The Stripper (Traducción)

由 camilipstick

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¿Se han imaginado tener dos vidas? ¿Ser dos personas al mismo tiempo? Apuesto a que si. Pero entre pensar y v... 更多

Sinopsis
Capítulo 1-"Doble Vida"
Capítulo 2 - "Volviendo a Miami"
Capítulo 3 -"La Stripper"
Capítulo 4 -"Nueva Presidencia"
Capítulo 5 - "Primer día"
Capítulo 6 -"Mas tiempo juntas"
Capítulo 7 -"El baile"
Capítulo 8 -"El beso"
Capítulo 9 - "Perdiendo el control"
Capítulo 10 -"Le café"
Capítulo 11 - "Dulce Ilusión"
Capítulo 12 -"Confusión"
Capítulo 13 - "Regalo, Paseo, Conversación"
Capítulo 14 - Juegos Perversos
Capitulo 15 - Llegada Inesperada
Capítulo 16 - Reencuentro
Capítulo 17 -Conociendo La Familia, Problemas
Capítulo 19 - "Un Baile"
Capitulo 20 -Volviendo a la dura realidad
Capítulo 21 -"La venganza"
Capítulo 22 - Perdidas.
Capítulo 23 -"Arriesgarse"
Capítulo 24 -"Fuck you all the time"
Capítulo 25 - "Caminos cruzados"
Capítulo 26 -"Peleas y Reconciliación"
Capítulo 27 "Nueva Alianza"
Capítulo 28 - "Un día diferente"
Capítulo 29 - "Momentos"
Capítulo 30 - "El descubrimiento"
Capítulo 31 - "Confrontación"
Capítulo 32 "Torbellino de sentimientos"
Capítulo 33 - "Cayendo en tentación"
Capítulo 34 - "Negociaciones"
Capítulo 35 - "Cosas del Pasado"
Capítulo 36 - "Baile de Máscaras"
Capítulo 37 - "Propuesta"
Capítulo 38 - "Cuestión de saber"
Capítulo 39 - "¿Quién dirige este juego?"
Capítulo 40 - "¿Todo funcionará?"
Capítulo 41 - "Mentir, ¿Si o no?"
Capítulo 42 - "Sorpresa"
Capítulo 43 - "El Vuelo"
Capítulo 44 - "Secretos"
Capítulo 45 - "Irse, ¿Sí o no?"
Capítulo 46 - "Decisión"
Capítulo 47 - "El Lap Dance"
Capítulo 48 - "Jaque Mate"
Capítulo 49 - "Estrategia"
Capítulo 50 -"La Nueva Era"
Capítulo 51 -"Ajuste de Cuentas"
Capítulo 52 -"La Pérdida"
Capítulo 53 - "Nuevos Tiempos"
Capítulo 54 - "La Boda"
Capítulo 55 "El Poder"
La Familia - "Epílogo Parte 1"
Dos Lados - "Epílogo Parte 2"
Querida Stripper -"Epílogo parte 3" Final
¡Aviso!

Capítulo 18 - Un Buen Día

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由 camilipstick

N/A: para una mejor lectura, escuchar la canción "Superman de Joe Brooks" cuando aparezca indicado en el capítulo. 

POV Camila

¿Conoces esa sensación de cuando estás durmiendo y te despiertas con una energía diferente? ¿Una buena energía? Así es como desperté hoy, estirándome en la enorme cama de mi habitación sintiendo todos los músculos de mi cuerpo muy relajados. Abrí los ojos con cierta dificultad y mirando alrededor de la habitación lujosa en donde había sido hospedada, la casa de los Jauregui era digna de envidia, todo en ella era muy bonita, e incluso lujosa pero todavía se podía sentir un ambiente acogedor. Rodé sobre la cama un montón de veces sintiendo el dulce olor que emanaban las sabanas. Hasta que Lauren entró en mis pensamientos. No podía imaginarme lo difícil que estaba siendo para ella enfrentarse a la enfermedad de su padre.

De lo poco que sé, el Alzheimer es incurable, y no hace más que empeorar con el tiempo. Para mi Michael era muy joven para tener algo así, pero desafortunadamente, la enfermedad no elige edad o género, a pesar de le enfermedad, Michael se ve feliz, siempre con una sonrisa en la cara. Clara y Taylor parecían estar conformes viviendo con la enfermedad. Solamente para Lauren era más complicado, y no podía juzgarla. Ayer por la noche la dejó realmente muy frágil, como para dejarla, solo recuerdo lo triste en su mirada y el brillo de sus ojos cuando me miró, fue desgarrador verla así. Pero lo que realmente me sorprendió fue cuando me pidió un abrazo. ¿Me considera Lauren una amiga? ¿ O sólo pasó eso porque ella estaba en su peor momento?

No...

Lauren no es así, ella siempre se mostraba como una persona totalmente decidida y sincera. Imaginarla de otra manera es un poco difícil para mí. Pero entonces, ¿qué espera ella de mí? Puede que nada, solo una amistad. Estaba claro que Lauren ha caído a los pies de Karla, o mejor dicho a mis pies. Pero así no era como lo quería. Yo la quería a ella, quería sentir su afecto, quería ser amada. Pero estaba claro que a ese nivel no habia llegado.

Karla conquistó a Lauren con su cuerpo, con deseo, ¿Y yo? ¿Qué es lo que he hecho yo? Nada. ¿Qué he conquistado en Lauren?

Me levanté de la cama dejando todas esas ideas de lado. Pensar en todas esas cosas solo me confundían. Así que he tomado una decisión. Haré de este fin de semana algo especial, no me preocuparé por Karla, o el hecho de que ella es mi jefa. Seriamos simplemente Lauren y Camila, nada más.

