"Fríos y taciturnos vuelcos del corazón.
Agujeros en el pecho, en donde por ahí
se zafan los defectos
y se vuelven ajenos
a visiones humanas
con sentimientos ligados al amor."
Esa era tu estrofa favorita del poema que escribí.
No recuerdo si lo perdí o te lo quedaste tú.
Pero creo que si fuese la segunda opción, ya está perdido.