No Quiero Ser Más Tu Rival

By TheInmortal777

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Dos rivales, dos mundos diferentes y una revelación inesperada. More

Capítulo 1: El Comienzo
Capítulo 2: Distracciones
Capítulo 3: Encuentros
Capítulo 4: Confusiones
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Nota de la Autora.
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16: Parte 1

Capítulo 12

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By TheInmortal777

Cuando ya había terminado de desayunar ayudé a Julián a lavar los trastes e hice algunos labores que urgían por hacerse. Encaminé a mi habitación y con pesadez me acosté en el suelo cuya madera seguía fría.

Casualmente mi móvil empezó a vibrar en el bolsillo de mi pantalón, lo saqué y atendí la llamada sin ganas.

-¿Qué quieres Rapizarda?

-¿Con que así tratarás a tu mejor amigo, eh? -lo escuché reír.

-Todavía sigo enojada contigo. -mentí

-No seas amargada y abre la puerta que estoy afuera de tu casa. -dijo e inmediato colgó la llamada.

Suspiré poniéndome de pie y rápidamente bajé las escaleras, abrí la puerta encontrándome a Hannibal recostado en el marco de la puerta.

-Hola -le sonreí y me hice a un lado para que pasara.

-¿Dónde estuviste ayer? Te perdiste de mucho -cuestionó él sentándose cómodamente en el sofá.

-Estuve ocupada... -contesté al instante.

Ocupadamente con Hastong.

Hannibal conociéndome desde que éramos niños supo que no era cierto lo que decía y que algo ocultaba, pero mi madre salvó el momento al verlo para recibirlo con un abrazo.

-Saldré a hacer unas compras -tomó las llaves del auto y se dirigió a la puerta- Leah estás a cargo. -nos miró a ambos para luego marcharse.

-Estamos solos... -sonrió pícaro dirigiéndose al refrigerador.

-Me di cuenta -dije internamente y a la vez rodeaba los ojos.

Hastong

Estaba amaneciendo y Leah dormía plácidamente a mi lado, se veía tan hermosa. Lo que admiraba de ella las veces que entraba por su ventana era su sueño pesado y aunque estuviese profundamente dormida, no se percataba de mi presencia a su lado. Era admirable verla cubierta con sus sábanas, las veces que roncaba era algo gracioso. Tenía muchas ansias de acariciar su delicado rostro y mantenerla a salvo de cualquier cosa.

Sinceramente jamás había sentido una atracción tan fuerte hacia Leah; no la conozco como debe ser pero me siento obligado a protegerla y no me quejo para nada. Al mirar sus verdosos ojos me hacen sentir tan distinto y completo, he tenido amantes en el castillo pero ninguna me hacía sentir como ella siempre lo ha hecho. Dejando mis emociones atrás me levanté cuidadosamente de no despertarla, planteé un beso en su cabeza y me dispuse a buscar un trozo de papel y un bolígrafo para dejarla una sencilla e interesante nota.

-Lo leerás en lo que despiertes -le murmuré dejando el trozo de papel en el marco de su ventana para luego irme a casa tele-transportándome.

En lo que aparecí un gran silencio invadió el lugar dejándome intrigado referente a dónde se encontrase Rashell, me acerqué al refrigerador y de ella saqué una lata de soda. Me senté en el sofá y con el control remoto en las manos encendí el televisor.

***

Las horas habían pasado en un abrir y cerrar de ojos, literalmente, para un mortal debió ser lento y conciso. Me puse de pie y subí para darme una corta ducha.

Minutos después me encontraba en el armario sacando la ropa que portaría, mi mirada se posó en el espejo que colgaba de la puerta del closet y una cosa que estaría marcada en mi espalda para siempre llamó mi atención; cicatrices, tatuajes y heridas.

Cuando era niño desobedecía las órdenes de Louis por simple y hecha razón que no me parecía correcto. Hubo una noche en que mi madre se enteró de lo que él hacía conmigo.

Flashback

-Señor, encontré a su hijo andando por los sótanos del castillo en vez de estar haciendo sus órdenes -acusó su fiel soldado.

