Para qué mentir, mi vida nunca ha sido muy común que digamos. Mi madre es una diseñadora de moda con bastante éxito, de ahí mi pasión por la moda, y mi padre un aclamado empresario, por lo tanto desde que nací he estado rodeada de bastante lujo, aunque ni mis padres ni yo misma he dejado que eso afecte a mi modo de ser. No soy la típica chica creída y estúpida a la que le dán todo tipo de caprichos. Tengo los mismos amigos que tenía en la guardería y una vida familia bastante buena. Aunque bueno, hace dos años mi padres se separaron.
Pero aún y todo, y por muy raro que parezca, ellos se llevan bien, es más, hablan todos los día y son como los mejores amigos. Hablando de mejores amigos, el mío se llama Scott Higgins, y sí, es el hijo de Paul Higgins, el guardaespaldas de One Direction. Y por muy raro que parezca y por mucha rabia que me dé, no los conozco en persona. He ido a dos de sus conciertos, soy directioner a más no poder, mi mejor amigo los conoce, el mejor amigo de mi padre los conoce (es como su padre, vamos) y yo, yo que los adoro, que los quiero y que los amo... soy la única que no los conoce!
Me hice fan de los cinco idiotas de las escaleras. Cada semana esperaba impaciente a the X Factor. Me gasté un dineral en votar por ellos, estuve en uno de sus primeros conciertos, y también en el concierto que dieron en Madison Square Garden, ya que estaba pasando unos días aí con mi padre.
¿Y todo esto para que? Bueno simplemente para que entendáis un poco mejor mi casi ataque al corazón que me dió cuando me dijeron que los conocería, mejor dicho, que trabajaría para ellos.
Todo empezó un lunes, un lunes cualquiera.
(...)
Llevábamos más de un mes de curso, y yo aún no me había acostumbrado a madrugar, creo que con lo que a mí me gusta dormir nunca me acostumbraré. Con mucha, muchísima pereza me levanté aún con los ojos medio cerrados y me fuí al baño. Abrí el grifo de mi enorme ducha y me metí dentro. Puse un poco de música en la habitación, ya que mi padre me puso un no sé qué con lo que podía escuchar musica por toda la habitación y el baño. Don't wake me up empezó a sonar, pero que oportuno e imbécil podía llegar a ser este maldito reproductor!
Después de un largo tiempo, me digné a salir de mi calentita ducha y enrollada en una toalla me dirigía al enorme vestidor que entre mi madre y yo lo teníamos siempre a reventár. Gracias a diós que ayer por la noche me hice una idea de lo que me pondría porque si no... ya me veía yendo en chándal por no querer pensar por la mañana (ya me ha pasado más de una vez). Me puse unos pantalones a rayas blancas y negras, una camisa un poco transparente de tirantes blanca, unos botines negros de tacón y una chaqueta vaquera con mangas negras de cuero. Metí unos libros en mi mochila roja, y me puse unos pendientes y una pulsera del mismo color que la mochila y salí hacia la cocina. Crucé un largo pasillo, bajé tres escaleras, otro pasillo hacia la derecha y me encontraba en las escaleras principales, bajé y me metí en la cocina.
No había nadie por lo que saqué un poco de macedonia del frigorífico mientras preparaba mi café con leche, ya que el café lo hacía mi padre antes de salir a trabajar. Acabé con mi desayuno y me dirigí a mi habitación a arreglarme. Tenía que pensar en algún otro lugar para hacer eso, porque cada mañana entre arriba y abajo caminaba como kilómetro y medio! Dejé el pelo suelto y liso, ya que lo tenía bastante largo, un poco de rímel y raya, glos y ya estaba lista.
Me metí en mi Audi R8 negro y salí hacia clase. El camino era de unos 10 minutos en coche pero tardaba 15 ya que me pasaba a recoger a Scott que siempre llegaba tarde.
- Hola dormilón!
- Lo siento pequeña, lo siento!- Dijo Scott entrando en el coche y dándome un beso en la mejilla.
