Enamorado De Una Criatura Sob...

By ManuelGarcia831

39K 3.2K 185

¿Cuántas veces no nos enamoramos de alguien imposible? ¿Cuántas veces no nos cuestionamos si lo que vemos es... More

Dylan
Issac
Primer encuentro
Confrontación y Secretos
Revelaciones
Inicios Peligrosos
El despertar del Druida
El destino no nos quiere juntos
La tormenta aún no cesa
Todo puede suceder
Normalidad, Revelación inesperada y Unión
Una tarde perfecta antes de la guerra
La guerra y la muerte van de la mano

Una buena noche y un excelente amanecer

2.3K 212 10
By ManuelGarcia831

Isaac

Llegamos a mi departamento, Dylan estaba más impaciente de lo normal.

- Llegamos, ¿quieres comer algo?- pregunté caminando a la cocina.

- No gracias.

- Bueno, has vuelto, y sigues esperando en la sala- dije sonriéndole- ¿Cuándo entenderás que ya es tu casa también después de que despertaste de un desmayo?

- Aun no me acostumbro es todo- dijo bajando la mirada, estaba apenado.

- Ven, vamos a dormir, estoy cansado.

Caminamos hacía mi habitación, al entrar, él me abrazo y antes de que pudiera hacer algo, me beso.

- Gracias- fue lo único que dijo antes de quitarse la playera y los pantalones y buscar una pijama en mi ropa.

- Sabes, para tener pena, bien que sabes atenderte- dije mientras caminaba a él y me quitaba la playera- Hace calor, ¿de verdad te pondrás el pijama?

- Sólo el pantalón- dijo sonriendo.

Dylan

No podía creer lo que me estaba proponiendo Isaac, dormir sólo en bóxers, pero no iba a ser tan fácil, no después de que me dejo caliente la vez pasada.

- ¿Ya Isaac? Ya quiero dormir- dije, llevaba media hora en la cocina.

Llegó con fruta picada y un poco de jugo de naranja para ambos.

- Estás de broma ¿No? ¿Es la una de la mañana y tú preparaste un cóctel?

- No quiero que duermas sin haber comido algo, vamos, come un poco, pruébalo, por mí- dijo en tono infantil.

Suspire y comencé a comer, la verdad estaba delicioso y ya tenía hambre.

- Te lo dije, tenías hambre- dijo cuándo habíamos acabado de comer- ahora vamos a lavarnos los dientes y ya a dormir.

Parecíamos una pareja, él me sacaba media cabeza de altura. Así que sin problemas ambos nos veíamos en su espejo.

- Listo, ¿ya podemos dormir?- dije bostezando.

- Vamos, ya es hora de dormir.

En cuanto me acosté, me abrazó de la cintura y me atrajo a él.

No sé cuánto llevábamos acostados, pero algo no me dejaba dormir, no podía conciliar el sueño.

- ¿No puedes dormir?- preguntó Isaac.

- No, perdona, sé que tengo sueño, pero no puedo dormir- dije volteando a él.

- Tengo la solución perfecta- se paró de la cama y me levanto con él- Ten, puedes ponerte éste pantalón, a donde vamos, no es necesario la playera.

- ¿Ok?- respondí algo sacado de onda.

Tomó mi mano y me vendó los ojos.

Me cargó y sentí que caminó lo que parecía un buen tramo. Me llegó un olor a pino. Supuse que estaríamos en la reserva natural más cercana.

- Llegamos- dijo bajándome de sus brazos.

- ¿Dónde estamos?- pregunté algo inquieto.

- En un bosque de pinos.

- Eso es obvio- respondí con sarcasmo- la pregunta es, ¿Qué hacemos aquí?

- Es una pequeña reunión de Lobos.

- ¿Hombres Lobo?

- Sí, están celebrando el inicio de la LUNA AZUL- contesto sin darle importancia.

- ¿Me trajiste a una fiesta de hombres lobo?

- Todos los Alfa debemos estar aquí, y no quería dejarte solo.

- ¿Y cuándo es la LUNA AZUL?

- Hoy, como a eso de las cuatro de la mañana.

- Genial, estaremos en el bosque a las cuatro de la mañana.

- Tranquilo, a los Druidas también los ayuda- dijo guiñándome un ojo.

- ¿Qué se supone que significa eso?- dije siguiéndolo por el bosque.

Isaac

Dylan estaba siguiéndome bien el paso.

- Vamos, ya casi estamos ahí- dije algo impaciente, era verdad que tenía que estar aquí.

Pude ver una luz en la oscuridad del bosque, al acercarnos, vi que era un prado justo en medio.

Se escuchaba la música y los aullidos de las personas.

- ¿Son todos Alfas?- preguntó Dylan viendo la escena.