-¿Eso es cierto Hastinie?

-Sí... -contesté bajando la mirada- ¡No quería ver como acababan con las vidas de las Gárgolas, son inocentes! -me alteré.

-Lo entiendo, ¿Pero sabes algo? Al día de mañana serás tú quién acabe con la Nueva Orden de las Gárgolas -sonrió con maliciosa- Ah, y eso incluye a la manada de Sebastián ¿Recuerdas, Hastong?

-¡No, yo no seré como tú, eres malo!

-Te equivocas hijo. -Contraatacó- Lawrance... Trae el látigo, un heredero mío debe aprender a seguir mi ejemplo.

Lawrance buscó el látigo y se lo pasó a Louis para luego dirigirse hacia a mí, de un solo tirón desgarró mi camisa y bruscamente me dio la vuelta. Empecé a derramar lágrimas en silencio ya que ni defenderme podía hacer.

El primer azote fue doloroso haciéndome ahogar en mi propio llanto, sentía mi piel arder y sangrar.

El segundo fue aún más fuerte, intenté zafarme del soldado pero me sostenía fuertemente por los brazos.

No hubo un tercer azote y sentí mis brazos liberarse, caí en el suelo derramando lágrimas sin cesar. De fondo se oían diversas voces, mi espalda ardía gravemente. Mi débil cuerpo fue cargado y lentamente abrí los ojos encontrándome con el rostro preocupado de Silvana.

-Estoy aquí, cielo -su voz me hizo reaccionar- No voy a permitir que te vuelvan a hacer daño.

Louis desde allí no volvió a castigarme, lo hacía pero sin agresiones. Me parecía curioso e inquietante ver a mi madre cada vez que salía de su habitación llorando. Una vez por la noche se escuchaban muchos ruidos y murmuros provenientes de su habitación, me acerqué a la puerta y la abrí cuidadosamente, me asomé un poco y me arrepentí de haberlo hecho.

Silvana discutía con Louis sobre mí y Rashell, algo que no me gustó para nada fue verlo a él lanzarle una bofetada a mi madre haciendo que cayera al suelo. Ella empezó a llorar y se levantó de inmediato colocando su mano izquierda en la mejilla afectada

Retrocedí para irme de ahí pero tropecé absurdamente llamando la atención de ambos. Mi trato con Louis había cambiado totalmente desde esa noche.

Fin del Flashback.

Las heridas que faltaban por nombrar eran de peleas clandestinas que hacían con mis amigos en las afueras del castillo, sin embargo yo las ganaba todas. Decidí en portar un jean oscuro con una camisa manga corta. Hacía frío y aunque no lo sintiera me coloqué un saco ya que no me gustaría levantar sospechosas sobre mi naturalidad inhumana.

--

Llegué al lugar en el que vería a Leah, estaba decidido en que le contaría todo lo que planeaba mi padre, del peligro que comenzaban a correr. Miré la hora en mi móvil y luego lo guardé en el bolsillo de mi pantalón, subí a un árbol con tan sólo un simple salto. A lo lejos venían dos lobos dirigirse hacia acá, -Justo a tiempo-.

Me senté en una rama baja y me apoyé en el tronco. Un lobo de color negro que sabía que era Leah se acercó y volvió a su transformación humana, detrás de ella salió su compañero sonriente, ambos se reían entre sí pero no se percataban de mi presencia. Leah se veía alegre junto a su amigo, sentí algo extraño dentro de mí la cual me producía enfado verlos juntos.

Dejé de camuflarme y bajé del árbol ocasionando un sonido al pisar la grama. Leah volteó a verme y me sonrió.

-¿Qué hace él aquí? -dijo su compañero borrando la emoción de su rostro.

Ella no le prestó atención y vino directo a saludarme, no le permití hablar porque la abracé atrayéndola más hacia mí, Leah enseguida me correspondió. Hundí mi cabeza en su cuello y miré a Hannibal el cual fruncía el ceño y mantenía su mandíbula tensa, al verme giró a un lado. Sus pensamientos no eran para nada agradables.

Leah se separó de mí y me sonrió sin mostrarme sus dientes.

