Ya han pasado dos semanas desde que volvieron a la Orden, Allen sigue en la enfermería ya que la enfermera en jefe no quiere dejarlo ir hasta que esté totalmente recuperado, en ese tiempo por mas increíble que sea Kanda fue a visitarle, estaba al pendiente y cuando Allen se escapo y se escondió en la habitación del Decimocuarto, él fue a buscarlo, incluso soporto tener a Lavi y Allen juntos en la misma habitación, todo era porque quería un poco de atención del Moyashi.
Lavi estaba realmente preocupado, ese día tenía que salir de la Orden e ir a aquel lugar donde tuvo su "plática" con el Noe del Placer, Tyki Mikk, esto era todo lo que pasaba por la cabeza del pelirrojo ni siquiera sabía como saldría de la Orden sin que se dieran cuenta o que le diría a Komui para que lo dejara ir.
~~~~~~~En el comedor~~~~~~~~
-Eeeh Kanda, ¿vas a querer lo de siempre?-decía aquel cocinero que ya tenía preparada la soba de Kanda-.
-Sí... y... un... pastelillo de chocolate-dijo el espadachín con un poco de duda-.
-¡¿Qué?!-fue realmente una sorpresa ya que desde que conoció a Kanda solo pedía soba y nada mas-.
-Che, no es para mí-dijo el samurái desviando un poco la mirada-.
-Bueno si tu lo dices-dijo Jerry mientras entregaba el pedido que había hecho-.
Kanda se retiro hacia su alejada mesa, cuando acabo con su soba agarro el pastelillo y se lo llevo pero no sin antes recoger su plato, cuando estaba por irse se topo con cierto conejo que andaba muy distraído.
-Oh, Yu, no estaba poniendo atención.
-Usagui, te juro que a la próxima te decapitare, así que ¡no me llames por mi nombre!
-Sí-respondió Lavi sin prestar atención, seguía perdido en su cabeza- Yu ¿no has visto a Komui?-cuando termino de pronunciar la última palabra tenía a Muguen en el cuello-.
-Te advertí que no me llamaras por mi nombre-tenía ganas de hacerle un buen corte a Lavi, pero recordó que aun traía un pastelillo en la otra mano- No lo he visto y me alegra.
-De verdad que eres ágil con la espada, con una mano estas a punto de decapitar a Lavi-kun y con la otra sostienes un ¿pastelillo?- dijo un hombre de cabellos morados que iba acompañado de su hermana menor-.
-Komui-san, tengo que hablar contigo-dijo el Usagui mientras Kanda se retiraba-.
-Sí, Lenalee podrías pedir por mí, te alcanzare luego.
-Está bien nii-chan.
Mientras Lenalee pedía por los dos e iba a una mesa Lavi intento explicar todo Komui, pero por supuesto como iba a explicar que tenía que salir para ver a un Noe y para empeorar las cosas se trataba de Tyki Mikk.
~~~~~~~~~~Con Kanda~~~~~~~~~~~~
-*Por qué estoy asiendo esto*- se decía para sí el espadachín, mientras entraba en la enfermera ría-.
-¡Bakanda!-decía cierto Moyashi que trataba de salir de la enfermería, pero antes de pudiera poner un solo pie fuera, la enfermera en jefe lo regreso a su cama-.
-Moyashi, es algo prácticamente imposible salir de aquí si ella está presente. Ten te traje algo.
-Dos cosas: 1-mi nombre es A-L-L-E-N, apréndetelo, y 2-gracias, rico-dijo muy contento Allen mientras se comía el pastelillo-.
-Mitarashi Moyashi.
-Bakanda.
Y así Kanda empezó otra pelea con Allen, ya que estaban haciendo mucho escándalo la enfermera en jefe los regaño a ambos, y saco a Kanda y este sin nada más que hacer se fue a su cuarto.
~~~~~~~~en el comedor~~~~~~~~~
-Así que en resumen eso fue lo que paso.
-¿Por qué no me habias dicho eso Lavi-kun?-dijo Komui casi sin creerse la historia que le acababa de contar el joven Bookman-.
-Por favor déjame ir, no quiero crear problemas.
-Mmm.... esta bien, pero no podemos darnos el lujo de perder un exorcista; así que ¿qué propones?
-Dame 24 horas; te prometo que volveré con vida.
Lavi se preparo y se fue sin que nadie se diera cuenta. El tiempo que paso en el tren se la paso pensando en que si el moreno estaría presente o solo le jugó una broma, pero que haría si estaba esperándolo, ¿pelear?, qué otra cosa podrían hacer, de verdad que no se le ocurría nada mas, eso era algo muy complicado, antes de que se diera cuenta ya había llegado a su destino, algo nervioso , pero sin demostrarlo recorrió el mismo camino de aquella vez hasta llegar a ese jardín tan exquisito que parecía de en sueño, pero esta vez tenía algo diferente, una mesita con solamente dos sillas y en una de ellas estaba el Noe, esperándolo sentado muy tranquilo con algo en las manos.
-Acércate mi querido Bookman Jr.
-A-aquí estoy bien.
-¿Estas nervioso?
-N-no-se le notaba de más que realmente estaba nervioso, todo el esfuerzo que hizo en el camino para no demostrar nada, ningún sentimiento, se desvaneció en un instante-.
-No tienes por qué estarlo, te explicare, que te parece un juego de póker- dijo Tyki mientras enseñaba lo que llevaba en la manos-si yo gano harás lo que yo te diga, y si tu ganas hare lo que me digas, ¿bueno qué te parece?...