These hands not fit for holdi...

By fakefics_everywhere

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[O, Harry es el capitán de un barco pirata, y Louis accidentalmente es un polizón.] Historia original en ingl... More

Summary.
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By fakefics_everywhere

Los próximos días en La Rosa son surrealistas para Louis. La tripulación despide a Julian la siguiente mañana, con todo el mundo diciendo unas palabras junto con el resto de la barandilla rota. Niall remata la ceremonia salpicando el ron favorito de Julian por la borda, además de un dracma por el barquero. Nadie menciona las lágrimas que nublan los ojos de todos.

Louis y Liam reparan las barandas dañadas por Ketos, y Louis se maravilla con la velocidad en la que el brazo de Harry su cura. Eso no es algo a lo que Louis esté acostumbrado, pero ha sido maravillado mucho por Harry, desde el beso después del ataque. Louis se sentaría con Harry y mantendría la brújula mientras Harry dirige la nave en las aguas abiertas y hablarían durante horas, como lo hacían antes, pero ahora hay algo diferente en él, algo mejor. La forma en la que Harry sonríe tímidamente cuando Louis se burla de él sobre su ropa o sus tatuajes que cubren su brazo, y la forma en la que Harry lo devolvería en el momento en el que lo entiende. Incluso la forma en la que los labios de Harry se ven de un color rojo oscuro cuando se han estado besando hasta altas horas de la noche, o a la primera hora de la mañana, o incluso a medio día, cuando cualquiera de ellos puede besar al otro contra la pared de la cabina de almacenamiento o fuera de la habitación. Las mejillas de Harry siempre se colocan del más hermoso color rojo cuando se echa hacia atrás, por lo general, medio duro y, obviamente, visible con sus pantalones ajustados. Louis no lo ha visto completamente desnudo aún, sin embargo, por la manera en la que lo ha sentido contra el muslo de Louis, sospecha que es algo que pasará pronto.

En el momento en el que el barco atraca en Kassos, Louis no está seguro si está listo para que la burbuja explote, pero si su tiempo en La Rosa le ha enseñado algo, es que nada es tan permanente como la primera vez. Louis se sienta en el nido del cuervo con Liam y Niall, mirando la isla salir a la luz.

"No es tan rocosa como lo han sido los últimos lugares," Louis comenta. La isla no tiene los acantilados de Kythria, de hecho, se ven más bosques planos y gruesos a la derecha cuando la playa termina.

"¿A dónde vamos, incluso?" Liam pregunta, su cuchillo cortando a través de la madera blanca que está usando para hacer algo. Louis no puede decir qué es todavía y probablemente todavía no será capaz de saberlo hasta que Liam termine. Liam es bueno e muchas cosas, pero Louis no lo clasificaría como bueno tallando.

"No sé el nombre de la ciudad," Niall responde, tirando del hilo de una vieja camisa que compró en el último puerto. "No vamos a la parte principal de la isla. No lo creo. Harry quiere abastecerse y esas cosas, pero, no lo sé, esta ciudad es mucho más pequeña que la que está al otro lado."

Liam levanta la vista de su bloque de madera, con el ceño fruncido por la confusión. "¿Nos quedaremos mucho tiempo en este puerto?"

"Nah, menos de un día," Niall se encoge de hombros. "Harry tiene que saber lo que está haciendo, por lo menos."

"¿Harry realmente sabe lo que está haciendo?" Louis añade, tratando de cambiar sutilmente el tema de conversación. La razón por la que no van al puerto principal es porque está más lejos de la ruta de acceso a través del bosque que Alex marcó para entrar al lago donde reside la fuente. Louis está confiando en Harry en estos casos, el mapa se veía completamente ilegible para él.

Niall inclina la cabeza, murmurando. "Buen punto," y tira del último hilo del dobladillo de la camisa. La mete de nuevo en su bolsa de costura y sube por la escalera en la cubierta principal. Louis y Liam siguiéndolo inmediatamente después. Louis se dirige directamente hacia donde Harry está sacando el ancla apoyando en el timón y tratando de evitar que el viento sople el pelo a su cara.

"Tranquilo," Louis declara cuando Harry casi se ahoga con un mechón. Louis lo mete detrás de su oreja, acomodándose contra el lado de Harry, y golpeando sus hombros. "¿Tienes todo lo que necesitamos?"

Harry tararea, confirmándolo, inclinando la cabeza y sonriéndole a Louis, ojos bizcos gracias al sol. Patea una bolsa de cuero con el pie, empujándola hacia Louis. "Mapa, provisiones, una daga y un par de frascos vacíos, más el regular kit. Debería ser suficiente para llegar a la fuente y volver, con el agua y la sangre de sirena."

Louis se inclina hacia Harry. "Correcto. Realmente vas a conseguirlo, ¿no lo harás?"

"Por supuesto," Harry dice, como si fuera ridículo que Louis sugiriera lo contrario. "Le di mi palabra, un juramento y todo eso. Estaría mal de mi parte no hacerlo. Además, un pequeño frasco no debe ser demasiado difícil de conseguir. No necesitamos hacerle daño a nadie, sólo... preguntar amablemente."

"¿Preguntar amablemente?" Louis se burla. "¿Eso ha funcionado alguna vez?"

"Tal vez," Harry dice. "Si tenemos suerte. Lo averiguaremos cuando estemos ahí, ¿no?"

Louis se encoge de hombros. "Si estás seguro."

El barco atraca tranquilamente y, entonces, están afuera. Louis camina con Harry en el espeso bosque en lugar de la costa con el resto de la tripulación. Justo como se veía desde el puesto vigía, el bosque sale todo de la tierra a la vez; un minuto estaban bajo el sofocante sol de la mañana, al otro, están asfixiándose por la humedad de los árboles altos y la vegetación, en su mayoría, verde.

"Es más oscuro aquí," Louis comenta, escuchando otro crujido de los guijarros moviéndose en el barro blando y el 'crack' de las ramas caídas. Harry comprueba el mapa y Louis mira las copas de los árboles, ramas entrelazadas, creando un espeso dosel, sólo los rayos más débiles de sol se filtran a través de las hojas. "Como otro mundo."

Harry levanta la vista del mapa y mira su entorno, haciendo un ruido en la parte posterior de su garganta. "Uno se pregunta si estamos aún en la misma isla." Mira el mapa de nuevo y Louis saca la brújula del bolsillo de Harry, manteniéndola quieta y esperando a que apunte al norte. "Es por aquí."

Louis se queda a cargo de la brújula, caminando más en el bosque, en dirección al oeste de acuerdo al mapa de Harry. Eso debería llevarlos a un arroyo, que tienen que seguir contra la corriente a la fuente del agua, a un lago en el centro de la isla.

"Sigue hacia el Oeste," Louis dice, actualizando a Harry después de media hora de caminar. Louis dirige su pulgar sobre la cubierta metálica deslustrada de la brújula, sintiendo los arañazos y las secciones más suaves que han sido desgastadas por el tacto de Harry.

"Eso fue lo primero que compré después de unirme a La Rosa, ya sabes," Harry dice, sacando el mapa y haciendo un gesto hacia la brújula. "Cuando el barco abordaba a otros barcos pitaras o mercantes y tomaban todo lo que podían, mi padre siempre me daba unas monedas por mirar hacia el mar. Las guardé y compré esa brújula en un mercado. Soñando por usarla para explorar nuevas aguas y viajar por el mundo. Ahora, mírame."

"Todavía podemos hacer eso," Louis dice, sosteniendo la brújula con mucho más cuidado ahora que sabe lo mucho que significa para Harry. "Una vez que rompamos la maldición, serás libre de ir a cualquier parte donde quieras ir, hacerlo que quieras hacer."

Harry sonríe suavemente. "¿Nosotros?"

"Oh." Louis ni siquiera se había dado cuenta de ese desliz, pero ahora que ya salió, no tiene sentido negarlo. "Bueno, La Rosa todavía necesitaría un carpintero, incluso cuando una barandilla rota no signifique un brazo tuyo roto. Y, supongo que podrías decir que estoy atado."

"Atado, ¿hmm?" La sonrisa de Harry se ensancha. "¿Por La Rosa?"

"Sí, por La Rosa y su ridículo capitán," Louis baja la cabeza pero Harry lo detiene y agarra la muñeca de Louis, usando su mano libre para inclinar la barbilla de Louis y besarlo suavemente.

"Estoy muy atado también," susurra contra los labios de Louis, besándolo de nuevo. Louis sonríe contra ellos por unos segundos, antes de devolverle el beso con fervor, degustando rastros débiles de plátano en la lengua de Harry.

No está seguro de cuánto tiempo se han estado besando —probablemente, demasiado tiempo dado que tienen que hacer su camino al río y volver antes de que esté demasiado oscuro como para hacerlo— cuando Louis oye el leve goteo del agua.

