"Mi super héroe favorito"| Sp...

By IkkiFigueroa23

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Peter Parker "Spiderman", es el "héroe" más aclamado de New York, tiene la llave de la ciudad y protege a la... More

> Capítulo 1
> Capítulo 2
> Capítulo 3
> Capítulo 4
> Capítulo 5
> Capítulo 6
> Capítulo 7
> Capítulo 8
> Capítulo 9 || Parte I
> Capítulo 9 || Parte II
> Capítulo 11
>> Capítulo 12
> Capítulo 13
"DEADPOOL" (ESPECIAL)
> Capítulo 14
☆Hey There!☆
> Capítulo 15
> Capítulo 16 | Final

> Capítulo 10

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By IkkiFigueroa23


–Peter... yo puedo ayudarte a hacer el desayuno.– decía Wade mientras permanecía sentado frente al televisor, mirando dibujitos animados.

–Pues no veo que te muevas.– Respondió el más joven, mientras estrellaba un par de huevos en un sartén.

El mercenario gruñó y en lugar de levantarse, se acomodó mejor en el sofá. –Es que... estoy cansado.

Peter únicamente rio bajito –Sí claro.

–Todo es tu culpa, me dejaste cansado–. Se defendió el mercenario.

Las mejillas de Peter enrojecieron. "Ese debería ser yo" –¿Yo? ¿Peter Parker dejé cansado al imponente Wade Wilson?

–Oye síguete burlando y me las pagarás, y ahora sí que no tendré piedad.

Peter se limitó a guardar silencio ante la amenaza de su novio, porque le conocía -a él y a su "compañero"- y sabía que era muy capaz de dejarlo sin caminar un par de días.
Bastaba con decir que esa mañana se había levantado haciendo un esfuerzo sobre-arácnido, debido al dolor en su espalda.

Una vez listo, Peter llevó un solo plato con huevos y tocino, acompañados de un apetitoso jugo de naranja. Tomó asiento, acomodando sus piernas por sobre las del mayor, y sobre las suyas colocó el plato con el desayuno, el cual ambos compartieron.

Y para disgusto de Wade, Peter colocó las noticias; entre las cuales, destacó una.

"¿Dónde se ha metido el hombre araña?"

Peter dejó de comer cuando vio en el televisor que los últimos tres días se habían presentado constantes robos. De los cuales obviamente él no tenía ni idea.

–Oye, no tienes por qué preocuparte. No es tu culpa– dijo Wade al ver el rostro de aflicción del más joven.

–Claro que sí, rayos, pude haberlos detenido.

–No, no vas a estar ahí las 24 horas del día para la gente que ni siquiera te aprecia, tienes una vida.

–Es mi deber y... aghhh– suspiró molesto.

–No dejes que te hagan sentir mal, está bien, se te pasaron un par de robos ¿Y? ¿Cuál es el gran problema? Solo fueron unas pequeñas vacaciones, volverás a la acción si así lo quieres. Podemos patearles el trasero más tarde.

–Es que sí hay problema Wade, no estuve ahí cuando me necesitaban.

–Hablas como si fuera tu culpa.

–En parte lo es.

–No claro que no, tú elegiste ser su héroe porque quisiste, ellos deberían estar agradecidos, no tienes un deber con nadie.

Cuando Peter estaba a punto de abrir la boca para contradecirlo, escucharon que llamaban a la puerta. El joven se incorporó y procedió a abrir.

–¡Hey Pet!

–Tom...

Thomas, sin esperar invitación, se adentró en el apartamento y rodeó a Peter con sus brazos.

–Me preguntaba si querías salir a jugar basquetbol. – dijo apartándose y con una gran sonrisa mientras sostenía un balón entre sus manos.

–Yo...

Ya no pudo completar la frase porque justo en el momento, sintió a Wade a su lado, quien le lanzó una mirada poco amable al joven de cabellos negros, el cual, al observarlo se impresionó por el aspecto de este, dando un pequeño y casi imperceptible saltito.

–¡¿Quién es él?!– preguntó Thomas sin dejar de observar a Wade con el ceño fruncido.

–Ahh... él es...

–Su novio– se adelantó el mercenario mientras rodeaba a Peter de la cintura y mantenía su mirada fija en Thomas.

