Sentía un enorme dolor en mi cabeza. Mierda, ayer había bebido demasiado, pero si que valió la pena.
Un recuerdo, un rostro conocido de la noche anterior, se hizo presente en mi mente. Sonreí.
En mis pensamientos no había nada más que esa chica. Sus ojos, la manera en la que me miraba fascinada, su hermosa sonrisa, sus caderas moviéndose al ritmo de la música junto con su perfecto cabello marrón con esos pequeños rasgos de rubio y su magnífica tez morena. Dios, Claudia me atrapo al instante.
"Culón" escuche la adormilada voz de Zayn. Me giré a verlo y ahí estaba él, tumbado sobre su cama, tomando su cabeza entre sus manos con una mueca de dolor en su rostro.
"¿Qué negro? ¿Resaca?" pregunté torciendo los labios y sentándome en el sofá.
"Mierda, si. Pero la pase tan bien anoche" sonrió mirándome.
"Totalmente de acuerdo" y los dos suspiramos sonriendo.
"¿¡Qué fue eso!?" gritamos al mismo tiempo "¡Alguien esta enamorado!" volvimos a hacerlo. Fruncí el ceño.
"Yo no estoy enamorado, Zayn" dije sintiendo mis mejillas arder.
"Ni yo" murmuró, lo mire y el también comenzaba a ponerse rojo. Reí "¿Qué es tan gracioso?" me miró.
"El que los dos caímos directo a los pies de esas chicas" le decía sin dejar de reír, haciendo que el también lo hiciera.
"Como completos idiotas" dijo él riendo igual que yo.
Si, lo acepto.
Empiezo a creer que me he enamorado de una chica a la que acabo de conocer, pero me consuela el hecho de que a uno de mis mejores amigos, le este pasando exactamente lo mismo.
Oh Claudia, no sabes como anhelo que sea de noche, para verte de nuevo...