-¿Cómo te fue, cariño? -le pregunté a Romeo, mientras caminabamos a el auto.
-Bien, hicimos pequeñas oraciones con palabras que la profesora nos dio. -sonrió.
-Uy, que bien. Vamos a ir a casa de tus abuelos.
-¡Sí! -exclamó contento y corrió al auto. Reí.
Subimos al auto y mientras platicabamos de el resto de su día en la escuela, Ross condujo a casa de sus padres.
Cuando llegamos el auto de Riker y Ellington estaba afuera, así que supusimos que también estaban aquí.
Venimos más por que Riker nos habló y dijo que quería mostrarnos algo.
Bajamos del auto y esperamos a que Ross estuviera a nuestro lado, caminamos a la entrada y Ross nos abrió. Entramos y escuchamos voces en la sala, caminamos a la misma y todos posaron su mirada en nosotros.
Romeo corrió a Stormie y ella lo cargó, mientras nosotros saludamos a los demás, al entrar note la presencia de una persona más que no había visto anteriormente.
Después de saludar a todos y hablar un rato, Riker se levantó junto a la chica y nos llamó.
-Bien. -dijo cuando ya todos prestábamos atención a él.- Ahora que ya estamos todos juntos, les quiero decir que los he reunido a todos para presentarle a esta señorita. -señaló a la chica aún desconocida para mí.- Como ya les dije a la mayoría, omitiendo a Ross y _____ que acaban de llegar. Ella se llama Savannah, Savannah Latimer y es mi novia. -todos nos quedamos sorprendidos ya que no le conocíamos ninguna conquista a Riker.
Ya que nadie hablaba, Stormie fue la primera en hacerlo.
-Que bueno, querido. -Mark tomó a Romeo y Stormie se acercó a los dos.- Bienvenida a la familia Lynch, querida. -la abrazó.
-Gracias, Sra. Stormie. -dijo Savannah.
-No me digas Sra, me hace sentir vieja. Sólo dime Stormie. -sonrieron las dos.
-De acuerdo, Stormie. -sonrió Savannah.
Mark caminó a ellos y los felicitó, le dio la bienvenida a Savannah. Yo me acerqué a ellos.
-Muy bien, quesito. Ya te hacía falta una novia. -le susurre lo último. Caminé a ella.- Hola, yo soy _____, novia de Ross -lo señale.- y el es Romeo, nuestro hijo. -sonreí.- Un gusto. -la abracé y ella me correspondió. Rydel se acercó a nosotras.
-Tengo el leve presentimiento que las tres nos llevaremos de maravilla. -y nos abrazamos las tres. Reímos.
Después de un rato de plática, Sav agarró confianza; todos nos llevamos de maravilla y convivimos. Stormie nos invitó a comer y como siempre, no nos pudimos negar.
En la comida hablamos tranquilamente.
-Y bueno, Rockoso y RyRy. -hablé yo y todos junto con Rocky, posaron su mirada en mi.- Ahora sólo quedan ustedes por conseguir novia, el tiempo corre y la belleza no es para siempre. -todos reímos.
Delly, Sav y yo, ayudamos a recoger la mesa y lavar los platos. Aunque Stormie nos haya dicho que no.
Savannah, es genial, tiene unos gustos interesantes y estupendos. Las tres tenemos una forma de pensar muy parecida.
Salimos un rato al patio con los chicos, quienes jugaban con Romeo, nos unimos a ellos y nos divertimos un rato
Luego ella se despidió ya que tenía un compromiso y Riker la llevó a su casa. Ross, Romeo y yo también nos despedimos ya que Romeo tenía tarea por hacer y no contábamos con lo necesario en el lugar.
***
Llegamos a casa, Ross dijo que él haría la tarea con Romeo y que yo no me preocupara. Le tomé la palabra.
Salimos todos al patio trasero, ellos de sentaron a hacer tarea en la mesa que tiene techo, mientras yo me puse a regar algunas plantas.
Limpié la alberca ya que le había caído basura, los chicos terminaron la tarea, yo la corroboré y estaba perfecta. Le dije a Ross que ayudara a Romeo a guardar su mochila para mañana.
Entré a la cocina y iba a ponerme a preparar la cena, pero... Mi celular me interrumpió. Era una llamada de... ¡JENNIFER!
-¡Jenni! -grité con emoción. Hacía tanto que no hablaba con ella, cuando ella se graduó comenzó a trabajar en la empresa de su familia y casi siempre estaba ocupada.
-¡_____! Tanto tiempo. -dijo ella.
-Si, te extraño tanto.
-Yo igual, ¿Cómo estas? ¿Y Romeo? ¿Qué tal todo? -preguntó.
-Uff, si supieras todo lo que ha pasado.
-¿Qué pasó? Cuentame. -dijo ella. Reí.
La siguiente hora y media estuve contándole todo lo que pasó, sobre Ross y la noticia de Romeo, el cambio, y mucho más.