Charlamos en nuestro camino a clase, básicamente cantábamos cada canción de la radio a gritos mientras nos reíamos. Llegamos y aparcamos en el primer sitio que encontramos, y como no, los de primer año se quedaron mirando. Me trataban como si fuese especial, y no me gustaba en absoluto, pero intentaba ignorarlo. Llegábamos un poco tarde por lo que no tubímos tiempo de hablar con ninguno más, y directamente entramos a clase. Todo fué bastante aburrido hasta que llegó la hora de comer. Salí casi corriendo al comedor en el que todos mis amigos estaban riendo y comiendo en una esquina. Me hacerqué y después de saludar a todo me senté entre Scott y Bethany, mis dos mejores amigos. Hablaban de la fiesta del sábado pasado así que puse atención a todo lo que contaban ya que no estuve, porque me pasé el fin de semana con mamá en Paris. Todos me contaban las borracheras de los otros y las suyas propias, yo no paraba de reír, incluso llegando al punto de llorar en algunas historias. De verdad tenía los amigos más raros y locos de la historia, los amaba demasiado.
Sonó el timbre y volvímos a entrar en clase, pero esta vez estaba con Scott, cosa que agradecí porque ya casi no me quedaban hojas en las que pintar y dibujar (mayormente diseños de algún vestido, falda, chaqueta...).
- Oye ____, antes se me ha olvidado decírtelo, pero mi padre me ha dicho que esta noche tiene libre y que te diga a tí y a tus padres que vengáis a casa a cenar.- Dijo Scott en voz baja para que el profesor no se diera cuenta.
- ¿Estaran los chicos? Dime que si, por favor, dime que los de One Direction también estarán en la cena!!- parecía idiota, estaba en el suelo de rodillas! Menos mal que estábamos en la última fila que si nó ya tenía otra parte en mi largo expediente.
- Jajajaja!! Estas loca ____ ! Pero nó, ellos no estarán!- Dijo riendo, mientras yo intentaba recoger todo lo que podía de mi dignidad de aquel sucio suelo mientras que la gente de nuestro al rededor se reía por lo bajo.
Las clases acabaron, tardaron más de que me hubiera gustado, pero acabaron. Scott tenía entrenamiento de fútbol, por lo que me metí yo sola en el coche y me dirigí a casa. En el camino me quedé en la oficina de mamá para preguntarle lo de la cena, y me dí cuenta de que tres paparazzis me seguían. Todabía no entendía que tenía de especial mi vida, unas cuantas fiestas y borracheras (tal vez más de las que a mis padres les gustaría), unos cuantos chicos... pero nada más! Simplemente los ignoré junto a unas cuantas miradas de curiosos. Entré y saludé a todos los de la oficina y me dirigí al despacho de mi madre.
- Hola mamá!
- Hola querída!- Dijo levantándose y dándome un abrazo.- ¿Que tal?
- Bien, aburrida pero viva! Oye una cosa, ¿esta noche vendrás con papá y conmigo a casa de los Higgins? Nos han invitado ha cenar.- A mi madre se le escapó una sonrisa que la delató, intentó disimularla pero mentía fatal.- Vale mamá, ¿que pasa aquí?
- No nada pequeña, y claro que iré pero tu padre ya lo sabe!
- A creía que no... pero bueno ¿me contarás que es lo que pasa contigo?
- No quiero estropear tu sorpresa ____!- Me quedé mirándola con la intención de sacarle algo, pero al final me rendí y salí después de haberme despedido de ella. Me metí en el coche y conduje hasta casa. Hice unos pocos trabajo, los indispensables y encendí el portátil.
No me dí cuenta pero ya eran las 19:30 y mi padre me llamó para que me empezase arreglar. Arrastré mi cuerpo hasta la ducha y puse It's a wrap de Zara Larson. Después de bailar como loca y ducharme medianamente bien, salí y me dirigí a mi gran tesoro de la casa, mi vestidor. Sabía que no era una cena muy elegante pero esa noche me apetecía, y mucho, arreglarme por lo que me decidí, después de mucho tiempo, por un vestido con la parte de arriba de cuero negra y la falda de marrón chocolate hasta la mitad del muslo, y con la parte de atrás abierta. Unas sandalias negras de tacón, pulsera y pendientes negros con detalles dorados, anillo medio dorado medio rosado con diamantes y un bolso de mano negro. Hice unas hondas en mi pelo castaño y me maquille un poco los ojos para que resaltase el color azúl de estos. Me eché un poco del perfume "Our moment" y salí de mi habitación. Cuando por fín encontré a mi padre salimos de casa, agarrados de la mano.