"¿Eso es—?" Se desvanece, tratando de no distraerse por el brillo de los labios de Harry. "Creo que escuché la corriente."

"Esa es una buena señal," Harry dice y están caminando de nuevo, la corriente entrando a la vista.

A partir de ahí, caminan por otra hora, parando para comer y descansar sus piernas a mitad del camino. Harry le pasa la cantimplora con agua a Louis y la vuelve a llenar con agua de la corriente. Cuando la corriente comienza a ensancharse a la boca de un río, el suelo se pone húmedo, el aire se vuelve más grueso y la niebla se eleva desde el agua.

"Bien, esto es siniestro," Louis comenta, caminando un poco más cerca de Harry hasta que llegan a un punto muerto en el borde del gran lago. El agua es turbia y oscura alrededor de la orilla fangosa y Louis no puede decir cuán profundo es. En el centro del lago, hay una pequeña isla, cubierta de hierba y flores de plata que parecen brillar. Ahí se encuentra una estatua cubierta de musgo de Dionisio, joven y desnudo, la barra de piedra tallada parece envolver tela alrededor de su cintura. Una brazo se extiende hacia el cielo, alzando una copa grande, inclinada hacia un lado, el agua fluyendo de la piedra y volviendo de nuevo al lago.

"La fuente solía estar en el centro de un pabellón," Harry dice, apenas más fuerte que un susurro. Está mirando la estatua con ojos abiertos y labios entreabiertos, el temo visible en sus facciones. "Esta isla se vio afectada por terremotos e inundaciones, y ahora nadie viene aquí. Es un milagro que la fuente siga funcionando."

"Suerte para nosotros, entonces," Louis golpea una roca perdida en el lago, observando las ondas extenderse por toda la superficie. "¿Cómo llegaremos a la fuente? Porque si en realidad hay sirenas en este lago, realmente nadar no es un lujo."

"Tiene que haber otra manera para cruzar," Harry se pasa la mano por el cabello mientras piensa, mirando alrededor del lago. "¿Lo de allá es un bote?"

Louis sigue la dirección a la que está apuntando, viendo un pequeño bote de madera con remos descansando en el banco. Está en la orilla del lago y, desde la distancia, se ve navegable. "Eso es demasiado fácil," Louis dice, con el ceño fruncido. "No confío en ese bote."

"Podría ser nuestra única opción," Harry señala. El bote está a pocos pasos de distancia y cuando llegan a él, Louis busca inmediatamente algún daño o alguna fuga posible. Está en bien estado, pero hace que Louis esté aún más escéptico.

"Dijiste que rara vez la gente venía aquí," Louis recoge uno de los cortos remos y comprueba si están rotos. "¿Por qué habría un bote en perfectas condiciones, convenientemente aquí para usarlo?"

"Bueno, no es como que sea un lugar completamente desconocido," Harry dice, jadeando. "Especialmente, para la gente de esta isla. No olvides que las sirenas cuestan un montón de dinero si son atrapadas, tan horrible como suena, por lo que el bote podría estar aquí para los cazadores."

Louis se queda mirando a Harry por un largo momento. "Claro, porque eso hace que usar el bote esté completamente bien. A quién le importa si un grupo de sirenas nos podría ver en el bote y tengan una mala idea, ¡es conveniente!"

"¿Tienes otra mejor solución?" Harry pregunta. "Iré solo si tengo que hacerlo, Lou."

Louis rueda los ojos. "Como si fuera a dejarte ir malditamente solo," dice. "Y, no. No tengo una mejor idea, pero no me gusta."

"Sólo entra al bote," Harry se agacha para besar la mejilla de Louis y lo espera para que entre al barco. Louis se ajusta a sí mismo en la parte frontal de los dos bancos, por lo que no tendrá que remar. Toma la bolsa de cuero de Harry, dejándola entre sus piernas, y mantiene sus ojos en el agua cuando Harry empuja el bote.

"Si las sirenas no aparecen, ¿cómo obtendremos la sangre?" Louis le pregunta mientras Harry rema. En el lago, el agua es clara, pero Louis todavía no puede decir cuán profundo es o si, incluso, hay sirenas en este lago. Ve peces nadando, pasando ocasionalmente, pero nada de lo que podría ser una sirena.

"Improvisaremos," Harry ofrece. Louis sigue mirando, agitando su mano para deshacerse de la niebla creciente del agua. Trata de no moverse demasiado, y mantiene su voz baja. Hay algo inquietante en el ambiente de aquí, y Louis se mantiene expectante, esperando que algo salte del agua en cualquier momento.

Está tranquilo, las ondas del agua inquietas mientras Harry rema, es todo lo que queda. Eso, y el susurro del viento que coloca la piel de gallina a Louis. Cuanto más se acercan a la fuente, Louis más quiere remar hasta la orilla y correr al barco.

"Quédate aquí," Harry murmura cuando han llegado a la pequeña isla. Se inclina hacia la bolsa de cuero hasta que encuentra un frasco vacío y sale del bote para llenarlo. Louis se da la vuelta para mirar de nuevo al lago, cuando atrapa un chapoteo por el rabillo del ojo. Mueve su cabeza rápidamente a la dirección, pero sólo puede ver el murmullo del agua, justo en medio del lago.

"Harry," Louis dice con cautela, manteniendo los ojos fijos en el lago. "Creo que nos han visto."

"¿Las sirenas?" Harry pregunta. Saca el tapón del frasco, murmurando una oración por Dionisio y sube de nuevo al bote. "No estamos haciendo nada mal, Lou. Relájate."

"Relájate, dice," Louis resopla. Harry se aleja de la isla con el remo, navegando más hacia el agua. "Como si no fuéramos ya un blanco fácil estando en este bote."

Harry está a punto de responder cuando el bote se tambalea hacia atrás y una— una cosa se aferra al borde, detrás de Harry. Está goteando con agua, piel azul, un pálido enfermizo que se extiende sobre brazos largos y manchas de escamas luminiscentes dispersas sobre todo el cuerpo de la cosa. Su cara es lo más horrible, sin embargo. Louis la mira fijamente a los ojos inyectados en sangre que son más pupila que ojo, sin anillo de color rodeándolos, y escucha la respiración pesada saliendo a través de una boca llena de dientes afilados, amarillos.

"¿Eso es...?" Harry se desvanece y Louis asiente con la cabeza. Lo que se aferra a su bote debe ser una sirena, y Louis está a punto de orinarse. No es nada como él pensó que sería — no una bella mujer con una dulce voz, sino una criatura grotesca que parece que no ha visto la luz del sol en toda su vida.

Louis encrespa sus dedos mientras alcanza la bolsa de cuero, pesando en la pistola que está en la parte inferior. No tenía intención de matar a cualquier cosa que estuviera ahí, pero la sirena no se ve amable, y Louis no arriesgará la vida de Harry. No por un pequeño frasco de sangre.

Está cerrando los dedos alrededor de las correas cuando Harry dice algo. Louis no lo entiende y, en el siguiente instante, la sirena está colocando sus delgados brazos alrededor de Harry y arrastrándolo fuera del barco, por debajo de la superficie del agua.

"¡Harry!" Louis grita, poniéndose de pie y casi cayendo de nuevo con la fuerza del balanceo del bote. Se estabiliza a sí mismo y se apresura a la parte de la proa, mirando por encima de la repisa, hacia el agua tratando de encontrar a Harry. Cree que puede detectar el color rojo brillante del abrigo de Harry, y Louis no piensa, simplemente salta del bote hacia el lago.

Louis nunca ha sido el nadador más fuerte, a pesar de que ha vivido en una isla durante toda su vida, pero se empuja a sí mismo aún más abajo del agua, siguiendo el rastro del abrigo de Harry. La sirena se detiene cuando se da cuenta de que Louis los está siguiendo, afirmando más el agarra en el pecho de Harry, moviendo la cola más rápidamente. Louis hace caso omiso cómo su pecho comienza a quemar y el peso del agua aplastando su cuerpo, estirando un brazo hacia Harry. No puede estar más que a unos pocos metros de distancia ahora, pateando y luchando contra la sirena.

La sirena muerde el hombro de Harry mientras Louis se acerca a ellos, consciente de la falta de aire que quema en sus venas. Tiene menos de un minuto antes de que tenga que salir a respirar y, mierda, Harry está cayendo y Louis no tiene el tiempo ni la energía para luchar contra una maldita sirena, pero Harry no puede morir.

Louis toma la daga atada del cinturón de Harry y le da un tirón, sus extremidades moviéndose lentamente en el agua. La sirena ladea su cabeza hacia él y Louis hunde la daga en su brazo, que está atrapando la cintura de Harry. Styles queda libre en un instante y Louis tiene problemas en atraparlo antes de que se hunda más en el lago. Agarra a Harry, moviendo sus piernas con toda la fuerza que puede reunir, en dirección a la superficie.

