El lugar apestaba a alfa, un olor fuerte, asqueroso. Luke iba a vomitar, realmente lo iba hacer cuando llegaron a una habitación donde el ambiente estaba tranquilo. Habían cuatro camas en esa habitación, todas ordenadas y limpias, cada una con una mesita de noche al lado, el aroma en la habitación era limpio y olía a flores. El rubio sintió como las ganas de vomitar se fueron y miró al alfa que lo llevó hasta allá.
—Esta es tu habitación por ahora —habló asustando a Luke—. La compartes con otros tres omegas, dos de ellos trabajan aquí hace unos años y los otros dos, incluyendote, serán entrenados por estos dos ¿se entiende? Si vas a trabajar para nosotros tendrás un entrenamiento antes.
—¿Po–
—Sin preguntas —interrumpió Michael—. Nada de preguntas, nuevo. Aquí a la gente no les gustan las preguntas, esa es la primera regla. Vendré a buscarte mañana temprano, si no soy yo será Ashton. No puedes salir de aquí si no es conmigo o con él.
Luke asintió y vio como Michael salía de la habitación.
Sintió ganas de llorar, un nudo se formó en su garganta, su estómago se apretó y tragó un sollozo. No iba a llorar por su familia, ellos habían decidido eso ¿no? Pero la gran pregunta era ¿por qué? Liz siempre le había dicho que lo amaba, al igual que sus hermanos y su padre ¿qué estaba mal?
Secó sus ojos, de los cuales lágrimas amenzaban con salir y miró la habitación otra vez. Habían dos camas ocupadas, todas estaban iguales: sabanas blancas y almohadas azules. Pero había una con una manta morada y otra tenía un peluche de perro. La mesita de noche de ambas estaban ocupadas, la que estaba a un lado de la cama con el peluche tenía libros y en la otra había una caja roja.
Miro las otras camas y en una estaba su mochila, obviamente ese sería el lugar donde iba a dormir.
Caminó con miedo hasta su mochila y se sentó lentamente en una orilla de la cómoda cama. Miró atentamente la habitación, por cuarte vez y vio una puerta al costado de su cama, pensó que tal vez sería el baño. Otra puerta estaba a un costado de la cama con el perrito, esa estaba abierta y se podía ver un poco, parecía ser un armario.
Tenía ganas de salir corriendo, pero esa habitación parecía ser lo más seguro por ahora. No quería salir y que un alfa enorme sintiera su olor a miedo. Quizas con qué cosas se podía encontrar en aquella ¿casa? No sabía exactamente donde estaba, así que no podía nombrar el lugar.
Le habían dicho que era un hotel llamado "AlphaC", lindo nombre ¿no? Sonaba realmente aterrador, y no solo porque la mayoría eran grandes alfas, lo era porque cualquier criminal entraba en el lugar y las familias que se paseaban por aquellos pasillos lo veían como algo normal. Él había escuchado hablar sobre el hotel que atrpaba criminales y luego los llevaba a la carcel, pero jamás le habían dicho el nombre. De eso se trataba.
Una vez escuchó a sus padres hablar de AlphaC, sus padres estuvieron en ese lugar porque según su madre, tenían una cena importante. Eso fue hace más o menos una semana.
El alfa llamado Michael le contó un poco del lugar. Servía para todo tipo de personas y era el más visitado por lo turistas. Algo loco ¿no? Arriesgas a tu familia a dormir en un lugar donde hay criminales escondidos. Bueno, ellos no lo saben. Así que Luke encontró el por qué era tan visitado, porque si todos supieran que en ese hotel hay de esas personas, nadie querría visitarlos.
La puera se abrió y Luke gimió asustado.
—Hey —le dijo un chico—. Tranquilo.
¡¿Como le pedía estar tranquilo si casi lo mata de un susto?!
—Soy Calum —se presentó con una sonrisa.
Luke lo miró bien. Cabello negro algo despeinado, mejillas adorables y ojos rasgados, seguramente era asiático, pensó.
—¿Cómo te llamas? —preguntó.
—Luke.
Calum asintió y abrió la boca para decir algo cuando Luke lo interrumpió.
—¿Eres asiático?
Luke es una persona curiosa, así que no aguantó las ganas de hacerle esa pregunta a Calum.
—No —negó—. Soy australiano.
—Uh, lo siento.
—No importa, estoy acostumbrado a ese tipo de preguntas. Mis ojos son más pequeños y ya ¿bien?
