Al entrar al salón de clases puesto notar algo diferente todo el mundo me observa, todos los hijos los tengo puestos en mi. Camino hacia mi pupitre, nadie aparta la mirada de mi, por un momento me siento acosado, llego a pensar que tengo algo en el rostro y siento que voy a morir de vergüenza, hasta que una chica me toca el hombro.
—¿Tu eres Derian?— me pregunta la chica, abro la boca para hablar pero no me sale una palabra, todos mis compañeros de clase están atentos por mi respuesta.
—Si soy yo.—me tiembla un poco la voz.— ¿Ocurre algo?
—Todo el mundo dice que tu estabas en la redada del sábado justo en la calle Willsonvige.— habla una voz por el otro lado del salón.— ¿Es cierto?
—Tambien dice que estabas con Álex Anderson.— dice un chico pequeño y regordete, con sus rizos color zanahoria.
—Al parecer si.—digo.— Todo eso es cierto.
—¡Wow! ¡Es increíble!— grita alguien.
Todos empiezan a hacerme preguntas: algunas son de la fiesta, otras son de la redada, otras son de lo que se siente al saber que puedes ser arrestado y algunas son de que tan sexy en Álex. Molly llega al salón y empieza a abrirse paso entre los compañeros de clase.
—¿Que ocurre aquí?— me pregunta Molly mientras mira como todo el mundo me rodea y me toman como el centro de atención.
—Solo un poco de chismes sobre la redada.
—Okay.—dice Molly.— Y decías que nunca ibas a ser popular.
—Y no lo soy.— le respondo. A pesar se que estuve en una de las mejores fiestas (o al menos eso dicen todos) no me siento popular, ni mucho menos importante; de hecho no me siento orgulloso de que por poco iba a ser arrestado.
—¡Claro que lo eres!— dice Sussie Handson, una compañera que para ser sinceros me cae muy bien y además es la de mejor promedio. Es muy lista.— El simple hecho de estar en una fiesta en Willsonvige y que esta termine en redada eso te hace popular.— Molly y yo la observamos, ya que jamas nos había dirigido ni una solo palabra, creo que ese es uno de los privilegios de ser popular: que cualquier persona te hable.—Se dice que también los acompañaba Daniel... Daniel Douglas ¿Es verdad?
—Si, el estaba con nosotros.— lo primero que pienso al escuchar su nombre es: ¿El apellido de Daniel es Douglas? Despues empiezo a buscar a Daniel por el salón de clases y veo que el no ha venido a clases me siento mal por el ya que no se que le paso ese día. — Pero no se que paso con el después de que la policía nos echara de la fiesta.
Sussie se va a su pupitre. El timbre suena y comienzan las clases. Álgebra esa clase la detesto y la cerrada he llegado a imaginar a mi mismo diciendole al profesor que todo esto de Álgebra no nos serviría y que tarde o temprano esto se iría a la mierda.
Todo lo que hago en la clase es pensar en Daniel. Dejo a un lado el tema que estamos viendo que es "La Suma de Polinomios" y me concentró en ¿Que habrá pasado con el? ¿Lo habrán arrestado? ¿Habra escapado? ¿Estará muerto? Toda esas preguntas no dejan de taladrarme la cabeza.
Al llegar al Dark House me dirijo a la casa de Daniel. Toco el timbre y en menos de 10 segundos la Señora Douglas me atendia en la puerta de su casa.
—¡Hola Derian! ¿Te puedo ayudar en algo?
—Hola Señora.— las rodillas no dejan de temblarme, puedo sentir como una gota de sudor resbala por mi nuca y me muerdo la lengua.— ¿Esta Daniel?— La sonrisa que tenia la madre de Daniel se borro en un instante y eso hace que se me pongan los pelos de punta.— Hoy falto a clases y quisiera verlo.
—Derian, Daniel falto hoy a clases porque el sábado fue a una fiesta, no quiso decirme donde era pero ese día fue brutalmente golpeado. Al parecer querían quitarle sus pertenencias el se resistió y lo golpearon.— La voz de la señora Douglas se corta. Siento como si me dieran un gran golpe en el rostro. Me siento cumlpable.
—¿Pero esta bien?— que estúpida pregunta, es obvio que cuando te golpean no te encuantras bien. Mierda.
—Si, solo esta un poco adolorido. Pienso que una vistita tuya lo pondrá mejor.
—Gracias.
Entro a la recamara de Daniel y lo veo acostado en su cama mientras ve "La Guerra de las Galaxias" cuando el me ve se le ilumina el rostro.
—Lo siento, en verdad lo siento. — se me hace un nudo en la garganta.