Después de un baño caliente, me puse unos pantalones rotos en las rodillas, y una blusa gris que dejaba mi estómago al descubierto. Mi pelo se encontraba en suaves y ligeras ondas. Me miré en el espejo una última vez antes de dejar la habitación, ahora todos deberían estar en la mesa para el desayuno.
Descendí las escaleras sin hacer ruido, oí unas carcajadas viniendo de afuera las cuales adiviné que eran de Mike y Taylor. No estaban en el comedor, ví a través del gran ventanal que estaban sentados en la mesa afuera tomando el desayuno. Me acerqué a ellos lentamente a la mesa donde todos estaban reunidos.

"Digamos que creo que ella no lo es, pero debería serlo, ella es muy guapa."

Michael dijo a Lauren. ¿Acaso ellos estaban hablando de mí? Lauren dejó escapar una carcajada, lanzando un pequeño trozo de pan a Mike.

-Jugar con la comida es un pecado, buenos días a todos
Dije mientras me acercaba a la mesa. Todos me miraron rápidamente, dejándome avergonzada. Lauren me miró de la cabeza a los pies como si estuviera analizando todo detalle de mí.

-¡Buenos días Camila! – Taylor dijo animadamente.

-¿Ves Lauren? Camila es incluso religiosa.

-¡Papá! - Lauren le dio un codazo y entonces me miro.

-Buenos días Camz, siéntate con nosotros - Lauren dijo sonriendo.

¿Camz? ¿Me he ganado un apodo de Lauren? ¡Mierda! ¡Deja de ser infantil, es solo un apodo. Sonreí tímidamente y me acerqué a ella, había dos sillas, una al lado de Taylor y la otra al lado de Lauren, caminé lo más lejos de esa mujer, la distancia sería buena para mi salud mental.

-Aquí, a mi lado.

Su tono era calmado y decidido a la vez. Me senté a su lado recibiendo una sonrisa hermosa.

-¿Dormiste bien?-ella susurró mientras se servía el café.

Me quedé mirando a Lauren esta mañana sus ojos estaban una tonalidad más clara diferentes a los de anoche, no estaban tristes, estaban felices.

-Sí, dormí muy bien, ¿y tú?

-Dormí muy bien también, ¿Hoy vamos por ahí, no?

-¿Vamos?-pregunté confusa.

-Seguro, Taylor está preparando todo para la fiesta de cumpleaños de mi padre para mañana y quiere nuestra ayuda para hacer algunas cosas. Yo no quería pero ella no toma un "no" como respuesta.

Miré a Taylor quien me sonrió.

-Veo que es algo de familia

Lauren me sonrió, probablemente causando otra estúpida sonrisa en mi cara.

-¡Debe de serlo! ¿Quieres un croissant? No los he hecho yo pero están deliciosos. - Dijo cogiendo la pequeña canasta donde estaban todos los croissants los cuales olían maravillosamente.

-¿Quieres engordarme?

-¡Eso es imposible!

-Deberías probarlos Camila, están demasiado deliciosos. -Mike dijo tomando un mordisco de uno.

-La llevé a "Le Café", papá, y adivina, ¡Ella lo amó!

-No es para menos cariño, ese lugar es divino, mañana cuando vaya a trabajar a la compañía pararé allí

.
-Papá... -Lauren comenzó.

-¿Qué? Puedo comprarte uno y después ir a la compañía. Tengo un millón de problemas que resolver.

Mierda, un punto negativo. Mike acaba de tener otro lapso de memoria, solo puse una mano encima de la suya tratando así de decirle que todo está bien. Ella me miró, inhaló una profunda respiración y para mí sorpresa, tan solo asintió, no se puso de mal humor, ni murmuró nada como la noche anterior.

"Buenos días, buenos días familia".

Un chico alto con cabello oscuro y desaliñada vestimenta habló mientras se acercaba a la mesa.

-Finalmente apareciste Chris, pensé que ya te habías mudado a la casa de Alessandra.

Taylor dijo mientras escribía en su teléfono.

-Todavía no, pero puede que un día. ¡Hermana! Que milagro tener tu majestuosa presencia aquí.

Lauren enarcó una ceja, dándole una falsa sonrisa al chico que le hizo una reverencia.

-El hijo pródigo vuelve a casa.

-Siempre ¿no?

-Claro. – ella dijo secamente

El chico cogió un vaso de zumo y se sentó en la mesa, entonces me vió.

-Bueno, bueno. Cosas inéditas de Lauren, ¿ha traído a su novia para que conozca a la familia?

-Esta es Camila Cabello, la asistente de Lauren en la empresa. Hijo mío. – Dijo Clara mientras le servía unos panes

-¿Estás saliendo con tu secretaria? – dijo con sarcasmo

-No Chris, Camila y yo no estamos saliendo.

Esto se estaba volviendo incómodo. El hermano de Lauren es el típico chico que crea y se mete en problemas. Por sus palabras y apariencia, le importaba muy poco el resto.

-Genial, el camino está libre entonces. Buenos días señorita... Cabello, ¿cierto?

-Así es - eso fue todo lo que dije.

Lauren se levantó de la mesa para agacharse y susurrar en mi oído:

-¿Has terminado?

Sintiendo su respiración en mi piel hizo que todo mi cuerpo se erizara.

La miré y ella ahora parecía irritada.

-Sí, he terminado.

-Vámonos entonces, no quiero estar aquí.

Asentí y me levanté de la silla.

-¿Pero ya? Ni siquiera me has dejado conocer a tu secretaria hermana. Deja de ser egoísta. – dijo con tono provocador y burlón.

-Tú no tienes que conocerla y mucho menos hablar con ella. Vámonos Camila.

-Permiso, señor y señora Jauregui tengan un buen día.

Mike y Clara sonrieron, y me retiré de allí. Caminé detrás de Lauren quien entró en la casa.

-¿Vamos?-Taylor nos alcanzó.

Lauren ya no tenía la amplia sonrisa de minutos atrás. Dejaba notar que tenía una expresión de enojo.

-¿Qué te pasó, Lauren?

-Chris, irónico y provocativo como siempre.

