Después de aquella sesión de besos, mimos y momentos subidos de tono que no llegaron a mas.
Se fueron a descansar al cuarto del dueño de la casa, a quien no le importaba. Después de todo eran una pareja y las parejas comparte o eso dicen.
Acostados en la cama uno al lado del otro, se susurraban palabras lindas y llenas de afecto el uno por el otro. A uno de ellos le surge un miedo que tiene.
- Jackson, no me dejaras ¿verdad? - pronuncia haciendo un lindo puchero - te quiero.
- Nunca te dejaría - le da un pequeño beso en los labios en muestra de que no miente en lo que dice - Nunca dejaría lo que me costo tenerte y que te tenga otro eso... ¡Jamas!.
Mark abraza fuerte a Jackson por sus palabras que le llegaron al corazón y que ahora sabe con certeza que él lo ama con tanta intensidad como el lo ama.
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Despertaron abrazados bien juntitos casi chocando sus narices. Con Jackson sujetandolo
bien de la cintura, como si en algún momento se fuera a ir de su vida o de su lado. Aunque duda que eso valla a pasar, los dos no pueden vivir si en otro. Se complementan.
- Buenos días, bebé - Jackson dice en forma cariñosa a su amado susurrando en su oído, que se encuentra a su lado; va acariciando su cadera y mejillas, labios, ojos.
Mark al sentir aquellas caricias suaves en su mejilla, abre los ojos lentamente hasta que al abrirlos completo; se encuentra cara a cara con el causante de que se allá despertado.