- Cuando te arreglas así no sabes lo orgulloso que estoy de ser tu padre!
- ¿Y cuando no me arreglo? ¿Estas como... decepcionado?- Reí mientras él encontraba alguna excusa.
- También, también me siento orgulloso... Bueno súbete al coche.- Los dos reímos mientras salíamos en coche hacia la casa de los Higgins. Al llegar, salimos del coche y tocamos el timbre agarrados del brazo. Me encantaba. Scott fué el que abrió la puerta, y nada más hacerlo se le cayó la mandíbula hasta el suelo y no dijo nada.
- Ves ____, por esto me siento orgulloso!- Dijo mi padre intentando disimular una carcajada. Entonces Paul llegó.
- ____, Jhon!! Bienvenidos! Entrad, entrad!- Dijo dándonos un abrazo a los dos. Por detrás también apareció Mary, la mujer de Paul y mi madre. Las saludamos a las dos y empezamos a charlar. Yo me hacerqué a Scott.
- ¿Te vas a quedar así toda la noche?- me reí mientras el intentaba cambiar su expresión.
- Te dije que los chicos no estarían hoy!- Dijo mientras pasaba un brazo por mi cintura y me besaba la mejilla.
- Ja ja ja! Muy gracioso por tu parte!- Dije sacándole la lengua, pero enseguida cambié de expresión y puse una un poco más pervertida.- Pero me he vestido así por ti...
- Aa si...- Dijo mientras el también me miraba con lujúria.- Sabes que en cualquier momento podémos ir a mi habitación.- Al segundo los dos nos empezamos a reír, siempre solíamos hacer ese tipo de cosas, estábamos muy salidos. Pero de vez en cuando en las fiestas, si no había ninguno especial, si que nos acostábamos. Es que el chico estaba muy bien, pero de ahí no salía, solo eramos amigos con derecho de vez en cuando. Al final nos sentamos en la mesa y empezamos a cenar. En el postre Paul me miró y empezó a hablar.
- Bueno ____, sé que desde hace mucho quieres estudiar diseño y moda, ¿verdad?- Yo miré alrededor, todos estaban mirándome con una gran sonrisa en sus caras.
- ¿Si...?- Pregunte nada convencida, mientras todos reían.
- Bueno pues todos sabemos que no querías hacer unas practicas con tu madre, ya nos imaginamos por qué,- todos reímos, es verdad, mi madre me ofreció trabajar con ella, pero no quería tener a mi madre de jefa, se me hacía muy raro, demasiado, por lo que lo rechacé- así que te he conseguido unas practicas en mi trabajo!
- ¿Que? ¿Como? ¿Enserio?- Estaba que no me lo creía.
- Si! Pero ten en cuenta de que tendrás que seguir estudiando y hemos decidido que si empiezas a faltar a clase o a bajar de nota te quitaremos de las practicas.- Paul hablaba como si fuese mi padre, en realidad lo era, mi segundo padre, y eso me encantaba.- Así que, ¿que dices?
- AAAAAAAAAA!!!!! Claro, claro que sí!- Dije gritando mientras me levantaba y me tiraba encima suyo abrazándolo. Todos reían mientras yo pasaba de brazo en brazo agradeciéndolo y besando a todos.
- Creo que todabía no se a dado cuenta.- Le dijo Scott en voz baja a mi madre.
- Espera unos segundos que ya atará cabos.
- ¿Enterarme de qué?- pregunté algo confundida y aún en las nubes.
- Querida, trabajaras con mi marido. Piensa un poco, ¿para quien trabaja el?- Dijo Mary cariñosamente.
- Oh diós, joder! ¿Enserio? ¿One Direction? TRABAJARÉ COMO ESTILISTA DE ONE DIRECTION!!!!- Yo gritaba mientras sentía que estaba al borde de un ataque al corazón.
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Hola a tod@s!!
Es el comienzo de la novela por lo que todabía no vá muy interesante, pero prometo que pronto cambiará!!
Abajo en un link os dejo la ropa que lleva, ya que no me deja ponerlo como foto... :(
Solo os quiero pedir una cosa, ¿teneis alguna preferencia al ponerle cara a Scott?
Muchas gracias y mil besos
M