El primer respiro de aire que Louis tiene en la superficie, es seguido por un poco de agua y jadea, asegurándose de que la cabeza de Harry está por encima del agua también. Louis no puede ver a la sirena a su alrededor, sólo un rastro de oscuro líquido rojo —su sangre, probablemente— pero Harry es la prioridad en estos momentos. Tiene que llevarlos de nuevo a la orilla del lago y asegurarse de que Harry está respirando.

"Harry, si puedes oírme," Louis gruñe, nadando con una mano hacia el barco, el otro alrededor de la cintura de Harry. "Sería muy bueno que despertaras. Por favor, amor, vamos."

Cuando llega al bote, no se molesta en tratar de dejar a Harry en él. No tiene la fuerza ni el tiempo. Es bastante difícil mantener a Harry mientras llega al bote y llegar a la bolsa de suministros. El frasco se cierra herméticamente, por lo que no importa si se moja, todo lo demás es reemplazable.

Cargar a Harry y la bolsa al orilla del lago parece una eternidad, y Louis no sabe cuánto tiempo, exactamente, se demora, pero, por el momento, se las arregla para estar de pie en el barro y dejar a Harry sobre su espalda, todavía no despierto y Louis está tan aterrado ahora, como lo estaba ante el Ketos.

"Harry, por favor, vamos," Louis suplica, su voz ronca por ingerir tanta agua del lago. El aire frío, brumoso, lo está haciendo temblar gracias a su ropa mojada y su pelo está cayendo sobre sus ojos, pero lo ignora todo, coloca a Harry sobre su costado y golpea su espalda, como si pudiera sacar el agua de esta manera.

No sabe si realmente funciona, o si Harry estaba a punto de despertar, de todos modos, pero, de pronto, tose más agua de la que Louis pensó que era posible y jadea débilmente.

"Oh, gracias a los cielos," Louis respira, colapsando a un lado de Harry. Está cansado, todo su cuerpo agotado por el esfuerzo y, si no fuera por el hecho de que Harry casi se ahoga, exigiría que lo llevaran a La Rosa.

"Lou," Harry jadea, tumbado de espaldas junto a Louis. Sus ropas están absolutamente destrozadas; tendrán que estar mucho tiempo tratando de explicarle esto a Niall. "¿Qué pasó?"

"La sirena nos atacó," Louis dice, inclinando la cabeza para mirar a Harry. Un poco de vida vuelve a sus mejillas, mientras las gotas de agua corren por su rostro. "Te hundió, así que salté para tratar de traerte de regreso. Como que, mordió tu hombro y te noqueó, o algo así, pero me las arreglé para asustarla."

Resumir una gran cantidad de cosas en una frase no se siente tan bien para Louis, pero, ¿cómo puede explicarle el frío miedo que tuvo, cuando vio a Harry cayendo del bote, mientras era ahogado por una sirena? ¿Cómo demonios podría explicar por qué la sirena sólo... se alejó nadando? Podría haberlos matado a ambos, pero no fue así y Louis no quiere pasar tiempo cuestionándose eso.

"Mierda," Harry jadea, llevándose las manos a la cara. "Gracias, Louis. Mierda, habría muerto sin ti. Gracias, pero, mierda, ¿cómo conseguiremos el frasco con sangre?"

Louis se incorpora bruscamente. "No lo haremos. Harry, no volveremos a ese lago. No me importa las propiedades curativas que la sangre de sirena tenga o lo que le prometiste a Alexander, no costará tu vida. Casi te ahogas, y tuvimos una suerte increíble, mierda, estamos arriesgándolo todo de nuevo."

"Es malo romper un juramento, Louis," Harry dice, lentamente. Louis lo sabe, pero se mantiene firme. No permitirá que Harry vuelva ese lago.

"Podemos buscar en un mercado en algún momento, una vez que la maldición se haya roto," Louis ofrece. "Pero, en este momento, tenemos lo que necesitamos, así que podemos volver al barco. Por favor."

Harry mira a Louis con intensidad, en silencio, durante un largo momento, antes de asentir. "Por supuesto. Tenemos que quitarnos esta ropa, no tiene sentido capturar nuestra muerte aquí."

Louis está inclinado a estar de acuerdo.

⚓⚓⚓

En el momento en el que Harry y Louis están devuelta en La Rosa, y están navegando hacia el oeste, Louis está demasiado cansado para hacer otra cosa más que seguir a Harry a su habitación y meterse en la cama con él. Han dormido juntos de manera esporádica, por lo general, después de una noche bebiendo hasta tarde y besándose bajo las sábanas, pero esto se siente más doméstico. Harry deja a Louis acurrucarse alrededor de él, sus cuerpos alineados como piezas de rompecabezas, piel desnuda contra piel desnuda, ya que se han despojado de casi toda su ropa. Louis nunca se ha sentido más seguro que cuando tiene a Harry en sus brazos.

Está inquieto entre sus sueños, plagados de una presión que está contra su garganta, como si no pudiera obtener el aire suficiente y se hunde más y más profundamente bajo el agua, sus pulmones ardiendo y sus extremidades agitándose, tratando de nadar a la superficie, pero no puede; simplemente no puede y algo parpadea en los bordes de su visión, ojos fríos y muertos y extremidades inhumanas enredándose alrededor del cuerpo sin vida de Harry, y Louis se lanza por él, o lo intenta, pero no puede moverse, no puede hacer nada más que seguir congelado en su mismo lugar mientras Harry se adentra más en el abismo y— está despierto.

"Louis." Harry susurra, acariciándole el cabello empapado de sudor contra su frente. Louis abre sus ojos, mirando la preocupación grabada en el rostro de Harry. "Sonabas como si te estuvieras ahogando, amor. ¿Qué pasa?"

"Pesadillas," Louis responde, haciendo una mueca por su voz ronca. Coloca su mano en la mandíbula de Harry, su pulgar frotando las bolsas de sus ojos. Las pocas velas que Harry encendió cuando entraron, todavía iluminan y Harry es maravillosamente suave bajo la luz tenue. "Hacen que sea difícil dormir bien."

Harry gira su cara contra la palma de Louis, besando el centro. "Cada vez que cierro los ojos, veo al Ketos saltando hacia mí, o siento a la sirena mordiendo mi hombro. No... no puedo dejar de pensar en ello."

"¿Quieres hablar de eso?" Louis pregunta. No está seguro si quiere hablar de sus propias pesadillas, el miedo paralizante de perder a Harry, de ser demasiado débil, demasiado lento para ser capaz de salvarlo. Por lo intentará por Harry, si eso es lo que necesita.

"No," Harry dice, en voz baja. "No en este momento, al menos. Hablemos de otra cosa."

Louis asiente con la cabeza, inclinando la cabeza de Harry hacia abajo por un beso rápido. Lo empuja sobre su espalda y coloca la cabeza en el pecho de Harry, trazando con su pulgar el tatuaje de un barco en su brazo izquierdo. "¿Esa es La Rosa?"

"Sí, lo obtuve después de que mi padre muriera, y supiera que estaba maldito también," Harry responde, flexionando el músculo, la nave cambiando junto con su piel. Louis no puede evitar la sonrisa cariñosa que se extiende a través de sus labios.

"Es un poco extraño tener algo, que es una carga tan pesada, tatuada en tu brazo de manera permanente," Louis reflexiona. Es un bello dibujo, Louis está seguro de ello, pero si se entera de que su existencia está basada en algo que fácilmente podría destruirse, como un barco, no estaría saltando para tatuárselo en la piel.

"No es tanto como un carga," Harry dice, continuando antes de que Louis pueda señalar lo obvio. "Quiero decir, claro, no quiero estar maldito y no me gusta lo que soy, pero La Rosa es mi hogar. Cuando sea libre, seré capaz de ir a cualquier lugar con el barco, veré lo que quiera. Cualquier cosa que queramos. Quería recordar la belleza del barco, supongo, recordarme a mí mismo que no es el fin del mundo, ya sabes."

"Supongo," Louis arrastra los dedos hacia abajo del brazo de Harry, al ancla, en la parte posterior de su muñeca. "¿Por qué no tienes una cuerda aquí? Un ancla es un poco inútil sin algo a lo que se aferre al barco."

"No lo sé," Harry dice, encogiéndose de hombros. "Sólo... no quería que el artista agregara la cuerda todavía. Tal vez, tenga una razón interna para ello, pero creo que estoy esperando el momento adecuado."

Louis vacila, acariciando las líneas oscuras del tatuaje con el pulgar. "No lo entiendo," dice. "La cuerda, no entiendo por qué tiene que estar junto al ancla."

