tan perdida y débil. No puedo creer que Tae Hyung se vaya después de lo feliz que pasamos ayer.
Quiero llorar pero me contuve. Ya no quiero más... creo que ya no puedo más... quiero dejar de ser así. Me estoy cansando. La verdad es que quiero rendirme. No lo entiendo, ¿por qué está haciendo todo esto?
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NOTA: El final está cerca. ¿Será un bueno o malo? XD
En fin, hasta el próximo capítulo.