Me he cansado ya.
Estoy ya cansado de que me vean tan frágil, tan sensible que se crean que puedan hacerme daño. Pero de repente apareces tú, y me vuelves tan valiente y tan débil a la vez.
Joder, no otra vez. Yo no quería esto. Yo no quería enamorarme otra vez. Y menos así. Querer cansa, ¿sabes?
Mis días se han convertido en una rutina monótona de la que no soy capaz de salir. Pero vuelves de nuevo y le das color a mi vida.
Sí, me he dejado arrastrar, porque ya había estado luchando demasiado tiempo contra algo que ya sabía que iba a ser imposible de ignorar.¿Por qué eres así? Y no, ahora no digas que soy yo el que tengo la culpa porque sé que tú también sientes algo por mí, así que por una vez, olvidemos esto del orgullo y vamos a confesarnos que nos queremos.
¿Cuánto tiempo llevo enamorado de ti? Ni siquiera lo sé. Ni te imaginas la de veces que te he visto en mi sueños. Qué guapo estabas con esa camisa azul y esos vaqueros.
La gente ya sabía que nos queríamos, incluso cuando nosotros haciamos caso omiso de estos comenatrios, pero joder, no, no estaban equivocados.
¿Vamos a dejar de ser tan cobardes de una vez por todas y vamos a poder decirle al resto del mundo (y a nosotros mismos) que estamos enamorados? Quizá. Quizá no.
No lo sé, lo único que sé es que estoy cansado.
Eso, y que estoy enamorado.
Enamorado, de ti.