-Laur, sabes como es. Yo no sé porque tú sigues sorprendiéndote acerca de ello.

Lauren exhaló con fuerza, probablemente tratando de mantener la calma. La mujer era como una bomba de tiempo y yo no quería ser una de las personas que la vean explotar.

-¿vamos o no?

-Vamos a llevar a Camila a conocer L.A. Mañana tomaremos cuidado de todo lo que se necesita para la fiesta de cumpleaños de papá.

-Bien por mí, ¡vas a amar L.A, Mila!.

-¿Mila? - preguntó Lauren haciéndome reír.

-Sí, imagino que es su apodo, Mila, ¿verdad?

-Sí Taylor, lo acertaste.

-¿Ves?- dijo ella - cogeré mi bolso y nos vamos.
La chica caminó fuera de nuestra vista, dejándonos solas.

-Por favor no tomes en cuenta toda esa familiaridad, ¿vale?

-Relájate, Lauren está bien. Prefiero que sea así. – Dije serenamente

-Hoy te llevaré por algunos lugares maravillosos, señorita Cabello.

-¿Descontarás eso de mi salario? ¿Por el tour?

Lauren dejó escapar una carcajada relajada.

-Pensaré en ello. ¿De verdad piensas ir así vestida?

La miré confundida, tratando de adivinar que había de malo en mi ropa.

-¿Esta mal?

-¡No! Al contrario, te ves hermosa Camila, me refiero...

Un minuto de incómodo silencio se presentó entre nosotras.

-Los fuckboys estarán todo el día encima de ti por ir vestida así de hermosa. - ella murmuró, haciéndome sonreír.

Si no supiera lo loca que está Lauren por Karla, incluso llegaría a pensar que su actitud es puramente celosa. Pero es algo loco para mí pensar eso. Así que simplemente sonreí. Unos minutos después ya estábamos en las calles de L.A. Lauren en todo momento me contó historias de los lugares por los que pasábamos. Fue bueno saber más de ella o de la historia de su vida contada por ella misma. Ella podía ser muy diferente de la arrogante mujer de negocios que todos imaginaban de ella seria.

-¡Laur! Hoy hay un súper juego de los Dodgers, podríamos llevar a Camila a verlo. Taylor habló del asiento trasero. Lauren parecía estar pensándolo mientras tenía los ojos puestos en la ruta.

-No creo que Camila quiera ir a un estadio de baseball, Tay.

-Si depende de mí, vamos, sin problemas. No entiendo nada del juego pero me encantaría acompañarlas.

-¿Estás segura? Sabes lo lleno que se pone, ¿Verdad, señorita Cabello?

-Sí, señorita Jauregui, lo sé.

-¿Se tratan siempre la una a la otra tan formalmente de este modo?

Taylor preguntó desde el asiento trasero, causando una risa relajada de Lauren.

-A veces sí. Me gusta el apellido de Camila - Lauren habló mirándome.

-¿Es en serio? O ¿estás bromeando? – Pregunté con una sonrisa

-Estoy siendo muy seria. Me gusta de su sangre Latina, señorita Cabello.

Al terminar aquella frase, la atmósfera se tornó tensa. Lauren se me quedó viendo fijamente y no me atrevía a mirar hacia otro lado. No estaba segura pero ese par de ojos verdes tan intensos me transmitían un toque de malicia. Me hacía dudar de las intenciones de Lauren detrás de esa frase.

-Bueno, ¿Vamos al estadio? El juego debería empezar en media hora. – Dijo la hermana de Lauren, sacándonos de la pequeña burbuja.

En exactamente veinte minutos, las tres estábamos pasando a través de las grandes y llenas gradas que había en el estadio de los Dodgers. Lauren caminaba en el frente, encaminándonos al mejor lugar, Taylor nos hizo entrar en la emoción del espíritu deportivo, compramos gorras (snapbacks) y jerseis, los cuales a Lauren la quedaban muy bien. Ella estaba llevando pantalones claros que se ajustaban a sus curvas perfectamente, un jersey azul con el nombre del equipo y una gorra. Literalmente nunca pensé que fuera a verla alguna vez así.

-He encontrado sitios aquí arriba, vengan.

Lauren habló más alto debido al gran ruido que había, la mujer cogió mi mano llevándome a través de las gradas. Ella tenía razón, no tenía ni idea de cómo ese sitio podía estar de lleno. Andamos con algo de dificultad hasta que llegamos a nuestros asientos.

-¡Finalmente!-ella habló sentándose.

-¡Qué calor que hace, Dios!-Taylor habló mientras se abanicaba.

Lauren se sentó a mi lado, estando entre Taylor y yo. Me acomodé a su lado, maldiciendo el calor infernal que había en ese momento. Coloqué el teléfono a un lado, mientras cruzaba las piernas, el jersey del equipo me quedaba suelto lo que me daba más calor así que anudé la parte inferior del jersey, dejando mi estómago completamente destapado, Lauren me miró fijamente pero no quería mostrar que la había notado mirándome, confieso que me estaba gustando su atención. Con esto le demostraba a Lauren que no solo era Karla quien sabía cómo seducir.

-¡Jesús! ¡Esto no está funcionando! - Lauren habló bajito quitando sus ojos de mis piernas maldiciendo para ella misma mirando al folleto que había recibido.

Me aguanté la risa, fingiendo no haber oído, me levanté un poco para mirar con más facilidad el campo. Nuevamente Lauren fijo su mirada hacia mí, ahora recibiendo un vistazo mío pero no sostuve la mirada por mucho tiempo, volví a sentarme girando mi gorra hacia atrás.

-El juego está por empezar-Taylor informó.

-¿Quieres algo de beber? Pareces tener calor. – Dijo seductoramente, era una locura, realmente Lauren me estaba comiendo con la mirada?

-Oh, Sí, Lauren.

