Asalto uno
✌
—Chanyeol, esta es la cuarta vez en la semana. ¡Y apenas es miércoles! Hombre, ¿qué te pasa?
«¿Qué te pasa?» Sip, esa pregunta la había escuchado muchas veces en la semana, todas y cada una de ellas viniendo de la voz de su linda, dulce, tierna y comprensiva novia. Se llamaba Moon Byul Yi, pero odiaba que le dijesen sólo Byul Yi, así que se dejó el Moonbyul porque ella era una estrella brillante en el firmamento. La conoció en el preescolar, su novia de toda la vida como esas típicas historias cliché, y no, lejos del cliché, no estaba con ella porque sus padres le obligasen, de hecho, su mamá odiaba a la chica. Estaba a su lado simplemente porque con ella todo era más sencillo.
Y la quería, porque antes de novia fue su amiga, por eso no se explicaba cómo era que, exactamente hace dos semanas, su vida dejó de ser un tranquilo paseo para convertirse en un infierno, uno donde él le montaba el cuerno de la forma más salvaje y ruda posible.
Ahora, estando en la cama, con ella desnuda pero sin sentir la más mínima corriente de placer, se sentía culpable, (qué culpable, qué lo manden a la horca de inmediato).
Lo peor de todo era que tenía una confianza tal con Moonbyul, que su lengua a veces se iba sola para decirle que le montó el cuerno en una noche donde la lujuria, el placer y ochocientos tragos de sexo en la playa le nublaron completamente el cerebro, y la razón, y la visión.
Quiso hacer de oídos sordos, simular que no fue un mal novio pero la culpa le estaba siguiendo hasta cuando iba al baño (y es que, hasta cagar le era difícil) tenía que decirle, a ella, a su novia, decirle que le fue infiel, contarle la historia.
La culpa lo seguía a todos lados, (literal) y tenía piernas lindas.
—Tenemos que hablar.
Método uno, con moraleja incluida, nunca se podía decir "Tenemos que hablar" sin esperar que la otra persona pusiese cara de tragedia.
—Bien, habla.
Moonbyul era tan wow, parecía que nada le afectaba, bueno, los rollos de canela de la mamá de Minseok sí que le afectaban pero eso era comida y diferente, (Señora, usted debería ser mi madre, mire que hasta me parezco a su hijo). Ella se sentó en la cama en posición indio importándole poco que estaba desnuda, se recogió el pelo castaño claro en una coleta y sin más le hizo una mueca a Chanyeol para que hablara.
Buscando método para decirle a tu novia que fuiste infiel.
Seleccionando.
Cargando.
—¿Sabías que tienes un pezón más pequeño que el otro?
Park Chanyeol, diecisiete años, más orejas que diplomas, más dientes que una pelea de perro, más cabello que metas en la vida.
Aplausos.
Moonbyul se echó a reír tocándose los senos e inspeccionándolos por sí misma, Chanyeol se palmeó la cara; los pezones de Moonbyul eran perfectos, ni siquiera sabía por qué había dicho eso. Lo bueno de toda la historia era que la chica siempre tenía una expresión serena, nada la descolaba, siempre con sus ojos lo motivaba a hablar de sus problemas, y con su sonrisa le aseguraba que todo iba a estar bien, parecía loco pero la sonrisa de Moonbyul le decía que ella iba a estar bien con su metida de pata, bueno, eso si se quedaba a escuchar la historia completa.
—Debe ser muy grave lo que te tiene así, mira que meterte con mis niñas.
Ella se echó a reír e instintivamente, Chanyeol le imitó, era este tipo de seguridad que le ofrecía su novia, una seguridad que con los años, no lo dejó mirar a los lados porque siempre tuvo lo que necesitaba al lado; nunca se cuestionó su felicidad junto a ella, siempre fueron días felices (claro habían momentos turbios, como cuando a ella le venía el período y era linda, mala, sufrida, depresiva y otra vez mala, en el mismo minuto), hasta hace dos semanas todo era color de rosa en su vida.
Hasta que una mopa de cabello color rosa entró en su vida color rosa, y la volvió negra, gris, marrón, azul...
—¡Chanyeol? Yuju. ¿Me vas a decir lo que te pasa, o jugamos a las charadas?
Chanyeol riéndose tenuemente, negó haciendo un "u-uhm". Bueno, era mejor morir como el héroe sincero que no pudo resistir la tentación, o morir de todas maneras cuando ella se enterase por boca de otro (otro, Minseok, Joonmyun o Sehun, malditos chantajistas).
