¿El mejor sabor de helado? Tú...

By Zara_Black

2.8M 235K 137K

¿Novia? No, gracias. Lástima que el resto de sus amigos si pensasen que necesitaba una novia con urgencia. N... More

Sinopsis
1. El anuncio
2. El anuncio II
3. Señor, dame paciencia
4. Primera cita
5. ¿Admirador secreto?
6. Cinta aislante
7. ¿Hay algo más divertido que molestar?
8. Una futura promesa de ¿boda?
9. "Una importante investigación"
10. Matt vs Triz
11. Matt vs Triz (2º round)
13. Hermanos
14. Helado
15. Estado: shock y profunda negación
16. Me niego a que me gustes
17. De luto
18. Admirador ya no tan secreto
19. ¿Chismosos? ¿Nosotros?
20. Yo no fui
21. Cita triple
22. ¡No me gusta!
23. Encuentros inesperados
24. Preocupado, estoy preocupado
25. Tiempo de espionaje
26. Aceptación
27. El esguince
28. ¿Qué le pasaba?
29. Plan de conquista
30. Góngora y sus sorpresas
31. Enfrentando miedos
32. Quiero conmigo
33.No me gustas. Ni un poco.
34. Friendzone
35. Cuando los planes salen bien
36. ¿El mejor sabor de helado? Tú
"EMSHT" en librerías a partir del 13 de DICIEMBRE de 2018

12. El anillo perfecto

72.7K 6K 3.7K
By Zara_Black


―No puedo creer que nos haya vuelto a pasar―dijo mientras observaba con fascinación el enorme letrero que les daba la bienvenida a Portugal.

―¡Lo sabía! ―exclamó Ann con alegría en el asiento trasero―. Dan conduciendo y Matt de copiloto es igual a visitar Portugal o Francia.

―O Andorra, una vez acabamos en Andorra, ¿recuerdas?―habló Nora levantando la mirada del libro para sonreír con diversión; Ann asintió con emoción y las dos lo miraron con burla.

No era su culpa.

¡Sólo se perdían cuando Dan conducía! Estaba clarísimo que el desastre al volante era él.

―Íbamos a una joyería que estaba a media hora y teníamos un GPS, ¿cómo acabamos en Portugal? Esto es surrealista―se quejó Triz mientras él repasaba mentalmente el recorrido, sinceramente tampoco comprendía cómo fue que acabaron allí.

―La verdad es que este era mi plan desde el principio―anunció Dan que había detenido el coche en el arcén en cuanto vieron el cartel que les anunciaba que estaban llegando al país vecino.

Los cuatro ocupantes le lanzaron una mirada escéptica a Dan que se cruzó de brazos ofendido.

―Podría haberlo sido―habló Dan irritado.

―Tenía que haber conducido yo ―indicó Triz ignorando a Dan.

―Entonces estaríamos en la cárcel―murmuró en voz baja haciendo que Dan riese, por suerte Triz pareció no escucharlo.

―Me voy a hacer una foto en el cartel.―Ann salió del coche y caminó hasta el cartel dónde comenzó a hacerse selfies.

―¿Y ahora qué? ―preguntó Nora.

―Bueno, ya que llegamos hasta aquí, digo yo que en Portugal habrá joyerías ―propuso Dan que se había quitado el cinturón de seguridad para poder voltear hacia atrás y hablar con Nora y Triz―. ¿Qué os parece?

―Por mi está bien ―respondió Nora encogiéndose de hombros.

―A mi mientras tenga la exclusiva, me da igual donde compres el anillo ―contestó Triz levantando los pulgares con ánimo; Dan lo miró y él se encogió de hombros.

Ya que estaban allí que importaba si seguían un poco más en busca de una joyería.

Lo importante era el anillo y lo que significaba, el lugar dónde se comprase importaba poco.

