-¿Qué dem...- miro a mi alrededor y estoy de nuevo en el castillo del sueño anterior.
La puerta se abre de repente y entra...
-¿Rob?.- oigo que alguien lo nombra a mis espaldas.
Allí estoy yo, con el cabello largo y vestida con un horrendo camisón blanco recostada en la cama.
El recién llegado se acerca tambaleándose a la cama, ninguno se percata de mi presencia en la habitación.
La Van que está en la cama lo mira haciendo una mueca de desagrado mientras este se acerca a ella, el olor a alcohol es insoportable.
-Mi bella mujer, déjame entrar en ti que estoy caliente.- balbucea el tipo.
Ella se cubre más con las pieles de la cama y lo mira frunciendo el ceño.
-Estas ebrio, será mejor que duermas.
-¡Te dije que quiero estar en ti!.- se tira a la cama torpemente.
-¡No!.- ella lo empuja para que se aleje pero es más rápido y, a pesar de su embriagues, logra inmovilizarla en la cama.
Lo que ocurre después es el acto más desagradable que pude presenciar en mi vida, cuando todo termina estoy igual que la Van del pasado: sollozando, con náuseas y muy enfadada.
La observo llorar silenciosamente sentada en la cama junto al monstruo de hombre que ronca a su lado.
Ella sale de la cama rápidamente y camina hasta la puerta, la abre y mira por el silencioso pasillo del castillo.
Vuelve a cerrar la puerta y mira alrededor de la habitación como buscando algo, camina hacia una de las paredes donde cuelgan una gran variedad de pesadas y grandes espadas.
Elije la que parece ser la más filosa y la agarra sin problemas a pesar de que parece ser pesada.
El fuego de la chimenea ilumina su pálido rostro, un calco del mío.
Su largo y abundante cabello despeinado gracias a la bestia, el camisón parece enorme para su delgado cuerpo.
Su mirada llena de odio y determinación fulminan al tipo en la cama.
Apretando su agarre en la espada camina hacia la cama, se arrodilla al lado de Rob del pasado y lentamente lo da vuelta para tenerlo boca arriba. Lo mira con desprecio y asco.
-Arruinaste mi vida,- su voz es baja pero cargada de odio- invadiste mis tierras. Deshonraste a mi familia, me obligaste a estar contigo y lo más importante de todo; mataste al que iba a ser mi esposo, al único hombre que ame y amare para toda mi vida. La noche que atravesaste su corazón con tu espada jure vengarlo y eso es lo que hare.- Levanta la espada y la coloca justo sobre el corazón del hombre que duerme tranquilamente- Esto es por ti mi amor, por ti Ewan.
Sin otra palabra hunde la hoja de la espada en el cuerpo del hombre, él se despierta sobresaltado haciendo que ella caiga hacia atrás. Mira horrorizado hacia su pecho donde la espada atraviesa su pútrido corazón.
-Esto es por Ewan maldito animal, espero que te pudras en el infierno.- dice la chica mirando con gozo como la vida abandona lentamente el cuerpo del Rob del pasado.
Pasado unos minutos él yace en la cama cubierto de sangre, muerto.
Ella lo mira desde los pies de la cama, sus ojos se llenan de lágrimas y comienza a reír, sale del cuarto y yo la sigo como un espectador fantasma.
Camina por los pasillos hasta llegar a un cuarto, abre la pesada puerta de madera y entra. La luz de la luna entra por los grandes ventanales, prendiendo una de las velas que hay sobre una mesa ilumina tenuemente el cuarto.
Es un cuarto como en el que esta anteriormente pero más pequeño, hay figuras de madera sobre repisas y muebles tallados meticulosamente a mano. Se detiene delante de una gran pintura enmarcada.
Me paro a su lado para mirar mejor, suspiramos al mismo tiempo al ver quien está allí.