Y ahí Luke notó su acento australiano. Era lindo. El rubio asintió y Calum volvió a sonreír.
—Veo que eres el nuevo, el otro nuevo no sé donde está pero que creo que llegará con Ash...¿tu con quien llegaste? Seguro que con Michael, él es el único que te dejaría solo aquí, pero hay una posibilidad de que sea con Liam, ese chico asusta con su mirada, pero tranquilo, es como un cachorro cuando lo conoces aunque tenga la pinta de un alfa intimidante, pero no te acerques a su omega, se enoja.
Luke se quedó mirandolo sorprendido. Ese chico si que hablaba ¿tenía un botón de apagado?
—Te daré un recorrido por el edificio, pero primero te mostraré nuestra linda habitación. Es la que mejor vista tiene, tenemos vista a la piscina ¿lindo? Solo cuando no hay mucha gente, no sé si te gusta ver a hombres gordos tomando sol, en lo personal a mi me da asco ¿que hay de ti?
—Es asqueroso —comentó Luke.
—Lo sé, pero los alfas guapos...eso es agradable de ver en verano. Tenemos un clima feo, pero los días de mucho calor son los que más disfruto. Yo trabajo en la cocina ¿quieres trabajar conmigo? Tienes dos
opciones —levantó un dedo—. Estar en la cocina conmigo —segundo dedo arriba—. O limpiar el jardín ¿tu eres el jardinero?
Luke negó. Él no sabía nada de arboles, flores y tierra.
—Vale, creo que estarás conmigo en la cocina.
—Sé cocinar —asintió.
—¡Perfecto! Ya estaba cansado de hacer todo el trabajo de cocinar yo. Las chicas ayudan, pero pasan más tiempo babeando por los alfas y betas. Desde que Karla falleció, la comida no es lo mismo.
—¿Qué le pasó? —preguntó Luke inclinando la cabeza.
—Ya estaba mayor, tenía 75 años. Ella me enseñó todo lo que sé y yo trato de hacerlo bien como ella ¿sabes? Era como mi mamá.
Luke iba a decir algo como un "lo siento" cuando Calum lo interrumpió levantandose como su tuviera un resorte pegado a su trasero.
—Ven.
El moreno–no–asiático se levantó y caminó hasta la pared opuesta a la cama de Luke y abrió las cortinas dejando ver el gran balcon que tenían. El rubio siguió a Calum y el aire fresco golpeó sus mejillas y movió su cabello.
—Este es el patio trasero de AlphaC, la piscina y la terraza donde puedes tomar un té o café helado acompañado de un delicioso pastel hecho por mí y ahora los harás tu también. Pasando las rejas a un lindo bosque donde me gusta ir, te llevaré en unos días. Es perfecto para pensar y relajarte.
Luke asintió y sonrió. Tal vez no era tan malo estar ahí. Calum era agradable y esperaba que los otros dos también. Pero tenía miedo de los alfas, de ellos jamás podría no temer.
—Este hotel de mi hoga —murmuró Calum—. Mis padres trabajan aquí también, yo desde niño pasaba todos los días en la cocina y Karla me entretenía enseñandome recetas, crecí en la cocina. Ningun alfa, nunca, intentó algo malo conmigo. Así que creo que no son tan malos. En AlphaC en distinto, todos se respetan, así que no debes temer.
Fácil para ti decirlo, pensó Luke.
—Te tomará tiempo confiar, pero verás la realidad tras estas puertas y te gustará. Dejando de lado las personas que aquí se esconden, ese es el tema que le corresponde al alfa que te trajo hasta acá. Las personas que llegan son selecionadas. Y te escogieron a ti por una razón, Luke.
✺✺✺
El rubio estaba más tranquilo. Calum resultó ser gracioso y la conversación con él no terminaba nunca, literalmente. Luke entró a tomar una ducha y luego Calum continuó hablando.
—Los chicos ya vienen —susurró—. Nos llevaremos tan bien, hace mucho tiempo que no teníamos compañeros.
—¿Qué pasó con los otros?
—Uno tuvo un bebé y obviamente tenía que estar con su alfa y el otro simplemente se fue porque no aguantaba este lugar, no sé en que parte del planeta está, seguramente en Chile.
—¿Por qué en Chile?
—Él quería conocer paises latinos, la última vez que mandó señales de vida estaba en Perú y luego se fue a Argentina.
—Debería ir a esos lugares algún día —murmuró Luke—. Nunca salí del país.