El pelinegro compuso una mirada de total sorpresa y confusión. Miró a Peter en busca de una respuesta.

El castaño se aclaró la garganta y desvió su mirada –S-si Tom, él es Wade... mi novio... Wade, él es Thomas. – hizo un movimiento con su mano para señalar a Thomas.

Con esta nueva declaración, el amigo de Peter no hizo más que volver a lanzarle una mirada desconfiada y molesta al mercenario, quien se la respondió igualmente y de forma desafiante.

–Ya... supongo que debo irme–. Habló el pelinegro con un toque de molestia aparente. Y salió del apartamento sin más, ni siquiera volvió a mirar a Peter.

Por su parte, el Hombre Araña sabía que Tom se había molestado, y era obvio, Peter no le había contado sobre Wade, no le había dicho que al parecer si le atraían los hombres -o al menos uno-, y que tenía un novio. Thomas solía decirle muchas cosas a él, y le había demostrado tenerle confianza, y ahora Peter le demostraba lo contrario. Aunque no era eso, él sí confiaba en Tom, solo que no estaba acostumbrado a contarle sus cosas a nadie más, ya que, desde Harry, no lo hacía. Y con Tom, solo llevaban unos meses siendo amigos, le costaba trabajo abrirse tan fácilmente.

–¿Pasa algo? – preguntó Wade.

Peter no tenía derecho a molestarse ahora con Wade, si bien era cierto que hubiera preferido decírselo él mismo a Thomas, y que se enterara de una mejor manera, no podía culpar a su novio por decir la verdad.

–No– negó tratando de sonreírle.

–Y... ¿Thomas estudia contigo no? – siguió Wade.

–Sí, estamos juntos en la clase de biología.

–¿Son mejores amigos o algo así?

–Somos muy buenos amigos.

Wade asintió mientras giraba a Peter para verle de frente, lo rodeó de la cintura y posó sus labios en los del más joven.

***

Spiderman se columpiaba de aquí para allá utilizando sus telarañas y buscando personas en peligro o ladrones huyendo.

–¡Oye muchacho, detente un momento! – le gritaron desde una camioneta en la calle.

El hombre araña, al reconocer la lujosa camioneta y la voz de la mujer, detuvo su trayectoria y se dirigió hasta ella.

–Hola–. Saludó, era Hazel.

–Hola Peter, ¿te importaría subir?

Esta vez, más confiado que la primera, Peter subió sin pensársela mucho. El camino transcurrió rápidamente y en silencio. Se alejaron bastante, casi llegando a los límites de la ciudad, hasta bajar en la misma casa rústica de la otra vez donde Fury los estaba esperando en lo que parecía ser una sala de estar.

–Bienvenido otra vez Peter. – saludó el del parche, indicándole que tomara asiento.

–Hola señor. – respondió el joven acatando las ordenes.

–Supongo que ya tienes tu respuesta.

Hasta cierto punto, había pensado en rechazar la propuesta de entrar a S.H.I.E.L.D y esas cosas, pensó en ¿por qué lo querían a él?, pensó que había demasiados misterios y "secretos" alrededor de dicha organización, y pensó también en que si tenían a los Vengadores ¿para qué lo necesitaban a él?
Pero su manera de pensar había dado un giro de 180 grados esa mañana, al percatarse de que se había desligado de sus responsabilidades, que había desatendido lo que debía ser su prioridad. No podía valerse él solo para todo lo que tenía que hacer, estudiar, trabajar y vigilar casi todo el día la ciudad, era demasiado demandante, tal vez si contaba con un poco de ayuda por parte de "expertos" por así decirlo, haría un mejor trabajo con mejores resultados. Era por el bien de todos.

Suspiró –Sí señor, lo he pensado.

–¿Y bien? – preguntó Nick Fury ofreciéndole un vaso con una bebida.

–No tomo señor– dijo Peter rechazando la bebida con la mano. –Pero... – suspiró –entraré a su red de súper héroes.

Fury sonrió –Has tomado la mejor decisión, te lo aseguro– respondió tomando la bebida él mismo.

Peter asintió.

–Toma esto– El hombre del parche le entregó un folder con papeles dentro –Es un archivo confidencial, ahí está todo lo que debes saber y todo lo que harás, recuerda que nadie además de ti debe verlo.