La pintura es hermosa, esta él sentado en lo que parece ser un trono con su cabello largo; vestido de cuero marrón, con su inseparable espada a su lado y sus hermosos ojos ámbar mirando hacia nosotras.
-Ewan.- apoya una mano sobre el lienzo- Soñé con ser tu esposa desde el día que te vi cabalgando por las tierras de mi familia cuando solo teníamos catorce años, supe que ambos debíamos estar juntos.- sus lágrimas comienzan a caer igual que las mías- ¡Maldita sea el destino!.- apoya su frente en la pintura llorando más fuerte que antes- Yo te amé como a ninguna persona Ewan, soñé con darte muchos hijos y hacerte el hombre más feliz del mundo. Cuando moriste yo morí contigo mi amor.- se separa para mirar el retrato y sonríe- Te vengue mi amor, mate al animal que se atrevió a arrebatarte de mi vida. Espérame amor mío, espérame en la otra vida.
Acaricia el rostro de Ewan y camina sonriendo hacia la cama, se mete dentro de ella y se acomoda para dormir.
-Pronto estaremos juntos.- dice sonriendo.
Despierto por el palpitante dolor de cabeza que tengo y la fuerte lluvia que cae afuera, mi boca esta seca y pastosa como si estuviera comiendo algodón. Abro los ojos y tardo en enfocar la vista. Mí aturdida mente tarda en procesar que ya no estoy en casa, aquí hace frio y esta oscuro; y más importante aún: estoy atada a una silla.
Miro a mí alrededor y me parece que estoy en una especie de bodega o algo por el estilo, las pequeñas ventanas que están casi rosando el techo se iluminan débilmente con la claridad del día. Huele a humedad y hace frio.
¿No estamos a pleno verano?...
Muevo mis manos y ciento el escozor de la cuerdas que me las sujetan apretadamente, mis piernas también están atadas a las patas de la silla; esto parece una muy mala película de la mafia o algo por el estilo.
Un ruido se oye a mis espaldas haciéndome sobresaltar, unos pasos se acercan a mí y aparece la última persona a la que esperaba ver.
-¿Tamila?.
-¡Por fin despertó la señorita!.- sonríe esplendida como siempre.
-¿Qué está pasando?, esto no es divertido.- forcejeo un poco más pero es inútil.
-No es una broma estúpida, esto es el comienzo de tu final querida Vanellope.
-Oye, si tienes pensado dedicarte a la actuación déjame decirte que morirás de hambre.- respondo.
-Vamos a ver Van,- dice mi nombre riendo- ¿Quién de las dos está atada a una silla?.
-¿A ti de pequeña te golpearon en la cabeza o algo por el estilo?.- muevo mis manos un poco más tratando de desatarme pero es inútil- Ya no es gracioso, desátame.
-Nop, yo solo vengo a comprobar que el suero este lleno.
-¿Suero?.- miro a mi lado y veo un tubito que sale desde mi brazo hasta una bolsa de suero que esta por la mitad.
-Sip, Rob no quería que murieras deshidratada así que te puso esto.- revisa el gotero tarareando como si fuera cosa común lo que hace- ¿Sabes lo molesta que eres cuando estas drogada?, juro que casi te pongo cinta adhesiva en la boca para que te callaras y dejaras de llamar a ese fortachón bien bueno que tienes escondido.
Se para al frente de mí y me sonríe.
-A quien por cierto tengo planeado buscar cuando todo esto haya terminado, pero no se lo cuentes a Rob.- me guiña un ojo y se aleja riendo.
¿Suero?, ¿drogas?.
-¿Qué es todo esto Tamila?.- pregunto asustada.
-¿No es obvio bonita?.- señala a nuestro alrededor- Es tu secuestro.
-Tamila, debes aprender a cerrar el pico de vez en cuando.- dicen a mis espaldas.
Los ojos de Tamila se abren asustados y su sonrisa se borra.
-Lo siento amor, solo me emocione un poco.- baja la cabeza.