―Mira Matt lo que encontré ―canturreó Ann entrando en el coche y tendiéndole un periódico, cuando lo examinó se dio cuenta de que era el ejemplar de hace más de un mes en el que se le buscaba novia o lo que surgiese―. ¡Mi anuncio llegó hasta Portugal, soy genial!

―¿Es mi periódico?―preguntó Triz con emoción metiéndose por el hueco entre asientos para echar un vistazo al periódico que sostenía―. ¡Noticias Tatata-chan traspasa fronteras!

―Genial―murmuró doblando el periódico para guardarlo en la guantera pero Triz le dio un manotazo y se lo arrebató.

―Ann échame una foto con el periódico frente al letrero, le enviaré la foto a Gutiérrez, él que decía que era una fracasada, va a tragarse todas sus palabras, ¡mi periódico llega a Portugal!―dijo Triz saliendo a toda prisa del coche mientras Ann la seguía, una vez fuera ambas se colocaron al lado del cartel y comenzaron una sesión de fotos.

Una vez que terminaron Triz regresó al coche con intenciones de conducir pero tanto Dan como él se negaron y lograron convencerla de que si conducía le estaría poniendo los cuernos a su coche por lo que ella asintió y se sentó tranquilamente en la parte trasera.

―Y hablando de tu coche, ¿por qué estaba aparcado en el Parque Lorca? ―preguntó Ann entrando y sentándose por lo que Dan puso el coche en marcha y se incorporó a la carretera.

―Los mecánicos dijeron que podía llevármelo ―contó Triz por lo que él volteó y la examinó.

―Es imposible que en tres días reparasen todo, ¿qué les hiciste? ―preguntó serio.

―Nada ―dijo Triz demasiado rápido.

―Triz ―dijo entre dientes.

―Yo no tengo culpa de que uno de los mecánicos sea un infiel, ¿vale? Si no se la estuviera pegando a su mujer no lo hubiera chantajeado con publicar su romance en el periódico―explicó Triz con inocencia pero él la miró enojado.

―Tu coche debería estar en el taller, esa cosa no es segura.

―No seas melodramático, mi coche es tan seguro como cualquier otro―protestó Triz moviendo la mano derecha en el aire.

―Tu coche casi arde dos veces por combustión espontánea―recordó haciendo que Triz abriese la boca con horror.

―¿Dos veces? ¿Cómo que dos veces?―preguntó la peliblanca escandalizada.

―Cuando íbamos a llevarlo al taller empezó a salir humo de los asientos traseros, fue muy raro―contó Ann con una mezcla de asombro y diversión.

―Suerte que Matt sacase rápidamente el extintor del maletero―indicó Nora por lo que Triz lo miró mal.

―¿Volviste a violar a mi coche?

―Yes―afirmó con entusiasmo, luego miró a Triz a los ojos―.Y volvería a hacerlo.

Triz lo miró mal durante unos segundos y él se rio con fuerza. Era bastante divertido verla tan indignada porque tocase su coche.

―Gira ahora a la izquierda ―habló Nora tocando el hombro de Dan.

―Recibido ―dijo Dan girando en la calle que Nora le indicaba.

―José puso una carita enfadada y dice que él es el único que puede secuestrar a Nora―contó Ann mirando el móvil.

―¿Enviaste las fotos al grupo de whatsapp?―Ann asintió con energía antes de mirar de nuevo el móvil.

―Dafne quiere dulces, Evan está ofendido porque vinimos sin él y Bel... ¿cómo puede escribir tanto como habla? ―preguntó Ann haciéndolos sonreír a todos.

―Vuelve a girar―indicó Nora.

―¿Desde cuándo conoces el camino a una joyería en Portugal? ―preguntó Dan a Nora, pero ella se limitó a señalar el GPS―. Espera yo no he metido ninguna dirección.

―Lo hice yo desde mi móvil ―dijo Triz levantando la mano con emoción―. A la vuelta vamos nosotras delante, quiero dormir en mi cama no en un albergue en mitad de la nada.

