Mi mente se nubló. No hacía más que quedarme de pie y sentir las lágrimas rodar por mis mejillas. Con una mano sostenía el teléfono y la otra la levantaba para taparme la boca que la tenía abierta por la sorpresa. Parecía que era un sueño, una mentira. Y es que no lo creía porque imaginaba que estaban en casa.
Melissa también estaba en llantos pero sin saber lo que pasaba en realidad, sin embargo, sabía que se trataba de papá por la pregunta que le había hecho a mamá.
-¡¿Que ha pasado con papá Kevin?! -Me pregunto entre gritos y desesperación.
Yo caí sentado en el sofá y más atrás se sentó ella. Con sus manos en mi cabeza queriendo que no le confirmara lo que ya tenía en mente.
-¡Mírame y dime que no es lo que estoy pensando por favor! -Exclamaba con las lágrimas recorriendo ya parte de sus labios.
Melissa agarro el teléfono que lo tenía en mis piernas. Sus manos temblorosas impedían que hiciera con eficiencia la llamada que quería regresarle a mamá para preguntarle donde se encontraba para ir hasta allá.
Mamá como pudo dijo que estaba en el hospital. Con otra determinación muy diferente a la anterior, de inmediato me levante del sofá y mas atrás Melissa, agarre las llaves del auto pero por la rapidez y el desespero la manilla de la puerta no quería abrir, le di una patada a la puerta.
-¡¡Abre perra!!
Melissa con más calma logró abrirla y nos montamos en el auto. Ella no quiso que yo manejara. En el trayecto solo pensaba en papá. Melissa manejaba a un alto kilometraje, sin importar si era permitido o no, pero aun así sentía que no era suficiente, sentía que si me hubiese venido corriendo llegaría más rápido, ya no sabia como pensar.
Y al llegar al hospital nos bajamos del auto, yo corría de manera automática. Las piernas se me iban solas. Cuando llegamos al piso donde habían llevado a papá estaba mamá como nunca la había visto antes, sin más lágrimas que derramar. Sentada en uno de los muebles del pasillo con un pañuelo secando sus lágrimas y sin poder hablar. Al vernos ella lloró con más desesperación y abrió sus brazos extendiéndolos a nosotros. De inmediato nos lanzamos en sus brazos y nos consolamos preguntándole a mamá como había ocurrido la tragedia.
......
Fue el día más desastroso que hayamos podido vivir. Al igual que las semanas siguientes.
Él decía que cuando muriera no quería ser sepultado. Quería ser cremado. Por eso sus cenizas descansan en un cofre blanco en la sala de nuestra casa.
Ya el ambiente y las vivencias no eran las mismas. Lo recordamos a cada segundo. Y como no hacerlo si papá era todo para nosotros.
Y pensar que estábamos en esta ciudad solo por él, por su empeño sin razón en querer venir y justo aquí, aquí donde te hemos perdimos papá.
Melissa aún seguía trabajando en Londres y se fue unos días después de la muerte de papá. Nosotros teníamos las ganas de querer regresar a Londres, ya que solo vinimos hasta acá por papá y ni siquiera paso muchos días para que esta ciudad nos marcara para siempre. Pero papá tenía enemigos que nos amenazaban de muerte, así que aunque quisiéramos, no sería tan fácil regresar. Si fuera por mí me importaría un carajo y me fuera de aquí, pero no estaba solo, no podía dejar a mamá. Solo siento que esta ciudad no nos dejará nada bueno, ya la odio.
Rousse.
-Estando en casa me dispuse a leer el periódico.
Uno de los titulares principales decía: Melissa Wolhmar está dispuesta a resolver el caso que su padre David Wolhmar no pudo resolver durante años.
Luego de la muerte del padre de kevin, la noticia se había dado a conocer muchos en los medios de comunicación, hasta los diferentes tipos de caso que habia logrado resolver, exectuando uno que decian nunca lo logro resolver y que lamentablemente así partio, ya que era un hombre bastante reconocido en su profesion, de ahí es donde me había enterado de que trabaja el vecino ya fallecido y que venían de Londres y se habían mudado hasta acá porque ya el padre de kevin había sido retirado por los años de servicio y desidieron busca un lugar mas tranquilo.
Por otro lado mama y papa habían estado algo extraños con la noticia de la muerte del vecino, pero creo que es algo sin importancia ya que una noticia así no era para celebrarse.
-¡Buenas tardes familia! -oigo decir a papa mientras entra en casa.
Había escuchado el auto de papa estacionarse en la cochera unos segundos antes.
Mamá fue a ponerle los seguros a la puerta, que ya anteriormente le había quitado los seguros a la puerta para que papá entrase a la casa.
-¡Hola papá, buenas tardes! -saludo con una gran sonrisa
Pone sus manos a cada lado de mi rostro, lo levanta, me da un beso en la frente y toma el periódico que tengo en las manos.