"¿Por qué no? No tiene sentido sin el ancla, como has dicho."

"Tendré la cuerda," Louis dice, arriesgándose a mirar a Harry. Su expresión, con la boca abierta, es satisfactoria, pero Louis quiera una reacción más entusiasta que esa. "En la muñeca izquierda, ¿no? La cuerda alrededor del ancla."

"¿Estás seguro?" Harry finalmente logra decir. "Lou, es... mierda, Louis, es permanente."

"Lo sé," Louis dice, sonriendo con cautela. "Pero, se siente bien, ¿no lo hace? Creo que me gustaría estar vinculado a ti de esa manera, permanente. Tal vez, inclusa consiga algo para que coincida con el barco."

"Una brújula," Harry respira, una sonrisa encantada extendiéndose a través de su cara, iluminando sus ojos. "Desde que guías la nave y tú... me haces sentir como si tuviera sentido, como si tuviera algo por lo que luchar."

"Harry," Louis dice, exhalando, arrastrando los pies en la cama y besándolo con fuerza. Se mueve hasta que está en la parte superior de Harry, manos entrelazadas mientras los labios de Harry se mueven contra los de Louis, sintiendo el calor a través de su cuerpo. Así es cómo Harry besa, piensa, como si estuviera difundiendo calor a través de Louis, un beso a la vez, encendiendo fuego en su vientre que sólo se hace más grande cuando está juntos. "Harry."

"Lou, oh, dioses, Lou," Harry tararea, murmurando el mantra contra los labios y las mejillas de Louis, besando su cuello y rodando sobre Louis, por lo que queda atrapado debajo de su cuerpo. "Mierda, no tienes idea lo que haces en mí."

"Puedo adivinar," Louis dice, guiñando, inclinando su barbilla por otro beso. Harry se deja fácilmente, apenas notando cuando Louis serpentea sus manos entre ellos. Aunque, definitivamente nota cuando Louis toca su miembro duro a través de su ropa interior, dándole un gemido bajo.

"¿Estás... estás...?" Harry se desvanece, gimiendo de nuevo cuando la mano de Louis se desliza debajo de su camisa y hacia su pecho, dirigiéndose directamente hacia un pezón. Lo retuerce y Harry exhala fuertemente, presionando sus caderas contra Louis, sintiendo la dureza de su pene. Llamas de calor en el pecho de Louis cuando se arquea hacia arriba, rasguñando la espalda de Harry con su otra mano, arrastrándose por su columna vertebral.

"Sí," Louis susurra en la boca de Harry. "Sí, lo quiero. Te quiero. (I want you)"

"¿Cómo me quieres?" Harry responde al instante. No le da a Louis la oportunidad de responder la pregunta, sin embargo. En cambio, le da un beso, hasta que Louis se olvida incluso si hubo una pregunta, en primer lugar. Se pierde en sus labios y suaves gemidos, moliendo sus caderas contra la mano de Harry, persiguiendo la presión y la fricción hasta que está loco de lujuria. "Lou," Harry murmura, y Louis no puede esperar más.

"Sólo," gruñe, moviendo sus manos a la parte delantera de sus pantalones y prácticamente, sacándoselos. "Sólo, tócame," suplica, dejando caer la cabeza mientras Harry se hace cargo. Apoya su cabeza contra la mandíbula de Harry y saca la ropa interior de Louis, así su pene está expuesto. Está totalmente duro mientras Harry toca la punta, haciendo el prepucio de Louis hacia atrás y sacando un gemido de sus labios.

"¿Tocarte cómo?" Harry pregunta, y Louis quiere golpearlo por hacer tantas estúpidas preguntas, pero está distraído por Harry, envolviendo sus dedos alrededor del eje de Louis y acariciándolo suavemente.

"Así," Louis jadea, agarrando las caderas de Harry. "Sí, eso es— eso es bueno," dice, sin aliento. Los dedos de Harry se aflojan por un momento y escupe en su palma, regresando a Louis, tocándolo con movimientos más rápidos. No es tan eficaz, pero a Louis le gusta lo rudo, de todas maneras, y está tan acumulado que ya está a medio camino de un orgasmo, de todo modos. Ha estado en este barco durante semanas cerca de Harry, ha estado atraído hacia él desde el principio y encontrar tiempo a solas para hacerse una paja, no es fácil. Ahora, después de días de haber sido sacado de quicio por besos robados, Louis está en el borde después de sólo unos pocos minutos de Harry, acariciando su pene.

"¿Estás...?" Harry pregunta con las caderas de Louis se mueven de manera errática, y gemidos altos son arrancados de su garganta. Asiente con la cabeza, la tensión endureciendo su abdomen, y se viene con un fuerte grito, bañando el puño de Harry. "Mierda, Lou."

Harry se inclina hacia adelante para besar a Louis, mientras mantiene su puño en movimiento, llevando a Louis a través de su orgasmo hasta que está suelto contra la boca de Harry.

"Eso fue rápido," Harry dice con una sonrisa, limpiándose la mano en las sábanas de la cama.

Louis ríe débilmente, inclinando la cabeza para esconderse entre el cuello y el hombro de Harry. "Ha pasado un tiempo," murmura, levantando una mano para llevarla al hombro de Harry, deslizándola por su hombro. La piel de Harry es cálida y suave, y Louis quiere poner su boca sobre ella. "He querido esto durante mucho tiempo."

"Lou," Harry respira.

"Recuéstate," Louis instruye, incorporándose y guiando a Harry sobre su espalda. Se extiende a ambos lados de sus caderas y arrastra sus dedos a lo largo de su pecho mientras Harry lo mira con ojos oscuros. Se queda quieto mientras Louis trabaja, sus dedos rodeando los pezones de Harry y siguiendo las líneas oscuras de sus tatuajes. Con la primera presión de los labios de Louis sobre su pecho, Harry exhala suavemente, pero se queda quieto —como si demasiado movimiento, va a hacer que Louis se vaya. Louis sonríe para sí mismo, acariciando las partes suaves de Harry con sus manos. Quiere que Harry se estremezca y gima y sea tan obsceno como Louis lo fue, que se pierda fácilmente.

"Eres hermoso, ya sabes," Harry murmura cuando Louis besa su pecho, su mariposa y sus laureles tatuados en sus caderas, haciendo un sendero que conduce a su pelo debajo de sus pantalones. "Siempre lo pensé. Cuando te vi por primera vez en mi barco, no pude sacar mis ojos de ti."

Louis baraja por el cuerpo de Harry y coloca un beso justo por encima de su cintura, moviendo su mirada para encontrarse con la de Harry. "No quería estar atraído por ti," confiesa, aunque no es que lo mantuviera en secreto. "Todo salió al revés al final, sin embargo, ¿no lo crees?"

"Claro que sí," Harry se ríe y Louis se mueve a través de su ropa interior. Hay una mancha de humedad en la parte delantera, donde su miembro está contra la tela. Louis pasa el pulgar sobre él, presionando hacia abajo su pene, a través de su ropa interior y sonriendo cuando Harry jadea entre dientes. Golpea ligeramente la cadera de Harry, haciendo un gesto para que las levante, así Louis puede tirar de sus calzoncillos hasta la mitad de su muslo, justo lo suficiente para sacar su pene.

"Trata de sostener tus caderas, ¿bien?" Louis le indica, acomodándose en su vientre entre los muslos de Harry, metiendo la cabeza ahí, por lo que sus labios cepillan contra la delicada piel de sus caderas. "Ha pasado un tiempo."

"No tienes—" Harry se corta por su propio jadeo cuando Louis salpica besos alrededor de todo su miembro, hasta la punta húmeda. Es espeso y caliente en la mano de Louis, teniendo constantes fugas de líquido, y manchan la punta de la lengua de Louis. Nunca ha tenido a nadie así, pero Louis descubre que le gusta. Envuelve sus labios alrededor de la cabeza del miembro de Harry y chupa, presionando su lengua hacia abajo y deleitándose con un gemido bajo viniendo de Harry.

Se hunde más, tomando más del miembro de Harry en su boca, pero se detiene a sí mismo de ir demasiado lejos, de otra manera, se asfixiará alrededor del pene de Harry y esa no es la manera en la que quiere que esto pase. Las caderas de Harry tiemblan, como si estuviera luchando para mantenerlas quietas, por lo que Louis utiliza la mano que no está envuelta alrededor de la base de Harry, para presionarlas contra el colchón. "No te muevas," le instruye, murmurando las palabras en el pene de Harry.

"Estoy tratando," Harry responde, su voz quebrándose en la última palabra mientras Louis traga otra vez. Mantiene su cabeza en el lugar por un momento, dejando que su boca envuelva el eje de Harry y todo lo que pueda cubrir, antes de mover la cabeza. Arrastra sus labios sobre el pene de Harry, mientras las manos de Harry están cerradas en forma de puño en las sábanas, su espalda arqueada mientras Louis mantiene sus caderas presionadas hacia abajo. "Lou, Lou," gime, la letanía² cayendo de sus labios. "Mierda, eres tan bueno."