―Dio un poco de miedo pero oye, fue divertido―apuntó Dan con suficiencia.

―Marco y Matías quieren una portuguesa cada uno; Ren un gorro con la bandera de Portugal, ese chico tiene un problema con los gorros de lana; Diego pide un bloc bonito para regalárselo a Lydia, ¡aw! Es tan adorable―continuó Ann.

―Ve aparcando por donde veas un sitio―dijo Nora e inmediatamente todos comenzaron a mirar hacia los lados.

―Damien que llevemos dulces, creo que esa fue Dafne desde su móvil; Will quiere una foto de Nora con lencería portuguesa.... Ahora él y José discuten, ¿quién metió a Will en el grupo?

―Evan―respondieron al unísono.

―Sonia dice que cómo se nos ocurrió dejar a Dan delante de un volante sin supervisión.

―Ponle que yo también la quiero―comentó Dan poniendo el intermitente para indicar que iba a aparcar.

―Kyle puso una carita sonriente.―Ann suspiró y él puso los ojos en blanco―.Voy a comprarle una sudadera, ¡no! Voy a comprarnos sudaderas a juego.

¿En serio?

Miró hacia atrás y vio como Ann escribía felizmente en su móvil.

¿Sudaderas a juego?

Imaginó a su hermana y a Kyle tomados de la mano y ambos con la misma sudadera impidiendo que se les pudiese ver el rostro. Sintió un escalofrío y sacudió la cabeza.

Eso no iba a pasar. No permitiría que su hermana se uniese a la secta de los obsesionados con sudaderas.

Dan aparcó el coche y todos se bajaron.

―Estoy tan emocionada―exclamó Triz sacando del bolso su móvil y un anillo que entregó a Dan―. No creo que se dé cuenta de que le falta pero con Sonia nunca se sabe.

―¡Espera! Dafne y yo le robamos otro anillo―indicó Ann sacando un anillo del bolsillo trasero de su pantalón, Ann y Triz chocaron las manos y se rieron antes de empezar a caminar hacia la joyería.

―¿Creéis que tengan anillos con runas?―preguntó Dan con ilusión.

―¿Quieres pedirle matrimonio a Sonia o conquistar la tierra media?―curioseó divertido.

―A poder ser, ambas cosas―contestó Dan con ilusión mientras caminaban a la joyería en la que Ann y Triz ya entraban.

―¿De verdad le regalarías a Sonia el anillo único?―preguntó Nora enarcando una ceja.

―Sí, creo que no es buena idea...―Dan pareció pensar durante unos segundos y se rascó la barbilla―. No me apetece que una legión de orcos me persiga cuando se enfade conmigo.

Nora y él se miraron y rieron antes de entrar en la tienda. La joyería resultó ser un lugar bastante amplio o al menos daba esa sensación gracias a sus paredes azul pálido combinadas con un suelo de madera. A la izquierda había una hilera de mostradores negros mientras que a la derecha había un par de asientos y más mostradores iluminados por focos.

―Ahí está el novio―exclamó Ann con felicidad caminando hasta ellos y tomando a Dan del brazo para arrastrarlo donde Triz estaba con la dependienta.

―Oh, felicidades―dijo la dependienta, una mujer que debía tener cerca de cuarenta años de cabello negro sujeto en una apretada coleta y ojos verdosos; a su lado había otra chica mucho más joven que le dirigió una mirada significativa y él le sonrió abiertamente hasta que sintió un fuerte codazo en el costado.

―Vinimos aquí a comprarle un anillo a Sonia, no en busca de una novia para ti ―dijo Triz tomándolo del brazo y tirando de él hacia el expositor.

―¿Pero de dónde sales? ¿No estabas mirando anillos junto a la dependienta? ―preguntó asombrado por lo que Triz le sonrió con orgullo.

―¿Qué os parece?―preguntó Ann extendiendo la mano con un brillante anillo de compromiso en el dedo provocándole por unos breves segundos un ataque al corazón.

