-Quiero que seas mi novio -Dijo de pronto.
Me tomó por sorpresa, aquello realmente no me lo esperaba, ninguna palabra estuvo en mi boca en ese momento, sólo pude lanzarme a sus brazos y besarlo con todo el amor del mundo, tratando de decirle que aceptaba felizmente ser su novio.
-¿Debo suponer que eso es un sí? -Rió.
-¡Claro que sí! -Frank me quiso abrazar, pero sentí un dolor a un costado del cuerpo, por lo que solté un pequeño quejido.
-Disculpa, me olvidé de eso -Sonrió-, ven, vamos al baño.
Fuimos al baño y entramos juntos en uno de los cubículos, en un rápido movimiento me quitó la playera y ambos notamos que a un costado del pecho tenía un hematoma por el codazo que me había dado Frank accidentalmente.
Yo seguía analizando el moretón cuando, de la nada, sentí una respiración en mi cuello y unos besos ser depositados en el mismo lugar.
-Tu cuello es irresistible ¿Lo sabías? -Susurró sin dejar de besarme.
Comencé a soltar suspiros, Frank me tomó de la cintura y me levantó un poco, dejándome entre la pared y su cuerpo, mis pies abandonaron el suelo, mis piernas ya habían rodeado su cuerpo. Frank me tomó con fuerza y bajó sus labios hasta mi pezón, haciendo que mi piel se erizara. Ambos ya soltábamos unos cuantos gemidos suaves, deslicé mi mano hacia su pantalón y lo desabroché, metí la mano dentro de éste, buscando su hombría y comencé a masturbarlo, Frank gemía. De pronto sentimos a alguien entrar al baño, aquella persona aclaró su garganta sonoramente, había escuchado nuestros gemidos cuando ingresó al baño, ambos nos detuvimos al instante, Frank me dejó de pie en el suelo nuevamente, sentía que estaba muy sonrojado, tomé mi playera y me la puse mientras que Frank abrochaba su pantalón. Salimos del cubículo y vimos al chico Rubén.
-¡Coño, que erais vosotros! Si lo hubiese sabido no os hubiese interrumpido.
-Te hubiésemos avisado entonces -Dijo algo molesto. Yo me sentí sonrojar.
Nos limpiamos un poco y volvimos con los chicos.