El avión tardó más de lo esperado, pero aún yo esperaba a mi hermana mayor con un ramo de rosas que mi papá compró.
Cuando llegó, su cara estaba somnolienta y con una leve sonrisa. Abrazo a mis papas fuertemente, y les repetía muchas veces "Gracias por servirme". Cuando me tocó mi turno, note que sus brazos estaban más fuerte de lo normal ya que me apachurro; las flores se aplastaron igual.
— ¡Bienvenida hermana mayor! — le dije y le entregue lo que quedaba de flores.
— Que nombre tan modesto; gracias. — me contestó con su asentó extranjero secándose las lágrimas que derramó al llegar. — Tus padres son muy buenos, la verdad quisiera agradecerles con esto. —
Sacó de entre su bolsa una caja colorida y me la entregó.
El aeropuerto pudo escuchar todo mi grito, era el tren del "Little Train Musical". Era de tamaño de un carro de juguetes pero este podía cantar las canciones con solo hacerlo andar.
— ¡Thanks you, Thanks you! — la abrace mientras le gritaba en su idioma.
— ¡Espero que te haya gustado el primer regalo de tu hermana mayor! — contesto y volvió a llorar.