Veo a Harry pasar ambos de sus brazos por mi cuello, recarga su cabeza en mi hombro. Suspiro, abrazando su cintura, Harry comienza a llorar, sollozando y soltando algunos hipidos, como si recordar fuese tan doloroso.
—Lo siento.
—Harry... —murmuro apenas, Harry me abraza aún más fuerte. —Harry, no tienes por qué disculparte, hey todo está bien. —él niega con la cabeza, tengo la camisa llena de lágrimas de Harry, no me molesta sin embargo, prefiero que sus mejillas no se llenen de lágrimas.
—Lo dejé ir, Louis, todo fue mi culpa, él murió por mi culpa, yo... —apenas logro entender. —Si no lo hubiera dejado ir ese día él estuviera aquí. —suspiro, pensando en lo que hubiera pasado si August siguiera vivo, seguramente yo no viviría aquí, ni estaría con Harry ahora mismo.
—Y le extraño mucho, Louis. —acaricio su espalda levemente.
Definitivamente, yo quería ayudarle a superar los traumas de August, aunque fuese difícil, porque es difícil olvidar a alguien que se quiere. Sólo atino a suspirar.
—No quiero olvidarlo. —me dice. —Niall tenía razón, no lo merecía. —él tiene su respiración alterada, suspiro, comenzando a sentirme mal conmigo mismo. —Pero tú estás aquí. —susurra. —Y me vas a querer en su lugar ¿no? —suspiro. —Me quieres ¿cierto? — cierro los ojos intentando no soltar lágrimas, Harry me está lastimando, en muchas formas.
—No soy un reemplazo, Harry. — murmuro soltandome de su abrazo, Harry me mira desconcertado, yo simplemente me alejo de él, intentado explicarle o aclarar cómo lo nuestro estaba pasando. Él suspira, con el ceño completamente fruncido.
—¿Reemplazo? ¿Qué? No. —lo miro.
—No voy a ser alguién que te amará en su lugar, sí, te quiero Harry, pero no vine a ocupar el lugar de otra persona. —Harry niega levemente con la cabeza, yo suspiro, intentando no llorar. Él me toma de las manos, haciendo que lo mire de nuevo.
—No ocuparás jamás su lugar, Lou, tú eres único, pero me ayudarás a superar eso, aún no lo he hecho, y por más que no parezca necesito ayuda. —frunzo el ceño.
—Y... ¿por qué no se la habías pedido a nadie? —él aprieta los labios.
—No es tan fácil como se escucha, Louis. —me dice. —Yo no necesito ayuda con un psicólogo. —asiento. —Yo necesito a alguien que me haga olvidar, a alguien que me quiera, que yo ame... —suavizo mis facciones al escucharlo hablar. —Necesito que me quieran, de una forma... diferente, que me ayude en todo aspecto, en olvidar lo que sentía por él y en su lugar dedicarme a querer a sólo una persona, por eso te necesito, no eres un reemplazo, quiero que seas el único. —suspiro intentando sentirme bien conmigo mismo, dejo de mirarlo, completamente apenado.
—¿No reemplazos? —pregunto en un murmuro, él sonríe mostrando sus hoyuelos, me acaricia con uno de sus pulgares las manos.
—El único, Louis. Lo prometo. —frunzo los labios, volteo a verlo, bajo la mirada por un momento, pensando bien las cosas, volteo de nuevo y lo abrazo.
—Lo siento. —él lleva sus manos a mi espalda, acariciando con cuidado.
—Todo está bien. —me dice, suspiro, negando apenas.
—Perdón, en serio. —él me mira.
—Te quiero. —me dice, cierro mis ojos, posando mi cara en su hombro, respirando su aroma. —¿Me ayudarás? —asiento levemente.
—Te quiero, Harry. —murmuro, él suspira, apretando aún más el abrazo, su cuerpo pegado al mío y aún sintiendo distancia.
Y así éramos nosotros. Estaba yo, admirando la perfecta imperfección de alguien, de la persona que jamás creí, podría tener cerca. De Harry, quien me está enseñando sus lados más íntimos, sus debilidades y fortalezas. Aunque parezca que es pico tiempo, hemos esperado nuestra vida para que el destino decidiera unirnos. Conocí a Harry por un programa de televisión, luego me enteré que vivía en la misma ciudad que yo, lo miraba desde lejos, admirando su belleza y su forma de ser. La manera en la que trataba a la gente y la ayudaba, haciendo humanidad, no socialismo. Ayudando a la gente que lo necesita, dando trabajos y enseñando a trabajar, no dando un pan que quizá mañana se acabe.
Miré a Harry desde que me enteré de él. Me llamó la atención siempre, y el sólo hecho de imaginar tener a Harry cerca, era ya una tontería, imaginar demasiado. Y ahora estamos aquí. Él y yo. Quizá, tratando de borrar lo que fue de nosotros, o por lo menos superarlo.