[²Letanía: una serie de peticiones.]

"Vamos," Louis susurra, quitándose del miembro de Harry, masturbándolo con movimientos rápidos y sencillos. "Quiero verte llegar."

Harry lo hace, echando la cabeza hacia atrás y gimiendo exageradamente alto. Termina sobre el puño de Louis y su propio pecho está bañado en semen, oscureciendo la mariposa y los laureles que están cerca de la cabeza de Louis. Es una gran vista de donde Louis está, recuperando el aliento con los labios rojos y mordidos, a juego con su piel. Es todo lo que Louis quería y más.

"Ven aquí," Harry dice, débilmente, levantando la cabeza lo suficiente de las almohadas para mirar a Louis a través de sus ojos entrecerrados. "Quiero abrazarte."

"¿No deberíamos limpiarnos primero?" Louis pregunta, pero se arrastra en la cama y se ajusta a sí mismo contra el costado de Harry, de todas maneras, su brazo arrojado sobre su pecho.

"Habrá tiempo para eso mañana," Harry murmura, bostezando. Louis generalmente está orgulloso de sí mismo de no ser tan inútil después del sexo, pero es tarde y el bostezo de Harry es contagioso, Louis ya puede sentir sus ojos caer. Sólo murmura en respuesta a Harry, retorciéndose hasta que está correctamente cómodo y se duerme escuchando las respiraciones de Harry.

⚓⚓⚓

"¿Cómo sabes dónde está el templo?" Louis le pregunta, llevando la brújula de Harry en su regazo. Han estado viajando hacia el oeste desde hace días, fuera de las zonas que Louis conoce. Harry aún no ha dicho nada a la tripulación hacia dónde va, sólo que es algo importante. Louis no cree que entiendan exactamente cuán importante es esto.

"Se llama mapa, Lou," Harry dice, lanzándole una sonrisa por encima del hombro. "Pequeñas invenciones que son bastante prácticas. ¿Pensé que habías oído de ellos?"

"Bien, correcto," Louis se ríe. Le da una patada con su pierna a los muslos de Harry, manteniéndose constante en la cajón en el que está sentado. "¿De dónde sacaste este mapa, sin embargo? Es muy conveniente que tenga una X gigante sobre el templo oculto, ¿no?"

Harry resopla y sacude la cabeza, ajustando el timón. "Era un viejo mapa de mi padre. Uno de los que estabas mirando cuando entraste en mi habitación la primera vez, en realidad. Ya sabe dónde está el templo. Práctico."

"¿Alguna vez quiso romper la maldición?" Louis pregunta, manteniendo la voz baja. No están solos en la cubierta superior, todo la tripulación trabajando en diversas estaciones. El clima ha sido bueno hasta ahora, siempre está presente el calor del verano, pero Zayn predice que el mar estará más agitado el siguiente día. La idea de otra tormenta y lo que podría traer, tiene a Louis agarrando su asiento un poco más firme, inhalando y exhalando uniformemente para tratar de sofocar las náuseas.

"Creo que lo planeó algún día, tal vez," Harry dice, sin mucha convicción. Louis adivina que no era algo de lo que Harry habló mucho con su padre. "Le gustaba demasiado vivir para dejar de depender de la nave, pero, entonces, supongo que no le molestaba tanto. O, tal vez, pensó que no podría. No lo sé. Nunca quiso hablarlo conmigo. Cada vez que trataba, me callaba. Con el tiempo, dejé de intentarlo."

"Una mierda por parte de él, dejarte así," Louis dice, mirando a Harry, debatiéndose por alguna justificación. Louis piensa que es mucho más jodido, en realidad, pero el padre de Harry seguía siendo su familia, puede adivinar.

"¿Una mierda dejarlo de esa manera?" Niall pregunta, apareciendo de la nada y dándole a los dos una mirada inusualmente severa. Louis se estremece, la presencia de Niall atrapándolo completamente desprevenido.

"¿Cuánto has escuchado?" Harry pregunta, agarrando el timón un poco más fuerte. Louis pensó que estaban hablando en voz baja, pensó que estarían a salvo de las miradas indiscretas, pero en un barco como este, realmente debería haberlo sabido mejor.

"Así que, es una maldición lo que estás ocultando," Niall dice, una afirmación más que una pregunta. Louis mira a Harry cuidadosamente, esperando a ver dónde termina esto. Está más que dispuesto a mentirle a Niall si eso es lo que Harry quiere, pero, en este punto, parece bastante inútil. "¿Eres tú el que está maldito?"

Harry vacila, mordiéndose los labios y mirando a la cubierta principal. "¡Jeff!" Grita, llamándolo con la mano y dando un paso atrás del timón cuando Jeff llega trotando. "¿Tienes una brújula? Bien, necesito que sigas navegando hasta el oeste. Avísame si el clima cambia."

Con eso, Harry le hace un gesto a Niall para que lo siga al camarote. Louis los mira, guardando la brújula de Harry y siguiéndolos. Niall se sienta en la cama, con las piernas cruzadas delante de él, mientras Harry camina de un lado a otro en la habitación, con las manos metidas en los bolsillos de sus pantalones.

"Tú sabes, ya sabía que estabas ocultando algo," Niall dice, finalmente, inclinándose hacia adelante para agarrar el brazo de Harry, deteniéndolo en medio de su caminata. "Y sabes que nunca te insistí, no cuando todavía me estabas manteniendo el secreto por tanto tiempo. Pero, Harry, soy tu mano derecha. Puedes decirme cualquier cosa."

Harry se para delante de Niall, dejando caer su brazo inerte de la mano de Niall y suspira profundamente. "Estoy maldito," dice, en voz baja, un gran orgullo se posa en el estómago de Louis cuando las palabras caen de los labios de Harry. "Me padre estaba maldito antes que yo, me lo transfirió."

El rostro de Niall se contorsiona en una mueca empática, y Louis piensa que podría ser su señal para salir. Apoya una mano en el hombro de Harry, capturando su atención, y sin decir nada, presiona su pulgar en el brazo de Harry. Él le da una sonrisa suave e inclina la cabeza para besar la mejilla de Louis. Susurra, "gracias," en el oído de Louis.

Louis sale de la cabina con la misma facilidad con la que entró y se pone en marcha para encontrar a Liam. Ha sido un día completo desde que Liam está aterrorizado, y Louis podría sacarle una risa o dos para aligerar el ambiente.

Louis sigue con Liam hasta la tarde, cuando Harry y Niall finalmente emergen de la habitación de Harry. Él llama a toda la tripulación al timón y se aclara la garganta, de pie delante de todos.

"Muchos de ustedes, probablemente, se han estado preguntado acerca de las paradas que hemos estado haciendo recientemente, y por qué no hemos estado demasiado tiempo en las islas de Grecia, yendo más allá del mediterráneo." Harry se detiene, metiendo un mechón de pelo detrás de su oreja e inspeccionando a la tripulación constantemente. Louis puede ver el temblor de sus dedos y la ligera contusión de sus labios donde ha estado tirando de ellos con sus dientes. "La razón de ello, es porque estoy tratando de romper una maldición. No muchos de ustedes conocían a mi padre, pero no siempre fue un hombre agradable. Una bruja lo maldijo cuando todavía estaba vivo, y cuando murió, la maldición se transfirió a mí. Mientras que La Rosa siga viva, yo también, pero si algo le sucede a la nave, entonces..." Harry se desvanece; la tripulación se queda en silencio, tomando la implicación de sus palabras. Incluso ahora, Louis no puede imaginar a alguien como Harry, con una sonrisa tan brillante y una personalidad tan viva, muerto. La idea de no tener a Harry en su vida es impensable y malditamente aterradora.

Louis se hace hacia atrás mientras Harry responde las preguntas de la tripulación, pidiéndoles perdón por mentirles cuando todo lo que ha exigido de ellos ha sido honestidad y cooperación. En la cena, en el momento en el que todos terminaron — todo el mundo satisfecho de que Harry haya revelado todo y ofreciéndose para ayudar en todo lo que sea posible— y Harry toma su comida lejos de la tripulación, comiendo en su camarote. Louis come con la tripulación, dándole a Harry un poco de tiempo para sí mismo, pero termina antes y va a ver a Harry de todos modos.

Harry está recostado en su cama cuando Louis entra, cerrando la puerta detrás de él. Louis se sube a su lado, alineándose al costado de Harry, su cabeza apoyada en su hombro.

"Estoy tan orgulloso de ti, ya sabes," dice, en voz baja, sintiendo a Harry apoyarse en él. "No tenías nada que decirles acerca de la maldición, peor lo hiciste y estoy muy orgulloso de ti."

