DÍAS DESPUÉS
Estaba caminando tranquilamente por la calle, hasta que sentí que alguien me detuvo poniendo una mano en mi hombro. Era Jairo.
-¡Alex! Hola -Saludó sonriendo.
-¿Jairo? ¿Qué haces aquí? -Enseguida comencé a sentirme nervioso.
-Nada, sólo paseaba por aquí, ven, vamos al parque.
Tuve miedo, él me agarró del brazo y me llevó hasta el parque mientras me hablaba de cualquier cosa, hasta que nos quedamos parados bajo un árbol.
-Alex...
-¿Sí?
-¿Tú quieres a Frank? -Preguntó. De pronto no parecía la persona agresiva que había sido antes.
-Sí, mucho... escuché vuestra conversación del otro día y sé lo que intentas -Dije defensivo.
-Sólo piénsalo, soy mejor persona que como me viste allá, tal vez si me conocieras más me tendrías más cariño.
-No lo creo, no es tan fácil.
-Oh... -Sonrió pícaro- tenemos un reto.
-Jairo, por favor no -Dije firme.
-¿Por qué ahora eres tan borde y en la casa de Frank estabas tan asustado?
-Eso no te incumbe, no quiero nada contigo -Desvié la vista.
-Alex, eres muy lindo, sólo conozcámonos un poco más ¿Qué opinas si nos juntamos algún día?
-No -Respondí, comenzando a molestarme.
-Anda, sólo una vez y, si no te agrado, te dejo tranquilo.
Me detuve un momento a pensar en su propuesta- ¿Me dejarás tranquilo?
-Sí, pero tu respuesta final tiene que ser honesta.
-De acuerdo -Suspiré.
Si el costo por alejarme de él era tan bajo como tener una cita y decirle que no me agradó, pues valía la pena hacerlo.
-Bien, dame tu número -Dijo sonriendo. Yo le di mi número- Vale pequeño, anotado, me tengo que ir, nos vemos -Se acercó, me tomó de la perilla y me dio un pequeño beso en los labios, el cual no rechacé, pero tampoco correspondí.