Narra Lauren
No estoy ni mareada para todo lo que he bebido. Estoy consciente, puedo caminar bien y meter la llave con facilidad en la cerradura.
!Diablos! ¿Porque no abre?
Esta es la tercera puerta que intento abrir, estoy segura que este es mi piso, pero no recuerdo cual es mi cuarto. ¡Maldita sea! Todas son tan parecidas que no logro diferenciar cual es mi departamento.
-¡Abran!!!-. Grito desesperadamente, algo me dice que mis golpes en la puerta son mucho más fuertes de lo que yo puedo escuchar. -¡Mamá abre!!!-. Golpeo más fuerte sin ninguna respuesta.
¡Dios! La puerta se abre de golpe y como golpe le estaba dando a la puerta, caí de golpe al piso.
Comienzo a reír mirando a las dos mujeres que sostienen dos puertas. ¿Porque no se quedan quietas?
-Ninguna de las dos es mi mamá-. Les digo a las señoras, ellas no son amables porque ni siquiera pudieron cogerme para que no caiga.
-Si fuera tu madre no estarías en este estado. Levántate jovencita-. Las señoras me agarran del brazo y me paran de un brinco, que fuertes son.
-Si fueran mis madres, no estaría en este estado ni en otro, ya estaría fuera del país-. Vuelvo a reír de nuevo y ellas me jalaron. Se aprovechan porque son dos.
-No sabes niña la que horas es, me quejaré con el hotel...-. Las dos señoras siguen hablando y hay algo que no entiendo, ¿Porque pronuncian las mismas cosas y hablan al mismo tiempo? ¿No es al revés? Que importa, es lo mismo. Hablar, pronunciar.
Estoy perdida ¿A dónde voy? ¿Dónde me llevan estas mujeres?.
-Eres muy joven para que estés en esas condiciones-. Aun hablan igual, este cuarto es muy pequeño y se mueve, nos estamos cayendo?. -No deberías desperdiciar tu juventud así-. Yo solo escucho, pero no puedo discernir sus palabras porque mi cuerpo está ocupado diluyendo todo el alcohol.
-¿Porque me traen a un habitación diminuta? Están intentando seducirme. Pues no les va a funcionar, yo tengo novia-. ¿Cómo se llama mi novia? Lo averiguare cuando me saquen de aquí.
-¿Novia?-. Hablaron con desagrado.
-Que insinúa, aún es mi novia-. Lo es.
-Estas moodas son extrañas-. ¿Qué dijeron?
-Las moodas no son extrañas, son personas igual que usted-. Pobres, porque no pueden hablar las están menospreciando, ¡Estas tipas me cae mal!
-No sé porque me gasto hablando contigo si estás que te caes-. Protestan, están locas ya no soy la que se está moviendo, son ellas.
Se están funcionando. Qué susto, estas señoras se están funcionando!
-¡Sepárense! Eso no se hace en público-. Quiero separarlas, pero no se dejan.
-Jovencita, Quédate quieta-. Se quieren, quieren estar juntas, entiendo, pero al menos déjenme salir de aquí. -Estás loca, suéltame-.
Mi cuerpo se fue para atrás.
¡Loca! ¡Suéltame! ¡Eres una psicópata! ¿Porque me sigues a todas partes? ¡No saldré contigo! ¡Déjame en paz! ¡Sí! !Es más me puedes besarme donde sea y tocarme donde quieras! ¡ Estoy segura!
Tengo imágenes de escenas borrosas que se repiten una y una vez en mi mente.
¡Te amo! ¡Te amo mucho Lauren!
-Yo tengo una novia, se llama Camila y es realmente hermosa, pero no puedo estar con ella porque hoy enterramos a mi hermano-. Les cuento a las mujeres haciendo que se callen.
El alcohol de pronto comienza a salir por mis ojos mientras las puertas se abren, se están abriendo al igual que el vacío en mi corazón, las señoras salen calladas y yo las sigo.
¿Dónde estoy? ¿ Dónde está ella? Quiero verla, la necesito.
Llego sola hasta un muro donde me recuesto. Tenía quince, él tenía quince. Agarro mi cabeza con mucha rabia, no quiero recordar, no voy a recordar.
-Lauren hija ¡Dios! Llevo rato buscándote-. Ahora escucho y todo es más claro.
-Mamá quiero más alcohol-. Necesitó más, la dosis que ingerí se está saliendo por mis ojos.
-No, ni siquiera notas como estas-. No tengo ganas de pararme ante su negación.
-No ves que estoy lucirá-. Aclaro, mi voz se está apagando.
-No lo estás, vamos arriba-. Toma un brazo y pongo resistencia -Vamos arriba hay licor muy fuerte-. Me está engañando, pero igual doy mi brazo a torcer.
Yo no sé dónde voy otra vez. Las ganas de hablar de pronto se me fueron y mantengo mis ojos cerrados para ver esa imagen, su linda sonrisa, sus hermoso ojos marrones, quizás alguien a mi alrededor esté hablando, pero no escuchó nada. Nada más que el tono de su voz llamándome y recuerdo porque estoy así.