El Hombre Araña tomó el documento. –¿Cuándo voy a comenzar?

–Eso está en el archivo, ahora irás a tu apartamento, lo leerás y mañana te espero en la dirección que está ahí.

Peter volvió a asentir.

–Sé que harás un buen trabajo muchacho.

...

Regresó a su tarea de buscar peligros en la ciudad, y detuvo un par de artimañas de unos asaltantes y asesinos.

...

Por la tarde estuvo en su apartamento, tomó una ducha e intentó relajar su mente, hizo algunas tareas de la Universidad y leyó el archivo que Nick le había otorgado, entiendo por fin, muchas cuestiones que lo agobiaban, aunque por supuesto no era ni la mitad de todo lo que él quería saber.

"No puede ser tan malo" pensó.

Otro asunto: Tenía que llamar a Thomas y disculparse.

Marcó el número, pero su amigo no respondió. Entonces optó por dejar un mensaje de voz: "Tom, necesitamos hablar, por favor llámame en cuanto escuches esto".

Pero las horas pasaron y Thomas no respondió.

*** Al día siguiente***

–¡Tom! ¡Hey! – Peter corrió en cuanto vio a su amigo sacando unas cosas de su locker.

Thomas se giró al escucharlo, y solo lo miró fríamente para después cerrar de un portazo su casillero y darse la vuelta dispuesto a marcharse.

Pero el joven le dio alcance y lo sujetó del hombro.

–Thomas espera.

El pelinegro se giró bruscamente hacia el castaño, soltándose de su agarre.

–¿Qué quieres? – preguntó tajantemente.

–Debemos hablar.

–No quiero hablar contigo, no eres más que un mentiroso Peter Parker.

–No te he mentido.

–Me has ocultado cosas, que viene siendo lo mismo.

–No Tom, déjame explicarte.

–¿Qué me vas a explicar? Que tú no me vez como un amigo, que tu no me ves de la forma en que yo te veo a ti, que tienes un chico y nunca me lo dijiste, no sabes la importancia de eso Peter.

–Bien, lo sé, admito que hice mal, pero eres mi amigo Tom, por eso quiero arreglar las cosas.

El más alto observó a Peter por unos segundos, sin decir nada. Suspiró pesado y respondió: –No entiendo porque no me tienes confianza– dijo más calmado.

–Sí te tengo confianza, solo que... no sé, no sabía cómo lo tomarías, ya sabes... el que... estuviera saliendo con un hombre.

–Ya, que eso no tiene nada de extra normal o como le quieras llamar, estamos en el siglo XXI, así que no es excusa.

–Lo sé, pero incluso a mí me costó trabajo entenderlo.

Tom se limitó a guardar silencio y suspirar un par de veces, mirando al suelo.

–Tom...– Peter se acercó a él y volvió a tomarlo del hombro –Escucha, realmente lo siento, eres importante para mí, y no quisiera perderte.

El pelinegro levantó su mirada y la posó en los ojos cafés del más bajo.

–Tú también eres importante– respondió y miró hacia otro lado, luego de unos segundos continuó –prométeme que me dirás todo de aquí en adelante.

–Lo prometo.

Dicho esto, Thomas abrazó a Peter. Y este último, al corresponderle pudo sentir como la respiración de Thomas era un poco irregular, y como pasaba saliva por su garganta, al parecer, intentado no llorar o algo, quiso apartarse para observarle y comprobar su teoría, pero algo le decía que mejor no lo hiciera y solamente permaneció así mientras soltaba un suspiro: "¿Qué acaso nunca puedo cumplir con mis promesas?" se preguntó "No puedo decirle a Thomas que soy el Hombre Araña, ni que entraré a S.H.I.E.L.D, ni que Wade es Deadpool. Bien hecho Peter, eres un rompe promesas".

***

Los días transcurrieron y por fin, Spiderman tendría su primera misión con S.H.I.E.L.D.
Se sentía emocionado, asustado, nervioso e impaciente. Lo citaron de madrugada en los edificios de dicha organización, llegó puntualmente y listo, con su traje bien puesto y todas las ganas del mundo que el sueño le permitía llevar.