Ann comprometida.

Ann comprometida con Kyle.

¡Por encima de su cadáver!

―Quítate esa cosa―ordenó malhumorado, Ann miró el anillo y ladeó la cabeza.

―A mí no me parecía tan feo―dijo Ann quitándose el anillo y entregándoselo a la dependienta.

―Tu cara fue tan graciosa―se burló Triz por lo que la miró mal.

―Más graciosa fue tu cara cuando descubriste que te robaron el coche―recordó guiñándole el ojo, Triz arrugó la nariz y sus pecas se movieron con ella―. Y a cerca de un millón de personas también les ha parecido gracioso.

―No puedo creer que colgaras ese video en MI página web―se quejó Triz.

―¿Lo has conseguido quitar?―curioseó con interés, ella entrecerró los ojos y supo que la respuesta era no.

―Pagarás por eso, y Ren también―indicó Triz con enojo pero no pudo tomarla en serio al verla arrugar la nariz, así que sonrió divertido―. Hablo en serio.

―Lo sé.

―¿Y por qué sonríes?

―Porque cuando estás enojada arrugas la nariz y cuando arrugas la nariz tus pecas se mueven y es divertido―contó señalando con el dedo el rostro de Triz, ella parpadeó sorprendida y él aprovechó para deslizarse al lado de Ann que estaba pidiéndole a la dependienta anillos sin parar.

Lanzó una última mirada hacia Triz y vio que ella lo observaba durante unos segundos antes de abrirse paso entre Dan y Nora y ponerse a hablar con la dependienta.

―¿Qué te parece este?―le preguntó Ann por lo que dejó de observar a Triz y se fijó en el enorme anillo que tenía su hermana en el dedo y que parecía que pesaba una tonelada; le dio una mirada de inconformidad y Ann se intentó quitar el anillo pero se atascó en su dedo―. ¡No sale! ¡Socorro!

―¿Qué dices?―preguntó a Ann viéndola tirar con fuerza del anillo pero sin moverlo.

―No puedo sacarlo, voy a tener que casarme―gritó Ann levantando la mano.

―No vas a casarte―contradijo tomando la mano de su hermana para tirar del anillo, pero desgraciadamente sólo consiguió moverlo unos milimetros por lo que miró a Ann―. No vas a casarte.

―Este anillo encajado en mi dedo dice lo contrario―dijo Ann moviendo los dedos, él puso los ojos en blanco antes de tirar con fuerza del anillo y conseguir sacarlo del dedo de su hermana.

―¡Listo! Ya no tienes que casarte―anunció con felicidad, Ann suspiró decepcionada y él le entregó el anillo a la dependienta antes de que su hermana decidiese volver a probárselo.

Se pasó la siguiente hora evitando que Ann se probase más anillos y estaba en medio de una disputa con su hermana cuando Dan llamó la atención de todos.

―¡Es este!―bramó su amigo levantando el anillo como si fuera Simba en el Rey León.

―Triz la música no es necesaria―indicó Nora por lo que ella quitó "el ciclo de la vida" y Dan bajó el anillo―. ¿Es ese?

―Sí, he tenido como una revelación, lo veo en el dedo de Sonia―dijo Dan con seriedad mirando el anillo que tuvo que reconocer que era muy bonito, era de oro blanco con un pequeño diamante en el centro. Simple pero bonito―. ¿Qué pensáis vosotros?

―Que es carísimo―indicó Ann tomando la etiqueta que colgaba del anillo.

―Justamente este anillo está rebajado―respondió la dependienta con alegría, Ann pestañeó sorprendida y la dependienta sonrió con amabilidad antes de tomar unos de los anillos robados de Sonia―. Y es la misma talla.

―¡Tienes que comprarlo sí o sí!―exclamó Ann a Dan―. ¡Este anillo está destinado a Sonia!