La mujer asintió con la cabeza y no dijo nada. Ella dio un respiro profundo y sonrió. Le devolví la mirada unos segundos, para luego desviar la mirada.

-Camila...-La miré nuevamente. - Te ves muy linda.

-Tú también, Lauren.

Ella sonrió, se levantó y se fue por las bebidas. Taylor quien estaba a su lado nos dio una sonrisa maliciosa. Lauren en seguida volvió con soda y palomitas. El juego estaba bastante animado, el estadio estaba completamente lleno. Era sin ninguna duda extremadamente emocionante. Y la familia Jauregui definitivamente amaba ese tipo de juego porque entendían todo y algo más. Lauren a veces me explicaba algunas jugadas y reía por mi falta de conocimientos de ese deporte. Estaba bien, y ella se veía muy feliz de estar ahí, ella rió un montón,

-Había olvidado como de bueno era ver un juego como este.

-Deberías tener más diversión, dejar el trabajo de lado por unas horas.

-No puedo Camila, estoy sola y tengo muchas obligaciones que realizar.

-Eso puede ser pausado por un momento del resto, eso hace bien a la mente, ¿sabes?

-Supongo que lo hace. Te dejaré a cargo de eso.

No entendí, pero solo asentí. Pusimos atención de nuevo al juego, que afortunadamente, el equipo que a Lauren y a Taylor les gustaba, ganó. Dejamos el enorme estadio en pura alegría. Era extraño conocer este lado de Lauren tan relajado, pero era magnífico.
Después de eso, conocí el centro de LA, Lauren y Taylor fueron excelentes guías. Tomamos un montón de fotos, en contra de los deseos de Lauren, claro. Ella odiaba tomarse fotos, sin una buena razón obviamente, la familia Jauregui tenía una belleza nata.

-Hablé a mamá, dijo que deberíamos comer en casa, Papá quiere aprovechar más tiempo contigo Laur. - Taylor dijo entrando al coche.

-De acuerdo, vamos a casa. Después te llevaré a conocer el resto Camz. - La mujer habló amablemente, haciéndome sonreír.

______

Después de un frío baño por el calor infernal, me vestí con una larga blanca falda con detalles de encaje con un gran corte en la cadera. En la parte superior de mi cuerpo, una blusa del mismo color con largas mangas pero holgadas, también dejaba parte de mi estómago al descubierto. Quería algo ligero y suave. Yo solo quería ser Camila.

-¡Te ves increíble Mila! - Taylor dijo cuándo me encontró en el medio del pasillo.

-Gracias, ¿dónde está Lauren?

-Está hablando con papá en el balcón, ¿vamos?

Solo asentí, siendo guiada por la chica hacia donde Lauren estaba. Llegando allí, Lauren sonrió de oreja a oreja tan pronto como puso sus ojos en mí, eran evaluadores y curiosos.

-¿siempre te vistes de esa forma tan bonita? - Mike preguntó, haciéndome sonrojar.

-No señor, solo me vestí normal.

-Lauren ¡Eres una chica afortunada!

-Papá... -ella susurró.

-¿Qué? Tienes una hermosa secretaria. Cuando yo estaba trabajando tu madre no me dejó tener secretarias guapas. Por eso las que tenía eran siempre viejas con un pie ya en la tumba.

Dejamos escapar una risa divertida al hombre.

-Es verdad, puedes preguntarla a ella.

"¿Estaban hablando de mí?" - Clara preguntó mientras servía la mesa junto a Meredith.

-Estaba recordando a mis secretarias con ellas.

-Todas esas señoras fueron entrevistadas por mí. - Dijo ella haciéndonos reír.

-Veo que tuve suerte, soy afortunada entonces.-Lauren dijo con sus ojos en mí, haciéndome sonrojar.

La comida fue tranquila, estuvimos en el gran balcón de la mansión con vista al mar, hablando de temas variados. Estaba haciéndose tarde así que la brisa del mar estaba haciendo todo más fresco. La familia de Lauren era muy diferente a lo que yo imaginé. De lo que yo sabía ellos vienen de un humilde origen y eso era demostrado en la simplicidad de Michael y Clara, y obviamente eso no se vio interferido del todo en la conducta de la alta sociedad en la que viven. Ellos siempre son muy amigables.

-¿Lo estás encontrando terrible? - susurró Lauren para mí.

-Disculpa ¿Qué?

-Estar aquí Camila, te prometo que te llevaré a conocer LA.

-No te preocupes lo bueno y genial es que estás invirtiendo tiempo con tu familia, además adoro hablar con ellos.

-¿En serio? - Preguntó sorprendida.

-En serio, señorita Jauregui - Hablé fingiendo formalidades-

-Camila, no empieces con "Señorita Jauregui" este fin de semana.

-Como desees-

-Perfecto, señorita Cabello.

-¿Tu puedes y yo no? -pregunté fingiendo molestia.

-Sí, yo soy la jefa aquí.

-No, estamos fuera de industrias Jauregui aquí solo somos Camila y Lauren.

-Eres demasiado lista.

-Lo sé - La guiñe, lo que la hizo sonreír.

-Pensé que tal vez podríamos ir a pasear al muelle de Santa Mónica, ¿tú qué piensas Tay?

-Es una idea genial.

-¿En serio? ¡Siempre quise ir allí! - Lauren sonrió

-Bueno, ¡entonces vamos!

-Yo me quedaré, ¿vale?-dijo Taylor rápidamente.

-Pero, ¿Por qué?

-Tengo que ir con una amiga ahora, pero vete con Camila.

-Pero Tay.....

-¡Shush! Disfruta hermanita.

Lauren y yo no entendimos la razón por la que ella no quiso venir. Pero no tomó ni si quiera una hora y ya estábamos aparcadas cerca del muelle de Santa Mónica, el lugar era simplemente maravilloso. Caminamos por toda la extensión del muelle donde había una cantidad severa de niños jugando alrededor, en unas conversaciones entretenidas, algunos adultos tomando fotos de sus familias y amigos en aquel lugar. La rueda de la fortuna estaba completamente iluminada con luces de colores, mientras que la gente paseaba. Lauren se acercó a mi lado con los brazos cruzados, probablemente tratando de mantener el calor de la brisa que soplaba desde el mar.