-¿Es el periódico de hoy? -pregunta mirando el periódico que se encuentra en mis manos
-¡No papá es el de mañana, por suerte lo tenemos! - espeto respondiéndole con ironía.
-Bendición mama saldré a dar un paseo por las calles -menti, iria a mi lugar favorito. ¡Hola!, adiós papa. -dije cuando lo vi.
-Dios te bendiga hija, cuídate mucho, recuer... -dice mama mientras camina hacia la sala.
No la termine de escuchar porque fui rápido a la cocina por un vaso de agua, tome uno de los duraznos que habían en el refrigerador, le di un mordisco ya dirigiendome a la puerta para salir de la casa, vi a mama junto a la puerta para pasar los seguros.
-Recuerda no hablar con extraños y no llegar tarde a casa. -escucho que dice mama antes de salir de casa y vi que papá se quedó en el sofá leyendo el periódico.
Al salir note que el día estaba algo lluvioso, no tanto, pero si era lo suficiente como para no querer que me atacara un buen frió, y me senté en unos muebles que tenemos en el porche esperando que bajara un poco la lluvia.
Lo que más me gustaba era apreciar, era las coronitas que se formaban en el piso cuando caían las gotas y el olor a tierra mojada. Hasta que mis ojos encotraron a un chico, chico que ya lo había visto anteriormente casi en la misma posición, sentado en el frente de su casa pero él no esperó a que escampara sino que estaba bajo la pequeña lluvia. Todo cabizbajo, moviendo la tierra con un pequeño palito se veia como un niño de 5 años jugando con tierra, pero su cuerpo lo delataba no era un niño. Era kevin, pude notar que era el vecino que apenas ni había conocido bien.
Se me vino a la mente la muerte de su padre, o que tal vez estaría así por otra cosa. Pero no lo creo de seguro es la primera opción.
Me levante del mueble y tapándome la cabeza con mi pequeño bolso de espalda, atravesé el jardín.
-¡¡Uff. Estúpido charco!!. -mis pies habían quedado metidos en el agua. En ese momento el volteo al escucharme y como si no hubiese visto a nadie. Continuó donde y como estaba.
Llegue a donde él estaba y me pare a su lado.
-¿Hola Kevin como estás? -no dijo nada. - ¿Ehh.. por qué no pasas a tu casa? Te puede dar un resfriado. -exprese luego de unos segundos.
Él levanto la mirada con algo de frialdad, trate de mantenerla se me asía casi imposible, hasta que el bajo nuevamente a cabeza para luego esbozar una leve sonrisa. Era una sonrisa linda y sincera pero con algo de tristeza, eso lo notaba. Pero solo eso, no reflejaba nada mas.
Paso como un minuto, sin que nadie dijera nada, y un minuto de espera es una eternidad en este tipo de situación. Imagine que aún le pegaba la partida de su papá. Comprendí que en ese momento necesitaba hablar con alguien, no me importo que prácticamente no lo conociera o que literalmente era primera vez que hablaba con el, pero aun así me senté junto a él.
Él rompió el silencio
-Hola Rousse.. -fue lo que respondió dejándome sin aliento, lo comprendi tod enseguida. Un momento después volvió a hablar
-Mi vida es un chasco. Primero fue la muerte de papá, mi hermana lejos y solo con la obsesión en su trabajo y ahora mi mamá entro en depresión, hace un rato discutimos y ya siento que no me importa nada. -expreso sin apenas detenerse a pensar en lo que diría.
Cuando me hablaba, sus lágrimas las secaba con un puño y algo de rudeza. Manteniendo la mirada al piso.
-¡No digas eso Kevin! Todos perdemos algo de valor en la vida. Y no por el simple hecho nuestra vida debe ser un chasco y disculpa por ser tan sincera pero tengo varios días mirándote un poco destruido y entiendo tu dolor pero...
Sin dejar que terminara de hablarle me interrumpió con un grito en el que me miraba fijamente con braveza y señalándome con el palito lleno de tierra mojada. Lo vi bastante afectado.
-¡¡Tú no entiendes lo que es perder a tus padres porque aunque mamá está con vida igual siento que la estoy perdiendo y en un abrir y cerrar de ojos mi vida se está desmoronando!!
-Disculpa, no quise que te sintieras mal, no mal interpretes mis palabras.
-Descuida Rousse, no me importa lo que digas.
-No importa si me escuchas pero... ¿sabes que hago cuando estoy triste? Voy a un lugar que estoy segura que te encantara. Queda a unas cuadras de aquí, te puedo acompañar si así lo deseas.
Mientras le hablaba él se levantó y lanzo el palito con el que jugaba en la tierra a un lado del jardín y sin más que decir entro a su casa tirando la puerta con mucha fuerza.
-Me quede impactada por tal comportamiento, porque en realidad quería hacerle sentir bien pero creo que todo fue alreves. Ni siquiera me había dado cuenta que la lluvia dejo de caer. Me levante y en lugar de ir al parque me fui nuevamente a la casa.