He entendido lo mal que la ha pasado Harry, llorando detrás de las puertas cerradas, pidiendo soledad pero no queriendo vivirla. Es difícil querer estar solo, pero no sentirte solo, querer llorar y no poder. Imagino sólo las cosas que Harry tuvo que pasar en su propio hogar, sin padres y sin mucho apoyo, siendo un ejemplo para su hermana, para sus sobrinos y para Taylor y Darcy.
Pero al final, uno no puede escoger por qué cosas se pasa. Sólo podemos escoger si sufrir o no por ellas. Y Harry había escogido el camino más difícil. No importaba al final. Yo lo apoyaría siempre, esperando sólo a verlo sonreír.
—¿Harry? —murmuro luego de un rato, él me mira con atención, sus ojos posados sobre los míos.
—¿Mm?
—Me estoy enamorando. —murmuro, él levanta las cejas.
—¿Sí? ¿De quién? —sonrío.
—De ti. —él sonríe, dejando ver sus hoyuelos, suspiro, pensando en cuánto daría por verlo así toda mi vida.
Lo observo caminar de un lado a otro, sosteniendo su teléfono en mano.
—No, Harry, estás loco. —suspiro, rodando los ojos.
—No, Niall. Hablo en serio. —él se para en un costado de la habitación, no me mira, sino al piso, suspira miemtras lleva una de sus manos al cabello,
—Escucha, esto no es un juego, Harry. Lo estás llevando más lejos. —asiento, levantando los hombros. —yo sé que te arrepentirás de ésto.
—Niall, no lo creo. —murmuro. —Déjame hacerlo, por favor.
—Bien, pero no digas que te advertí. —asiento. —Está bien, ve con tu príncipe por las calles a pasear. —suspira. —Esto va a salir mal.
—Aún si no me hubieses dejado lo hubiera hecho. —murmuro, él me mira con atención, ofendido.
—Joder, Harry Edward Styles —. Río levemente. —Juro que si no fueras como mi hermano menor te mataría. Eres un desgraciado y malagradecido. —él ríe apenas, lo que me hace reír también, luego se aclara la gargantq y me mira con más seriedad. —Escucha, ve Harry, pero no me hago responsable de que lo que pase después.
—No va a pasar nada. —suspira. —Y si pasa algo, no me importa. Voy a ver cómo lo resuelvo. —Niall sonríe, negando.
—Eres un idiota enamorado.
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El chico mira con atención al otro, recostado perfectamente sobre aquella mesa negra de madera, la luz haciéndola brillar por la ligera capa de barniz que se le dio. El menor suspira, mirando al chico frente a él, parado en posición perfecta, con sus manos en los bolsillos delanteros del pantalón.
—Sólo es cuestión de tiempo. —murmura, apenas audible. El menor asiente. —Dentro de pocovamos a resolver todo. Y tomaremos venganza, lo verás. —el mayor suspira.
—¿Qué hay del dinero? —el chico se acerca, tomando las mejillas del menor entre sus manos.
—También, sólo tenemos que tener paciencia. Mucha paciencia.
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—Louis. —escucho el ruido de la puerta ser abierta, volteo a mirar atrás un momento. —¿Puedo pasar? —asiento.
—Adelante. —respondo mientras acomodo la ropa dentro de la maleta. Él entra, para luego cerrar la puerta con cuidado.
—Vengo a hablar contigo. —me dice, aún tras de mí. —Es más bien... Una invitación. —asiento apenas.
—Dime.
—Pues... —suspira. —Mañana tengo un rato libre ¿te gustaría salir? —frunzo el ceño, mirando a Harry después de poner una camisa sobre la maleta.
—¿Salir? —él asiente.
—Sí, eh ¿a la ciudad? —titubeo antes de hablar.
—¿Ciudad? Pero tú-
—No me interesa nada de eso, eso no es lo importante, lo importante es poder salir contigo aunque sea un momento. —suspiro mirando a Harry con atención, mirando cuan nervioso se encontraba.
—¿Seguro?—pregunto en cuanto toma sus uñas y comienza a jugar con ellas.
—Sí.
—¿Entonces por qué estás nervioso? —él suspira, riendo apenas.
—Por tu respuesta. —murmura. Asiento apenas, tomando asiento en la cama.
—Está bien, pero ¿no pasa nada? —él sonríe.
—¿Lo dices por la gente? —asiento, él niega. —No pasa nada. —se sienta a mi lado, tomando mis brazos para abrazarme, poso mi cabeza en su pecho.
—Gracias. —murmura, frunzo el ceño y lo volteo a ver.
—¿Por qué?
—Por llegar a mi vida.