"Jessey"
Necesitaba tenerla cerca de mí, no podría soportar un día más sin poder estar con ella. Me atraía por completo, creó que ella de verdad me gusta.
— ¿Estás ebrio? — me preguntó mirándome con burla.
Oh vaya, sí que no lo estaba.
— No del todo — le sonreí.
— En porcentaje, por favor — bufé.
— Sesenta y cinco más o menos — me hice el interesante.
— Bueno creó que siendo tú está bien — me abrazó cálidamente — tengo frío — me lamente de no haber traído mi chaqueta.
— Vamos dentro — entrelazamos nuestros dedos y caminamos al interior de la casa.
Llegamos hasta donde estaba sentado con mis amigos. Alex estaba ahí con Jack así que me senté y le hice un espacio a Julie para que se sentará a mi lado.
— Oh vaya — se cruzo de brazos con un semblante divertido — miren que tenemos aquí, pero si Jessey trajo a su chica — dijo el tonto de Evan.
— Me sorprende tu percepción Evan — dije sarcástico y todos rieron a lo que él sólo me sonrió.
— A veces pienso que eres demasiado sarcástico conmigo — levantó las manos al aire — ¡NO ES MI CULPA QUE ME GUSTE SER GAY! — gritó de forma divertida y todos comenzamos a reír.
"Juliette"
Me agradó demasiado Evan, es un chico estupendo pues era muy simpático para ser honesta y muy atractivo para ser gay. Si no es por que él lo dice no me daría cuenta; es alto, piel pálida, pelirrojo, con grandes ojos verdes. De verdad que era muy atractivo.
— Y dime, ¿cómo es que conociste a esta piedra? — Jessey lo observó con cara de pocos amigos — Creeme que es sorprendente como lo traes tan idiota, con sólo decirte que ya entra a todas sus clases — dijo con mucha sorpresa.
— Evan... — le reprochó Jessey a lo que yo reí.
— Fue el primer día de clases, yo buscaba mi aula y nadie quiso decirme. Después unos chicos chocaron conmigo y mi horario salió volando, y la última la hoja la levantó él, le pregunté si sabía dónde quedaba mi edificio y lo señaló, cuando me distraje para ver el edificio y giré para agradecerle, él ya no estaba — conté sonriendo un poco por el recuerdo.
— Que romántico — limpio lágrimas imaginarías de su rostro — pero apuesto a que te llamo más la atención por que es guapo, ¿o me equivoco? — me observó picaramente y al instante me sonroje.
—Pues él es demasiado atractivo para ser sincera — dije observando mis manos que al parecer comenzaron a sudar, sentí que Jessey me abrazaba y besaba mi cabello.
— Ya basta Evan, la vas a asustar — este bufo.
— Bueno ya que aquí no me soportan, iré a bailar — dijo para después salir corriendo a la pista.
— Tu amigo me agrada — le confesé mirándolo directamente. Me gustaba hacerlo pus él tenía unos ojos muy bonitos.
— A mi igual sólo que a veces es como una piedra en el zapato — dijo haciendo una mueca graciosa a lo cual reí a carcajadas.
— Tengo sed — dije haciendo un puchero. Observé su mano y tenía un vaso rojo.
— ¿Qué es eso? — pregunté curiosa.
— Cerveza — me contestó dándole un sorbo.
— ¿Puedo probarla? — me daba curiosidad probar.
— Claro pero dudó que te guste — me paso el vaso y bebí un poco.
¡Oh dios! Pero que horrible sabor.
Hice una mueca de desagrado y lo miré horrorizada.
— ¿Cómo te puede gustar esa cosa? — negué con la cabeza frenéticamente — es horrible — él comenzó a reír.
— Eres tan tierna — me revolvió el cabello — es obvio que no te guste, jamás la habías probado pero con el tiempo uno se acostumbra al sabor— me dijo para después beber todo el vaso de un solo tragó.
"Jessey"
Juliette es una chica muy tierna y curiosa, eso es lo que más me gusta de ella. Cada que bebía de mi cerveza ella me observaba como si fuera de otro mundo.
— Juliette creó que es hora de ir a casa — le dijo Alex.
— Oh esta bien — parecía desanimada. Tomó sus cosas se levantó y yo imité su acto.
— ¿Cómo sé irán? — le pregunté curioso.
— Alex dijo que podía quedarme a dormir en su casa, no lo saben sus padres pero dice que no hay algún problema —.
— ¿Tus padres lo saben? —.
— Claro que sí — se me ocurrió una idea impresionante.
— Le diré a Jack que nos lleve, yo también me iré a casa antes de que me desmaye aquí — me despedí de todos y salimos del lugar.
— Jack — lo llamé y se acercó a mi lentamente — necesito que me lleves a mi apartamento y de pasada llevas a Alex a la suya — le propuse y él pareció confundido.
— ¿Y Juliette? —.
