Día 16
Sokovia: base de Hydra
En cuanto el quinjet pisó tierra la rampa de este se abrió. Dos de los hombres de HYDRA tomaron a la ojiazul por los brazos, llevándola hasta su horrible destino. La pelinegra caminaba muy a su pesar, pero sabía que tarde o temprano llegaría hasta aquella silla. Los agentes abrieron una puerta y en la habitación solo estaba el brainwash. Los ojos de Gaia estaban cristalizados. Por su mente pasaban las imágenes de lo antes ocurrido, sobre todo la mirada de Steve al decirle "Yo siempre estaré contigo", ella no había cumplido su parte y lo sabía. Los seguidores de HYDRA la pusieron en la silla y la prepararon para la tortura.
-Bien querida Gaia, sabes que esto lo hago por tu bien. Es para que aprendas, como siempre te digo, a pagar por tus errores-dijo entrando al lugar y acercándose al aparato que encendía la silla. En cuanto la maquina comenzó a funcionar Gaia gritó, pues estaba en el nivel más fuerte que había.
Día 15
New York: Base vengadores
En cuanto llegaron a la torre, Steve estuvo fuera de control. Estaba furioso, se sentía inútil por no poder detenerla, la había tenido frente a frente y no pudo hacer nada. Las paredes pagaban su desesperación y rabia. En una de las paredes de la sala de juntas se había formado una gran grieta por culpa de los golpes. Natasha trataba de detenerlo, pero su enojo era tan grande que no la escuchaba.
-Steve, basta-le pedía Nat-no es tu culpa, no es culpa de nadie-
-Si lo es-respondió, cesando los golpes. Thor entró a la sala en ese momento, encontrándose con las marcas de los puños del capitán en la pared.
-No creo que hacer caer el edificio lo vaya a solucionar-le dijo el Asgardiano.
-Estuve tan cerca de ella, y no hice nada- Steve se había quedado con la frente y las manos pegadas a la pared mientras sentía su garganta cerrarse.
-La encontraremos, ya veras que lo haremos- trató de convencerlo Natasha, pero ella también hacia el esfuerzo de creerse lo que había dicho.
-¿Y si no la encontramos?-pregunto Steve, sentía como su corazón caía a pedazos segundo a segundo.
-Hay que tener fe. Stark la está buscando, trata de hallarla con el satélite-le contó el Dios.
-Espero no le pase nada-dijo en un susurro, a la vez que una lagrima caía por su mejilla.