—Ni yo —Calum se encogió de hombros—. Pero para poder salir del país debes ser muy importante o que un alfa te lleve. No es tan fácil.
Nuevamente, la puerta se abrió. Dos chicos entraron y Luke los miró. Uno tenía muchos rizos color chocolate, sus ojos parecían los de un gato por lo verdes que eran y le sonrió mostrando sus hoyuelos.
—¡Hola! —saludó animado—. Soy Harry Styles.
—Luke Hem–
—Hemmings —interrumpió—. Lo sé, Michael me lo dijo.
—Oh —mumuró el rubio.
—Soy camarero, así que estaremos cerca —sonrió—. Oh, y él es Troye.
El chico tenía cabello negro, piel pálida y era delado, con unos lindos ojos azules.
—Es australiano como Calum —dijo Harry alegre—. Y trabajará en el lavado, ordenando las habitaciones. Uh, no habla mucho así que no lo presiones Calum.
—Yo no hablo mucho.
Luke quería reír, porque lo único que hizo Calum desde que entró a la habitación fue hablar. Ni siquiera se podía ver cuando tomaba aire para seguir hablando porque lo hacía tan rápido.
✺✺✺
Para Michael Clifford nunca fue tan importante buscar a un omega, hay personas que simplemente no lo tienen y ya, él pensaba que sería una de esas personas que no tienen omega y se conforman con cualquiera para morderla y seguir con el apellido, y poder tener herederos que se queden con el hotel cuando él se viejo.
Sí, Michael es el hijo de los dueños de AlphaC, la "C" es de Clifford, para los que no se dieron cuenta.
Digamos, que sus abuelos no tenían mucha imaginación para los nombres, pero si tuvieron éxito.
La misión de Michael en aquel hotel era mantener el orden, simple. Y obviamente ir a reuniones con sus padres y ver otras cosas internas, pero lo demás era fácil.
Él creció en esas paredes, creció escuchando a sus padres y abuelos hablar sobre AlphaC, sabe todo y esucha todo. Tiene los registros de cada omega, beta y alfa que entra al hotel. Pobablemente sea el chico más buscado por los que quieren derrotar la empresa, pero Michael es inteligente y sus padres también.
Michael Clifford es el próximo dueño de AlphaC. Tiene una hermana, una hermosa omega que según sus padres, ya debería tener un alfa, pero ella se niega a eso y Michael la apoya, ella todavía no se siente preparada para un alfa, por una mala experiencia y un lazo roto.
El lazo roto es cuando tu alfa te muerde y luego se aleja. En el caso de Rosie su alfa murió. Dicen que cuando tu alfa muere, su omega muere con él. Esa mordida crea la conexión alfa/omega, esa mordida te muestra el amor que hay entre ambos, es su unión. Y ella sobrevivió, porque tenía a Alan, el pequeño sobrino de Michael.
—¿Cómo estás, hermanito? —preguntó Rosie entrando a la habitación de Michael.
—Un día díficil —murmuró—. No sabes lo horrible que es ir en busca de todos esos omegas. Me tienen miedo.
—Michael ¿no te he enseñado nada? —rió—. Primero, tu rostro serio asusta ¿no crees? Además de que cuando hablas, eres pesado.
—Esas son cosas que no puedo cambiar, así que...que se acostumbren.
Rosie rodó los ojos y sonrió. Ella estaba preocupada por su hermano. Michael ya tenía 20 años y todavía no tenía omega, y ella no quería ver a su hermano solo.
—¿Alguno de esas omegas llamó tu atención?
Ella miró atentamente a su hermano. Vio como abrió la boca para decir algo y luego la cerró, por primera vez lo vio avergonzado.
—¿Michael? —cuestionó con una sonrisa.
—Es un omega, un chico omega —susurró.
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Primera nota de la fic :') La historia está aburrida, lo siento, pero es el comienzo recien así que no paren de leerla :c porque van a romper mi corazón. Hay unas cosas que quiero explicar y es que los personajes no se transforman en lobos ¿bueno? Por si alguien pensaba eso, solo tienen ¿razas? Sí, solo eso. Y sobre las parejas, para mi es complicado elegir nombres y cosas, así que habrá Larry y Cashton, pero si no les gusta pueden simplemente ignorar esas partes.
Espero que aunque el capítulo estuvo aburrido, les haya gustado y lean el siguente, que está un poco¿mejor?
Pregunta: Si vivimos en un mundo así ¿qué se consideran? (alfa/beta/omega)