-¡Este sitio es maravilloso!

-¿Te gusta? – Pregunto con una sonrisa

-¡Por supuesto! ¿A ti no?

-Lo amo Camila, - su tono de voz era calmado y sincero – sabes, cuando era más pequeña mis padres siempre nos traían aquí. Chris, Taylor y yo jugamos mucho en estos juegos que hay aquí.

-Son una familia hermosa.

-¿Tú crees? - Ella preguntó con una mirada confusa mientras ponía sus manos en los bolsillos.

-Estoy segura, Lauren.

Nos quedamos en silencio por unos minutos, solo caminando frente a la playa, Lauren fue la primera en entrar a la arena, amablemente ayudándome para quitarme las sandalias.

-Nada mejor que los pies sin nada en la arena.

Ella dijo quitándose sus botas negras de combate.

-Tienes absolutamente la razón.

Lauren se levantó rápidamente extendiendo su mano hacia mí.

-¿Vamos? Un solo paseo, prometo no ir muy lejos.

-¡Trato hecho!

Estábamos lo suficientemente lejos del muelle para tener una maravillosa vista de el. El sol estaba ocultándose, la vista te dejaba sin respiración. El cielo tenía un tono anaranjado, con algunas nubes, dejando solo vagos dibujos en la inmensidad.

-Esta puesta de sol definitivamente entra en mi ranking como una de las mejores.

Lauren dijo sentándose en la arena, echando sus botas a un lado.

-¿Tienes un ranking?-pregunté sentándome junto a ella.

-Si, y esto está en el segundo puesto. El primer puesto fue cuando vi la misma pero con mi padre y mi abuela. Fue increíble y fue aquí ¿sabes?

-¿En serio?

-Si, en este mismo sitio en el que estamos ahora.

.¿Cómo sabes que es exactamente aquí?-Pregunté en desafío, haciendo a Lauren sonreír.

-Simplemente lo sé Camz. Lo siento, es un sitio importante, siempre venía aquí con ellos antes de que mi abuela muriera, por supuesto. Nunca he traído a nadie aquí antes.

Tomé una profunda respiración, sintiendo mi corazón debilitarse. ¿Por qué tenía que ser tan maravillosa?

-¿Por qué me trajiste aquí? - pregunté sin pensar.

-No lo sé, algo me dijo que debía traerla aquí señorita Cabello.

-¿Algo? - Ella asintió.

-No sé qué decir. ¿Puedo estar feliz con ello? - pregunté.

Lauren sonrió mientras me miraba. Su pelo estaba un poco revuelto por la brisa del mar, sus ojos tenían un tono más claro, calmado y acogedor.

-Si piensas que está bien, sí puedes.

-Está bien, sí.

-Genial entonces, pero cuéntame un poco acerca de ti. Por ahora sabes muchísimo de mí y yo no sé mucho acerca de ti. ¿Por qué estabas triste ayer? - ella preguntó mientras dibujaba algo en la arena.
Tomé una profunda respiración, recordando acerca de ayer, miré lejos de sus ojos, solo apreciando el crepúsculo que pasó allí, el sol ya se había ocultado, dejando el entorno solo para el brillo de las estrellas de esa noche.

-Es complicado.

-Puedo entenderlo... -dijo suavemente.

-No tengo una familia como la tuya, Lauren. Yo no tengo padres quienes me quieran, me protejan, se preocupen de mí.

Se quedó en silencio, solo observándome.

-No hablo con mi madre desde hace años, y mucho menos con el hombre que afirma ser mi padre.

-Y ¿Por qué?

-Ella me odia, y yo ni si quiera quiero verlo a él.

-¿Qué pasó entre ustedes 2?

-Probablemente no quieres saber, no voy a llenar tu cabeza con mis problemas. -hablé bajando mi cabeza.

Lauren se acercó incluso más, quedándose justo a mi lado.

-Si quiero, quiero llegar a conocerte, Camila.

Miré esos ojos verdes, y parecían ser sinceros, me transmitieron mucha confianza.

-Mi padre nos dejó intempestivamente, nos dejó en una interminable miseria. Estuvimos días sin tener algo que llevarnos a la boca para comer a causa de él y su adicción al juego. Él vendió todo, todo lo que teníamos por el juego. Él podía llegar borracho a más no poder a casa, rompiendo todo con furia por haberlo perdido todo. Y a veces el podía incluso pegar a mi madre, ¿sabes?

Cerré mis ojos cuando recordé esos momentos, tratando de controlar la urgencia de llorar.

-Vi cosas que haría lo que fuera por olvidarlas. Pero entonces, hasta que un día se fue para siempre, y nosotras realmente estuvimos sin nada. No pude aguantar más ver a mi madre y mi hermana en esa situación, así que busqué un trabajo y conseguí algo de dinero, pero a mi madre no le gusto el trabajo, y me dijo cosas muy severas. Cosas que nunca seré capaz de olvidar algún día. Pero yo continué, dejé la casa y prometí a mi hermana Sofí que volvería a por ella. Fue ahí cuando comencé a trabajar para industrias Jauregui y conocí a Dinah y Ally, y con el dinero que empecé a cobrar alquilamos un apartamento y el resto se lo envío a mi madre y hermana todos los meses. Y todo estaba funcionando ¿sabes?

Lauren asintió, su ceño estaba fruncido, puede que tratando de entender todo. O parte de ese todo, nunca podría decirle que trabajo fue, incluso sintiendo que en ese momento ella me perdonaría por todo.

-¿Y fuiste de vuelta a verlas ayer?

Asentí, limpiando las lágrimas que insistían en caer.

