Moka, por favor. (#2)

Treinta y dos

-Para el lunes a esta hora ya estaré de vuelta en mi nueva casa, ¿estas segura que estarás bien?
-Liz, tranquila -me recosté en mi cama y la miré- estaré bien, me viniste a cuidar mientras estaba en el hospital pero ya salí, dentro de unas semanas estaré como nueva.
-No me des otro susto, sí? -se sentó a mi lado- cuando haya otro cliente loco por ahí no vayas a verlo tú, deja que tu muy rubia compañera de trabajo vaya.
Me reí- Se que no te cae bien, pero no voy a dejar que alguien más vaya al hospital.
-Amiga, no seas tonta. Tú llama a un guardia, a tu jefe, a cualquier persona. Pero tú no vas y punto.
Miré mi celular por costumbre, pero no había ni un correo nuevo.
-¿Le dijiste? -Levante la cabeza y vi en su rostro esa expresión de tristeza- ¿Le dijiste que ya lo recordaste? ¿Que lo extrañas?
-¿Para qué? Ya se fue.