–Peter, llegas temprano. – saludó Nick Fury en cuando Peter entró a la oficina.

–Me gusta ser puntual señor.

–Excelente, Hill ya te dio todas las indicaciones ¿cierto?

–Así es señor.

–Pero, hay buenas noticias, no irás solo, te tenemos un compañero.

Peter se giró para ver al sujeto que ingresaba por la misma puerta que había entrado él segundos antes.

–Él es el agente Barton, o Hawkeye, como prefieras llamarle. – los presentó Fury.

El más joven tuvo que contenerse para no saltar de la emoción en ese mismo instante sobre el arquero, quien solo lo miró y asintió en forma de saludo, portaba ya su uniforme y su arco y flechas listas en su espalda.

"Tranquilo Peter tranquilo, se profesional"

Con últimas indicaciones por parte del director de SHIELD, salieron hacia una nave que los esperaba a ambos.

–Así que... tus eres el Hombre Araña...– comentó Clint para romper con el silencio que se había presentado.

–Así es, mi nombre es Peter Parker, señor Barton.

–Bienvenido chico, esto será fácil.

Y sí que lo fue, una vez que descendieron de la nave y atacaron el laboratorio que debían, -para evitar clonaciones de especies sumamente extrañas, con las que planeaban crear vida humanoide-, derribaron con facilidad a todo el que se encontraba ahí.

"Creí que ya lo había visto todo" pensaba Peter mientras observaba toda clase de especies extrañas en aquel lugar.

Clint tomó una muestra para que su amigo científico Bruce las revisara, y salieron de ahí en menos de un par de horas.

Tuvieron un éxito total que en las próximas misiones los asignaban a ambos como pareja, obteniendo siempre el mismo buen resultado.

Aunque los días pasaban, Peter todavía no conocía al resto de los Vengadores aparte de Ojo de Halcón, aún no había tenido la oportunidad de trabajar con alguno de los otros, ni le habían invitado a la Torre Stark, donde sabía todos vivían. S.H.I.E.L.D todavía le dejaba tener su privacidad viviendo en su propio apartamento y asistiendo a la Universidad. Aunque ya había dejado su trabajo de fotógrafo.

Wade estaba fuera por algunos días, y en parte eso era un alivio, ya que así no tenía que vivir dándole explicaciones de donde pasaba a veces la mayor parte de la noche o las tardes.

***

–Oye Peter, ¿quieres mi chimichanga? – le preguntó Deadpool con una sonrisa maliciosa.

Él solo atinó a retroceder, era la tercera vez que hacían el amor esa misma noche, ya no aguantaría otra más. –No Wade, espera. – decía mientras su espalda tocaba el respaldo de la cama.

–Vamos arañita, solo tienes que decir que sí, y te daré lo que quieres.

–Que no quiero.

Deadpool seguía acorralándolo hasta dejarlo sin salida...

"Voy a morir aquí y sin haber cumplido los veinte" pensó Peter.

–Parker– le habló Deadpool.

–Parker....

–¡PARKER!

–¡No quiero chimichangas! – exclamó un somnoliento Peter levantando la cabeza de su escritorio.

La clase entera de biología se echó a reír.

–Señor Parker, le ruego que se mantenga despierto– le regañó el profesor.

Peter únicamente asintió apenado.

–Oye Pet, ¿estás bien? – le preguntó Thomas en voz baja mientras el profesor se alejaba.

Peter asintió para tranquilizarlo.

Mientras los alumnos copiaban lo que estaba en el proyector, la asistente de administración ingresó al aula y le susurró algo al profesor, a lo cual este asintió y se dirigió a Peter.

–Parker, tiene una llamada desde en la dirección.

Peter soltó su bolígrafo y se levantó de su asiento para seguir a la dama que había ingresado, no sin antes volver su vista hacia Thomas y ver que este lo observaba preocupado.

Una vez en la dirección, Peter tomó el teléfono:

–Hola.

–¿Peter Parker?

–Sí, soy yo.

–¿Podría venir al hospital ahora? Su tía no se encuentra bien.

–Voy para allá– respondió el castaño.

"Mi tía no... por favor ella no..." se repetía una y otra vez en su mente.