Le llame, pero no buscaba que la llamada terminará con yo pidiéndole tiempo y ella colgándome.
Narra Camila
No sé cuantas semanas son para ella unos días, pero creo que eso ya no importa, porque al final no se absolutamente nada de Lauren. No puedo asegurar que me resigne, pero cada día que pasa me doy cuenta que Lauren y yo ya no tenemos nada. Lo supe después del tiempo que pidió, no quise escuchar más y colgué, ahora sé que soy una estúpida al confiar en ella.
No he pasado los mejores días desde ese momento y la compañía de Niall es algo que me hace bien, pero no es lo mismo, es un amigo. No es ella. Tiene los ojos azules y no verdes.
Él es honesto y ella una mentirosa que me engaño. Ya no me queda duda, estoy completamente segura que no volverá. Quizás en estos momentos, esta divirtiéndose con quien sabe quién. Después de todo logró su cometido.
-¡Camila, te estoy hablando!-. Niall grita desde la vereda.
De que estábamos hablando, no recuerdo.
-Qué lindo consejo-. Se burla de mí. - Estas pensando en algo más-. Si, en que hoy se cumplen tres semanas desde ese domingo que desapareció.
-Lo siento, no tuve un gran día en el refugio-. No lo tuve y tampoco quiero mencionar a Lauren, él no sabe nada de ella. Yo no la he nombrado en este tiempo y no sé porque.
-No pasa nada, pero tus ojos están húmedos, los veo brillar desde acá-. Argumenta con toda la razón. Es mucho para mí estar cerca de su casa.
Por un momento pienso que saldrá de ahí, con esta es la quinta vez que espero eso al estar sentada en uno de los columpios del parque -No he dormido bien-. Me excuso de nuevo.
-¿Y eso se debe a que?-. Pregunta deslizándose en su patineta.
-A que eres muy curioso y ya sé porque esa chica no te hace caso-. Comento recordando todo lo que me ha platica esta semana.
-¿Porque?-. Vuelve a rodar en la vereda del lado de mi casa hasta la de... de Lauren.
-Porque pareces un niño utilizando la patineta-. Estoy segura que se puede hacer más con esa cosa que simplemente deslizarte.
-¿Ah, si?-. Asiento -Mira esto-. Él corre hacia mi casa y se pierde de mi vista.
Sale corriendo con mucha velocidad ¿Salta? ¿Se tira? La verdad no sé qué quiso hacer, pero termina en el piso y me rio muy fuerte.
-No puedo me duele el estómago-. No puedo más, pero es muy gracioso.
Se levanta recuperando su decencia ante mi risa -Ja ja, no te burles, me dolió-. Dice sacudiendo su pantaloneta.
-¿Que pensabas hacer?-. Es por esto que me gusta estar con él. No me deja pensar mucho.
-Un truco ¿Crees que no me hace caso solo por la patineta?-. En verdad tiene diecinueve.
-¿Es sobre la chica?-. Asiente -No creo-. Se alegra -Que sea solo por eso, eres torpe e inmaduro-. Bromeo.
-Enserio-. Afirma decepcionado.
-No, te estoy molestando, eres lindo, honesto y lo más importante, eres tú mismo. Si ella no te ve así, definitivamente no es tu culpa simplemente hay veces que no puedes obligar a alguien a verte como tú quieres que te vea-. O obligar a alguien a quedarse porque tu si la quieres.
-Eso fue definitivo, creo que me quedare en la zona de amigos con ella-. Suelta un fuerte suspiro.
Yo también quiero estar en la zona de amigos con ella, tal vez así vuelva. La extraño mucho y cada día siento más su ausencia.
-¿Quieres intentarlo?-. Pregunta él recuperando mi atención.
-¿Qué cosa?-. No me gusta su expresión.
-Deslizarte en mi patineta, Ven-. Niego no voy a subir en eso, soy mucho más torpe que él.
Camina hasta mí y toma mi muñeca, jalándome con el -Espera Niall no, me voy a caer mucho peor que tu-. Quiero soltarme.
-No seas miedosa, no es como si estuvieras a dos metro del piso, además a mí ni me dolió la caída-. No le creo nada.
-Dijiste que si te dolió-. Reprocho su mentira.
-Lo dije para que dejaras de reír, ahora sube-. En este momento no confió en él o en mí, soy demasiado inepta para fiarme de mi misma. -Vamos Camila, no te dejaré caer-.
Suspiro y coloco mis pies con su ayuda arriba de la patineta, bailo con temor hasta que logro estabilizarme con ayuda de Niall.
-Ahora nos vamos a mover-. Avisa, asiento agarrándome fuerte a sus brazos. -Vez no es tan difícil-.
-Has silencio me vas hacer caer-. Murmuro.
Estoy rígida mientras él se muevo haciendo rodar a la patineta y me lleva con ella. Quiero bajar e iba a decírselo, pero para mi mala suerte y la de él, tropieza.
¿Porque me fíe de él?