- No, no todos, muchos son betas y omegas que vienen con su Alfa.

La música sonaba en todo el prado, era tranquila, todos los Alfas estaban bailando con su pareja de toda la vida alrededor de la fogata.

- Ven, vamos a bailar.

- ¿Qué? Estas bromeando, ¿Verdad?

- No, soy un Alfa, debo iniciar el baile de mi manada- lo agarre de la cintura y lo lleve a la pista, donde debería estar- Tranquilo, sólo cierra los ojos y deja que la música entre a tu sistema- dije las mismas palabras que él me soltó en su momento, para que se tranquilizara.

Comencé a llevarlo por la pista, girábamos y danzábamos como si fuéramos uno solo. En algunos momentos Dylan se acercaba mucho a mis labios, provocándome, jugando conmigo, la música no ayudaba a que pudiera aguantar las ganas.

Así estuvimos un buen rato, todos los Lobos estaban aullando, algunos en su forma humana y otros transformados.

Se veían parejas de todo tipo, muchos eran heterosexuales, sólo muy pocos homosexuales, como Dylan y yo.

Seguimos bailando hasta que perdimos la noción del tiempo. Una voz nos sacó de nuestra burbuja.

- ¡ALFAS Y SUS MANADAS, ESTAMOS AQUÍ PARA FESTEJAR UNA NUEVA ERA, CADA CIEN AÑOS SE ALZA UNA LUNA ESPECIAL, LA LUNA AZUL, QUE NOS DA LA OPCIÓN DE ELEGIR A NUESTRA PAREJA!- todos los lobos aullaron.

- ¿Qué no se les permite elegir?- me pregunto Dylan confuso.

- No, siempre es por acuerdos o para hacer más fuerte una manada.

- ¿Y en ésta luna si se les permite? ¿Por qué?

- Porqué puedes escoger a quien quieras de pareja, sea humano o criatura sobrenatural y el anciano, el que está hablando, lo aprueba y da su bendición.

- ¿Su bendición?

- Sí, no te puedes juntar sin la bendición del anciano, calla, está volviendo a hablar.

- ¡HOY, CONTAMOS CON UN INVITADO ESPECIAL, POR FAVOR, DYLAN MERLAOS, SUBE AQUÍ CONMIGO!

Dylan

- ¿Debo subir?- le pregunte a Isaac.

- Sí, corre.

Caminé entre los Lobos, algunos me miraban con temor, otros con orgullo y muchos más con odio.

- Bienvenido, Druida Dylan, es un placer tenerlo con nosotros y que pueda presenciar el mayor rito sagrado de los Hombres Lobo. Dime, ¿Viene por alguien especial?

- Sí- dije sin miedo- por mi pareja, Isaac, el Híbrido.

- Serán los primeros- se volteó a los Lobos y grito- ¡QUE COMIENCE LA LUNA AZUL!- en ese momento, una enorme luna hizo brillar todo el prado en su hermoso brillo azulado.

Bajé con Isaac y me sonrió.

- ¿Así que el Anciano nos dio su bendición?

- Se pareja del Druida más poderoso y sacaras ventaja de muchas cosas- dije guiñándole un ojo.

Isaac

Agarre a Dylan y lo llevé a la fogata, la canción The Wolf, era típica en esta celebración para iniciar la nueva vida unido a tu pareja, prácticamente era una declaración de sexo. Dylan parecía saber los pasos de ese baile, pues los hacía muy provocativos, varios Lobos, hombres y mujeres, se le quedaban viendo, deseosos de tenerlo. Me acerqué a él y comencé a bailar a su ritmo, se fue pegando cada vez más a mí, me estaba provocando y no me podría controlar. En un paso, me beso y así seguimos hasta que los besos se fueron convirtiendo en algo más fuerte, algo más salvaje.

Dylan

No sé qué estaba pasando conmigo, me estaba comportando como una criatura salvaje. Cuando Isaac me llevo a la fogata y comenzó esa canción, mi cuerpo no podía detenerse, parecía que estaba poseído por el ritmo, estaba ansioso de tenerlo conmigo, en todas las formas y maneras. Comencé a moverme suavemente, note que algunos Lobos, hombres y mujeres, me veían con deseo, creen que él lo notó también pues se encaminó a bailar a mi lado. Comencé a acercarlo más y más, hasta tenerlo frente, para mí no existía nadie más, lo bese, y ese beso, fue nuestra perdición, comenzamos a aumentar de pasión el beso, hasta que lo hicimos algo salvaje, algo indomable.

- Vamos- dijo Isaac agarrando mi mano y llevándome por el bosque.