-¡Qué alegría volverte a ver! -exclamó con emoción.

El acompañante de Leah carraspeó su garganta con dos intentos de llamar su atención, y funcionó. Ella giró sobre sus talones mirándonos a ambos queriendo que la tierra la tragase, era un momento en que nadie decía nada.

-Creo que empezamos con el pie izquierdo -rompí el silencio estirando mi brazo hacia el licántropo con forma humana-, soy Hastong.

Él se quedó mirando mi mano dudando en aceptar mi saludo. Hasta que correspondió y estrechó su mano con la mía.

-Hannibal.

-Será mejor que nos vayamos de aquí, está oscureciendo. -sugirió Leah sin haber creído lo que acababa de pasar.

Rumbo en el camino, Hannibal charlaba silenciosamente junto a su amiga, eran quejas hacia a mi <Aunque estuviese atrás de ellos podía escuchar atentamente su conversación>

-Leah, ¿Por qué haces esto? -Cuestionaba- ¡No tienes idea del peligro en el que nos estás anteponiendo!

-¡¿Podrías cerrar la boca?! -murmuraba Leah fastidiada- ¡Hastong no es como aparenta ser!

-¿Qué? Es un maldito Santorus... Es de sangre fría.

-Puedo oírlos -dije fríamente interrumpiéndolos.

Hannibal se dio la vuelta y me enfrentó.

-Todavía no entiendo por qué sigues haciéndote el bueno -escupió- ¿Por qué no nos enfrentas o decides dejar a mi manada en tranquilidad?

-Aún sigo dudando en arrancarles la cabeza a cada uno de ustedes -mentí con una sonrisa.

Leah me miró tratando de convencerse a sí misma, se dio vuelta y siguió con su camino

Bufé y la seguí poniendo a su lado.

Cuando por fin anocheció había una fuerte oleada de viento que hacía que las hojas de los árboles se desprendieran de sus ramas, generando sonidos agradables y suaves. Llegamos a una casa que por su exterior simulaba parecerse a una cabaña, pero no lo era. De su interior salieron cuatro chicos que se aproximaron hacia nosotros.

Uno de ellos al verme, frunció el ceño y se transformó en un lobo gris. Los demás siguieron sus pasos.

-¡Chicos, tranquilos! -se aproximó Leah a interponerse en el camino ya que venían directamente hacia a mí.

Los pensamientos de cada licántropo eran exaltados y cuestionaban cosas a la vez referente a mi presencia junto a ellos.

-¡Leah, apártate del camino! -le advirtió un lobo a ella internamente.

-No todos los Santorus son como mi padre. -aseguré encogiéndome de hombros.

-Su asquerosa raza ha matado a muchos de nuestros hermanos -dijo el mismo lobo gris enseñando sus largos dientes.

-Oigan, ¿Qué ocurre aquí? -preguntaron por detrás.

Me di vuelta y había un señor con varios troncos en los brazos. Se me hacía muy conocido pero no recordaba de dónde.

-¡Papá! -exclamó Leah.

-Oh, miren lo que trajo el viento -dijo- Hastong... Como has crecido -se me acercó y miró detalladamente-

Fruncí el entrecejo empezando a recordar todo.

-Sé quién eres, tu manada asesinó a mi madre.

-No fue por acto de ella, Hastong...

-¡Yo la vi, la vi muerta! -exclamé alzando la voz- Ella no era un monstruo como yo lo era.

-Hijo, te han ocultado muchas cosas durante este larguísimo tiempo.

-¡¿A qué te refieres?!

-Una de ellas era que Louis manipulaba a tu madre con hechizos, la trataba como su esclava. -dejó los troncos en el suelo y limpió sus manos.

¡Eso no es cierto! -inquirí haciendo que mi ojos fueran color carmesí.

Los demás volvieron a su transformación humana y me miraban intrigados.

-Hastong...

-No lo puedo creer, ¿Cómo sé que no me estás mintiendo? -cerré mis manos con fuerza convirtiéndolas en puños.

