004. “¿Así que una fiesta, eh?”
Volví a beber de mi copa, aguantado las ganas de escupirla y reír a carcajada limpia.
— Eres un jodido caso, Harold — Me dijo Niall, mi mejor amigo, para luego beber de su cerveza. Me miró con cara de decepción mientras negaba con la cabeza, y no pude evitar dejar mi copa en la mesa y reír.
— Dios, no actúes como si no me conocieras — Dije rodando mis ojos después de reír.
— Te conozco, aún recuerdo lo de Thomas — Suspiró y yo rodé mis ojos — Pero esto es pasarse de la ralla. Es el novio de Cara.
— ¡Eh, eh! — Eleve mis brazos mientras intentaba excusarme — Que él fue el que entró a la habitación por la noche caliente rogando que lo follara.
— ¡Aún así! — Contestó irritado — Cara es Cara, y se la tiene que respetar.
Rodé mis ojos de nuevo — Es su novio quién no la respeta. ¡Se tira a su ex-marido! Un salido de mierda.
Niall suspiró cansado — ¿Cuándo madurarás? — Preguntó decepcionado.
— ¿Y tú cuando dejaras de amargarte la vida y la mía sexual por culpa del morito ese?
— Se llamaba Zayn — Me dijo de mala gana. Tomó un gran trago de cerveza hasta que la acabó y pidió una ronda de chupitos, mirando la mesa de madera de roble desgastada con atención — Y por lo que hizo, tengo derecho a amargarme.
Esta vez fui yo quien rodó mis ojos de mala gana — Sólo te dejó.
— Sí, pero con una nota deprimente. Mira —metió la mano en la chaqueta de su americana negra, y sacó un trozo de papel —, la tengo encima. Siempre la tengo.
La desenvolví pero Niall me la arrebató con cuidado mientras un camarero nos servía una tabla cuadrada donde había varios vasos de reducido tamaño. Todos estaban cubiertos por una fina capa de pintura negra, por lo que no podías saber lo que te ibas a beber hasta que tus papilas gustativas lo captaran.
Vaya, Niall el rebelde había pedido una ronda de los famosos chupitos ciegos.
Sonreí pero al ver a Niall tan decaído, rodé de nuevo mis ojos exasperado. Tomé de entre sus manos la carta y la leí, como siempre hacía. Podría jurar que ya me la sabía de memoria, ya que siempre que Niall la sacaba, yo me quedaba media hora leyéndola repetidas veces sin poder creer como un cabrón le había roto el corazón de esa manera a mi amigo. Y siempre acababa con ganas de matar a ese pedazo de mierda, por hacer lo que le hizo a mi Niall.
Niall tomó el primer chupito, de la tabla que resultó ser de vodka, por la cara que puso y afirmación.
Aclaré mi garganta —: Niall, lo siento, pero te dejo. Quiero ser un chico normal de 22 años y contigo, no puedo. Eres increíble, pero no estas hecho para mí. Atentamente, Zayn —. Después de eso ambos nos quedamos callados.
Yo acabé mi cerveza y tomé un chupito de la tabla, y dudé unos instantes entre si era tequila o vodka, pero por el ardor que después se quedó supe que era vodka.
— Mira, el viernes que viene Cara y su noviete van a hacer una fiesta para celebrar una mariconada de un nuevo piso o algo así.
— ¿O algo así? ¿En coño pensabas para no saber que celebraban, Harold?
— En el culo tan bonito que tiene Louis — Reí por la cara que puso.
— En fin, continúa.
— Tú te vas a venir y nos vamos a emborrachar como lo solíamos hacer antes. Y te vas a sacar de la cabeza al morito ese y la vas a meter en el culo de alguno.
Niall dudó un momento. Primero me arrebató de nuevo la nota de entre las manos y la guardó en su bolsillo. Luego tomó otro chupito que yo luego le acompañé y finalmente habló.
— ¿Así que una fiesta, eh? — Me miró bajo el cristal de sus gafas de pasta.
— Sí.
— Me apunto — Sonrió y yo pasé mi brazo por sus hombros, mientras elevaba mi mano hacía arriba.