003. “¿Te encuentras bien?”
Al día siguiente de esa caliente noche, me levanté con una gran sonrisa. Cambié las sabanas sin decirle nada a Cara y me fui al comedor después de ponerme unos pantalones.
— Hey — Saludé, sin mirar siquiera el cuerpo de Cara, que se encontraba dándome la espalda.
Me sentía mal por lo que había hecho, pero la noche pasada se sintió de puta madre.
— Hola, Styles — Se giró de su silla y me dedicó media sonrisa, para luego rodar sus ojos al ver mi aspecto —. Dios, hueles a sexo — Taponó su nariz con su dedo pulgar e índice y me miró de mala manera cuando me acerqué más a ella y la abracé de medio lado.
Si tan sólo supieras, mi querida Cara.
— Ayer Ben me llamó y tuvimos algo de sexo telefónico — Me encogí de hombros sintiéndome orgulloso de mi mismo por mi habilidad para mentir.
— ¡Dios! — Espetó, separándose de mí mientras dejaba su taza humeante de café medio llena en la mesa.
Sonreí y me senté donde ella antes lo estaba, y tomé un trago de su taza.
Al parecer me gustaba todo lo suyo: su sitio, su café, su novio…
Me quedé pensado en algo banal por un rato, mirando la mesa de la cocina.
— Hola, amor — Escuché a Cara decir, y salí de mi ensimismamiento para mirar a mi amiga sonreírle a Louis, quien se acercaba a ella.
Llevaba la misma ropa que ayer por la noche, pero la camiseta del revés.
— Bebé, no estabas en la cama — Hizo un puchero y tuve que controlarme para no ir a besarlo.
— Tengo que ir a trabajar, amor — Le devolvió el puchero mientras él colocaba sus manos en las caderas de Cara.
— Una pena — Murmuró besando levemente el cuello de Cara, para después separarse de ella.
— Sí, lo es ciertamente.
Después de eso Louis se dirigió a la mesa donde yo estaba sentado y me dedicó una mirada indescifrable.
— Buenos días — Dijo mientras se sentaba, poniendo cara de dolor al instante.
— ¿Te pasa algo? — Le pregunté con sorna, sonriendo de soslayo.
— Anoche me caí de culo.
— Sí, en mi pene — Sonreí orgulloso.
— Tal vez hay que echarte pomadita — Me burlé.
— Puede ser, quien sabe. Aunque no creo que me vuelva a caer si continuamos así.
Tragué saliva y miré a Cara, dándome cuenta de que ella nos miraba sonriendo. Probablemente pensaba que habíamos congeniado la mar de bien y que ya teníamos cierta confianza para hacer bromas.
Y así era. Follar da mucha confianza mutua.
— Bueno, chicos, yo me tengo que ir a trabajar. Louis, ¿le dices tú a Harry lo de la fiesta? — Fruncí el ceño a la vez que el chico asentía. Cara se comenzó a alejar pero Louis la frenó tomándola de la muñeca.
Joder, ¿cuándo coño se había levantado y acercado a Cara? Me ha dado un susto de muerte el enano este.
— ¿Pensabas irte sin darme un beso? — Preguntó retóricamente, y Cara negó con la cabeza mientras tomaba su nuca y le daba un beso intenso.
Sí, sin duda sobraba aquí.
— Te amo — Dijo Louis después de separarse.
— Y yo amo tu culo.
— Yo más, mi niño. Esta noche nos vemos.
Cuando Cara salió por la pequeña puerta, Louis se giró con pintalabios en sus finos y sabrosos labios.
— Te manchaste — Le susurré, señalando con mi dedo índice el lugar donde se había manchado en mi cara. Él se limpió con la mano y me sonrió agradecido.
Se quedó estático hasta que escuchó el ruido de la puerta cerrarse, y se acercó a mí.
— Me voy a duchar — Me informó mientras tomaba un sorbo de la taza.
Cojones, no creo que pueda sobrevivir así mucho tiempo.
No con ese culito respingón pidiendo que lo folle todo el rato.