Sólo escuche la voz del anciano anunciando nuestra salida algo cómo: « ¡LA PRIMER PAREJA EN SALIR A UNIRSE EL UNO CON EL OTRO! » No me importó.

Nos detuvimos bajo un pino, era amplio y hermoso, Isaac estaba encerrándome entre él y el pino.

Comenzamos a besarnos, ya eran besos apasionados, desabrochó mi pantalón y yo el suyo, estamos en pleno bosque a punto de tener la primera vez.

Nos quitamos todo, estábamos totalmente desnudos, besándonos, tocándonos, recorriendo cada parte de nuestros cuerpos con las yemas de los dedos, tanteando el terreno. Cerré los ojos y una cama de musgo creció en las raíces del pino.

- Para mejor placer- dije sonriéndole, por algún extraño motivo, la luz de la LUNA AZUL, nos estaba iluminando, cómo si supiera lo que estábamos a punto de hacer.

Isaac me acostó y siguió besando mientras con sus manos acariciaba mi cuerpo entero, era cómo si lo hubiera preparado todo el tiempo que esperó por mí. Comenzó a besar mi cuello y fue bajando hasta mis pectorales, beso, lamió y mordió mis pezones, yo nada más podía soltar suspiros del placer que sentía. Dejó de jugar con mi pecho y marcó un camino de besos hasta que llegó a mi pubis. Introdujo mi sexo, en su boca y comenzó a realizar movimientos que estremeció todo mi ser, causando que una agradable sensación se expandiera por todo mi cuerpo.

Isaac

Creció musgo en las raíces del pino.

- Para mayor placer- me dijo sonriendo.

Lo acosté y seguí besando, mientras con mis manos acariciaba todo su cuerpo.
Comencé a besarle el cuello y bajé hasta su pecho, besé, lamí y mordí sus pezones, parecía que eso le gustaba, soltaba suspiros de placer. Dejé atrás su pecho y bajé besando todo su abdomen hasta su pubis. Metí su sexo a mi boca, sentí algo diferente, algo nuevo, no sabía si me gustaba o no, pero al comenzar a moverme de arriba a abajo, y al notar los espasmos de Dylan, supe que eso era lo mío, darle placer a mi pareja. Dejé su sexo atrás y continúe besándolo. Me abrazó, podía notar cómo ambos sexos se rozaban y causaban fricción entre ellos, eso me estaba excitado bastante.

Dylan tomó el control y bajó directo a mi sexo, lo comenzó a besar y lo introdujo a su boca, solté un gran gemido.

- Dioses Célticos, Dylan, sí que sabes hacerlo- dije con la voz un poco cortada por el enorme placer que me hacía sentir.

Comenzó aquellos movimientos que harían a cualquiera estremecerse, encaje mis uñas en el musgo y la tierra. Dejó aquel maravilloso trabajo y me besó.

- Estoy listo, Lobito, cuando quieras- dijo sonriendo.

Lo tomé de la cintura y lo atraje a mí, no quería dejarlo ir, lo amaba y lo era todo para mí.

- Dylan, bajo está LUNA AZUL, prometo ser sólo tuyo- lo bese con ternura.

- Isaac, bajo esta LUNA AZUL, prometo ser sólo tuyo, creer cada promesa y cumplir toda mía- contestó al besarme, parecía que sabía cada parte del ritual.

Lo acosté boca arriba, quería verlo al pasar todo.

Dylan

Isaac me acostó boca arriba. Colocó mis piernas en sus hombros y fue introduciendo su sexo lentamente, dejando un cierto tiempo de moverse para que me fuera acostumbrando.

- ¿Te duele?- preguntó.

- No, sigue, si duele yo te diré.

Comenzó a meterlo de nuevo, lento, para que no fuera a lastimarme. Mordí mis labios casi al grado de sangrarlos.

- Listo, está todo dentro- dijo sonriendo.

- Bésame- fue lo único que se me ocurrió.

Comenzó el vaivén, algo lento, pues no quería lastimarme.

- Isaac, te amo- dije en un suspiro.

Él se paró, me miró, sonrió y me beso- Yo igual te amo Dylan.

Volvió a moverse, cada vez más rápido, sentía cómo entraba y salía de mí, veía su sonrisa al mirar mi cara de placer o cada que soltaba un gemido.

- Cambiemos de posición- dijo al salir de mí.

Me levantó y me arrodilló, me acosté sobre mi abdomen dejando mi cuerpo a su merced, lo amaba y confiaba plenamente en él.

Comenzó a meterse en mí, me abrazó por el abdomen y se acostó sobre mi.
Al iniciar el vaivén, no pude evitar soltar un gemido.

- ¿Así que te gusta?- dijo en tono provocativo.