"Se lo debía a la tripulación," Harry dice, simplemente. "Son mi familia, merecen la verdad. Y, ayuda no preocuparse por un potencial motín cuando vayamos a puertos que no tiene sentido visitar sin conocer la maldición. Niall fue certero, puso en mi mente que nadie se iría cuando se enteraran de ello."

"Todos aquí te aman," Louis le dice, mirando a Harry y se pregunta si puede decir cuánto Louis se está incluyendo a sí mismo en ello, si Harry puede decir cuánto Louis lo ama con tan solo mirarlo. Louis espera que sí. "Nadie te dejaría por algo que no es tu culpa. Y estamos cerca de romper la maldición, de todas maneras, sólo unos pocos días más."

Harry inclina la cabeza hacia atrás, contra la cabecera, y cierra los ojos. "Es extraño, pensar que dentro de unos días seré libre. Casi no quiero pensar demasiado en ello, en caso de que algo salga mal. ¿Quién sabe lo que podría suceder entre hoy y el próximo puerto?"

"No digas eso," Louis lo regaña, empujando el hombro de Harry. "Piensa positivamente. Como... ¿qué es lo primero que vas a hacer cuando seas libre? Cuando puedas hacer cualquier cosa que quieras sin preocuparte si La Rosa sigue intacta."

Harry piensa, mordiéndose distraídamente el labio. "Egipto. Sí, me gustaría ir primero a Egipto. Luego, ver dónde todo el mundo quiere ir. Quiero viajar fuera del mediterráneo, ver qué más hay en el mundo. Ir donde la gente no conoce, donde podamos ser viajeros, no piratas."

"Bueno, no te retractes de la piratería todavía. Necesitas financiar tus viajes de alguna manera, ¿no es así?" Louis bromea.

Harry se ríe, cambiando su brazo, envolviéndolo alrededor de la cintura de Louis, acercándolo más. "Cruzaremos ese puente cuando lleguemos a él, ¿sí? Romper la maldición es una meta bastante sólida por el momento, de todos modos."

"Lo haremos," Louis le asegura, llevando su mano hacia arriba para acunar la mandíbula de Harry, tirando de él por un beso. "Serás libre."

⚓⚓⚓

Está lloviendo la mañana que atracan al borde de a Creta occidental, en la ciudad de Palaiochora. El mar no está demasiado bravo, así que desembarcar en un pequeño pueblo es bastante fácil, pero Harry está nervioso y tenso, y Louis lo observa gritarle a la tripulación sólo para, después, pedirles a todos profundas disculpas al siguiente segundo.

El templo de Hécate está escondido en los bosques, en la cima de las colinas en el otro lado de la ciudad. Harry había calculado el tiempo, pero están impacientes por salir tan pronto como les sea posible.

"Prométeme que cuidarás de ella mientras no estoy," Harry le dice a Niall, el único que se ha quedado en el barco en este puerto. Louis se balancea sobre sus talones, esperando que Harry lo deje, así ellos se puede ir.

"Este puerto no es diferente, Cap," Niall dice, rodando los ojos con cariño. "Seguiremos vivos, no te preocupes."

Harry vacila, por lo que Louis toma su mano y la aprieta. Por supuesto, este puerto no es diferente y la probabilidad de que suceda algo malo en una ciudad tan pequeña es poca, pero se siente diferente. Hay una tensión en el aire, entre Harry y todos a su alrededor. Es como si La Rosa supiera que algo grande está sucediendo. Louis no puede detener el temblor en sus manos tampoco.

"Vamos," Louis susurra. Harry abraza a Niall con fuerza y luego ellos están fuera, caminando por la pasarela a la ciudad. El mercado está tranquilo, con la lluvia cayendo ahora, así que no hay ningún tipo de distracciones para detenerlos de caminar lo más rápido posible. Cuando las casas están fuera de su vista, los campos se extienden a través del paisaje, el barro debajo de sus botas.

"¿Con qué frecuencia crees que llueva aquí?" Harry pregunta al caminar, los bosques comenzando aparece en el lado opuesto del campo.

"Más de lo que estamos preparados, al parecer," Louis responde a medias. La conversación es aburrida, los dos lo sabe, pero Louis piensa que Harry sólo necesita mantener su mente en blanco, sin pensar en los 'qué pasaría si'. "¿Quieres oír un chiste?"

"Claro."

"¿Cuál es el grande amor de un pirata?" Louis pregunta, mientras Harry sonríe al darse cuenta. "Es el mar."

Harry estalla en una risa como si no pudiera evitarlo, y las mejillas de Louis duelen de tanto que está sonriendo. "Usando mis propios chistes en mi contra," Harry ríe. "Verdaderamente terrible."

"Pensé que apreciarías el hecho de que lo recordaba." Louis añade. Los chiste malos son la especialidad de Harry. Louis sabía que pondría una sonrisa en su cara, incluso mientras caminan hacia el templo. Les lleva una buena parte del día llegar al templo a pie, haciendo su camino hasta el sendero pisoteado por peatones por el bosque, encontrándose alrededor de los árboles y charcos y pequeños claros en todo el camino hacia el templo en medio del bosque. Cuando por fin está a la vista, Louis y Harry se detienen al mismo tiempo, limpiándose la lluvia de la cara.

El templo es más alto de lo que Louis esperaba, pero todavía no tan alto como para superar a los árboles. El musgo cubre las columnas descoloridas de mármol, y la escalera está rota y lejos de estar lisa como pensó que estaría cuando fueran. Aun así, el templo irradia potencia y energía a pesar del desgastado exterior. Incluso, las escenas talladas en piedra en la parte delantera en el techo del arco, tienen la columna de Louis hormigueando. Como con la sirena en el lago, puede sentir el peso sagrado aquí, como si los ojos de los dioses estuvieran sobre él.

"Tenemos que ir adentro," Louis susurra, finalmente sacando su mirada del templo para observar a Harry. Está mirando el templo con asombro grabado en sus rasgos, sus largos dedos jugando con nerviosismo con sus propios anillos.

"Sí," Harry mueve la bolsa en su espalda, cuadrando los hombros. Da el primera paso hacia adelante, hacia las escaleras de piedra y Louis está junto a él.

En el interior del tempo, está inusualmente frío para un lugar tan al sur. No hay luz cuando las puertas se cierran pesadamente detrás de ellos, y el único sonido es el golpeteo de la lluvia sobre el techo de piedra y sus pasos haciendo eco a través de la habitación vacía. Es desconcertante, por decir lo menos, y Louis tiene que detenerse a sí mismo de mirar hacia atrás, por encima de su hombro, por miedo de que algo vaya arrastrándose detrás de ellos.

"Encenderé unas antorchas," Harry susurra en el oído de Louis, y Louis está agradecido de que Harry no haya podido ver su estremecimiento. Harry golpea su piedra y enciende una de las antorchas que trajeron en su bolsa de cuero. Louis permanece quieto mientras Harry lentamente trae luz al templo, encendiendo esporádicamente las antorchas que están alrededor de la habitación.

Hay una estatua del mismo Hécate en el centro, parado sobre un podio por lo que el mármol —el doble del tamaño de un hombre promedio— se cierne sobre Harry y Louis. Ella está de pie con sus brazos extendidos, dos antorchas de piedra en sus manos y su ropa cuidadosamente tallada en piedra. Incluso, con la mirada en blanco en su cara, Louis no puede dejar de sentir que está siendo observado cuidadosamente, esperando a ver lo que harán después.

"Debes mantenerte lejos," Harry instruye, caminando de regreso Louis y encogiéndose en la bolsa que está en sus hombros, agarrándola con fuerza. Su agarre es tan fuerte, que sus nudillos están blancos. Louis asiente con la cabeza, y se inclina hacia adelante para besar a Harry en los labios por un breve momento, antes de retroceder y dar un paso hacia un lado.

Arremanga las mangas de su camisa, todavía húmeda por la lluvia, por encima de las muñecas, y observa a Harry preparándose para el ritual. Se lo explicó a Louis más de una vez, mientras más potente la maldición sea, el ritual para romperla es más simple, en realidad. No hay sacrificio, sólo ofrecer un objeto perteneciente a la persona maldita —el más potente, es mejor, así que Harry está usando el collar de Cassandra como punto a su favor— y un ritual de limpieza con agua bendita. Una breve oración a Hécate, y luego... Louis no sabe lo que sucede después. Se supone que depende de si Hécate considera que Harry es digno para romper la maldición.

