1. Permanece a mi lado

By s0l_26

302K 28.1K 4.1K

La familia de Rocco Di Girolamo no es un familia común, de hecho es bastante más disfuncional de lo normal. S... More

Book Trailer
Información Importante.
Presentación
Prólogo
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Nota
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Nota
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capítulo 36
Capitulo 37
Capitulo 38
Capitulo 39
Capitulo 40
Capitulo 41
Capitulo 42
Capitulo 43
No es un Capítulo
Capitulo 44
Capitulo 45
Capitulo 46
Capitulo 47
Capitulo 48
Capitulo 49
Capitulo 50
Capitulo 51
Capitulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54 (Final)
Agradecimientos
Advertencia
¿¿Próximamente??
Los invito a pasar...

Capitulo 1

8.8K 644 207
By s0l_26


Siempre me sentí diferente. No sólo por la familia en la que me había criado que ya es mucho decir, sino porque me daba cuenta que sentía diferente a los demás; muchas cosas que hacían los muchachos de mi edad no me gustaban: odiaba el deporte, odiaba las fiestas, odiaba las relaciones serias, las relaciones libres, las relaciones en general.

No tenía muchos amigos, visto y considerando que nos habíamos mudado hacía poco a este nuevo lugar, y más aún porque era totalmente antisocial.

Cuando recién ingresé al colegio, mis hermanos ingresaron al mismo lugar que yo. Piera se hizo de tres amigas el primer día, Fidel hablaba con todos los profesores y los alumnos lo buscaban para entablar una conversación también. Yo no. Estuve solo alrededor de cuatro o quizás cinco meses. Sí. Había muchachos y hasta chicas que se acercaban a mí, pero simplemente yo era como un repelente de personas.

Comencé a hablar con unos muchachos que fumaban en los recreos detrás de la escuela, ellos eran tan antisociales como yo y me gustó su "onda", sobre todo porque no hablaban demasiado, les gustaba escuchar música más o menos aceptable, y no se metían en la vida de los demás. Luego de un par de meses me había dejado el pelo bastante largo, un poco de él tapaba uno de mis ojos; vestía de negro, fumaba a escondidas y salía sólo a ver algún otro recital. Lo más importante, tenía un grupo al cual pertenecer.

Pero entonces llegó él. Ese estúpido muchacho, alto, buen mozo, atlético, popular. Tomás.

Todos lo conocían, quiero decir, era el muchacho más inteligente de la escuela, y siempre había sido amable con todos. Fue cuando tenía 16 años, él se cambió de curso porque a uno de sus amigos se había cambiado de colegio y había quedado en el mío; lo conocía desde antes por supuesto, Tomás era el primero en todo y su nombre era reconocido. Lo había visto en educación física un par de veces, tantas que mis ojos ya lo buscaban automáticamente cuando empezábamos a practicar algún deporte. Claro que él no sabía de mi existencia, ni lo haría tampoco, no podría ser amigo de un hombre que llamaba más mi atención que cualquier muchacha del colegio.

Día tras día me fui dando cuenta que en cada lugar en que Tomás aparecía mis ojos estaban sobre él; sé que no se había dado cuenta de mi mirada, él sólo tenía ojos para las chicas bonitas del curso.

–Entonces ¿Haces algo este fin de semana? –consultó Samara, una de nuestras compañeras. Por lo que había oído lo había intentado varias veces con él, pero Tomás era más de muchachas tranquilas y no tan "regaladas".

–Tú sabes –respondió él con la voz gruesa, baja y calmada que tanto lo caracterizaba –debo estudiar un par de cosas porque quiero mis vacaciones en paz este año.

–Oh... vamos, es sólo un día –insiste la muchacha y me resisto a verlos, tengo los ojos clavados en la lluvia del exterior. –No pasará nada porque salgas a divertirte un día...

–¿Quién dice que no me divertiré este fin de semana? –consulta con voz seductora y miro en su dirección.

