Llegue a casa de Kendrick, estaba muy tarde o mas bien, temprano. Subí las escaleras en búsqueda de mi cuarto, gire la perilla y abrí la puerta, casi me muero del susto cuando sentí unos brazos apretarme la cintura. Me gire rápidamente y vi aquellos ojos lujosos brillando de ternura, sentí disgusto y quite sus manos de mi.
— Hola— Dije caminando por mi habitación.
— ¿Te pasa algo, mi amor?— Preguntó caminando detrás de mi. Yo me detuve y lo mire sin cierto agrado.
— Mi nombre es Devonne Lewis, no "mi amor"— Me quite los zapatos y los tire a un lado.
— ¡Hey! ¿Porque me tratas así?— Se acerco a mi jugando con sus dedos en mi mejilla, yo despegue la cara.
— Por que es lo que se mereces, usted es mi jefe, siento que la confianza entre nosotros es un poco alta— Corté su mirada y solo escuche un suspiro de su parte.
— Pero me agradas— Trato de acariciar mi mano y yo la arrebate de su agarre.
— Usted igual, pero estamos aquí por algo laboral, nuestra relación debe ser mas formal— Dije dandole la espalda mientras buscaba pijamas en mi ropero.
— Dev, por Dios, no dañes nuestra relación— Escuché el toque de enojo en sus palabras y eso hizo que automáticamente sintiera una corriente por mi espalda haciendo que me levantara, me voltee y me mordí los labios tratando de contenerme.
— ¿Que relación? ¿eh? Explicate tu, porque yo no se que es esto, me confundes con tus días de "Mejor amigo", de tus días como "El mejor jefe", tus días como "El Peor jefe"...— Me alteré un poco en este momento. —...y De tus días como...— Guardé silencio, sabia que no iba a ser bueno si terminaba la frase.
— ¿Como que?— Preguntó mirándome con una sonrisa en su rostro, ósea esta loco.
— Como el mas "Estupido bipolar sin sentimientos"— Escupí esas palabras en su rostro, obviamente eso no era lo que quería decir. Su rostro se torno algo tenso pero su mirada seguía blanda.
— Pero Dev...— Suavizo sus palabras, yo de verdad que no estaba en escucharle.
— Vete.
— Devonne, siempre me ha caído bien desde el principio, su manera de ser es algo que no todo el mundo tiene, adoro eso de usted, por favor mantengamos nuestra relación— Rogó intentando acercarse a mi pero yo retrocedí.
— ¡¿Va a seguir con lo de relación?!— Pregunté algo exaltada.
— Pero mi amor...— intento hablar.
— Salga de aqui, ahora— Dije señalando la puerta.
— No me ire— Su mandíbula se tenso.
— Bien, me voy yo— Caminé hacia la puerta pero sus manos me agarraron el brazo, estirándome hacia el.
—¡Suélteme!— Apreté mis dientes mientras lo miraba a sus ojos.
— Esta bien, me largo, pero esto no se va a quedar así— Dijo soltándome para luego desaparecer.