Harry se arrodilla frente a la estatua y fija una sábana de tela delgada que Niall le hizo para él, en el suelo frío. Coloca el collar de Cassandra en el centro, la joya colgando de la delicada cadena, que brilla a la tenue luz de las antorchas. Harry retira el frasco de agua desde la fuente del lado, y empieza a murmurar una oración en voz baja mientras la vierte sobre el collar. Hace ruido y chisporrotea cuando el agua golpea el metal, pero Harry sigue derramando agua hasta que la última gota dejó el frasco, moviendo los labios todo el tiempo.

Louis contiene la respiración mientras Harry deja el frasco en el suelo, y espera algo, cualquier cosa que pase. El amuleto se mantiene moviéndose ante el agua sagrada, el único sonido en el templo ahora, cortando el silencio mortal, y entonces, de repente, de la nada, sale una mujer de atrás de la estatua.

Louis no puede mirarla por mucho tiempo; sus ojos empiezan a doler mientras lo intenta, pero la vio el tiempo suficiente para saber que es la viva imagen de la estatua de la que apareció. No hay manera alguna de que ella no sea la diosa Hécate. Las antorchas alumbran aún más, y hay algo divino en el aire, ahora. Louis trata de moverse, acercarse más a Harry y colocar una mano tranquilizadora en su hombro, pero no puede hacerlo —no puede hacer nada más que una mueca de dolor mientras trata de ver a Hécate, acercarse a Harry, aún de rodillas.

"Levántate, Capitán Styles," Hécate dice, lentamente. Su voz es suave, pero Louis aprieta la mandíbula de todos modos; su voz suena como uñas arrastrándose por una pizarra. "¿Qué es lo que me pedirás?"

Harry se levanta a sí mismo desde el suelo, tembloroso, los ojos fijos en Hécate frente a él. "Hécate Soteira, he venido a pedirte que rompas la maldición que me afecta, a causa de las acciones de mi padre. Creo— creo que soy digno de ser un hombre libre, si puedes concederme esta petición."

"¿Digno?" Hécate repite, risa estridente en sus palabras. Louis baja la mirada, sin saber cómo Harry aún está de pie. "¿Qué te hace pensar que eres digno, Capitán Styles? Tú, que has asesinado a un hombre. Tú, que has roto las promesas que juraste mantener. Tú, que has robado y mentido y cometido delito de piratería. Capitán Styles, es cualquier cosa, menos digno."

"Por favor," Harry ruega, cayendo en sus rodillas, agarrando la tela oscura del vestido de Hécate. "Por favor, te lo ruego. Sólo quiero ser libre."

"No creo que pueda suplicarme, Capitán Styles." Hécate dice, dando un paso hacia atrás, las manos de Harry cayendo de su vestido. "Ha malgastado su tiempo y energía, sólo como lo has hecho con mi tiempo. He vivido más de lo que puedas imaginar. Sé más que mostrar compasión a estúpidos mortales. No te liberaré, porque me lo has pedido, pero tomaré algo a cambio para cortar tu conexión con La Rosa."

"Cualquier cosa," Harry promete. La sangre de Louis corre fríamente por su venas ante sus palabras.

"Una vida," Hécate dice, y el temor de Louis se agranda. Trata de forzar su cuerpo para moverse, para avanzar hacia Harry y arrastrarlo fuera del templo, tratando de usar su voz para hacer cualquier cosa, pero no puede. Simplemente, no puede. "La vida de tu amigo de ahí."

La cabeza de Harry lo mira, horror torciendo su expresión. "Cualquier cosa, menos eso," dice sin pensar— mientras Louis lucha contra sus ataduras invisibles para acercarse a Harry. "Por favor. No sacrificaré a Louis por mi libertad."

Hécate hace un ruido, dando un paso más cerca de Harry otra vez. "¿Y si te prometo algo más que tu libertad, a cambio de su vida? Podrías tener tu libertad y todas las riquezas que puedas querer, y la reputación más feroz en el mundo. Todo lo que siempre quisiste, y más, podría ser tuyo, a cambio de su vida. ¿Tomarás mi oferta?"

"No," Harry casi grita, su voz quebrada de forma audible. Louis piensa que su corazón podría romperse en mil pedazos. "Lo amo. No lo sacrificaré por nada."

Hécate se acerca y acuna la mandíbula de Harry, un gesto que debería ser íntimo pero está lleno de malicia. "¿Qué pasa si es su vida, o la tuya? Puede irse de este templo sin ninguna marca en contra de su nombre, pero no sobreviviría el día. ¿Cuál será tu elección, entonces?"

Louis intenta gritar con todas sus fuerzas, pero no hay sonido que resuene en el templo. Está atascado, inútil, en su propio cuerpo, mientras que Harry negocia su vida. No hay nada más que pueda hacer más que escuchar y ver cómo su corazón se rompe.

"Es posible que lleves al Hades ahora," Harry dice, cerrando sus puños, lágrimas corriendo en sus mejillas. "No lo sacrificaré."

"Entonces, que así sea," Hécate dice, simplemente. Extiende la mano para acariciar su frente, y en el siguiente instante, ella desaparece. Y Harry cae al suelo, inerte e inmóvil.

Louis se pone de rodillas, de repente, capaz de moverse de nuevo. Se queda mirando el espacio en el que el cuerpo de Harry está, el amuleto todavía inundado de agua en los escalones de mármol.

"Harry," se ahoga, una respiración entrecortada. Su pecho se siente apretado y las lágrimas pican en la parte posterior de sus ojos y Harry está... no se mueve. Se ve como un cadáver, pero no puede ser. Louis no le permite que esté muerto.

Se apresura donde Harry está recostado y lo da vuelta, por lo que está sobre su espalda. Sus ojos están vidriosos y vacíos, sus labios entreabiertos en un último aliento. Su piel todavía está cálida mientras Louis pasa sus dedos sobre su mejilla, sin tocarlo realmente, su visión desenfocándose con las lágrimas que se derraman en su rostro.

Hécate!" Louis grita cuando encuentra su voz, aferrándose ahora Harry, deseando desesperadamente que vuelva. "¡Hécate!" Grita de nuevo. Quiere pedirle tomar su lugar, que Harry vuelva. Louis haría cualquier cosa, prometería cualquier cosa, sólo para traerlo de regreso, pero lo único que puede hacer es aferrarse al cuerpo sin vida de Harry y sollozar.

Eventualmente, cuando Louis ha gritado y llorado hacia la estatua, su garganta está doliendo demasiado para hacerlo por mucho tiempo. Está muerto, es lo que corre por la mente de Louis, Harry está muerto; sacrificó su vida para mantener a salvo a Louis y Louis no puede... no puede creer que Harry esté muerto, nunca llegó a viajar a Egipto y fuera del mediterráneo, Louis nunca lo llevó a conocer a su familia y nunca le llegó a decir que lo amaba.

Louis no sabe cuánto tiempo está arrodillado ahí llorando. Con el tiempo, sus lágrimas dejan de caer y su cabeza comienza a doler. Se da cuenta del dolor de sus rodillas, y el profundo frío de su ropa húmeda. El entumecimiento se establece, y Louis sabe que tiene que volver a La Rosa y decirle a la tripulación lo que pasó. Tienen que darle a Harry una despedida adecuada.

Harry está muerto. No volverá. Louis tiene que aceptar eso.

Enrosca los dedos en las solapas del abrigo de Harry, no está dispuesto a tocar su piel ahora por miedo a encontrarlo frío, cuando, de repente, el pecho de Harry se levanta con una inhalación aguda y parpadea rápidamente. Louis lo mira atónito, su corazón acelerado, mientras Harry balbucea y mira a su alrededor violentamente hasta que su mirada —tan animada e intensa como Louis recordaba— se asienta en él.

"¿H—Harry?" Louis grazna, apenas creyendo lo que está viendo.

"Louis," Harry suelta. El calor familiar de su voz inunda a Louis, y Harry lleva su mano a la mejilla de Louis con un movimiento demasiado familiar.

"Estás—" Louis trata, cortado por la emoción, y otro sollozo sale de su pecho. "Estabas —y ahora estás—"

"Estoy vivo, Lou," Harry responde, lento y profundo, su voz retumbando a través de su pecho y haciendo eco en los huesos de Louis.

"Estabas muerto." Louis está a un suspiro de desmayarse, acercándose histérico de nuevo porque Harry está vivo, pero eso es imposible —Hécate lo mató, lo llevó al Hades. Louis gritó y lloró durante horas sobre el cadáver de Harry. Ningún mortal, simplemente, regresa de eso, ni siquiera Harry. "Estabas— estabas muerto."

"Y ahora estoy vivo." Harry dice, rompiendo finalmente en una sonrisa. Se levanta a sí mismo del regazo de Louis, sentándose, entonces tira de Louis rápidamente, envolviendo sus brazos alrededor de la cintura de Louis. "Hécate dijo que la prueba real era si sacrificaba o no, a alguien que amo, por algo así. Cuando me negué a hacerlo, y no cambié de opinión, incluso cuando estaba en el mundo terrenal, consideró de que era digno para romper la maldición." Húmedas lágrimas caen sobre el hombro de Louis, donde Harry entierra su rostro en su cuello y con voz rota dice: "Soy libre, Lou. Soy libre."