-Recibí una carta de desalojo para mi madre, así que fui para ver que pasó porque todos los meses les envío dinero suficiente para los pagos de la casa. Y cuando llegué vi a mi hermana. ¡Oh Lauren! ella estaba tan grande y hermosa.
Dije recordando a Sofí, sintiendo una punzada en mi corazón por tenerla tan lejos de mí.

-Hablamos unas horas antes de que mi madre llegara, y como era de esperarse, me hizo daño de nuevo, me maltrató como si no fuera nada.

-¡Qué hija de puta! - Lauren dijo sin siquiera darse cuenta- Lo siento pero no tenía otra palabra para eso.

-No te preocupes. Está bien. Puede que estés en lo cierto. El estaba allí también, con ella.

-¿Tu padre?

-Ese mismo, Alejandro Cabello. El ya ha liado su cabeza de nuevo, y estoy segura de que es él quien está quedándose con todo el dinero.

-No puedes dejar las cosas así, Camila.-su tono era de enfado.

-No puedo hacer nada, Lauren. La única solución sería llevarme a Sofí de allí. Es solo ella quien me preocupa, pero no sé cómo puedo hacer eso.

-Bueno, yo lo hago, no te preocupes. Tengo varios amigos que son abogados, y la mayoría, harán que pase.

-No, no puedo aceptarlo.

Lauren me miró seria.

-No puedes aceptar que tu hermana viva con ellos, eso es lo que no puedes aceptar, Camila. Ella merece una casa, una casa real con amor y en donde cuiden de ella, y no hay nadie mejor que tú para darle eso.

No tenía más control, solo podía llorar, pensando acerca de todo lo que he vivido, todas las humillaciones, todos los desprecios. No podía dejar que le pasara a Sofía, no, no podía. Elevé mi cabeza, observando a Lauren quien me miraba con el rostro preocupado.

-Gracias, Lauren.

No me dijo nada, solo me abrazó fuertemente.

Puede que nunca me haya sentido como ahora mismo. Quería entender como Lauren podía dejarme así, hipnotizada, con los nervios en alerta en todo instante, con mariposas en el estómago, qué cliché. ¿Qué tenía ella? Ella puso mi mundo de patas arriba, eso me hacía cometer locuras. Mierda, estaba perdida. Perdida en esos ojos verdes que de un momento a otro me miraban curiosos, esa sonrisa relajada en el medio de nuestras más simples conversaciones. Perdida en el deseo que me hacía sentir, en el cuerpo, y en sus manos cuando me tocaron. En sus labios que me besaron con deseo debajo del disfraz de esa noche. ¡Oh Camila! No había absolutamente ninguna duda, estaba perdida, pero sin esperanzas perdidamente enamorada de Lauren Jauregui.

-¡Tengo una idea!

Lauren exclamó, observándome con una sonrisa de oreja a oreja.

-¿Qué idea?

-¿Continuamos con nuestro paseo? Se está haciendo tarde, y todavía quiero llevarte a conocer el parque central de Los Ángeles. No quiero verte triste ¿ok? Te prometo que te ayudaré con Sofí, y quiero conocerla.

Ella habló levantándose, y sacudiéndose la arena de sus pantalones.

-Mira como me veo, mis ojos probablemente están rojos. Vamos a casa

-Deja la pereza, Camila. Lo amarás, te lo garantizo, soy tu guía este fin de semana, y el tour por LA no ha acabado todavía, señorita. Te sigues viendo preciosa, te lo aseguro.

-¿Me va a costar esto mucho?-pregunté jugando.

-Puede que unos años trabajando como esclava para industrias Jauregui

Dejé salir una risa junto a ella.

-¡Eso no es bueno!

-Ahora es muy tarde, ¡Nadie te dijo que aceptaras el pasar conmigo el fin de semana! Ya sabes lo muy aburrida que soy.

-No lo eres...

-Pero lo seré ahora, así que, vamos, por favor.

Era realmente adorable como de emocionada estaba para llevarme a ese sitio. Yo no rechazaría su propuesta, especialmente porque la mayoría del tiempo Lauren no preguntaba. Ella ordenaba como una buena mujer de negocios y presidenta. Lauren me extendió su mano y me ayudó a levantarme.

Después de unos minutos en el coche, llegamos a uno de los parques más grandes de LA. Era hermoso y algo ocupado esa noche. Caminamos a través de la gran extensión, alrededor del lago central que estaba iluminado por luces led que flotan sobre el agua tranquila. Hasta que vimos un grupo de personas sentadas en frente de una gran pantalla que estaba ahí.

-Podemos comprar algo para comer si tu quieres y sentarnos en algún lugar para ver la película. ¿Qué opinas?

Lauren a veces parecía leer mis pensamientos.

-¿En serio?

-¡Por supuesto! Confieso que siempre me gusta venir a los cines en la calle. Pero nunca he venido acompañada.

-Bueno, aquí estoy yo.-Dije sonriendo.

-Perfecto, siéntate en ese sitio, hay algunas mantas que te prestan aquí, cogeré algo para nosotras de comer y me uniré a ti.

Lauren habló y rápidamente caminó lejos. Miré alrededor notando como había muchas parejas sentadas ahí. Me senté en la suave hierba, la película había comenzado. Alrededor había familias sentadas todas juntas viendo la película que era probablemente de romance, algunas parejas estaban abrazadas con sus cuerpos entrelazados causando una pizca de envidia por querer estar así con ella.
-Estoy de vuelta, Camila.

Oí la voz de Lauren, y cuidadosamente se sentó a mi lado. En sus manos un cubo de tamaño mediano de palomitas que olían divinamente buenas, y una bolsa con algunos dulces y soda.

¿Cuántos años teníamos?

-Me siento como un niño comiendo mucha mierda como esta-Dije sonriéndola.

-¡Yo también! Pero es solo por esta vez, ha pasado un buen tiempo desde la última vez que comí estas cosas.

