Lea salió del salón de clases directamente hacia el patio del Instituto, aliviada por salvarse de un oral sorpresa de biología. Otra nota mas y podría llevarse la materia a la escuela de verano, no es que le fuera mal en lo que respecta a la escuela, pero simplemente la biología era algo que no le entraba en la cabeza.
Kay estaba a su lado, caminando apresuradamente, ella algunas veces tenía que correr para alcanzarla. Mientras esquivaba a un cuerpo que se le atravesó en el camino, su amiga le dijo.
-Voy a buscar algunos papeles a la biblioteca antes de que no me dejen pasar, no tienes que seguirme todo el camino. Espérame en el kiosco, ¿si? - Aunque ella no entendía para que Kay quería ir a la biblioteca ahora, en el recreo, cuando no se les permite pasar a los alumnos, asintió un poco confundida.
-Te veo ahí.
-Enseguida vuelvo- Gritó mientras atravesaba el patio.
Lea se encamino hacia el kiosco que había al otro lado del patio y se propuso a comprar algo, ya que estaba ahí.
Mala idea, había una cola que por lo menos abarcaba la mitad del patio, en ese momento vio a un chico rubio con capucha cerca de la ventanilla esperando comprar algo y se vio caminando hacia él.
-Eu, me compras?- ella misma se sintió sorprendida por la frialdad en su voz. El chico la miro, un poco sorprendido también y Lea se quedo con la boca abierta. Era hermoso, tenía unos ojos avellana y el pelo parecía dorado con los rayos de sol que caían sobre ellos, aunque la mayor parte de la capucha de su campera lo tapaba. -Si- Dijo- que quieres?- Su voz era gruesa y hasta el momento ella no se había dado cuenta de que estaba conteniendo la respiración, soltó el aire y con aire indiferente le dijo -No sé, cualquier cosa- Genial, ¿era lo mejor que se le había ocurrido?.
Juntos esperaron unos minutos que parecían largas horas, mirandose de reojo mutuamente, claramente incómodos. Hasta que por fin le tocaba a el. -Vamos, ¿Qué quieres?- dijo con impaciencia. -Hmmm, un chupetín- sonaba como una pregunta. El asintió y compro unas Lays para el supongo, y el chupetín. -Toma- se lo entregó y ella lo agarró de la punta procurando no tocar su mano.- ¿Cuánto es?- preguntó buscando el dinero- No es nada, dejá- dijo el chico marchándose y dejando, otra vez, a Lea con la boca abierta, ¿Quién era ese chico?. La voz de Kay la interrumpió.
-Volvi- dijo mirándome a mi y luego al chico y viceversa - ¿Quién era ese?
<Buena pregunta> pensé -No lo se- dije sin interés.