—Te voy a contar, pero tienes que prometerme que me vas a escuchar hasta el final —le dijo, ella frunció el ceño. Según Chanyeol y sus conocimientos en su Moonblés, eso gesto significaba que estaba en extremo curiosa. Con un asentimiento tenue, Moonbyul se acomodó en la cama y le hizo señas para que continuara. Chanyeol resopló sonoro (Dios, en tus manos encomiendo mi espíritu)—. ¿Recuerdas la fiesta de cumpleaños de Sehyun a la que no pudiste ir porque ibas a salir con Hwasa?
—El hermano de Sehun, sí.
—Bueno, en esa fiesta sucedieron... cosas.
—¿Qué tipo de cosas?
—Cosas... —Chanyeol tragó duro, ya estaba viendo la gloria del Señor, aunque por el calor que estaba haciendo le parecía que primero se iba a pasar por el infierno, «Satán, recíbeme bonito en tus atrios»—. Cosas que incluyen mucho alcohol, desenfreno, lenguas...
—Qué lenguas.
👦🍹👦
Sehyun y Sehun conocían a muchas personas, gente de todo tipo, adineradas, y no tan adineradas. Luego estaba Chanyeol, siendo invitado sólo porque era amigo de Sehun y porque era sábado y su novia había quedado con su amiga que llegaba de Japón, (noche de chicas, Yeol, lo siento. Pero te doy permiso de ir a esa fiesta). Así que en contra de su voluntad, (Ujú, sí) se vio en esa fiesta llena de opulencia, tragos con nombres rarísimos, y gente, gente por doquier.
Adivinen cuántos años estaba cumpliendo Sehyun, ¡Cuarenta años! Sí, cuarenta. A esa edad ya Chanyeol se veía en un asilo y con nietos pero Sehyun estaba obsequiando una fiesta que hizo que toda la cuadra de su casa cerrara, su esposa también estaba en el lugar, adivinen qué estaba haciendo ella, ¡Era la de las bebidas! según Sehun, ese había sido siempre su sueño. Ambos eran una pareja de locos, así que bien complementados que se hallaban juntos.
La cosa era que Chanyeol entró vestido de cuero por sugerencia de Minseok, se tomó un Sexo en la Playa por sugerencia de Sehun y se fue a bailar solo aún si se movía como si tuviese una cabilla en la espalda, claro, esto por sugerencia de Joonmyun.
Entonces, teníamos a este amigo Chanyeol bailando en medio de la pista y mirando a todos como pajarito en grama y...
👦🍺👦
—¡Un momento! ¿Tú bailando?
«HAHAHAHAHAHAHAHAAHAAH, HUL, KKKKKKKKKK, JAJAJAJAJAJA ㄱㄱㄱㄱㄱㄱ, ㅎㅎㅎㅎㅎㅎ». La risa coreana de Moonbyul crepitó en el lugar. Chanyeol le lanzó una almohada.
—¡Yah, esto es serio!
—Oh vamos, continúa...
—Bueno, entonces estaba bailando.
👦🍺👦
Y la vio. Tan clara como el sol en la mañana, quizá porque la luz de los reflectores bañaba la mitad de su cara; sus fracciones demasiado cinceladas, su pelo rosa como el cerezo, su cuerpo menudo, y su ropa poco convencional, tenía una camisa negra, encima una chaqueta ancha, y..., ¿eso era una falda? No sabía, lo único que a Chanyeol le quedó claro era que la chica pequeña de la pista sabía mover muy bien sus caderas y que la mitad de la población masculina en esa fiesta (incluido el cumpleañero) estaban perdidamente idiotizados por ella.
Chanyeol no era la excepción, es decir, él no era de hierro.
Como maniquí, tarado, idiota y estúpido como la canción, se quedó parado viendo como la chica se movía al ritmo de la música sin ningún tipo de acompañante, eso le permitía realizar movimientos más libres y engatusarlos a todos con su mirada. Sus ojos eran wow, eran de un color intenso aunque poco visibles por la nocturna del lugar, lo único que realmente resaltaba era que tenía un profundo y muy profesional delineado.