Comenzó a besar mi espalda y mi cuello, yo simplemente me estaba derritiendo de placer.
Cada nuevo roce de su piel con la mía, me hacía descubrir nuevas formas del mayor placer, jamás imaginé que mi primera vez, sería así de hermosa y perfecta.

Isaac

Cambiamos de posición, y comencé a meterme en él, lo abracé por el abdomen y me acosté sobre él. Al iniciar el vaivén, soltó un gemino.

- ¿Así que te gusta?- dije en un tono muy provocativo.

Sentir mi piel rozar la suya, era la sensación más placentera del planeta. De verdad estábamos siendo uno mismo.

Al llegar al punto máximo de excitación, ambos comenzamos a respirar con dificultad, lo abracé y lo levante, le empecé a acariciar el abdomen y bajé a su sexo, comencé a masajearlo y jugar con el, mientras seguía con el vaivén, volteo y me beso, ambos gemíamos al mismo tiempo, el tiempo y el espacio desaparecieron, sólo éramos nosotros con nuestro inmenso placer.

Acabamos al mismo tiempo, yo dentro de él y él en mi mano. Nos acostamos en el musgo y comenzamos a basarnos.

- Fue, es y será la mejor noche de mi vida- dije besándolo.

- Ya habrá muchas más, lobito- dijo guiñándome el ojo.

Nos quedamos acostados abrazados y en algún punto, nos dormimos, gracias a su magia y a mi calor corporal, no pasamos frío.

Me despertó el cantar de las aves, sonido hermoso, vi a Dylan acostado en mi pecho aun durmiendo, sentía su respiración acompasada.

- Bebé, Dylan, es hora de despertar- dije acariciándole el cabello- Vamos, arriba, nos perderemos el desayuno.

- ¿Qué hora es?- dijo en un bostezo.

- Como las siete, ¿Por qué?

- ¿Apenas? Vamos a dormir más, ¿Si? Por favor- añadió mientras se empezaba a acurrucar en mí otra vez.

- Mas al rato, te lo prometo, ahora debemos reunirnos con los demás en el claro.

- Está bien, vamos- se levantó y buscó sus pantalones.

Me encantaba mirar su cuerpo, no era trabajado, pero se veía que lo mantenía en forma, podía quedarme todo el día viéndolo.

- ¿Vienes o seguirás ahí desnudo observándome?- preguntó dándose la vuelta, vaya espalda que tenía y vaya mordidas que le dejé.

- Vamos- me levante y me puse los pantalones.

Al caminar, me agarro la mano, un pequeño anillo de madre selva, se enrollaba en nuestros dedos anulares.

- ¿Tienes algo que ver con esto?- pregunté señalando mi dedo.

- Creí que sería un bonito gesto, me encanta la madre selva, huele rico, podría decir que es mi planta favorita y las rosas, sí, esas dos.

De repente, recordé, siempre que lo observaba, olía a Rosas o a Madre Selva, pero creía que era por Charlotte.

- ¿Entonces eras tú?- se me salió al recordar aquello.

- ¿Era yo?- preguntó confundido.

- Nada, yo... olvídalo, creo que divagué.

- Está bien, ya casi llegamos creo.

- Así es, ahí está la pradera.

- Me sorprende que la fogata siga ardiendo, ¿acaso usan magia?

- No, sólo más madera- dije comenzando a reír.

- Si claro, ríete de mí- empezó a hacer puchero.

Ambos comenzamos a reír.

- ¡Vaya, no se perdieron en el bosque!- escuché la voz del anciano, venía caminando hacía nosotros- Son la última pareja en llegar, vamos, vengan, es momento de la última parte.

- Creo que me adelante- dijo Dylan al mostrar nuestras manos con los pequeños anillos.

- Genial- dijo el anciano sonriendo- eso quiere decir que si eres el indicado para Issac y viceversa.

- Así es, ayer dijimos los votos con la luz de la LUNA AZUL.

- Muy bien Druida, si has hecho tus tareas.

- Gracias.

No sé si era mi imaginación o fuera por lo de ayer, pero Dylan se veía radiante. No dudaba que había sido una hermosa noche y un excelente amanecer.

Continue Reading

You'll Also Like

763 102 25
esta es la continuación de la temporada 0 de egipto narusasu.. prohibido su copia.. Pareja: naruto x sasuke sayonara xd ¿ de que tratara esta tempo...
3.1K 230 3
El secreto que le Aculta a su Esposa, es Que le Gusta que El Chico Universitario Lo acuse en el Tren Historia Corta, No es La Gran Trama, Mucho Sexo...
14K 1.2K 6
Este relato corto es un especial de Halloween 2018 con los personajes de la saga "Enloqueciendo por mis profesores". En la víspera de noche de brujas...