―Vale, vale... lo compro―respondió Dan con timidez, la dependienta asintió y le indicó que la siguiese algo que hizo no sólo Dan sino también Ann y Nora.

―La dependienta esa no ha dejado de mirarte―murmuró Triz acercándose a él y apoyando los brazos en el mostrador mientras con la cabeza señalaba a la dependienta que le había coqueteado desde que entró.

―Lo sé―respondió con media sonrisa―. Es lo que tiene ser atractivo.

―Y yo que pensaba que Damien era creído―se burló Triz―. Así que, si tuvieras que comprar un anillo de compromiso, ¿cuál elegirías?

― No voy a darte una entrevista―dijo con cansancio.

―¿Por qué? Después de leer las entrevistas de tus citas, mis lectores quieren conocer el punto de vista del protagonista, ¡dame una entrevista!―exigió Triz señalándolo con el bolígrafo―. Por tu culpa la gente va a creer que pueden negarse a darme una entrevista, así que deja de ser terco y concédeme una entrevista.

―¿Puedo ayudarlos en algo?―preguntó la dependienta de pelo negro que no había parado de lanzarle miradas durante toda la tarde.

―¿No ves que estoy tratando de entrevistarlo?―habló Triz de mal humor señalándolo con indignación para luego dedicarle una mirada asesina a la dependienta que asintió cohibida y se marchó.

―¿Y si acabas de espantar al amor de mi vida? Has fastidiado tu futura exclusiva―comentó mientras veía como Dan pagaba y le entregaban una pequeña caja de terciopelo negro, cuando volvió a mirar a Triz la vio negando con la cabeza.

―Esa chica no pega contigo.

―¿Por? ―curioseó.

―Creía que Mario y Luigi eran unos diseñadores italianos―explicó Triz mientras comenzaba a caminar hacia la salida.

―¿Cuándo le preguntaste eso? ―preguntó asombrado siguiéndola a la calle, juraría que había estado todo el tiempo mirando anillos con ellos; sin embargo antes de que ella contestase escucharon un fuerte sonido y vieron como dos coches chocaban.

Aunque el choque no resultó ser gran cosa, un coche había frenado de golpe y el que lo seguía le chocó por detrás, él sintió como comenzaba a sudar frío.

Miró fijamente los coches y empezó a angustiarse.

―Matt, ¿estás bien?―habló Triz pero la escuchó como si estuviera muy lejos―. ¡Matt!

―Estoy bien―murmuró con la boca seca sin apartar la mirada de los dos coches y de sus conductores que se bajaban de los automóviles para comenzar a discutir.

Era una tontería, no entendía porque se sentía tan inquieto cuando ese accidente había sido una nimiedad. Pero lo estaba, estaba nervioso y los recuerdos del accidente amenazaban con salir y atormentarlo aunque no estuviera dormido.

Por suerte sintió unas cálidas manos en sus mejillas y parpadeó confuso para encontrar a Triz frente a él mirándolo con una sonrisa preocupada que se relajó en cuanto él enarcó una ceja y la miró fijamente.

―¿Crees que Sonia sería capaz de golpear a Dan con el anillo?―curioseó Triz.

―No lo descarto.

―Yo tampoco―contestó Triz con una sonrisa más alegre pero sin apartar las manos de sus mejillas por lo que lo obligaba a mirarla a los ojos―. ¿Apoyabas a Ren o Damien?

―¿Estás tratando de entrevistarme?―preguntó entrecerrando los ojos.

Sabía que no. No era eso. No estaba tratando de entrevistarlo, estaba distrayéndolo. Estaba evitándole el pensar en el accidente.

―No―respondió ella con una sonrisa traviesa; la miró fijamente―. Puede.

Le sonrió a Triz y ella le guiñó el ojo.

Él sabía lo que ella estaba tratando de hacer y ella sabía que él lo sabía. Así que decidió seguir contestando.

―Ren, pero sabía que acabaría con Damien, Dafne llevaba años enamorada de Damien pero no se había dado cuenta.