—No te preocupes, no es tu culpa.— me acercó a su cama y me siento a un costado de el, esta sin camisa y al parecer el tambien es un amante del ejercicio se le puede ver en sus grandes hombros. Le tomo de la mano, no se por que razón quiero empezar a llorar.— Que bien que te puedo ver, así me que todo mejor.
—¿Puedo saber que te ocurrió después de..? Tu sabes.
—Cuando llego la policía y vida como todos corrían como bestias.— eso me provoca una sonrisa.— quise huir hacia el antro donde estábamos e irme en el auto a casa, pero un policía me agarro comenzó a golpearme.
—¡O por dios!— me llevo la mano a la boca, me siento terrible por todo esto.
—Por suerte un tipo se lanzó sobre el policía y pude escapar. Llegue al auto de mamá y pude regresar a casa. Siento no haber regresado por ti y por Molly pero no podia. Por cierto ¿Que paso con ustedes?
—Pero tu madre me dijo que te querían asaltar y...
—Y todo eso fue mentira. ¿Crees que te echaría de cabeza?
—Gracias. En verdad gracias, no se que podría hacer sin ti, eres un gran amigo. A pesar de que el día de hoy me acabo de enterar que tu apellido es Douglas.
—Vaya amigo que tengo.Ojala fuera mas que tu amigo.— responde con mucha tristeza y eso me llega a doler. Luego comienza a reír.— pero bueno.
—Daniel...
—Lo se, lo se. Se que tu tienes a Álex y yo... yo tengo una gran diarrea por el coraje.
—¿Se puede tener diarrea por coraje?— empiezo a reírme, me levantó de la cama y agarro mi mochila del suelo; saco un par de cuadernos y se los dejo en su buró.— Creo que tendrás que hacer los apuntes del día de hoy. El de álgebra te lo debo ya que no puse atención.
—Gracias.
—Debo de irme.— me acercó a el y le doy un beso en la mejilla.— nos vemos.— camino hacia la puerta pero antes de irme le hago una pregunta a Daniel.— ¿En verdad tu apellido es Douglas?
—Largo de aquí.— comenzamos a reír y salgo de la habitación, al bajar las escaleras me despido de Anna ( la madre de Daniel).
Entro a mi casa y puedo ver que Taylor y Teddy juegan en la sala, al parecer juegan a los piratas. Me dirijo a la recamara de mi madre. Al entrar veo que mi madre esta ocupada arreglándose, jamas la había visto que se arreglara tanto desde que papá murió.
—¡Ya llegue mamá!
—Si cariño.— dice mi madre.— Derian tendrás que hacerte cargo de tus hermanos esta tarde, por favor. Tengo mucho trabajo y llegare muy tarde.
—Pero tengo que ir a trabajar. ¿Lo olvidaste?
—¡Dios! Lo olvide. Tendré que contratar una niñera.— esta muy preocupada por dejar solo a mis hermanos con una niñera, mi madre no confía mucho en ellas. Cada vez que va a contratar a una hace un tipo de casting para ver quien es una buena candidata.— Pero ya no me da tiempo.
—Tranquila. Se a quien llamar. ¿Vas a salir con alguien?
—Tengo una juntan de trabajo.— se pone un poco de labial y de rocía perfume.— Me tengo que ir ya voy un poco retrasada y no quiero llegar demaciado tarde. Por cierto ya puedes empezar a repartir las invitaciones de tu fiesta, las deje sobre tu cama.
—De acuerdo. Pero a un sigo pensando que esto de hacerme una fiesta es absurdo.— me recuesto sobre la cama y suspiro.
—Ya veras que esa fiesta será genial. Te dejo mil dolares para la niñera.— mi madre se va.
Marco un número en mi celular, espero a que suene, al tercer tono me contesta esa gran voz varonil.
—¡Hola!
—Hola ¿Que te parece trabajar cuidando niños?— al imaginarme a Álex cuidando a los pequeños demonios de Teddy y Taylor se me escapa una carcajada.— solo tienes que cuidar a Teddy y Tay y te llevaras mil dolares al bolsillo. ¿Aceptas?
—¡Por supuesto!— exclama de emoción.— Adoro a esos niños, de hecho podría cuidarlos sin necesidad de un pago.
—Gracias.— camino por el pasillo hasta mi habitación.— eres genial. Aquí te espemos.
—De nada.
Empiezo a quitarme el uniforme de la preparatoria este es mas genial que el de la secundaria, no se si es por que es mas cómodo o por que me gusta el coló azul con el gris. Me pongo unos jeans negros muy ajustados, una playera negra de los Rolling Stones y mis tenis azules. En ese momento suena el timbre. Llego a la puerta.
—Niños, aquí esta su niñero.— digo.
—¿Niñero?— dicen los dos al mismo tiempo y empiezan a jugar a quien ganó un chocolate por decir primero la palabra que el otro. Abro la puerta y se emocionan al ver quien es. Álex.