-Yo no miento, hijo mío - aseguró- Déjame llevar estos troncos para adentro y te cuento mejor la historia ¿De acuerdo? A eso viniste, para tener respuestas... Yo te las daré sin ningún problema -recogió sus troncos y nos miró a cada uno- Sé que no eres como tu padre, eres diferente Hastong, lo sé desde que estabas en el vientre de Silvana

Me sorprendí al escucharlo. Robert caminó hacia la casa, los chicos lo siguieron dejándonos a mí y a Leah.

-Oye, ¿Tienes miedo? -cuestionó mirándome a los ojos.

-No, sólo estoy un poco confuso - mentí colocando un mechón rebelde de su cabello atrás de su oreja- No te preocupes.

-Me agradan tus ojos -rió suave.

-Ah, cierto -hice que volvieran a su naturalidad- ¿Y ahora?

-Sean del color que estén, te verás muy bien.

-¿Gracias? -reí ante su comentario.

Ella dio pasos hacia atrás sonriéndome sin mostrar sus dientes y corrió adentrándose al interior de la casa. En realidad sí que tenía miedo, el simple hecho que me estuviesen mintiendo desde pequeño me enfurecía bastante, no me merecía esto. Sí Louis estaba involucrado en esto... De verdad que conocería al demonio que llevo dentro, sea el Santorus más poderoso de todos no me importaría.

Me enfrentaría a él, pase lo que pase. En la cuidad del castillo todos pasan hambre y se matan entre sí para obtener cualquier fruto, ya nada era como antes cuando gobernaba Silvana.

Corrí hacia la casa y el olor a lobo se concentraba mucho en mis fosas nasales, el de Leah era un olor exquisito que me erizaba los vellos cúbicos.

Robert estaba sentado en un sillón de terciopelo y los demás se encontraban de pie mirándome fijamente, me sentí incómodo hasta que una suave mano se posó en mi hombro dándome un ligero apretón y una sonrisa que calmó mis angustias y mis fuertes emociones, me había enamorado de lo inexplicable.

-Hastong, como sabrás... Silvana era una reina que todos adoraban y respetaban, siempre estuvo al tanto de su pueblo y su familia, hasta que conoció a Louis -me tensé- Louis era un hechicero muy poderoso proveniente del mismo inferno el cual todos temían ya que por sus engaños ocasionaba daño, hasta la muerte a sus víctimas y así podía aprovecharse de las virtudes de aquellos. Sedujo y defraudó a la reina Mónica Khuffash, gobernante de la Orden de Las Gárgolas, fue desterrado de allí. ¿Tú sabías eso?

Negué con la cabeza.

-Bueno, cuando él se encontró con el reino Eleanor <actualmente gobierno de los Santorus> se hizo pasar por un joven y necesitado aldeano, la reina lo recibió con gusto y lo acogió en el castillo. Para tu madre fue amor a primera vista haber auxiliado a aquel hombre -hizo una pausa para mirarnos y siguió relatando: A Louis le sobraba la envidia de poseer un reino tan amigable como Eleanor. Silvana durante ese tiempo le cedía confianza a él para conocerse entre sí, era lamentable como Louis fingía su amor por ella.

-Espera, espera -lo interrumpí por mi incógnita- ¿Cómo sabes todo eso?

-No te adelantes Hastong -me regañó- Aun no he terminado.

Asentí y permití que siguiera relatando.

-Ambos decidieron casarse el cual eso convertía a Louis como legítimo rey; El tiempo pasó y surgió una noticia que conmovió a todo el reino. Silvana y Louis esperaban un bebé, desde ese momento la felicidad de Eleanor había acabado.

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CHAAM CHAM CHAAAAN

MUY BUENAS, AMIGUILLOSSS DEL KORA (okno)
Éste capitulo es mi favorito, lo escribí en clases así que espero que les guste ^-^

Ponedme en los comentarios, lo ocurrirá entre Hastinie y Louis e.e JEJJJJEEJJDJFJS

No olvidéis votar, dejar vuestra estrellita que me ayuda mucho y no olvidéis comentar sí queréis ser parte de esta gran familia.

Nos leeremos muy pronto!!!

Multimedia: Hannibal

Theinmortal.

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