―¿Ya leíste mi reportaje sobre cómo empezaron a salir Ann y Kyle?

―No, me niego a leer cómo el pervertido de Kyle se las ingenió para enamorar a mi pobre y dulce hermanita menor―respondió, Triz puso los ojos en blanco y él rió.

―Necesitas leer ese reportaje, nada pasó como lo estás imaginando. Pero bueno, siguiente pregunta...

―Gracias por distraerme―dijo con sinceridad, Triz pareció sorprendida durante unos segundos antes de devolverle una sonrisa y negar con la cabeza.

―¿Qué hacéis?―preguntó Dan sobresaltándolos, Triz le pegó dos cachetadas y él le dirigió una mirada asesina antes de restregarse las mejillas con dolor.

No tenía por qué golpearlo tan fuerte.

―Trato de obligar a Matt a que me dé una entrevista pero es igual de terco que de sobreprotector―se quejó la peliblanca antes de salir corriendo hacia Nora y Ann que salían de la joyería.

―No sé por qué pero tengo la sensación de que he interrumpido algo―comentó Dan ladeando la cabeza.

―¿Qué vas a interrumpir? De hecho me salvaste de seguir soportando a Triz en modo reportera.―Dan se encogió de hombros y mentalmente tuvo que darle la razón a su amigo. Él también había sentido cómo que había interrumpido algo pero no tenía ni idea de qué.


.........................

Como aún era pronto para regresar decidieron inspeccionar la zona y hacer un poco de turismo. Compraron un gorro para Ren; una gigantesca caja de dulces típicos para Dafne y Damien; tres barbies portuguesas para Marco, Matías y Will; una taza que ponía "I ♥ Portugal" para Evan; un bloc para Diego y pese a todas sus protestas y quejas Ann compró dos sudaderas a juego para ella y Kyle.

―¿No puedes hacer como Nora y comprarle un perfume a Kyle?―preguntó a su hermana a la que dejó subir primero a la parte de atrás del coche.

Como todos querían regresar al Parque Lorca decidieron que conduciría Nora guiada por Triz. Él y Dan podían regresar perfectamente pero prácticamente los echaron a patadas a la zona trasera.

―No, quiero sudaderas a juego―aplaudió Ann metiendo las manos dentro de la bolsa para sacar una sudadera gris en la que había un dibujo de una chica que dibuja en el aire medio corazón de estrellitas amarillas luego sacó otra más grande en la que se veía el dibujo de un chico dibujando la otra mitad del corazón―. ¡Kyle va a desmayarse cuando las vea!

―Si, y Damien querrá unas para él y Dafne―opinó Nora mientras movía el asiento del conductor hacia adelante.

―Si yo tuviese novio también querría unas, ¡son monísimas!―habló una animada Triz que apretaba teclas en el GPS.

―¿A qué sí? ―Ann abrazó las sudaderas y él puso los ojos en blanco.

―Estoy por comprarnos unas para Sonia y para mí ―dijo Dan ganándose una mirada asesina de su parte―. ¿Qué? Molan mucho.

―Para ti compraremos unas con Link y la princesa Zelda, esas seguro que te gustan―comentó Triz con una sonrisa mientras Nora ponía el coche en marcha y ponían rumbo al Parque Lorca.

―Gracias pero no ―se negó en rotundo cruzándose de brazos.

―Bueno pues me la compro para mi, que me gustó la idea.―Triz se dirigió entonces a la radio y comenzó a buscar un canal de música.

―Como tu admirador secreto te envíe una sudadera friki tendremos pruebas de que eres tú enviándote cosas―apuntó Ann guardando las sudaderas en la bolsa de papel que estaba en el suelo entre sus piernas.

―¡Os he dicho un millón de veces que no soy yo! ―gritó Triz enfadada.

―Sí, pero no nos dejas investigar, eso es sospechoso―indicó Ann con ojos esperanzados pero Triz volteó hacia ellos.