—Ella se quedará conmigo está noche...—.
"Juliette"
Subimos al auto de Jack y partimos, al parecer llegaremos primero a casa de Jessey. Quien por cierto se estaba quedando dormido en el asiento de atrás conmigo en sus brazos.
— Al parecer tendrás que ayudarlo a subir Juliette — dijo Jack burlándose.
— Creo que si, ahora vuelvo — salí del auto y abrí la otra puerta — vamos Jessey — él bajo con toda pereza del mundo y lo ayudé a subir hasta su apartamento.
Al llegar a su piso él abrió la puerta con lentitud, me pidió que lo llevará a su habitación y al estar dentro de ella él me tumbó en la cama y se acostó encima de mi.
— ¡Jessey! — exclamé molesta pues realmente necesitaba irme, no quería que Jack y Alex me esperarán.
— ¿Qué? — se acomodó de tal manera en que yo parecía ser su almohada.
— Tengo que irme, no quiero hacer esperar a Jack y Alex — intenté moverme pero fue inútil, él era muy pesado.
— Ellos ya se fueron no te preocupes — dijo con bastante calma.
— ¡¿Qué?! — no tengo idea de como lo hice pero me lo quité de encima y corrí a ver por la ventana. Era verdad, ellos se fueron.
— ¿Por qué? — no tenían ninguna razón para dejarme aquí a menos que... — ¡JESSEY! — le grité molesta.
— ¿Qué pasa? — dijo mientras se levantaba de la cama y se quitaba la camisa. Aparte la mirada de inmediato sintiéndome avergonzada.
— ¿Les pediste que se fueran? —dije mientras jugaba con mis manos.
— Sí — dijo como si nada y ahora lo miré con la boca abierta.
— ¿Por qué? — mi voz salio en un susurro.
— ¿Porqué no? — me preguntó igual.
— Por qué no puedo quedarme aquí — le dije incómoda.
— Esa no es excusa — negó — ya hemos dormido en el mismo sitio —dijo con tanta simpleza, tanto así que quería golpearlo en la cara.
— Te odio — le dije y salí de su habitación para caminar rápidamente a su mini sala y sentarme de forma berrinchuda.
— ¡Juliette! — me gritó desdé su habitación pero no contesté. No tardó ni cinco segundos cuando apareció con una sudadera y las llaves en mano.
— ¡Carajo! — maldijo — creí que te habías ido, estaba apuntó de irte a buscar — se acercó hasta el sofá donde estaba sentada y se puso en cuclillas para verme bien.
— Perdón — le susurré sintiéndome apenada.
— No lo vuelvas a hacer — dijo para después besar mi frente — si quieres te llevo a casa de Alex — estaba apuntó de levantarse cuando tiré de su sudadera para evitarlo.
— ¡No! — grité alarmada y luego carraspe avergonzada — ya es muy tarde y tengo sueño — mentí y él me miró confundido.
— Está bien —me tomó de la mano y me levanto de golpe — te prestaré algo para que duermas — me acaricio la mejilla tiernamente — no es que no me guste verte con esa ropa tan ajustada — se mordió el labio inferior haciéndome sonrojar — pero no creó que duermas cómoda — regresamos juntos hasta su habitación de nuevo y abrió su armario para sacar una camiseta negra.
— Está enorme — dije riendo.
— Si bueno, tú eres una enana... — lo fulmine con la mirada — esa camisa te quedará de vestido, por allá está el baño — dijo señalandome la puerta del fondo.
Me dirigí hasta el baño y me encerré, me despoje de mi atuendo y me coloqué la camiseta. Definitivamente me quedaba de vestido, me vi en el espejo y mi maquillaje estaba desgastado. Abrí el grifo y moje mi cara.
Salí del baño con mi ropa en la mano y la deje en una silla, Jessey se encontraba recostado en su cama tecleando en su teléfono, no notó mi presencia hasta que me recorte a su lado.
— ¿Qué haces? — le pregunté curiosa.
— Le aviso a mamá que estoy en el apartamento para que no se preocupe — me enternecí al saber que no era tan duro como todos decían, para él lo más importante es su familia.
—Bueno... — me quede callada pensando que hacer — buenas noches — me acosté dándole la espalda.
— Buenas noches — me contestó y el silencio se hizo presente.
— ¿Por qué les pediste que se fueran?— le pregunté esperando su respuesta.
— Oh Juliette ya vas a empezar — se quejó y yo me quede en silencio.
— Perdón — le susurré.
Después de unos cuantos segundos se escuchó un lago suspiró.
— Por qué desde que te conocí, mi sueño es dormir a tu lado —.
Me quedé callada mientras una sonrisa se posaba en mis labios, su cuerpo se acercó al mío y aprovechó para besar mi cabello.
Y después de unos minutos ambos quedamos sumidos en un profundo sueño...
Editado.