-Pero bueno... Cuentame, ¿Qué has hecho de tu vida? ¿Sigues en contacto con Lucas?
-Estou ocupada con el trabajo, ya sabes. Con Lucas, sí, sigo en contacto con el hablo más seguido y ahora ando en un viaje de negocios. -comentó ella.
-Hum, ¿En dónde estás?
-Bueno, mi papá hizo que viajará a la matriz de la empresa para ver cómo está trabajando y estoy en Los Ángeles.
-¿¡QUÉ!? -me emocioné.
-¿Qué de qué?
-Estás en Los Ángeles.
-Si, ¿Por? -se oía confundida.
-No te acabo de contar que me mudé a LOS ÁNGELES.
-¡OMG! Es cierto, tenemos que vernos. No me había percatado, es que tengo tanto en la cabeza. -se entusiasmó.
-¿En dónde te estás hospedando? -le pregunté.
-En el hotel ____(InventaUnNombre), en la suite presidencial. ¿Lo conoces?
-Amm, permiteme. -fui a donde Ross y le pregunté por el hotel.
-Esta a quince minutos de aquí, ¿Por qué preguntas? -dijo Ross confundido.
-Luego te explico. -le sonreí y me di la vuelta.- Sí, ya sé donde está. ¿Cuándo nos vemos? Te pregunto por tu trabajo.
-Humm, ¿Qué te parece mañana a las 09:00 AM? -dijo ella.
-A las 09:30 AM mejor, ya que puedo ir después de dejar a Romeo en la escuela.
-Me parece bien, ¿En el restaurante de el hotel?
-Perfecto, nos vemos mañana. -dije yo.
-Bye.
-Bye. -sonreí y colgué.
Me quedé mirando el teléfono. Luego de un rato recordé la cena y revise la hora... 06:47 pm. Si que platicamos.
Me levanté y fui a buscar a mis hombres, Romeo veía televisión en la cocina mientras Ross cocinaba algo.
-Disculpa, se me fue el tiempo. Es que hacía tanto que no hablaba con Jennifer. -fui junto a Ross.
-Tranquila, te entiendo. Supuse que tardarían un rato, por eso decidí hacer algo de improvisto. -me besó cortamente.
-Gracias. ¿Te ayudo en algo? -me ofrecí mientras lavaba mis manos.
-Pon la mesa, esto ya casi está.
-Bien, amor.
Me acerqué a las gavetas y alacenas para sacar lo necesario. Después de un rato, la mesa estaba lista, Ross había terminado la cena y estábamos comenzando a probarla.
-Dios. Está delicioso. -le dije al probar los macarrones con queso que había preparado.
-Sì, papá. Muy rico.
-Muchas gracias, estoy aprendiendo. -reímos.
Cenamos tranquilamente, hacía tanto que no estábamos únicamente los tres. Ya que... Desde que llegaron todos, los chicos venían en la noche junto a Stormie y Mark, y pues ya saben.
Cuando terminamos, Ross dijo que él lavaría los platos y recogería el resto. Mientras yo subí a darle un baño a Romeo ya que él iba a la escuela al día siguiente.
Lo bañé, le puse su pijama.
-Bueno, campeón. Es hora de dormir.-le dije.
-¿Me lees un cuento? -sonrió.
-Esta bien, ¿Uno nuevo? -él asintió mientras se acomodaba entre las sábanas.
Al final del cuento, Romeo se quedó profundamente dormido.
Le di un beso el la mejilla, lo arropé más y dejé encendida su pequeña lámpara. Salí de su habitación y regresé a la cocina.
Ross acomodaba las cosas en su lugar.
-Mañana me veré con Jennifer, ¿Gustas venir? -le comenté.
-¿En dónde? -preguntó.
-En el restaurante que hay en el hotel que te pregunté, ahí se está hospedando. Será a las 09:30 am, iré a dejar a Romeo y luego me iré hacia allá.
-Bueno, iré contigo. -sonreímos.
-Perfecto. -lo besé.
-¿Vamos a descansar? -preguntó. Asentí.
Apagamos las luces y subimos a la habitación. Nos dimos una ducha por separado, me puse mi pijama, Ross sólo se quedó en boxers. Mientras me peinaba, le pregunté a Ross.
-¿Como te cayó, Savannah? -lo miré a través del espejo.
-Bien, se ve que es buena gente y por lo visto muy amigable, además de que es bonita.
-¡Hey! -me sonrió.
-No más que tú. -relajé mi ceño.- ¿Y a ti?
-Genial, tenemos muchas cosas en común y pensamos casi igual. -sonreí.
-Por lo visto, Rydel, ella y tú se llevarán muy bien.
-Sí. Pero bueno. -me levanté y me acosté junto a él.- Ahora es tiempo de descansar.
-Correcto. -dijo él.
Apagué la luz de noche y me acomodé, no tarde en sentir sus brazos rodearme.
-Que descanses. -susurró en mi oreja.
-Y tú. -tomé sus manos y en pocos minutos ya estaba durmiendo.
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Gracias por leer...