―No os dejo investigar porque lo asustaríais, es mi primer admirador secreto y quiero disfrutarlo, quiero que me siga mandando regalos y mensajes donde dice que soy la chica más guapa que ha visto en su vida―contó Triz con ojos brillantes, Dan asintió pareciendo comprender pero Ann se cruzó de brazos enfadada.

―Está claro que eres tú―murmuró Ann.

―¡Que no soy yo! ―repitió Triz levantando las manos al cielo.

―Pues déjalas investigar―apoyó a Ann por lo que su hermana lo miró asombrada, Triz enarcó una ceja y lo señaló con el dedo.

―Sólo quieres que investigue para que así esté ocupada y no pase tiempo con Kyle ―contestó Triz, le lanzó una mirada enojada y ella sonrió victoriosa.

―¡Matt! ―chilló Ann volteando hacia él―. Kyle y yo somos novios, acéptalo de una vez.

―No puedo, era nuestro amigo y usó esa posición para aprovecharse de ti por no mencionar que es mayor que tú ―indicó molesto.

―¡Sólo es un año mayor! ―protestó Ann.

―Y dudo mucho que Kyle se aproveche de alguien―apuntó Dan ganándose una mirada asesina de su parte―. Vale, me callo.

―No es bueno para ti.

―¿Por qué?

―Porque no.

―¿Sabes qué? Me importa un rábano lo que pienses, tengo diecinueve años, yo lo quiero y él me quiere, punto y final―finalizó Ann sacando de un bolsillo unos auriculares y poniéndose a escuchar música.

Él gruñó exasperado y Triz subió el volumen de la radio para aligerar el ambiente pero eso no impidió que todos estuvieran tensos durante todo el camino de vuelta.

Una vez que llegaron al Parque Lorca, Ann salió del coche casi llevándose por delante a Dan y se dirigió hacia el edificio donde Kyle vivía.

Él suspiró y se pasó la mano por la nuca antes de desabrocharse el cinturón y bajarse del coche.

―¿Helado?―preguntó Nora colocándose a su lado, él sonrió con tristeza y asintió.

―¿Pero qué?―murmuró Triz señalando a Ann que regresaba con la cara roja y completamente furiosa.

―¡Lo has conseguido! ¡Ya puedes estar contento!―gritó Ann tirando la bolsa con las sudaderas a sus pies.

―¿De qué hablas? ―preguntó confuso viendo como el rostro de Ann mostraba una mezcla de enfado y desesperación.

―¡Kyle se niega a abrirme y me dijo que me fuera!

―¡Qué!―gritó Triz y él parpadeó sorprendido, abrió la boca para decir algo pero su hermana se adelantó.

―¡Te odio! ―afirmó Ann con fuerza―. ¡A partir de hoy me mudo con Dafne y dejo de ser tu hermana!

Declaró Ann marchándose hecha una furia.

Se rascó la nuca con nerviosismo y pasó la mirada de Nora a Triz a cada cual más sorprendida, luego miró las sudaderas tiradas en el suelo y se sintió increíblemente mal.

****************************


Nos leemos en el siguiente (^-^)/


Continue Reading

You'll Also Like

106K 7.9K 26
Henry Black, profesor en la universidad de Stanford maldice su suerte, porque de todas las chicas en las que pudo haber dirigido su atención, lo hace...
18K 359 95
Leah está rota. Leah ya no pinta. Leah es un espejismo desde el accidente que se llevó a sus padres. Axel es el mejor amigo de su hermano mayor y, cu...
371K 44.4K 63
Meredith desde que tiene uso de razón, conoce la existencia de Darek Steiner, aunque ha estipulado una regla bien marcada en su vida: NO ACERCARSE A...
260K 14.2K 40
Ayla Walker pasó de ser una simple fan de la formula 1, que sólo fue a una carrera gracias a un concurso, a ser la nueva novia de Charles Leclerc, pi...