Salió corriendo de la dirección y ni se molestó en regresar al salón de clases por su mochila, fue directamente al hospital.

En unos minutos ya estaba ahí, solicitando verla y no tardaron en dejarle ingresar.

Cuando entró, ella estaba ahí, reposando en esa misma cama de hospital donde había estado el último mes, donde Peter le había visitado cada tarde. Ella se giró a verlo y sonrió, con esas sonrisas que solo le daba a él, y que él recibía solamente de ella, le tendió la mano esperando que él la tomara, y así lo hizo, como siempre...

–Tía May...– Peter se arrodilló a su lado –¿Qué es lo que pasa? – preguntó dirigiéndose al médico que se encontraba al cuidado de ella.

–Es hora de decirle. – habló este mirando a May.

Ella asintió débilmente.

–Muchacho acompáñame.

Peter se reusó al principio, pero su tía lo convenció, y finalmente salió detrás del doctor.

–¡¿Qué es lo que tiene? No es solamente la presión ¿Verdad?!

El hombre de bata blanca negó con la cabeza –Es algo más que eso...

–Hable por favor.

–Peter– lo tomó de los hombros –Tu tía tiene cáncer terminal.

Los ojos de Peter se cristalizaron, y permaneció mirando al médico sin poder articular palabra, no podía hablar, su garganta tenía un molesto nudo que se lo impedía.

–P-pero... usted dijo que...

–Sé lo que te dije hace tiempo, cuando ella vino le dimos la noticia, ya no podía ir a casa y tenía que quedarse aquí bajo cuidados extremos, le dijimos que tenías que saberlo, pero nos pidió que no lo hiciéramos, así que solo te llamamos e inventamos que era la presión nadamas, ella no quería que lo supieras... pero, no sabemos si pueda sobrevivir a la noche y... era necesario que estuvieras aquí.

Las lágrimas comenzaron a recorrer las mejillas del joven –No... no... tiene que haber algo... tienen que hacer algo– decía mientras negaba con la cabeza.

–Lo siento Peter, no hay nada que hacer.

–Ella no... ella... no... no puede... irse.

El hombre no pudo hacer más que ofrecerle su hombro a Peter, quien se apartó luego de pocos segundos.

–¡Debieron decírmelo desde el principio! – exclamó con la voz quebrada.

–Tranquilízate por favor...

Peter se alejó del médico y se encaminó lejos de ahí, llegó a un pasillo solitario y se deslizó por la pared hasta tocar el suelo, se acunó con sus brazos y comenzó a llorar amargamente por varios minutos.

Y justo ahí, le venían a la cabeza miles de recuerdos...

***–No quiero tía May– lloriqueaba un pequeño de tres años, sujetándose fuertemente a las telas del vestido de su tía para no tener que ingresar al jardín de niños.

–Tomo va a estar bien hijo– le animó ella con una hermosa sonrisa.

–No quiero– repetía el niño con lágrimas en los ojos.

–Escucha pequeño– le habló ella mientras se inclinaba para quedar a su altura –Verás que será mejor de lo que crees y prometo que estaré aquí cuando terminen las clases.

–¿Lo prometes?

–Lo prometo.

...

–¿Sabes que tu tío y yo te queremos demasiado cierto?

–Lo sé tía, y yo a ustedes.

–Eres un hijo para nosotros Peter.

–Y ustedes unos padres para mí.

...

–Tío Ben, quiero ser como tú cuando sea grande– dijo Peter mientras ayudaba a su tío a reparar un mueble.

–¿A si? – sonrió –Solo sé tú Peter, yo estoy seguro de que serás un hombre de bien, un gran hombre.

"Así será, seré un gran hombre como tú, lo prometo" pensó.

...

–¡FELIZ CUMPLEAÑOS PETER! – gritaron sus tíos al entrar en su habitación con un pastel horneado por su tía, en el cual se leía "Feliz cumpleaños número 12 Peter"

Peter únicamente sonrió y sopló las velitas, para dar paso a los abrazos que sus tíos le brindaban.

...

–Peter hijo... ¿quieres contarme que te pasa?

–No es nada tía May.

–Sé cuándo te pasa algo, te conozco.

–Es solo que... Alice terminó conmigo.