Oigo pasos que se acercan a mí y aparece el hombre que mate en mis sueños y a quien matare ni bien pueda desatar mis manos.
-¿Qué es todo esto Rob?.- el miedo es reemplazado por odio.
-Te dije que tú no te separarías de mis ni serias un impedimento para tener mi herencia.
-¿Te das cuenta de lo enfermo que es todo esto Rob?.- su cabello esta despeinado y largo, su cara cubierta por una barba de varios días y parece que no se cambió de ropa desde hace días.
-¡Nosotros nacimos para estar juntos Vanellope!.- grita, su cara es la mismísima representación de un maniaco.
-Rob tranquilízate y desátame, juro que no me escapare.- trato de apaciguar su locura.
-No, tú me abandonaras como lo hiciste, te iras a los brazos de ese.- tira de su cabello respirando rápidamente.
Lo observo caminar de un lado al otro delante de mí, la soga que ata mis muñecas corta mi piel con cada movimiento que hago al intentar liberarme, maldigo a mi amiga por distraerme las veces que Aden me enseñaba maniobras militares en caso de raptos.
Tamila también lo observa con miedo y se aleja unos pasos de nosotros.
-¿Por qué lo haces?,¿ no puedes simplemente olvidarme?.
-No Vanellope, tú me perteneces.- se detiene frente a mi respirando pesadamente.
-¿Rob cariño por que no te tranquilizas un poco?.- Tamila coloca sus manos en su brazo.
-¡No me toque frente a ella!.- se la quita de encima dándole un fuerte golpe en la cara.
Ella cae al suelo sorprendida y mirándolo con más miedo.
-Déjala tranquila Rob, tu estás enojado conmigo.- digo mirándola como se coloca una mano donde la golpeo- No te descargues con ella.
-¡Vete de aquí!.- le grita ignorándome.
Ella me mira a mi unos segundos y luego se levanta rápidamente huyendo del cuarto.
Él vuelve a mirarme cuando la puerta se cierra. Recorre su mirada por mi cuerpo respirando más tranquilo.
Bajo la mirada porque no soporto verlo, miro mi ropa y veo que está sucia. Detengo mi mirada en mi vientre y el miedo me invade cuando recuerdo a mi bebé.
¡Dios mío mi bebé, Ewan!.
-¿Hace cuánto tiempo que estoy aquí Rob?.- pregunto procurando que la voz no me tiemble.
-Una semana.- responde.
¿¡Una semana!?...
Rompo a llorar, no sé si mi bebé aún está vivo; si Ewan está vivo o si yo lo estaré dentro de unos minutos.
-No llores mi amor.- él se arrodilla delante de mí.
-¡Aléjate de mí!.- grito.
Su mano golpea mi cara de la misma manera que golpeo a Tamila antes dejándome la mejilla escociendo de dolor.
-¡No me grites desagradecida!.- se levanta alejándose unos pasos de mi- Gracias a mi vivirás como una reina, no tendrás que ensuciar tus manos nunca más. Te alejaras de esos dos a los que llamas amigos y serás solo mía.
-¡Yo no quiero eso!, tú no eres mi dueño y nunca lo serás Rob.
-Ya veremos cielo, mañana a primera hora vendrán a casarnos legalmente y serás mía.- lo miro fijamente, él sonríe.- Nunca te separaras de mí.
Con eso ultimo pasa su mano donde me golpeo y la mueve hasta detenerla en mi nuca inmovilizándome. Me levanta la cara para besarme violentamente revocando que mi labio sangre.
-Te veo luego mi amor.- para su lengua por la sangre de mi labio y se aleja sonriendo.
Oigo sus pasos y la puerta cerrándose.
Es ahí donde me permito llorar.
Lloro de miedo, rabia, incertidumbre, dolor y más que todo por mi bebe y por Ewan.
Él no saber de ellos me mata.
-Por favor bebé, sigue allí.