"Estás—." Louis se rompe, apretando a Harry con fuerza, como si estuviera a punto de irse de sus brazos en cualquier momento. Todo es abrumador en este momento y Louis no puede respirar, pero mantiene a Harry en sus brazos y sabe que está a salvo. "Mierda."

"Soy libre," Harry dice, tirándose hacia atrás y sosteniendo la cara de Louis con ternura. Hay lágrimas rodando por sus mejillas, pero la sonrisa sigue ahí, y Louis no puede dejar de reflejar lo mismo a través de sus propias lágrimas. "Te amo."

Louis llora aún más fuerte, haciéndose hacia adelante para besar los labios de Harry, desesperados, sólo besos con su boca cerrada son lo que Louis puede manejar en este momento. "Yo también te amo. Pensé que nunca llegaría a decirte lo mucho que te amo."

"Está bien," Harry susurra, ralentizando sus besos a algo más íntimo, menos frenético. "Está bien. Estamos bien ahora, Lou. Somos libres."

⚓⚓⚓ 

"Ya sabes," Harry dice lentamente, metiendo un rizo detrás de su pelo y echándole un vistazo a Louis. "Creo que estoy más asustado de lo que estaba cuando fuimos a ver a Hécate."

Louis resopla. "Bueno, mi madre da miedo suficiente como para competir con una diosa," bromea, mirando fijamente la pequeña casa frente a ellos. Mantiene su tono ligero, pero sabe lo que Harry quiere decir. Ha estado meses fuera de su casa y ahora está aquí, está malditamente aterrado de llamar a la puerta. Ha cambiado mucho durante los últimos meses que ha estado lejos, y sería estúpido esperar que su familia estuviera igual. Mierda, ¿qué pasa si ni siquiera siguen viviendo ahí?

"¿Quieres golpea tú, o lo hago yo?" Harry pregunta.

Louis toma una respiración profunda, y camina hacia adelante. "Lo haré," dice, siguiendo con un golpe seco en la puerta. Se ve como recuerda, la madera lisa, pulida a la perfección. Alguien la ha estado manteniendo en buenas condiciones mientras se fue.

Apenas pasa un momento antes de que su madre abra la puerta. Su mandíbula cae cuando se centra en Louis, su mano aún cerniéndose sobre la manija de la puerta. Ella se ve bien, Louis nota, lo cual es una buena señal. No hay bolsas bajo sus ojos como cuando era joven, y su cara está lo suficientemente rellena para saber que ha estado comiendo bien. Si Jay está saludable, sus hermanas sin duda, también lo están. Es prometedor, y Louis reprime los nervios que corroen su estómago.

"¿Louis?" Hay suena como si ella no pudiera creerlo, con voz temblorosa. "Oh, Louis."

Al siguiente momento, Louis está sometido a un abrazo tan apretado que apenas puede respirar. Jay solloza en su hombro, sus manos clavándose en su camisa suelta y Louis tiene que morderse los labios para detenerse a sí mismo de llorar también. Casi todo lo que ha extrañado de casa, está justo aquí, en brazo de su madre y, mierda, las lágrimas brotando ahora porque la ha extrañado malditamente tanto.

"No puedo creer que hayas vuelto," solloza. "Tenía la esperanza, pero—," Jay se tira hacia atrás y se seca los ojos con una mano, la otra todavía entrelazada en la camisa de Louis. "Adelante, por favor, vamos a sentarnos."

Los ojos de Jay parpadean hacia Harry, como si se diera cuenta de su presencia por primera vez. Louis se ríe, tomando la mano de Harry. Es, probablemente, la primera vez que alguien se fija en ellos y se fija en él primero, en vez de Harry y sus ropas llamativas y sus espadas caras. "Mamá, este es mi novio, el Capitán Harry Styles de La Rosa."

"¿Capitán Styles?" Jay repite, mirándolo hasta que junta los cabos sueltos. "Soy Jay, la madre de Louis. Un placer conocerte. Vamos a entrar."

"Lo mismo digo, señora," Harry dice, inclinándose. Louis rueda los ojos, y siguen a Jay a la casa.

Hay diferencias sutiles en la decoración que lo mantiene botando jarrones de los podios y apurándose en recogerlos. Sabía en su mente, que las cosas habían cambiando, esperaba esto, pero es discordante para él ver los efectos físicos de su ausencia por escrito en las paredes de su antiguo hogar. Aun así, las cosas siguen siendo igual de reconfortantes, como siempre. Puede oír a sus hermanas hablar en voz alta a través de las paredes y el jarrón de arcilla que intentó hacer cuando era joven, está justo a un lado de la chimenea, exhibiéndose orgullosamente, a pesar de las fallas en las asas.

Jay hace un gesto para que se sienten en las sillas, y se sienta al lado opuesto de la mesa principal —Louis recuerda haberla tallado él mismo. Los dedos de Jay no se alejan del borde desgastado de la mesa ahora, como siempre lo hace cuando está abrumada.

"Probablemente, debería empezar por el principio, ¿correcto?" Louis apoya sus manos sobre la mesa y empieza hablar. Deja de lado algunas de sus experiencias más cercanas a la muerte como cuando escribía sus cartas, no quiere preocupar demasiado a su madre, y cuando sus hermanas oyen su voz, salen disparadas hacia él, podría haber un poco de lágrimas otra vez. Harry se mueve de vez en cuando, y responde a las avalanchas de preguntas que van dirigidas hacia él.

"¿Te quedarás?" Jay pregunta cuando la conversación se asienta y Louis piensa que ya sabe la respuesta a esa pregunta. Harry tenía razón, después de todo. Una prueba de la libertad del mar, y la tierra ya es poco atractiva.

"No," Louis dice, tristemente, sacudiendo la cabeza. "Zarparemos a la primera hora mañana. Iremos a Egipto. Se supone que ahí es hermoso."

"¿Tan pronto?" Jay no puede mantener el dolor en su voz, y el corazón de Louis duele. Es pronto, pero hay lugar que tienen que visitar, muchos miembros de la tripulación tienen familia o seres queridos que quieren ver, y sólo tienen mucho tiempo.

"Has estado fuera tanto tiempo," añade Lottie, alzando sus cejas hacia Louis. La primera vez que se fue, no fue su culpa —ahora, es totalmente suya.

"Todavía les escribiré," Louis le asegura. "Enviaré dinero cada vez que pueda, y estaré de nuevo aquí en algún momento. Espero quedarme un poco más, entonces."

"Podré con eso," Jay dice, como si fuera lo único que puede manejar en este momento. Louis piensa, que eso es suficiente.

No abandona a su familia por el resto de la noche, tratando de pasar el mayor tiempo con ellos como le sea posible. Es bueno estar en casa, incluso si su visita fue tan fugaz. Cuando la mañana llega, y Harry y Louis están de pie fuera de la casa, Louis tiene que arrancarse de las manos de su familiar. Si pudieran, está seguro de que no lo dejarían ir.

"No es un adiós," dice, riendo para dejar de llorar. "Las veré de nuevo, ¿bien?"

"Mantente a salvo," Jay dice, besando su mejilla con fuerza. Hay otra ronda de despedidas, y Jay se gira hacia a Harry, y le dice, en términos no muy claro, que cuide a Louis, sin importar qué.

"Lo haré," Harry responde con sinceridad. Louis piensa de nuevo en Harry, protegiéndolo con su vida como en el templo, y suprime un estremecimiento. Sabe hasta qué punto Harry irá para mantenerlo a salvo, y aunque él haría lo mismo, no se siente exactamente bien sin él.

En el momento en el que comienza a alejarse de la antigua casa de Louis, hacia los muelles, hacia La Rosa y el sol ya está saliendo. Harry toma la mano de Louis, y él la acepta fácilmente, apretándola firmemente mientras caminan.

"¿Estás bien?" Harry le pegunta, suavemente. "Los dejaste pronto... no puede ser tan fácil."

Louis se encoge de hombros. "Es lo que decidimos," responde. "Las veré de nuevo y, honestamente. Creo que será más doloroso si me quedo más tiempo. Hemos tomado una rutina aquí, que sería más difícil de dejar. Y sé lo mucho que odias estar lejos del mar."

"No hay nada como la libertad del mar," Harry dice, inclinando la cabeza hacia atrás y dejando que el sol brille en su pie. Se estira como un gato, y Louis se inclina para besar la comisura de sus labios. "¿Estás listo para zarpar, amor?"

Louis sonríe. "Absolutamente."

⚓⚓⚓  

Fin.

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