Creo llegar al pavimento en breve, pero no, Niall es muy ágil al retenerme para que no caiga.
-Te dije que no te dejaría caer-. Esta demasiado cerca y sus ojos azules son muy penetrantes.
También se pierde mientras se acerca para hacer algo que estoy segura que me arrepentiré después, pero ahora lo único que quiero es dejarme llevar.
Cierro mis ojos esperando que sus labios toquen los míos, alguien más que no es ella me va a besar.
Siento su respiración muy cerca, él tiempo está detenido o trascurre muy lento. No quiero que Lauren vuelva a besarme, no quiero saber nada de ella pero la presión llego a mí y no... no puedo. No quiero que nadie más me bese que no sea Lauren.
-Lo siento-. Me separo antes de que toque mis labios. No quiero dañar nada entre nosotros.
-Camila-. Es interrumpido por un taxi que llega a la casa.
Por un minuto creo que me desmayaría, pero saco fuerza de mi resentimiento para poder seguir de pie.
La señora Clara alza su mano y me saluda, le sonríe como puedo. Esa medio sonrisa se pierde cuando recobro mi pulso. Los nervios son miles al ver la tez blanca y los típicos lentes redondos.
Doy un paso olvidando todo al verla parada al lado del taxi. Esta quieta y mi problema para respirar es grande. Suelta su maleta y comienza a caminar hacia mí, es cuando empiezo a retroceder.
-¿Estás bien? ¿Quienes son ellas?-. Niall me detidne y no tengo respuesta, ni ganas de decir algo. Tampoco creo que pueda con todas mis emociones confusas que hacen palpitar con desesperación mi pobre corazón.
-Camila-. ¿Porque lo hace? No quiero escuchar que me llame -Camz-. Vuelve a repetir.
Me libero y solo sé dar vuelta para caminar hacia mi casa. Niall viene atrás de mí diciendo que me están llamando -Espera-. Logra detenerme -Es por lo que casi pasa entre-.
-No es por eso-. Me apresuro a decir. Debería hacerlo ahora y que ella me vea
Sé que mi resentimiento es muy grande, pero yo no soy como ella. Yo no juego.
-Creo que es... es mejor que te vayas-. Le digo volviendo a caminar.
-¿Hablaremos de lo que paso?-. No quiero hablar de nada ahora. Sin embargo no lo voy a evitar.
-Lo siento... yo...-. Suspiro -La chica que esta parada allá... es mi novia o lo era-.
Él busca con la mira a la persona que le dije.
-Aun lo soy-. Lauren ha llegado tan rápido a nuestro lado en un tiempo prudente -¿Quién es este?-.
-Soy Niall-.
-No te pregunte a ti, le pregunte a ella-. Típico de Lauren ignorar a las personas. -¿Y bien?-.
-Niall hablaremos después-. Le digo, no quiero hacer esto enfrente de él.
-¿Vas a estar bien?-. Asiento -Bien te llamare luego-. Su comentario y el hecho de que se acerca a darme un beso en la mejilla, enfurece a Lauren, la veo con el rabillo del ojo sacarse los lentes.
Son semanas que no sé nada de ella y quizás lo que voy a decir ahora, sea por el rencor de esos días.
-¿Quién es él, Camila?-. Ella desaparece y yo soy la que tiene que dar explicaciones.
-Un amigo-.
-Solo un amigo-. Intenta acercarse, pero me tiro para atrás.
-Eso no importa, ahora escucho todo lo que me tengas que decir-. Estoy creyendo en sus palabras de la primera llamada "te explicare todo cuando regrese.
-Yo... no quiero hablar ahora-. Vuelve aproximarse y de nuevo retrocedo. -Camz..-.
-Basta Lauren-. Me harto -Si estabas jugando y no sabías como desacerté de mí, no debiste haberte ido solo tenías que decírmelo, porque es lo único que pienso ahora-.
-Yo no-. Se calla, que calle ahora es como si me diera la razón.
-Ya veo. Ya conseguiste lo que querías-. Pauso buscando que me corrija, pero ella solo guarda silencio -Bien, entonces eso es todo-. Pauso otra vez queriendo que me detenga.
Ahora retrocedo negando.
Busco fuerza en todo mi rencor -Eso es todo-. Respiro fuerte conteniendo mis lágrimas -Terminamos-.
-Dijiste que no lo harías-.
-Y tú dijiste que me amabas-. Reprocho -Quiero que te vayas, no quiero verte-. Por favor no lo hagas, dime que es mentira, que son ideas mías.
Se agarra la cabeza, mirando a todas partes para luego posar sus ojos en mi –Me lo hiciste tan fácil-. Me acaban de romper sus palabras. Era tan hermoso para ser real.
Narra Lauren
Quiero acercarme después de lo que dije, quiero retratarme ahora mismo. No es así, no lo haré, merece a una persona menos problemática que yo, además parece que no puedo ser feliz. Ya no puedo contener mis lágrimas y camino lejos de ella. Es todo terminamos y va hacer mi más preciado recuerdo.