>///<
-¡Tranquilo Ewan!.- Aden lo agarra paras evitar que siga golpeando la pared y que se haga más daño del que ya se hizo.
Llevamos una semana sin saber de Vanellope y los ánimos aquí están más que saturados, mi hermano no duerme desde hace días buscándola. Aden y Ada tienen a la policía, el ejército y hasta al FBI buscándola.
Sus padres están destrozados y desesperados.
Yo estoy como en una nube, mi mejor amiga desapareció sin dejar ni un cabello y cada minuto que pasa siento que muero.
Ni hablemos de Ewan, luego de que se diera cuenta de que Van había desaparecido enloqueció. Saco de adentro a ese guerrero celta y lo único que quiere es buscarla y vengarse de quien se haya osado separarla de su lado.
Pero noto que está decayendo.
Ambar vino a verlo hace dos días y me dijo que posiblemente el bebé no esté bien, me repitió mil veces que la vida del bebé está ligada a Ewan y si el bebé muere él también.
Puedo respirar tranquila porque si Ewan esta aquí rompiendo la pared con sus manos quiere decir que Van está viva, el problema está en saber dónde demonios están.
-Rob no aparece por ningún lado.- Ada deja el móvil sobre la mesa luego de haber colgado.
-Apuesto a que ese bastardo tiene algo que ver con todo esto.- dice mi hermano frotando su cara en gesto cansado.
Mi móvil vibra en mi bolsillo, lo saco y veo que es una llamada de Merlín.
-Hola.- respondo saliendo de la sala para hablar mejor.
-Hola, ¿todavía no hay noticias?.
-No, absolutamente nada.- suspiro- Pareciera que se la trago la tierra.
-Olivia creo que deberíamos contarle a los demás todo lo que encontramos. Encontré algo sobre Venus que Ewan debe saber.
-Creo que sí, me está resultando difícil explicar por qué Ewan habla sobre guerras y sed de sangre y se comporta como un energúmeno a veces.
-Estaré allí en diez minutos con todo lo que encontramos.
-Está bien.
Cuelgo la llamada, Ellie entra a la cocina. La mujer que siempre ríe y está regañando a sus hijos murió para dejar a una mujer con mirada perdida y sollozante.
-¿Ellie por qué no intentas dormir un poco?.- su perdida mirada del mismo color que el de mi amiga me mira.
-No cielo, Van puede aparecer en cualquier momento.
Sus manos aprietan el pañuelo que no la abandona desde hace una semana.
Nadie aparte de Ewan, Dex, Ambar y yo sabemos que Van está embarazada. Decidimos dejarlo oculto hasta no tener alguna información, esto volvería locos a todos y mataría a la pobre Ellie.
-Mamá,- Ada entra a la cocina- papá te llevara a casa para que puedas descansar un poco.
-No hija, no me moveré de aquí hasta saber dónde está mi bebé.- ella mira determinada a su hija mayo- Me pondré a cocinar algo para que puedan comer.
Sin dar pie a discusión comienza a sacar cosas de la heladera.
Ada pone los ojos en blanco y vuelve a la sala.
Salgo al patio para ver la luna llena, esta noche se cumple el plazo de un mes que nos dio el libro para salvar la vida de Ewan. Él está bien, vivo. Pero mi amiga no está aquí para celebrar eso.
-¿Dónde estás Van?.
Diez minutos después Merlín está entrando a la casa que es el mismísimo caos, apuesto a que si Van ve esto enloquecerá y los pondría a limpiar su amado piso con sus lenguas hasta dejarlo impecable.
-¿Trajiste todo?.- agarro unos cuantos libros de la pila que lleva en sus brazos para aligerar el peso.
-Todo y más, no creerás lo que encontré.
Entramos a la sala donde están todos reunidos.
-Oigan,- llamo la atención de todos- les presento a Merlín, un amigo.
Merlín saluda tímidamente.