Nuestros ojos nunca se habían encontrado. Pero ese día fue distinto. Me miró y mantuvo sus ojos en los míos mientras mi corazón dejaba de latir por algunos segundos...
Respire profundo sin dejar de verlo y desvíe la mirada al exterior justo en el momento en que él vacilaba una sonrisa. De seguir así, él terminaría por dejar mi mundo patas para arriba.

No sé que habrá hecho ese fin de semana pero lo que sí sé es que desde ese día comenzó a acercarse a mí, me saludaba, se sentaba conmigo, me invitaba a actividades e incluso me llamaba a mi casa. Todo esto si tener ni una respuesta de mi parte, más que un par de "no", "no quiero", "no me agradas", "déjame tranquilo". Claro que él no se daría por vencido tan fácilmente.

–Hey –dijo sentándose en el banco frente a mí en el segundo recreo, dónde todos estaban tomando el refrigerio.

–Hey...

–¿Cómo estás Rocco?

-Bien.

–¿Has visto el día? –lo miré, realmente estaba tratando de ignorarlo, pero esa pregunta estúpida me hizo posar mis ojos en él. Tomás estaba colorado y había desviado sus ojos al exterior. –Lo lamento, estoy nervioso. No sabía que más decir... es difícil tratar de acercarse a ti, no quiero fallar y no sé qué hacer.

–¿Qué importa de todas maneras? –dije volviendo mi vista al dibujo que estaba haciendo. –No eres menos inteligente por no poder entenderme. Soy así –sentí sus ojos en mí nuevamente, pero no volvería a verlo; sentía algo extraño cuando nuestros ojos se encontraban, algo que no debería sentir. –Deja de intentarlo.

–No quiero –me resistí. No lo miraría. –Quiero ser tu amigo.

–¿Por qué?

–Sólo quiero... –una de sus manos tomó la mía, la que no paraba de trazar el boceto que hacía. Captó mi mirada, eso era una situación incómoda. ¿Él me estaba tratando como a una chica o sólo quería que me quedara quieto? –¿Por qué no sólo amigos? Ni siquiera lo tienen que saber los demás, es algo...

–Déjame –corro mi mano y lo miro furioso. No era furia con él, era con lo que me hacía sentir. Eso estaba mal, a mí me tenía que gustar la mujeres, pequeñas, suaves, delicadas, no él. –Deja de molestarme.

–Rocco –tomó mi pera para obligarme a mirarlo. –No me rendiré, tarde o temprano cederás.

–Si Fidel te pidió que hicieras esto lamento decirte que no funcionará –digo con enojo. Piera se había ido y las cosas habían estado cayendo en picada, Fidel ya no podía manejarme.

–¿Piensas que tu hermano me pediría algo así?

–Eres uno de sus mejores alumnos, claro que lo haría.

–No es por él –me soltó y se sentó cómodamente. –Digamos que siempre quise tener un amigo dark.

–No soy dark –espeto de mala gana.

–Lo que sea –se pone de pie. –Hay tarea de historia, hoy vamos a mi casa después de clases.

–Para ser un nerd eres bastante extraño –aseguro suprimiendo una sonrisa. Esa había sido una orden.

–Si fue un alago muchas gracias, te veo a la salida.

Y me esperó en la salida. Ese día y los siguientes de allí en más.

Continue Reading

You'll Also Like

1.2M 143K 14
Jimin aprendió que su único lugar seguro estaba en la bañera. Era el único escondite en donde su marido solía dejarlo en paz solo ciertas veces. El a...
452K 32.8K 12
Alex se dirige a la cena familiar de todos los años ¿Qué podría salir mal? Todo... absolutamente todo. Por error e impulso el tal vez haya dicho una...
3.9M 469K 55
Tercer libro de la serie #GoodBoys. En físico gracias a Nova Casa Editorial (este es un borrador). Extravagante, visionario, perezoso, halagador, alg...
11.8M 819K 41
Kate, quien ha estado enamorada de Ethan desde que era pequeña, por azares del destino se ve obligada a escoger entre superar su enamoramiento y cont...