Mi corazón te busca como un niño con ríos impetuosos en sus ojos, con el rostro en duelo por la ausencia agobiadora de tu químera presencia.
En las noches se consume la tristeza abrumadora de mi abatido corazón y miro al cielo misterioso buscando mi mágica estrella.
Nubes negras vestidas de ausencia me dicen que no estás y así de oscuro se quedó mi corazón abatido esperando que la luz de tus ojos brillen en el cielo de mi corazón.
Otra vez y mientras pasan los días va cayendo la nieve que debilita mis huesos y extraño tu abrazo tierno ligado al mío.
Ven, acompañame y dime que te puedes sentir otra vez segura entre mis brazos y que cada día que pasamos quedará grabado en lo más profundo de tu corazón.
Toma mis manos y crucemos el cielo mientras las horas van pasando y espérame otra vez si me demoro que juntos nos iremos a casa mientras la luna acompaña nuestro sendero guardando el secreto que nos amamos. Si en nuestros ojos hay lágrimas con ellas regaremos un jardín de esperanzas. Si crecen rosas rojas, con ellas adornaré tu cabello y quitaré las espinas tristes de la vida para que juntos podamos reír al misml tiempo que el sol se va ocultando y nuestros ojos enamorados descansan para siempre en un eterno paraíso de amor.