-¿Qué ocurre?.- Dex mira con el ceño fruncido los libros.
-Primero que nada quiero que se sienten, escuchen y no interrumpan nada de lo que vamos a contarles.- dejamos los libro sobre la mesa- Todo esto les va a parecer loco y sacado de un libro pero es cien por ciento real.
-Hija deja de tanto misterio.- la abuela Yuyu se sienta junto a Forest y su hijo mirándome intrigada.
-Un momento.- corro en busca de mi bolso y saco el libro con el que comenzó todo.- Tu sí que nos metiste en problemas amigo.- murmuro al objeto.
Vuelvo a la sala y me los encuentro a todos sentados y mirando a Merlín que está muy sonrojado por la atención.
-Esto de aquí no es un libro común y corriente, es un libro mágico.
-¡Por favor Olivia!.- Aden se levanta del asiento enojado.- Mi hermana está desaparecida y tu vienes con esas idioteces.
-¡Hey no le grites!.- Dexter también se levanta y enfrenta a Aden.
-¡Ya por favor!.- grita Ellie.
-Solo escuchen lo que tenemos que decir.- miro a Merlín en busca de apoyo y sigo.
-Hace un mes Van, Dex y yo hicimos uno de los conjuro que aparece en el libro.- Abro el libro y busco la página de dicho conjuro- Este decía que si seguíamos una serie de pasos mágicamente aparecería un hombre,- levanto la mirada y la fijo en Ewan- el resultado de eso fue Ewan.
-¿Qué?.- Ada me mira sin entender.
-Luego de media noche Ewan apareció en la pastelería vistiendo como un antiguo celta, la espada que viste el otro día es de él.- digo mirando a Ada.
Todos en la sala guardan silencio y se miran entre sí.
-Este retrato es del año mil quinientos.- Merlín levanta una hoja con un retrato de Ewan que no había visto nunca.
-Es... es...- Ellie balbucea asustada.
-Es Ewan.- digo.
-No, es el mismo retrato que está en casa de mi madre.
-¿Qué?.- ahora soy yo quien no entiende.
-Tienes razón mamá.- Ada agarra la hoja de las manos de Merlín y la mira mejor.
-Durante generaciones hubo una colección de cuadro que permaneció en la familia desde hace años, uno de los cuadros es igual a ese.- mira a Ewan con ojos muy abiertos- En el reverso tiene escrito una corta historia sobre una chica que nunca pudo estar junto a su amado.
-Por eso Ewan me parecía familiar.- murmura Frank.
-¿Acaso esa chica se llamaba Venus?.- pregunta Merlín.
-Sí, ¿Cómo lo supiste?.- Ellie pone sus manos en su pecho asustada.
Merlín y yo nos miramos decidiendo silenciosamente que es hora de que sepan todo.
Media hora después está todo dicho, Ewan no dijo ni una palabra.
-Esto es una locura.- Aden frota su cabeza mirando la evidencia de todo lo que acabamos de decir.
-Ahora les contare lo último que encontré.- Merlín rebusca en su mochila unos papeles.
Ajusta sus lentes y suspira mirándonos a todos pero deteniéndose en Ewan.
-Ewan, lo que encontré seguro que te interesara.
Ewan lo mira fijamente.
-Habla muchacho.- su voz es rasposa y casada.
-Gracias a unos contactos que tengo en Irlanda conseguí el final de la historia del clan que perteneció a tu familia. Luego de que tú supuestamente murieras y McMine tomara el poder Venus fue obligada a casarse con él, ella era infeliz en el matrimonio. Según cuenta la historia McMine fue asesinado por un misteriosos guerrero, ese guerrero resultó ser su esposa; Venus.
-¿¡Qué!?.- grito- ¿Ósea que ella lo mato?.
-Sí, ella juro vengar la muerte de Ewan.- Merlín mira a Ewan.- Ella mato a McMine liberando a tu pueblo y devolviéndolo a tu familia Ewan, ella de verdad te amo hasta el fin.
