El tic-tac del reloj huele a suelo mojado,
¿Dónde están aquellas cosas que algún día tuve?
Cuando llueve la melancolía me quiebra en mil pedazos,
Cuando llueve los recuerdos vuelven, pero se van con las nubes.
Lo que daría yo por encender aquí una hoguera,
En medio de la tormenta,
En medio de un quizás,
En medio de las despedidas que lloré,
Para que pelearan contra el agua y me mataran de sed.
Cuánta falta me hace caminar y empaparme
Cuánto en falta echo su paso acompasado al mío,
Andar relajada con una ilusión con nombre y apellidos.
Cómo me sobran las ganas,
Cómo me sobra el miedo
Que me grita desde el exterior de las ventanas.
Sea de noche, sea de día,
He aprendido hace un rato
Que la vida no es más que memoria, mezclada con ambiciones y desacatos.
Sea de noche,
Sea de día,
Echo de menos un paso acompasado al mío,
Echo de menos los paseos cuando caía el sol,
Añoro con cuerpo y alma sus suspiros,
Siento de tiempo y rabia su ausencia en mi corazón.