–Oh Peter, el primer noviazgo siempre es así, pero tienes quince años, encontrarás a alguien más. – le consoló mientras lo recostaba sobre su pecho.

–Pero yo solo la quiero a ella– respondió con la voz cortada.

–Un día te enamorarás de alguien más, ya verás.

...

"Felicidades nuestro amado Peter" decía la placa de graduación que le habían regalado sus tíos cuando concluyó sus estudios de secundaria. Peter sonrió y agradeció el obsequio para tomarse una foto con ellos, la cual enmarcaron y colocaron en la pared de la sala.

–Estamos orgullosos de tí– le repetían sus tíos cada vez que miraban esa fotografía.

Y Peter sonreía, sabiendo que no había mejor forma de agradecerles todo lo que habían hecho por él.

...

–Te amamos Peter– dijo su tío Ben, mientras ambos le abrazaban.

Ese día, había obtenido el primer lugar en la feria de ciencias de toda New York.

–Y yo los amo a ustedes...– respondió mientras los abrazaba a ambos.***

...

Las lágrimas corrían sin parar por su rostro, no era capaz de controlarlas ni de poder detenerlas, sollozaba y se abrazaba a sí mismo en el frío suelo de aquel hospital. Hasta que el doctor de su tía se acercó con cautela, y tomó asiento a su lado.

–Sé que es difícil...– habló con voz dulce.

–Usted no entiende... – respondió con la voz sofocada por el llanto.

–Ella es como una madre para ti, me ha hablado de ti con mucho cariño, siempre te menciona Peter.

–Tiene que salvarla– lo miró suplicante.

–Es lo que más quisiera, pero ya no se puede hacer nada.

–¿Por qué no la atendieron antes?

–Nunca vino a realizarse estudios.

–Usted debió haberme dicho sobre esto.

–Ella no deseaba verte triste en sus últimos momentos.

Entonces, Peter limpió con sus manos las lágrimas, inhaló y exhaló profundo varias veces y tardó unos minutos en normalizar su respiración, luego se levantó y se dirigió de nueva cuenta a la habitación de su tía.

Entró a paso lento, y trató de dibujar una sonrisa en su rostro, sonrisa que por supuesto no resultó creíble.

–Hola tía May.

–Hola Peter– sonrió.

Él se acercó y se sentó a su lado en la pequeña camilla, mientras tomaba su mano.

–Te lo han dicho ¿cierto? – preguntó ella.

Peter hizo un enorme esfuerzo por no llorar en ese momento, aunque sí se formó un nudo en su garganta y se cristalizaron sus ojos, solo fue capaz de asentir.

Ella sonrió –Está bien Peter, ya es hora.

Su sonrisa... a Peter le seguía pareciendo hermosa, la sonrisa que le brindaba calidez y amor, ninguna como esa, se detuvo unos instantes a observar a su tía, le costaba creer lo que estaba pasando, ella lucía bien, no parecía enferma, sin embargo, no pudo evitar comparar su aspecto con el que tenía hace años, el tiempo había pasado factura, y ojalá no hubiese sido así, ojalá pudiera quedarse con él para siempre, ojalá el pudiera hacer algo para tenerla a su lado toda la vida... pero no era posible.

Peter tomó una gran bocanada de aire –No... no quiero que...– no fue capaz de terminar.

Ella acarició la mejilla de su sobrino –Sé que es difícil para ti, pero... es la ley de la vida, y tenemos que aceptarla.

Peter no soportó más y dejó correr unas cuantas lágrimas –No sé si pueda...

–Tienes que intentarlo. Aun tienes mucho por lo cual seguir.

Peter negó con la cabeza.

Tal vez era cierto, pero en ese momento no podía verlo, no podía darse cuenta de lo que quedaba, sino de lo que estaba perdiendo, perdía a la mujer que veía como su madre desde que tenía memoria. Y lo peor, era que no podía hacer nada para impedirlo.

El joven se quedó en silencio, y se recostó sobre el pecho de la mujer que le había enseñado a caminar, a hablar, a leer, a ser una buena persona, se recostó sobre ella buscando el refugio que tantas veces encontró cuando era un chiquillo. La mujer acarició la cabellera de Peter y permanecieron así.

...

La noche comenzó a apoderarse de la ciudad, Peter había dejado de llorar y estaba más tranquilo.