Poseído por algún demonio, Chanyeol hizo lo que nadie en esa fiesta preso de los encantos de la muchacha, se acercó aunque no sabía bailar, aunque tenía dos pies izquierdos metidos en una cubeta, se acercó porque él no estaba coordinando sus pensamientos. A paso lento, inseguro y obviamente torpe, llegó hasta a su lado sacándole una sonrisa a la joven por el atrevimiento, ella no puso objeción, sólo se dejó llevar, juntaron sus cuerpos y comenzaron a bailar (bueno, ella estaba bailando, Chanyeol parecía que estaba pisando uvas dentro de un viñedo).
—¿Te conozco? —preguntó, la voz siendo lejana por la potencia de la música.
—No —respondió Chanyeol, nunca había visto a esa chica, porque era de las que causaba revoluciones imposibles de olvidar en los pensamientos ajenos—. Pero podemos conocernos. Me llamo Chanyeol, pero me dicen Chan...
Nadie le decía Chan, esto era como un método de ligue.
—Baek —respondió ella, casi pareció un susurro, pero fue suficientemente alto para el oído (y las enormes orejas) de Chanyeol.
En ese momento, de baile intenso, de canciones sensuales de Jonghyun, y también de Justin Bieber y Rihanna, Chanyeol y esa chica Baek se entregaron el uno al otro entre las gotas de sudor. Demasiada música arropando el momento, el alcohol que iba y venía a cada rato por las bandejas de los meseros, estridencia, y ensimismamiento. A Chanyeol se le olvidó que tenía una novia, que se llamaba Moonbyul, que era como las estrellas, mierda, al lado de Baek, hasta se le olvidó que había un Dios que todo lo observa.
No se perdió las miradas de Sehun, Minseok y Joonmyun cuando él mismo tomó la mano de la chica y se la llevó a un lugar más tranquilo, lejano. Iba a rendir demasiadas cuentas para cuando despertase a enfrentar la realidad pero siempre podía culpar al alcohol.
No más estuvieron rodeados de paredes silenciosas, Baek se le echó encima, usando esos movimientos de caderas que había visto en la pista de baile, el rosa del pelo no se comparaba al rosa de sus labios, y el sabor que todavía mermaba en su lengua por el alcohol no se asemejaba al sabor que explotó cuando unieron sus labios. En minutos se vio asechado por una joven de piel clara que le estaba arrancando el aliento con arrebato y vehemencia. Con la fuerza de un desastre natural.
Los besos fulguraban con la intensidad de millones de vatios, las manos grandes de Chanyeol se cerraron sobre el trasero de Baek y qué trasero, los gemidos siendo demasiado sonoros, los jadeos intensamente vocales, la necesidad de profundizar, el alcohol reverberando y ese bulto pomposo y duro en la falda y...
Esperen, eso no era una falda.
Ese no era su bulto.
Y esa no era...
Chanyeol encendió la luz.
—¡Eres un...!
👦🍺👦
—¡Un chico! ¡Jesús, María y José! ¡Ave María Coreana! Te besaste con un tipo. Eres el pendejo más pendejo en la historia de los pendejos. ¡Dios, esto lo tiene que saber Hwasa!
Llenando la habitación de carcajadas estruendosas, Moonbyul se burló de la suerte de Chanyeol como ninguna novia jamás había hecho con su novio. Se burló y carcajeó hasta que boqueó por aire porque ya no podía. Chanyeol estaba ahí, desnudo, preguntándose qué le había visto a esa loca que se estaba burlando de sus desgracias.
—Tu cara, Chanyeol, tu cara es única.
—Moon...
—¡Ja! ¿Qué?
—Esa no es toda la historia.
Moonbyul abrió la boca y puso los ojos en blancos (ahora que la veía de cerca, sí que se parecía a Minseok).
—Entonces, espera aquí ya vengo —dijo ella, saliendo de la cama y poniéndose una bata para cubrir su desnudes.
—¿A dónde vas, mujer?
—Pues a dónde más. ¡A buscar aperitivos!
En ese momento Chanyeol evocó una de las tantas preguntas que la hacía su madre con respecto a Moonbyul.
—¿Por qué no me busqué una novia normal?
👦🍺👦
Aaimé, (exo-panqueques) espero que este proyecto pequeño te guste. 💓
Feliz cumpleaños tiempo, mucho tiempo después, me he tardado pero aquí está.
Será corto, pero lleno de amor, y cariño para ti
Esta es la precuela del Método Baek, pero puede leerse por separado.
Muchas gracias desde ya a todos ✌💓