-¿Por qué dices eso?.- Ewan se levanta del asiento.
-Ella se suicidó después de solucionar todo.- Ellie limpia las lágrimas que caen por su rostro.
-¿Qué?.- Ewan pregunta incrédulo.
-Ella puso fin a su vida, dejando la historia de su amor trágico en la pintura para que las generaciones futuras superan de él.
Todos quedamos en silencio asimilando lo que acabamos de saber.
Ewan se tambalea un poco, Aden y su padre, lo agarran antes de que pueda caer al suelo.
-Por dios.- Ellie corre junto a ellos ayudándolos a recostarlo en el sofá.
Miro asustada a Dex quien también entiende lo que está pasando.
-Hay una cosa más que deben saber.- digo llamando la atención de todo.- Van está embarazada y la vida del bebé está ligada a la de Ewan.
Ellie abre sus ojos y se escuchan suspiros de sorpresa por la noticia.
El móvil de Aden suena y no tarda en responder.
-¿Si?.- escucha con el ceño fruncido- ¿Es de fuente segura?.- escucha un poco más- ¿Es cuánto tiempo lo tendrás preparado?.- asiente silenciosamente- Lleva a todo el equipo, pateare su cara cuando lo tenga en frente.- sin más corta y nos mira- Ya saben dónde esta Van y con quien.
-¿¡Donde está mi bebé!?.- Ellie grita asustándonos.
-Está en Irlanda, con la pútrida rata de Rob.
>///<
Mi estómago vuelve a rugir de hambre, mi piel esta fría y hace bastante tiempo que tiemblo de cansancio.
La puerta detrás de mí se abre y rezo para que no sea el idiota.
-Hace frio aquí.- la voz de Tamila se escucha detrás de mí.
Me sobresalto cuando siento que algo cubre mis hombros. Una manta limpia me cubre resguardándome un poco del frio.
El delicioso aroma de comida llena mi olfato haciendo que mi estómago proteste.
Ella se para frente a mí y no me sorprendo al ver el moretón en su cara.
-Veo que a ti también te deja su marca.- Dice mirando el lado de mi cara que dejo de latir hace unas horas.
-Es característico de él marcar a sus cosas.- murmuro sarcástica.
Sonríe débilmente y acerca una silla para sentarse frente a mí con un plato de humeante sopa.
Llena la cuchara con el líquido y lo enfría un poco antes de acercarlo a mi boca.
-No tiene veneno ni droga, come.- reaciamente obedezco.- Esto se está yendo de las manos, juro que nunca creí que lo haría.- vuelve a cargar la cuchara y la recibo gustosa.
-¿Por qué ahora eres amable conmigo?.- pregunto.
-Porque me di cuenta tarde de la clase de mierda que es Rob.- responde bajo llena de culpa- Juro que si hubiera sabido que te tendría drogada nunca lo hubiera ayudado.
Dejo que me dé de comer en silencio tratando de entenderla.
-Estoy embarazada Tamila, ¿de das cuenta de que no puedo estar con él?.
La noticia la deja pasmada, sus ojos se llenan de lágrimas.
-¿Embarazada?,- tapa su boca con su mano- oh dios.- las lágrimas caen por su rostro.
Deja el plato en el suelo y rápidamente se levanta, siento que desata mis manos.
-¿Qué haces?.- desata también mis pies.
-Te saco de aquí Van,- se para frente a mí y me mira asustada- esta desquiciado. Dijo que cuando estén casados oficialmente él te matara.
-¿¡Qué!?.
Me ayuda a levantarme, cosa que agradezco porque mis piernas están débiles y temblorosas.
-Van, tenemos que salir de aquí y volver a casa.
-¿Qué?, ¿Dónde estamos?.- pregunto sin entender lo que quiere decir.
-Estamos en Irlanda Van.
¿¡Irlanda!?.