-¿En serio? Bueno, yo siempre las como, me pondré gorda un día de estos - susurré.

Lauren arqueó una ceja.

-Camila, con todo el respeto. Tu eres de todo menos gorda.

Dejé salir una risa y ella sonrió.

Estábamos en el fondo, la mayoría de la gente estaban cercanas a la pantalla. Alrededor de nosotras había solo 2 parejas. Rápidamente miré a Lauren quien estaba enfocada en la película. ¿Cómo podía ser tan hermosa? Mierda, ya no le bastaba a ella llevarme a la locura con todo el fuego que tenía cuando conoció a Karla, ella además tiene que ser amable y dulce con Camila. Nuestra cercanía estaba siendo irreal, Lauren no era una persona abierta con otros, ella no dejaba a nadie entrar en su mundo personal. Pero conmigo ella era diferente, yo solo no sabía por qué.

Agité mi cabeza tratando de parar aquellos pensamientos y enfocarme en la película que parecía estar muy buena.

-¿Está todo bien?

No, todo no estaba bien, me gustaba ella demasiado como para estar así.

(Poner la canción)

-Sí, solo estaba pensando.

-¿Puedo saber acerca de qué? - ella susurró para no molestar a las personas alrededor nuestro.

-De lo bonito que es estar aquí, así se está bien.

Lauren se quedó en silencio, solo con sus ojos en los míos, entonces sonrió ampliamente.

-Te contaré un secreto.

Lauren se acercó sentándose justo a mi lado e inclinándose para hablar en mi oído.

-También estoy amando estar aquí así.

Susurró suavemente en mi oreja haciendo todos los pelos de mi cuerpo se erizasen. Baje mi cabeza y sonreí con tímidamente, causado por la mujer a mi lado.

-¿Te importaría si apoyo mi cabeza en tu regazo? No quiero ser abusiva más de lo que ya estoy siendo...

-No hay problema, puedes hacerlo.

Lauren rápidamente puso a un lado algunas cosas y se acomodó en el suelo, poniendo su cabeza en mis piernas.

-Vero me va a matar, estoy echada en el regazo de su conquista. O de ¿Austin verdad?

-No tengo nada con ninguno de los dos.

-Genial entonces, no quiero meterme en discusiones con ninguno porque están celosos de mí, señorita Cabello. – Decía mientras se acomodaba.

-¡Ah! No sería solo con ellos tener problemas ¿no es asi? Que hay de tu prometida, Alexa. Ella sería la primera en discutir.

-¡Oh cielos! No digas el nombre de esa mujer, no arruines nuestra noche.

-Tú eres tan diferente de ella.

-Lo sé, debes querer saber que vi en ella ¿Cierto?

-No, no me preguntaba eso, Alexa es una mujer guapa y adivino de que viene de una familia prestigiosa.

-Tienes absolutamente razón. Pero eso para mí no significa nada. Hay muchas cosas, muchas cosas que me gustan de una mujer.

-¿Cómo?

Lauren parecía estar pensando acerca de su respuesta.

-Como la forma de ser, me gusta ver que la chica se preocupe por mi, que trate de entenderme de la mejor manera posible. Que sea preciosa y delicada o sexy y caliente. Que sonría a menudo, que me hable de cosas simples y banales, que me haga sentir diferente, ¿Sabes? Como si fuera una Lauren diferente, quien toma riesgos por el deseo o el amor.

Mi corazón golpeaba con cada palabra que dejaba salir de su boca. Sabía que allí en el medio había mencionado a Karla, que pensó en ella por unos pocos instantes, pero ¿a quién más ha visto ella con los otros rasgos?

-Lo entiendo perfectamente

-Me gustas, Camila

Ella dejó escapar el aire, dejándome muda, sin reacción. Haciendo parecer como si eso no fuera para mí. Pero dentro, mi corazón estaba golpeando frenéticamente y podía jurar que en cualquier momento podía salirse de mi pecho.

-Quizás en años, eres la única mujer que he conocido que me hace sentir sencilla, ¿sabes? Y en tan poco de tiempo. Sé que tenemos una relación de trabajo, pero no me arrepiento de haberte traído a pasar este fin de semana conmigo, o de dejarte conocer un poco de mi vida, que te garantizo, solo unas pocas personas saben.

-Yo no sé realmente que decir, Lauren... solo que estoy amando estar aquí contigo, y seguramente me has quitado de vivir un fin de semana depresivo -sonreí tímidamente- Y me siento bien contigo, me gusta tu amistad.

Amistad. Esa no era la palabra que quería usar, pero era la única que debía ser dicha ahí. Nos mirábamos la una a la otra, sin mirar a otro sitio, su respiración estaba calmada, dándome un cierto alivio.

-¿Has sentido eso? – ella susurró

-¿Qué?

-¡Esto! - Lauren puso su mano en mi cara.

Sonreí sin entender. Hasta que sentí una gota de agua caer en mi hombro. Esperé por unos minutos y más gotas empezaron a caer.
-Espera... ¿Estás hablando de?

Ni si juquiera terminé la oración cuando la lluvia de repente empezó, y yo me estaba refiriendo a la preciosa sino a una fuerte lluvia.

-¡Oh Dios! ¡Lauren!

POV Lauren

Rápidamente nos levantamos del suelo, notando que la mayoría de las personas habían comenzado a correr fuera de allí. Nosotras rápidamente cogimos nuestras cosas corriendo bajo a un gran árbol. Camila pasó sus manos por sus brazos tratando de quitar los restos de agua de sus prendas. Era una tormenta de verdad, y quedarse allí no iba a ayudar a protegernos de la lluvia.

-Esto solo puede ser una broma.

La chica morena murmuró, haciéndome reír. Era mínimamente una situación cómica.

-¿De qué te estás riendo?

-La situación Camz, lo siento.

-Mira, estoy mojada y vistiendo de blanco.