–¿Y... que hay de tu persona especial?

Peter se incorporó un poco confundido.

–¿Eh?

Ella sonrió –Sí, la persona de quien estás enamorado.

–¿Cómo...?

–Me di cuenta desde hace tiempo, quizá intentabas negarte a aceptarlo, pero yo sí lo noté.

–Ah...

–¿Cómo se llama?

Tenía que decirle a su tía que estaba enamorado y que salía con un hombre, no sabía cómo lo tomaría, pero no se perdonaría el no habérselo dicho nunca.

–Él... se llama Wade.

May pareció no sorprenderse ni nada por el estilo, al contrario, sonrió más y acarició la mano de Peter. –¿Lo amas?

Peter asintió.

–¿Y él te ama?

–Sí tía.

–Me da gusto hijo, sé que serás muy feliz a su lado.

Él trató de sonreír.

–Peter... quiero que hagas algo por mí.

–Lo que sea tía.

–Quiero que sigas siempre adelante, que continúes con los planes que tenías, que te gradúes, que seas feliz con Wade y... que sigas haciendo lo correcto como hasta ahora.

–Tía May– comenzó a llorar otra vez sin poder evitarlo –No puedo... sin ti... yo...

Ella también derramó algunas lágrimas –Peter, debes ser fuerte ahora, como siempre lo has sido.

–Eres todo lo que tengo.

–No es así, tienes mucho más... y... no puedes darte por vencido, la gente te necesita.

–¿...?– la miró con confusión.

–¿Creíste que no me daría cuenta? Hace mucho tiempo sé que eres un súper héroe, y estoy orgullosa.

–Yo...

–Eres el mejor regalo que la vida me dio Peter, gracias.

–Te quiero tía May.

–Yo también mi pequeño

Tiempo después, la mano de May fue librando el agarre sobre la de Peter, sus ojos comenzaron a cerrarse lentamente, y el electrocardiograma le avisó al joven, que su tía... se había ido.

–¡NOOO! – gritó mientras se aferraba al cuerpo inerte como si fuera la última vez...

En ese preciso momento la puerta se abrió y Tom se adentró a la habitación, este llevaba las mochilas de ambos en sus hombros, en cuanto vio la escena las soltó en el piso y corrió hacia Peter. No hizo más que quedarse junto a él y colocar su mano sobre la espalda del joven, mientras este lloraba desconsoladamente sobre el cuerpo de la mujer que más amaba en el mundo entero.

-Continuará-

¡He vuelto! n.n Ya sé que esta vez tardé varios días en actualizar, lo que pasa es que ya entré a la esc y vuelvo a la esclavitud. Este fin de semana tengo tarea de aquí hasta Marte :'( Que tristeeee 

Peeero... ya, me pondré a hacerla ahora ;) No sin antes dejarles este cap que espero sea de su agrado :3 porque si no shoro :c

En fin...

¿Les gustó el cap? Díganme porfi que les pareció :D

¿Les deprimió la muerte de la tía May? no me odien plis :c

¿Les pareció bien que Thomas se enterara de la relación de Peter y Wade?

Ya ven que Peter siempre sí entró a SHIELD y vimos por fin a un vengador n.n alabado sea Clint! *-*

PREGUNTA IMPORTANTE: ¿LES VA GUSTANDO LA HISTORIA HASTA AHORA? 7u7

GRACIAS POR LEER, POR VOTAR Y POR COMENTAR *----* Ustedes tienen todo mi corazón :') me hacen tan feliz!!! GRACIAS TAMBIÉN POR SEGUIRME n.n SABEN QUE PUEDEN ESTAR EN CONTACTO CONMIGO SI QUIEREN n.n (aquí es cuando procedo a hacerme publicidad a mí misma e.e) SIGUIENDOME Y HABLANDOME POR MENSAJE PRIVADO, TOTAL NO HACE DAÑO :D

¡¡¡¡GRACIAS, ENSERIO GRACIAS!!!!

Y ahora sí, me tengo que ir mis hermos@s lectores :3 Cuídense, besos a todos *-* espero actualizar pronto *-*

PD: Cuiden el agua :c el agua es vida, y la vida hace posible al yaoi (?

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