—¡Que bien!— grita Teddy mientras se le lanza a Álex para darle un abrazo.
—Okay. Álex gracias por cuidarlos esta tarde.— tomo mi sudadera, las llaves y quince dolares.— regreso en seis horas. Se portan bien.
—¡Bye!
Después de una larga jornada de trabajo llego por fin a casa, al entrar veo una hierba imagen. Teddy, Taylor y Álex están descalzos por toda la casa ,mientras bailan y cantan canciones de Katy Perry. No se dan cuenta que yo he llegado así que tomo mi celular y comienzo a grabar. Al darse cuenta de lo que estoy haciendo se detienen y empiezan a reprochar y a suplicar de que borre el vídeo.
—¿Como se portaron niños?— dejo la sudadera en el sofá y suelto las llaves en la puerta.— ¿Ya cenaron?
—¡Si! Álex nos preparo unos Hot Cakes.— dice Tay.
—¡Y estaban deliciosos!— grita Teddy.
—Bien chicos ya es tarde es hora de dormir.— Álex carga a Teddy y Taylor com aus grandes brazos y los lleva sus recamaras.
Enciendo la televisión y comienzo a ver el show de Jimmy Fallon mientras hacen su famosísimo esketch de la niña rubia llamado Ew! el cual es muy gracioso. Al poco tiempo Álex baja las escaleras y se sienta a un lado mio. Pasa su brazo por encima de mis hombros.
—Seriamos unos padres geniales.— dice Álex.
—Quizas pero por el momento quiero ser un chico normal. ¿Tu sabes?— se acaba el programa y apagó la televisión. — Por cierto mi madre va a organizar una fiesta por mi cumpleaños y quiero que estés ahí aunque tienes que ir vestido muy elegante ya sabes como en una fiesta de cocktail.
—Sabes que la elegancia no es lo mio.— me besa la comisura de los labios y luego bebeaa el cuello provocandome un cosquilleo.
—Por favor, si eres elegante ¿Recuerdas la fiesta de gaduación? Estabas guapísimo.
—Lo se. Ahora besame.
Comenzamos a besarnos cuando de pronto nos interrumpe mi madre, rápidamente nos dejamos de besar y nos levantamos del sofá. Mi madre ve a Álex y hace una cara de sorpresa, comienza a analizarlo de pies a cabeza después levanta una ceja y me mira a mi.
—Mamá el es Álex, el cuidó de mis hermanos.— mi madre me lanza una mirada como diciendo: «¿Es lo mejor que podías encontrar para cuidar de tus hermanos?»
—Mucho gusto señora. Soy Álex Anderson.— se estrechan la mano e intercambian sonrisas.
—Derian acompañame a la cocina.
Caminamos a la cocina, cuando voy pasando alado de Álex me susurra: «es muy linda mi suegra» acompañado de una sonrisa picara. Mi madre en la cocina no deja de golpear su tacón contra el suelo de caoba.
—¿Como pudiste dejar que el cuidara a tus hermanos?— dice mi madre lo mas cuidadoso para que Álex no nos alcanze a escuchar.— Es un desconocido que tiene un gran tatuaje y conduce una motocicleta.
—Mamá es un buen tipo, te lo prometo. Además es mi amigo.— digo.— y a mis hermanos les agrada y los llevo al parque. No es malo.
—Asi que ¿El es el chico que los llevo al parque?
—Si es el.— creo que quedo convencida porque esta feliz al saber que tengo un amigo y no solo a Molly. Y puedo sacarle provecho a esto.
—Okay, tus hermanos me han contado mucho de el, dicen que es muy amables y muy gracioso. Asi que puedo darle una oportunidad.— abrazo a mi madre y me da un beso, mientras peina con sus suaves dedos mi cabello.— pero te de que darle unas reglas para estar en esta casa. Es mas iré a hacerle una entrevista para ver si si es un buen candidato para que vuelva a cuidar a tus hermanos y conocer su historial académico.
—No madre, no lo hagas. ¡No quiero que espantes a mi unico amigo!— salgo detrás de ella de la cocina para detener la locura que esta a punto de ocurrir. Y la gran vergüenza que pasare. Se que preguntas le hará mi madre. Se las hace a todas las niñeras que cuidan a mis hermanos: ¿Donde trabaja? ¿Sabe primeros auxilios? ¿En que universidad asiste? Entre muchas mas. Álex espera tranquilamente en la sala. — Álex mi madre quiere decirte algo.— miro a ella para que comienza la entrevista de niñeros. Se que no quiere espantar a Álex con sus locas preguntas y sabe que si lo hace cometería un grave error ya que no tengo suficientes amigos para una fiesta. Ella no sabe que decir. Finalmente dice:
—¿Derian te invito a su cumpleaños?