Realmente lo estaba, Camila estaba llevando una larga falda blanca que tenía un gran franja en los muslos, que en el camino en la pierna izquierda enseñaba la pierna, mucho. En la parte superior del cuerpo, una blusa, blanca también, holgada y dejaba su plano estómago a la vista. Pero ambas piezas estaban un poco húmedas cuando decidí ayudarla.

-Toma esto, póntelo y vámonos

Dije dándole mi chaqueta de cuero, Camila la miró pero decidió aceptarla y rápido ponérsela.

-Pon atención, correremos al otro lado, ¿Ok? Mi coche está allí.

Ella miró al otro lado donde estaba mi coche, que estaba algo lejos. Ella cerró sus ojos y tomó una respiración profunda cuando la puse bajo la tormenta

-¡Lauren! -ella gritó, haciéndome reír.

-¡Corre! ¡Corre Camz!

Eso fue todo lo que dije. Dejamos el lugar corriendo a través de la suave hierba del parque, debajo de la tormenta que nos empapaba. Camila dejó salir unos chillidos agonizantes todo el tiempo que pisaba en los grandes charcos en la mitad del camino, el viento elevaba su falda a veces, forzando a la mujer aguantarla con sus manos.

-¡Espera Lauren!

Paré de correr cuando la vi parar detrás de mí, fui donde ella quien estaba respirando pesadamente, paramos en el medio de la tormenta.

-Espera, necesito quitarme estas sandalias.

-Quítatelas entonces, esperaré por ti.

Camila me miró, un poco asustada de que fuera a correr y dejarla sola. La mujer se agachó y se quitó sus delicadas sandalias de sus mojados pies. Y entonces me miró a mí, sonriéndome, para luego echar a correr.

-Así que ¿Esto era un truco?

Me dije a mi misma mientras veía a la morena correr lejos de mí. Traté de correr rápido para alcanzarla, solo pude escuchar su risa divertida mientras corría hacia el coche. Pero esta vez solo paramos cuando llegamos al coche.

-No puedo... correr más.- ella habló sin respiración, apoyándose en el coche, dejando salir una encantadora risa

-Métete, ¡rápido!

Camila entró al coche y entonces yo hice lo mismo. Cerramos las puertas, riéndonos como dos idiotas, estábamos completamente empapadas y sucias dentro del coche.

-Recuérdame ver la previsión meteorológica antes de salir de casa.

Dijo riendo, apoyándose en el asiento de cuero acolchado, Reí con ella, quien me miraba. Estuvimos unos segundos sin decir nada dejando que nuestra risa muriera, dejando solo el sonido de la lluvia cayendo afuera.

-Creo que es mejor ir a casa, no quiero ser culpada de un resfriado.

Ella me brindó una preciosa sonrisa y asintió.

En exactamente, media hora, estábamos aparcadas en el garaje de mi casa, salí del coche bajo la delgada llovizna, ayudando a Camila a salir del coche.

-Mira mi estado, estoy horrible. No voy a entrar así a tu casa.
-

Sí vas a entrar, vamos. - dije tirando de su mano.

Ella murmuró mirando su falda que estaba llena de manchas de barro y completamente mojada. El delgado tejido estaba pegado a su cuerpo, dejando una clara visión de sus hermosas sinuosas curvas que no podía evitar notar. La señorita Cabello era dueña de un cuerpo extremadamente deseable

-No te preocupes, tomarás un baño ahora mismo.

Asintió, caminamos a la entrada, riendo otra vez de nuestro deplorable estado.

-¡Oh mi Dios! ¿Qué pasó?

Mi madre preguntó tan pronto como abrió la puerta y nos encontró así.

-La lluvia nos cogió en el medio del camino.

Hablé agarrando a Camila y entrando a la casa, íbamos dejando un rastro de humedad en el suelo con cada paso que dábamos

-Gracias a Dios que me quedé en casa - Taylor dijo riendo - Se ven horribles.

-Gracias, hermanita.

-Vamos chicas, vayan inmediatamente al baño, voy a decirle a Meredith para que les lleve toallas calientes para ustedes.

-Gracias, Señora Jauregui.

Camila habló educadamente como siempre para después subir las escaleras completamente mojada.

-Buen baño.

Sonrió cuando me oyó y continuó su camino a la habitación y yo hice lo mismo.

Después de un baño caliente, me vestí con ropa cálida, el tiempo era frio. Me acosté en mi cama pensando acerca de cómo había sido mi día y me pillé a mí misma pensando en Camila, su imagen sonriendo y corriendo debajo de la fuerte tormenta, haciéndome un día de ensueño. Recordé lo hermosa que se veía con el jersey de los Dodgers, o como de dulce era con mi familia, conmigo. O como ella me hacía sentir diferente cuando está conmigo. Dios mio, Lauren. ¿En qué estás pensando?

Cerré mis ojos y eché fuera esos pensamientos que insistían en quedarse en mi cabeza. ¿Qué estaría haciendo ella ahora? ¿Sera que también estaba pensando acerca de nuestro día? Podría ir a comprobarlo, o mejor no.

Sí...

¡Yo podía!

Dejé mi dormitorio, bajando a la cocina, no había nadie. Tomé la oportunidad y preparé 2 tazas calientes de chocolate y volví arriba a su habitación. Me paré frente a su puerta, sintiendo nervios por si la molestaba. ¿Lo sentirá raro? Lauren ¡No estés insegura de esto! ¿Qué te está pasando? Tomé una respiración profunda armándome de coraje, abría lentamente la puerta sin hacer ruido alguno, ella debe estar tomando un baño todavía, para mi decepción. Entré en la habitación, poniendo el chocolate caliente en la mesita de noche, hasta que decidí irme, no se vería bien que la estuviera esperando dentro de la habitación. Miré alrededor y cogí un trozo de papel y un bolígrafo:

"Pensé que querrías uno de estos con este frío, espero que te guste, lo hice por yo misma ;)
Lauren Jauregui"

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